- ¿Te vienes o me esperas?
Pregunto a Alba que está sentada en el asiento del copiloto. Hemos venido a recoger a las niñas al colegio para comer juntas y luego comprar algunos regalos, mamá no ha dudado en apuntarse a nuestro plan, por lo que iremos a por ella.
A: Te espero aquí.
- Ahora regreso.
...
...
- Venga, elegid ya.
Les pido dispuesta a arrancar. Cami y Alba no se ponen de acuerdo.
~ Pizza.
A: Que no, a mi me apetece sushi.
~ A mi no me gusta.
P: Pero dejad de discutir.
Les pide mi madre conciliadora.
P: ¿Por qué no nos hinchamos de hamburguesas? Así os quedáis todas a gusto.
= Gulguesa.
Zanja la enana graciosa. Es una mandona.
P: Bueno, y qué pequeñas, ¿le habéis escrito ya a papá Noel?
= Chi.
P: ¿Y te has portado bien, bicho?
= Mien.
Promete. Yo me la comería de un bocado, se la pasa haciendo trastadas, lejos está de hacer gala de buen comportamiento.
P: ¿Y tú, Cami?
~ Yo siempre me porto bien, Lucia no.
Mi madre se descojona. Cami y sus verdades.
A: Mamá, te suena el móvil.
- Ya, es Sol, la llamo luego.
Estamos todas rodeando la mesa con nuestra comida delante y me gusta pasar estos ratitos sin que el teléfono nos moleste. Seguro será para coordinar los horarios de mañana con Rubén y Portu en el estudio.
- Oye, que tú también podrías guardar el tuyo.
La riño viendo que no pierde oportunidad de entrar en redes.
- Estamos comiendo, Alba.
A: Ya, es que eres TT.
Mi cara debe ser un cuadro. ¿Ahora por qué?
A: Alguien ha subido una foto tuya, se te ve la tripa bien grande.
- A ver.
Le pido que me la enseñe. Es de ahora. La hermana mayor de una compañera de Cami me las hizo cuando fui a recogerla. Me di cuenta que me echaba fotos, pero quise creer que no sería tan indiscreta como para publicarlas.
- Joder.
Me agobio. Hace un par de días Sol me enseñó algunas que me hicieron saliendo de un centro comercial y decidí comprarlas. Gastamos una pasta para nada.
~ Mami, has dicho un taco.
- Lo siento, angelito.
= Joer.
Repite parlanchina. Lo que me faltaba.
- Mami se equivocó Lucia, eso no se dice.
A: Creo que para eso te habrá llamado Sol.
Asiento y muerdo mi labio inferior pensando en como actuar. Mamá no pierde la oportunidad de cotillear el móvil de Alba que sigue en mis manos, por lo que se lo entrego.
- ¿Y ahora que?
Le pregunto presa de mi enfado.
- ¿Que ya nadie tiene respeto por la intimidad?
P: Pues nada, cielo, ahora a seguir adelante con la vida.
Le resta importancia. Resoplo indignada y llevo una patata a mi boca. Se me ha torcido el día.
= Mami.
- ¿Qué pasa Lucía?
= Joer.
Repite a posta con una enorme sonrisa. Será tormento.