Aunque no pueda Verte

By Dd_Dlsj

938K 68K 14.1K

Un trágico accidente automovilístico le quito a Saúl una de las cosas mas valiosas en el mundo: su vista. Lo... More

Aunque no pueda verte
Prólogo
Capítulo Uno
Capítulo Dos
Capítulo Tres
Capitulo Cuatro
Capitulo cinco
Capitulo Seis
Capítulo Siete
Capitulo Ocho
Capitulo Nueve
Capitulo Diez
Capitulo Once
Capitulo Trece
Capitulo Catorce
Capitulo Quince
Capitulo Dieciséis
Capitulo diecisiete
Capitulo dieciocho
Capitulo Diecinueve
Capitulo Veinte
Capítulo Veintiuno
Capítulo Veintidós
Capítulo Veintitrés
Capítulo Veinticuatro
Capítulo Veinticinco
Capítulo Veintiséis
Capítulo Veintisiete
Capítulo Veintiocho
Epílogo
Curiosidades
Agradecimientos

Capitulo Doce

23.6K 1.8K 356
By Dd_Dlsj

—Nunca imagine que te gustarían los autos y las carreras —Saúl acariciaba el largo cabello negro de Kala que descansaba sobre su pecho, le causaba cosquillas en el cuello y la barbilla pero no era molesto, su mano viajaba desde el cráneo hasta las puntas del suave cabello de la morena, se sentía liso y suave sobre su enorme mano, si se concentraba podía imaginar que lo que tocaba era una bola de algodón en vez del cabello de aquella chica tan linda y divertida.

Acostados en su pequeña cama y con ella descansado su cabeza sobre su pecho se sentía muy bien, demasiado bien para ser honesto a tal punto que lo asustaba de maneras inimaginables, le gustaba estar allí, se sentía en paz y eso era lo que le aterraba, no quería sentirse de esa manera y tampoco tenía ganas de acostumbrarse a una nueva persona que acababa de entrar en su vida, no era bueno acostumbrarse, al final todos terminaban marchándose y dándote la espalda.

Era extraño pensar eso, no conocía del todo a aquella chica pero muy profundo de sí mismo sabía que ella nunca haría eso, quizás quien se estaba reflejando en sus pensamientos era sí mismo, quizás quien se marcharía y no miraría atrás seria él.

Ya había admitido que le gustaba Kala, había sido honesto con sus palabras, le gustaba su olor, su voz le calmaba y le brindaba paz, con ella entre sus brazos sentía que estaba en su hogar, y le encantaba que no lo tratara como a un discapacitado, desde el primer día que se conocieron lo había puesto en su lugar ignorando su estado, eso le había gustado, otra persona se disculparía y hasta cambiaría su tono de voz y le trataría como un niño; odiaba eso, era una persona como cualquier otra con una pequeña discapacidad, eso no significaba que todos a su alrededor tendrían que hacer cosas para complacerlo, y eso era lo que más le gustaba de Kala, que no veía su discapacidad sino que miraba a través de ella a la persona que allí se encontraba, pero a pesar de gustarle todas esas cualidades de ella, no era suficiente, no era suficiente para abrirle su corazón o para darle todo su amor porque lamentablemente no era Kyara y nunca lo sería.

—Sí, siempre me gustó la adrenalina y el viento en mi rostro... antes participaba en carreras clandestinas —respondió el rubio alejando aquellos pensamientos de su cabeza y prestando atención a la chica que se encontraba descansado a su lado. Kala asintió lentamente con la cabeza y con las yemas de sus dedos acarició el abdomen de Saúl, sonrió con timidez cuando notó como su abdomen se contraía por el contacto con su mano.

— ¿Algo así como rápido y furioso? —preguntó curiosa la morena deleitada por estar tan cerca de Saúl, era bastante agradable poder descansar a su lado, y sobre todo sabiendo que sus sentimientos eran mutuos, era una de las mejores sensaciones del mundo y ella las estaba experimentando en ese momento, quizás no era muy sano de su parte ilusionarse tan rápido pero a su cerebro no le importaba y ya estaba imaginando casas e hijos, hasta el color del perro que tendrían, sonrió.

—Sí y no —admitió acariciando la muñeca de su acompañante y recordando los años en que se escapaba de casa y robaba el auto de Dean para competir, casi siempre ganaba y se había hecho de un nombre en el lugar, todos querían competir con él pero pocos se arriesgaban, no tenía aires de grandeza pero tenía que admitir que era muy bueno frente al volante y allí todos lo sabían. Vamos, que es imposible conducir como esa gente... pero si quitamos todos esos efectos pues es parecido.

—Me gustaría algún día participar en algo así —murmuró Kala acurrucándose más al caliente cuerpo de Saúl, tenía ganas de subir la pierna pero se contuvo, siempre lo hacía cuando se encontraba con Aiden pero debía recordar que Saúl no era Aiden. Muchos le habían comentado que luego del accidente de sus padres no tenía que tenerle tanto amor a los autos, pero en vez de temerle a los autos disfrutaba los paseos en ellos y como el viento le alborotaba el cabello.

— ¿Crees que ganarías? —preguntó el rubio bajando la cabeza en dirección a la pequeña morena hasta que sus narices estaban tan cercas que al aliento de cada uno le acariciaba las mejillas. Kala disfrutó observar el lindo color de sus ojos, agradecía que se hubiera quitado esas horribles gafas de sol porque gracias a ello podía deleitarse viendo la profundidad de esos hermosos ojos que le recordaba el océano.

—Confío en que en algún momento pasare la meta aunque no creo llegar de primera, soy buena conductora —Era honesta, había aprendido a manejar y había memorizado todas las leyes de tránsito, lo que nunca había hecho era conducir a una velocidad excedida o pasarse algunas normas por alto.

—Si no crees llegar de primera no sería buena idea apostar dinero.

—Todo sea por la experiencia —Kala sonrió y extendió su cuello hasta poder tocar los labios de Saúl con los suyos, fue una corta presión de labios que se sintió como una tierna caricia pero que caló hasta los huesos de ambos, quizás Saúl no quería admitirlo, pero era imposible negar la química que existía entre ambos.

Saúl sonrió y con lentitud colocó su mano en la barbilla de Kala y la atrajo hasta que sus labios volvieran a tocarse. Esta vez no fue un beso todo pasional como el primero o corto como el que acababan de darse, éste beso era más tranquilo y suave, Saúl se tomó todo su tiempo para saborear ambos labios y para luego deleitarse con el sabor de su lengua. Le gustaba probar el chocolate que acariciaba la lengua de Kala al igual que le gustaba capturar sus labios entre sus dientes y morderlos suavemente. Kala dejó escapar un suave gemido y colocó su mano en la nunca del rubio para atraerlo más hacia sí misma, si es que era posible, con lentitud dejó salir su lengua la que se enredó con Saúl y bailó al ritmo que éste imponía, era asombroso la capacidad que tenía un beso de despertar tantas cosas que se encontraban dormidas.

Sintiendo su respiración acelerarse y su pecho expandirse con más fuerza, no perdió el tiempo y permitió a su mano libre colarse bajo la camiseta de Saúl, suspiro cuando pudo sentir la suave piel de su abdomen acariciar la palma de su mano, era un abdomen plano y duro, no tenía músculos pero aun así podía imaginarse planchando su ropa en esa sexy tabla. Relamió sus labios cuando Saúl rompió el beso y se extasío al ver los hinchados y rojos labios de su acompañante, le encantaban que estuviesen así por su culpa.

—Creo que ya es hora de que me marche —anunció el rubio tomando asiento en la cama y dándole la espalda a Kala, con disimulo trató de arreglar el problema que crecía en sus pantalones, acababa de tener una dolorosa erección con solo un beso, parecía un jovenzuelo de catorce años.

—Si... me alegra que hayas venido —musitó Kala tomando asiento a su lado y arreglando su cabello. Entonces nos veremos luego —dijo depositando un rápido beso en su mejilla y poniéndose de pie, Saúl la ponía nerviosa y anulaba las palabras de su cerebro.

—Nos reuniremos pronto, Agnes se pasa las navidades en mi casa —comunicó Saúl colocándose sus gafas oscuras y buscando su bastón, Kala se lo extendió, gracias.

—Agnes no nos había dicho eso —confesó Kala viendo como Saúl se ponía de bien.

—Supongo que te lo dirá pronto, al igual que supongo que mi casa estará llena de personas estas navidades —Kala sonrió y asintió lentamente con la cabeza, estaba a punto de acompañarlo hacia la salida cuando un sonriente Aiden abrió la puerta de su habitación.

— ¿Ya te vas? preguntó dirigiéndose a Saúl quien afirmó con un sonido nasal y un asentimiento de cabeza. Pues te acompaño a la salida.

—Está bien... adiós Kala —susurró para luego desaparecer de la vista de Kala. Con una sonrisa en los labios y como si estuviese soñando se dejó caer en su pequeña cama e inhalo el aroma a cítricos que Saúl había dejado impregnado en sus sabanas; le gustaba que estas olieran a lavanda pero no se quejaba de que ahora tuvieran el delicioso aroma de Saúl.

—Ese chico es tonto un bombón, prima —Levantó la cabeza cuando escuchó la voz de su prima y la observó recostarse del marco de su puerta. Se percató de que iba vestida con un vestido floreado que levantaba sus pechos y que se moldeaba a su cintura acompañado de unos lindos botines negros.

—Ya lo sé —admitió Kala— ¿De dónde vienes?

—Ya sabes... por ahí —respondió su prima brindándole una inocente sonrisa y marchándose de allí, Kala se encogió de hombros y volvió a lanzarse a su cama. Había sido un gran día y no un día del asco como siempre había sido desde la muerte de sus padres.

*****

—Aleksandra... Dean, ellos son mis sobrinos Aiden, Dayden y Rayden —Presentó Agnes a la familia Ivanov, todos sonrieron para luego proceder a saludarse. —Por supuesto, ya conocen a Kala —Kala se acercó y depositó dos besos en la mejilla de Aleksandra, un apretón de manos con Dean, un beso en la mejilla a Sarah y un abrazo caluroso a David, estuvo a punto de abrazar a Saúl pero se arrepintió y volvió a su lugar percatándose que la chica pelirroja que había visto antes se encontraba allí y la fulminaba con los ojos.

—Me alegra tenerlos en nuestra casa, nunca hemos tenido unas navidades con tantas personas —expresó Aleksandra adornando su rostro con una bella sonrisa, Kala ignoró sus palabras y prestó atención al chico rubio que vestía de negro y llamaba la atención en la habitación, a pesar de que David era más fuerte, la altura de Saúl desviaba la atención de su hermano mayor hacia sí mismo.

Mordió su labio recordando los besos que había compartido con él el día anterior, toda la noche no dejó de pensar en él y estuvo con una boba sonrisa toda la mañana y parte de la tarde, su emoción se había incrementado cuando Agnes pidió que arreglaran sus maletas porque irían a pasarse las navidades con los Ivanov y ¿cómo no emocionarse? Estaría más cerca de Saúl.

—Pueden llevar sus pertenencias arriba —anunció Dean tomando la muñeca de su esposa y haciéndole señas a Agnes para que salieran, tal vez tomarían el té y hablarían cosas de viejos. Excitada y emocionada, Kala tomó su pequeña maleta y siguió a Sarah por las escaleras que los conducirían a las habitaciones, mientras Rayden y Aiden dormirían en la habitación de David, Kala y Dayden se quedarían en la habitación Sarah, Sarah dormiría con la pelirroja que la fulminaba con la mirada.

—La casa de tu novio es asombrosa, prima —anunció Dayden cerrando la puerta y observando la pequeña habitación de Sarah, era bastante sencilla para una adolescente con casi diecisiete años, había muchos posters pegados a las paredes de bandas que ninguna de las Stuart conocía, y muchísimos peluches que decoraban la cama.

—No es mi novio, Dayden —aclaró Kala dejando la maleta a un lado de la cama y tomando asiento en ésta.

—Lo que digas prima —susurró la rubia rodando sus hermosos ojos azules y chasqueando la lengua. Minutos después sintieron como alguien tocaba la puerta varias veces, Aiden.

—Bajemos, abrirán una botella de vino —anunció.

— ¿Tan temprano? —Dayden se puso de pie y arregló su largo cabello rubio.

—No importa y ya casi es de noche, además, necesito relajarme —dijo Aiden encogiéndose de hombros, se marchó dejando la puerta abierta.

—Bajemos prima, así podrás saludar a tu novio como se debe —Kala rodó los ojos y siguió a su prima escaleras abajo.

—Te dije que no es mi novio, Dayden. Basta de decirlo, alguien puede escucharte —masculló Kala molesta por la intromisión de su prima.

— ¿Es un amorío secreto? No tenía idea, es ultra mega asombroso, prima... si es así pues soy una tumba —respondió pasando sus dedos por sus labios como si fuera una cremallera y arrojando su mano al aire imitando que había lanzado la llave, Kala rodó los ojos y guardó silencio.

— ¡Hey, Kala! —desvió su atención de Dayden para poner atención a David, quien la saludaba desde la cocina.

—El cuñado también es lindo —susurró Dayden soltando una risita.

—Demonios —susurró Kala golpeando su frente.

Estas serían unas largas navidades...

****

—No has hablado con tu chico en todo el día —Kala bajó su vaso con coca cola para poner toda su atención en su primo, le sonrió con desinterés y se alzó sobre las puntas de sus pies para desordenar su suave cabello negro. Aiden y Rayden era bastante parecidos físicamente, ambos tenían mismo color de ojos, de piel y de cabello, sin embargo, Dayden era extremadamente rubia, su cabello tenia mechones naturales uno más claro que el anterior; Kala se distrajo un momento pensando en eso mientras acariciaba el cabello de su primo y mejor amigo, Aiden sonrió y se alejó de sus manos. Estoy hablando contigo.

—Oh, lo siento —susurró Kala alejando esos pensamientos de su cabeza y observando los hermosos ojos de su primo—. Por cierto, no es mi chico.

Aiden sonrió y atrajo a Kala hacia sus brazos, depósito su barbilla en la coronilla de la morena y dejó escapar un suspiro.

—Si te lo repites mucho puede que te lo creas —susurró sintiendo como su prima se rendía al abrazo y pasaba sus brazos por su espalda. ¿Qué ha pasado? Ni siquiera se dieron un apretón de manos.

—No lo sé, no quería que las cosas fueran incómodas.

— ¿incomodas? —Preguntó un Aiden confundido—, pensé que eran novios.

—Ya quisiera —susurró Kala encogiéndose de hombros y separándose un poco del pecho de Aiden para inundar sus pulmones del aire limpio y no solo del olor a perfume y jabón de su primo—. No somos novios ni nada, nadie a excepción de ti y Dayden saben que hemos salido, además es un tipo bastante reservado y no quería ¡yo que sé! Que su familia se diera cuenta y que él se sintiera incómodo —expuso Kala hablando rápidamente y moviendo sus manos de un lado a otro. Aiden frunció el entrecejo confundido y arqueó una de sus cejas.

—Eso sonó bastante extraño para mi cerebro adormecido por el alcohol —admitió Aiden con una sonrisa boba en el rostro, Kala bufó.

—Además, no he podido acercarme porque esa molesta pelirroja no se despega de su brazo —masculló Kala señalando a la pareja, Aiden miró en dirección al dedo de Kala y pudo ver como la chica pelirroja se apretaba cada vez más al brazo libre del chico que salía con Kala.

— ¿Maritza? —preguntó Aiden recordando que se habían presentado unas horas antes.

—Así que ese es su nombre —bufó y rodó los ojos pero no apartó su vista de la pareja, casi sonrió cuando observó como Saúl se alejaba de su agarre y subía las escaleras que daban paso a su habitación, sin embargo, la pelirroja empezó a seguirlo.

—Ve por él, yo la distraigo —Aiden pasó a su lado como Alma que lleva el diablo y con solo tres pasos —tenía largas piernas— se interpuso en el camino de Maritza, no sin antes chocar con alguna que otra mesa, estaba un poco borracho.

Kala no perdió más tiempo y con rapidez siguió el camino que antes había seguido Saúl, sus manos temblaban y su corazón latía muy fuerte en su pecho ¡por fin estaría a solas con Saúl! Había sido bastante difícil verlo todo el día y no poder acercarse, además esa tal Maritza le daba unas miradas furiosas y no se alejaba de Saúl, ¿quién era ella? Se había preguntado en la cabeza pero no había pronunciado su pregunta en voz alta para no verse como una maleducada.

Era cierto que entre las tantas cualidades de Kala se encontraba el hablar sin antes pensar, eso la había metido en muchos líos, pero ahora había decidido que era mejor guardar silencio, gracias a ello se había quedado con esa duda toda la tarde desde que pusieron pie en casa de los Ivanov. Decidió no darle más vueltas a ese tema e ignorar a esa Maritza, cuando se encontrara con Saúl le preguntaría pasiva y tranquilamente por ella, para no verse como una chica celosa.

Cuando llegó al pasillo que daba paso a las habitaciones soltó un suspiro, escuchó un fuerte golpe y supuso que Saúl le había dado un portazo a la puerta de su habitación, miró a ambos lados y llegó a la conclusión de que no había moros en las costas. Miró su atuendo y planchó su camiseta roja para quitar algunas arrugas, recogió su cabello en una coleta y luego olfateó su aliento y sus axilas, cuando ya estaba lista caminó hasta la habitación de Saúl —que estaba frente a donde Dayden y Kala dormirían— y colocó su mano en la perilla.

Soltó un suspiro nerviosa y...

— ¿Kala?

—Maldición —masculló molesta apretando sus ojos. Giró en su lugar y sonrió apretando la mandíbula cuando se encontró frente a David.

— ¿Qué haces? —preguntó el moreno brindándole una cálida sonrisa y dando un sorbo a su copa con vino.

—Buscaba el baño, esta casa es bastante grande —mintió alejándose de la puerta de Saúl y lamentándose por haber tardado tanto tiempo arreglándose en el pasillo. Gracias a eso, ahora estaba frente a un David que, a leguas, se notaba que quería pasar ese rato hablando con Kala.

—El baño de visitas está abajo y además, la habitación donde te vas a quedar tiene baño privado —aclaró David extendiéndole la copa con vino, Kala negó, no estaba muy acostumbrada a tomar alcohol.

—Claro, lo olvidé —chasqueó la lengua varias veces y empezó a mover su pierna nerviosa. David notó el gesto.

— ¿Quieres usar el baño de mi habitación? —preguntó tirando de su cabello marrón hacia atrás. Kala mordió su labio.

— ¡Claro! —David sonrió y con pasos lentos tomó el brazo de Kala y la guio hasta su habitación, era la última del pasillo y era bastante espaciosa. Tenía varios estantes y demasiados libros al igual que una enorme vitrina con lo que parecía ser una tortuga. Caminó por su habitación sin importar que estuviera un poco desorganizada, habían pocas ropas en el piso, algunas bolsas de fritura en el escritorio y su cama estaba vuelta un caos con todas esas sabanas y libros abiertos.

Caminó hasta el baño y sonrió cuando David pateó una lata de soda por debajo de su cama. No le molestaba cada quien podía tener su habitación como quisiera, las habitaciones eran en lugar donde las personas podían ser unos mismos sin miedo a nada y David aprovechaba muy bien su espacio, al igual de que se podía notar que era bastante estudioso y aplicado.

En el baño, lavó sus manos y arregló varios mechones de cabello negro que se habían salido de su coleta, volvió a lamentarse por no haber sido más rápida a la hora de entrar a la habitación de Saúl y salió del baño volviéndose a encontrar en la habitación de David.

—Disculpa el desorden —dijo David, sus mejillas empezaron a tornarse carmesíes y su mirada iba desde los zapatos de Kala hasta sus zapatillas Nike.

—Descuida, la mía es así también —susurró omitiendo la parte de que solo estaba así cuando buscaba algo en su clóset. ¿Qué carrera piensas estudiar? —preguntó admirando el desorden de su cama, caminó hasta ella y tomó asiento en una esquina.

—Estudiare para ser veterinario, me encantan los animales —respondió encogiéndose de hombros y tomando asiento al lado de Kala.

—Me doy cuenta —susurró la morena observando la vitrina donde la pequeña tortuga descansaba y recordando la vez que habían salido juntos de clases y David repartió su emparedado a dos perros callejeros.

— ¿Y tú?

—Aun no lo sé —admitió Kala encogiéndose de hombros, todavía no sé en qué soy buena.

—Eres muy inteligente, ya verás como encontraras algo perfecto para ti, y lo harás increíble —respondió David chocando su hombro juguetonamente con el de Kala.

—Y yo estoy segura de que serás un gran veterinario —Kala dejó caer su mano en la rodilla de David y le sonrió con dulzura, David le devolvió la sonrisa. Te sale natural eso de ayudar a los animales y también lo harás increíble.

—Gracias, Kala —respondió David acariciando la barbilla de Kala con la yema de sus dedos.

—De nada, solo digo la verdad —susurró la morena dejándose acariciar, se sentía bastante cómoda con David y sabía que en el futuro podría tener una linda amistad. Pasaron varios minutos en esa posición y sin poder evitarlo, David bajó su rostro para unir sus labios a lo de Kala y poder saborear esa boca que lo estaba volviendo loco.

Kala abrió los ojos sorprendida cuando sintió como el aliento de David acariciaba su nariz, estaba a punto de empujarlo cuando la puerta de su habitación se abrió y apareció una adolescente de cabello rosa.

— ¡Oh, lo siento! —chilló Sarah, asombrada volvió a cerrar la puerta.

David se alejó de Kala y restregó sus ojos varias veces, sin embargo, Kala aún seguía en shock ¿quería besarla?

—Lo siento mucho, no sé qué pasó —explicó David poniéndose de pie y alborotando su cabello.

—Está bien.

—No, en serio lo lamento, creo que es alcohol —admitió señalando su copa de vino que había dejado hace varios minutos en su escritorio. Creo que es porque he estado tomando toda la tarde, se me han cruzado los cables —Kala asintió lentamente con la cabeza y se puso de pie.

—Descuida, ya no importa —respondió Kala regalándole una sonrisa, si su cerebro alcoholizado lo había hecho actuar así pues lo perdonaba, a cualquiera se le podían cruzar los cables con un par de copas encima y ella no era quien para juzgar—. Creo que es momento de que me vaya —susurró apretando el brazo de David, éste asintió y la vio marchar de su habitación.

Cuando cerró la puerta dejó descansar su espalda de esta y soltó un largo pero cansado suspiro, por lo menos se había enterado de que David no gustaba de ella y solo había intentado besarla por la excesiva cantidad de alcohol que corría por su sistema. Menos decepcionada se dirigió a las escaleras sin saber que David no llevaba toda la tarde tomando alcohol, en realidad, esa era su primera copa del día.

Al bajar las escaleras Kala no pudo ignorar el hecho de que Sarah, la hija pequeña de los Ivanov, se encontraba en una esquina con Maritza y ambas se susurraban cosas y la miraban de forma extraña, nerviosa de qué Sarah contara lo que había visto en la habitación hace varios minutos se acercó a Aiden.

— ¿Qué tal? —preguntó extendiéndole un vaso con coca cola, a Aiden no le gustaba que Kala tomara alcohol, tampoco su abuela le permitía que tomara y por ello muy pocas veces Kala había tomado.

—Horrible —contestó tomando el vaso y explicándole a su primo todo lo que había sucedido, sin omitir partes, Aiden era su confidente y para darle consejos necesitaba saber la historia completa.

—Creo que mejor te daré mi respuesta mañana, estoy muy borracho como para intentar mantener una conversación contigo —Kala rodó los ojos y con un bufido dejó su vaso en la encimera de la cocina.

—Mejor me voy a la cama —susurró decepcionada, había sido un pésimo día.

*****

No podía dormir, se sentía tonta y molesta, aún no sabía por qué y los pequeños pero tiernos ronquidos de su prima Dayden no la ayudaban a pensar, en el pasado le gustaba escucharla dormir, sus ronquidos le parecían divertidos pero ahora solo quería un poco de silencio para organizar los pensamientos que se aglomeraban en su cabeza.

Todos dormían y la casa se encontraba en total silencio, a excepción de la chica que dormía a su lado, no había vuelto a ver a los Ivanov ni a su tía Agnes desde que llegaron y Rayden se había ido a dormir temprano, los demás continuaron tomando alcohol pero luego de acabarse varias botellas decidieron que era de irse a dormir, además, no sabían que planes les esperaría al otro día.

Mirando el techo cubierto por estrellas que iluminaban en la oscuridad no pudo evitar que Saúl llegara a su cabeza, estaba loca, tenía que sacar a ese chico de su sistema y no volverse una chiflada obsesiva, habían compartido un magnífico beso pero eso era todo, no podía estar pensando en él todo el día.

Con un bufido alejó las sábanas que cubrían su cuerpo, tomó asiento en la cama y con sus pies cubiertos por unas suaves medias buscó sus pantuflas. Se puso de pie y sigilosamente salió de la habitación para no despertar a Dayden, no sabía que estaba haciendo pero no había marcha atrás, iría a la habitación de Saúl ¿por qué? Pronto lo descubriría.

El pasillo estaba a oscuras y solo era iluminado por la luz de la luna que entraba por una de las ventanas, dio varios pasos y cuando llegó frente a la habitación de Saúl...

— ¿Qué haces? — ¡maldición! Casi se muere del susto. Giró la cabeza encontrándose con nada más y nada menos que con la pelirroja que no quería despegarse del brazo de Saúl.

—Busco el baño —mintió utilizando una buena excusa, nunca fallaba. Con la luz que le brindaba la luna pudo observar como Maritza arqueaba una de sus lindas cejas en un perfecto arco.

— ¿En la habitación de Saúl?

— ¿Es la habitación de Saúl? ¡Oh por Dios! No tenía idea —Deberían traer a un premio a la mejor actriz, aunque quizás exageró un poco sus expresiones pensó Kala.

—Si, además en cada habitación hay un baño privado así que no tienes que usar el de visitas —explicó la pelirroja cruzándose de brazos.

—No sabía —masculló alejándose de la puerta de Saúl y dirigiéndose a las escaleras.

—Pensé que ibas al baño —dijo Maritza a su espalda.

—Pues ahora quiero agua —respondió con un bufido la morena. No le agradaba esa chica ¿Quién se creía? Ni siquiera era dueña de esa casa para estar diciéndole dónde podía entrar. Si, además en cada habitación hay un baño privado así que no tienes que usar el de visitas, imitó su voz en su cabeza y arrugó la nariz—. Estúpida —susurró llegando al final de la escalera y caminando hacia la cocina. Abrió la nevera y soltó un chillido cuando el frío le acarició las piernas desnudas, solo llevaba su pijama que consistía en un short y una camiseta blanca de tirantes.

Sirvió agua en un vaso de cristal y luego de cerrar la nevera se giró, estuvo a punto de soltar el vaso cuando se percató de que alguien se encontraba allí con ella.

>> Saúl.



IG: danidlsj

Continue Reading

You'll Also Like

1M 86.8K 57
Segunda temporada de (APV) adoptada por vampiros HISTORIA 100% MIA NO SE ACEPTAN COPIAS NI ADAPTACIONES #3 en vampiros 22/10/2016 #7 en vampiros 04...
731K 43.5K 45
Jennifer Walls; hija única, con un padre que maltrata a su propia familia. Ella no buscaba ni el amor, ni el dinero. Solo buscaba salvación. Cameron...
482K 28.1K 62
SINOPSIS: Max, un chico que considera tenerlo todo pero no tener nada a su vez, se enamora de Emma una chica que por malas experiencias con el amor c...
2.3M 189K 200
Todos conocemos a los vampiros de diversas maneras. Toman sangre, no pueden tomar el sol, le temen al ajo y al agua bendita, pero que harías si te di...