El Maestro.

By DinaEllefson

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Eve, una chica víctima de malos tratos por parte de su familia, huye, y en busca de ayuda, acude a Alastor, u... More

1. El Maestro
2. El saber no ocupa lugar.
3. Nuevo Estilo.
4. En privado.
Confianza.
7. Férrea Égida
8 sacra lujuria
9. A por almas negras.
10. Damnación
11. Expiación.
12. Orgullo y gozo
13. Larga vida al Rey.
14. Linaje Arcano
15. Profana Centinela
16. Master Overlord
17. Fierecilla
18. Templanza o temperamento.
19. Eterna lealtad.
20. Letal alianza.
21. Alfa y el Omega
22. alea jacta est
Alter Ego
Sincera Agonía
Encrucijada
Uniendo Puentes
Lazos de Sangre
Solve et Coagula
29. Ora et Labora
30. El brujo y la Centinela.
31. Carpe Diem
32. Exterminio
33. Réquiem
34. Von Seviathan
35. Alma Máter.
36. Oscura Belleza
37. Family tree.
38. Aloha, kaikaina
39.Ohana.
40.Mater Summun
41. Espíritu Rebelde.
42. El sueño Nefilim
43. Mea Culpa.
44. Legado
45. Sin Tregua.
46. In Nomine Satanas
47. Dualidad.
48. Elohim
49. Otelo
50. La curva del Diablo.
51. Planes y pactos.
52. Aurora.
53. Herencia
54. Firme, Centinela del Infierno.
55. Longinos
56. Ave Fénix

5. Cuestión de negocios.

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By DinaEllefson

-¿De qué negocios habla, maestro?-Justo en ese momento, nos trajeron la bebida, y aproveché para dar un largo trago, sin dejar de mirarlo.

-Querida, por cada alma que envías, tomamos poder, tú, y yo. Ese poder se traduce en muchas cosas, encanto. Lo has hecho muy bien.

-Gracias, señor.-Dije mirando a mí alrededor: todos miraban, me sentía muy incómoda.

-¿Qué sucede, cielo? ¿Te sientes incómoda?-sonrió apoyando su cara sobre sus dos manos.

-¿Por qué nos miran todos?-Pregunté levantando una ceja.

-Oh, encanto, verás, ¿Es que no llegaste a esa parte?

-¿Qué parte?

"Clonk!" otro bastonazo en plena cabeza. No tan fuerte como otras veces, pero me dio.

-¡Ay!-¿Porqué me da?-

-Eso me demuestra que no te aplicaste lo suficiente.

-Perdón Mr. Alastor, pero es que tuve que arreglar unas cosillas.-Dije frotándome la cabeza.

-Cielo, el vínculo entre maestro y alumna no es sólo beber sangre y matar...

Con un gesto sutil, hizo aparecer el libro, y me lo puso por delante.

-tercer párrafo.

-"el vínculo, se puede sellar de varias maneras, una de ellas es compartir lecho con el maestro en cuestión..."-Me quedé sin habla, me subieron los colores a la cara, y en mi cabeza se me metieron tantas cosas al mismo tiempo que me iba a volver loca, bebí todo el licor de un trago.

-¿Qué es esto, maestro, porqué no me dijo nada? ¿No irá usted a...?-Le dije pálida. La idea de acostarme con él, no me decepcionaba en absoluto, al contrario, su forma demoníaca me había encendido, pero lo mantenía en silencio.

-¡Jajaja, no encanto!-No es obligatorio, la verdad nuestro vínculo está más que afianzado-Dijo riéndose.

-¿Es por eso que nos miran todos?-Dije toda colorada.

-Exacto, encanto, creen que nos hemos acostado- Su sonrisa se torció. No me gustaba cuando hacía eso.

-Madre mía...-Dije llevándome las manos a la cara, me saqué las gafas por un momento, y lo vi en su forma humana: Era bello de ambas maneras, pero la otra forma me encantaba, tenía mucha personalidad.

-Te veo estresada, encanto, relájate, yo no obligo a nadie a hacer cosas que no quiere, además, eso no es necesario, como ya dije-Se encogió de hombros.-Es una estupidez compartir lecho, estropearía el vínculo que hemos creado, ¿No crees?

Me puse las gafas, bebí más seguido, y lo miré.

-Si, es verdad, no haría más que perjudicar.-Me recosté en aquel sofá.

-Pero vayamos al grano, mañana, acuérdate de que iré a comer allí, vamos a hablar más calmadamente, pero voy a dejar zanjado un asuntillo, cielo.

-¿Cuál?

-Debes tener cuidado con los demonios. Muchos, muy poderosos, vienen aquí, no te metas en ningún lío, podrían hacerte mucho daño, eres una novata, y hay entes muy poderosos.

-¿Por eso nos miran? ¿Usted es uno de ellos?

Me miró, fijamente, en silencio.

-Así es, vas a aprendiendo, cariño, una cosa, lindura.

-¿Sí?

No olvides cada cierto tiempo rendir pleitesía a tu maestro, no te olvides a quien debes todo. Cuando caces, la próxima vez, recuerda volver a poner tu seña. Me ha encantado el detalle de la sonrisa.

-Gracias, maestro, no lo voy a pasar por alto-Sonreí complacida, y entonces se me acercó a mí.

-Escucha bien ahora, no debes hablar de nuestros negocios con nadie, saben que eres mi alumna, pero no saben nada más, el juramento si se rompe trae consecuencias, ¿Entiendes?

-Entendido.-Me estremecí con miedo.

-sigue así, cuando llegue tu hora, te estaré esperando allí abajo, para que sigas a mi lado-Se levantó.

-¿A dónde va?

-Oh, Eve, querida, tengo otros negocios aparte de ti. Mañana, nos vemos en la comida, y recuerda: estudia tus lecciones o mi bastón se romperá en tu cráneo.

-No lo olvidaré, Mr. Alastor.

-Ah, se me olvidaba. Los gatos son unos protectores excelentes, pero jamás, se te ocurra meter un perro en casa, o te haré pagarlo caro.

-¿Cómo sabe lo de mi gata?-Me quedé boquiabierta.

-Cielo, Soy tu maestro, te veo siempre que quiero-Sonreía malvadamente, se rió a carcajadas y desapareció.

Mamita linda... ¿Este cabronazo me espía cuando quiere? Pues espero que no me mire cuando estoy encamada...me moriría de vergüenza, mis sesiones nocturnas no son sino de mi incumbencia...dios que vergüenza.

-Señor del infierno...-Bebí lo que quedaba, me fui a la barra, Mimzy me miró.

-Cielo, ¿Qué te pasa? ¡Estás pálida!

-Eh...ahm... ¿me pones el cóctel más fuerte que tengas?

Me miró asombrada, se apoyó sobre la barra.

-Chica, saliste llena de sangre, acompañada por Alastor, te sientas a oscuras con él, ¿Qué demonios pasa entre vosotros?

-No preguntes...echa un buen vaso...

Me puso la bebida gruñendo, y lo tomé, al primer trago me ardía el pecho.

-¡aahgg! ¿Qué le metiste?-Dije tosiendo mientras se reía.

-Cielo, esto lleva sangre demoníaca destilada, licor de serpiente, y una gota de un tabasco hecho allí abajo.

-¿Pretendes matarme?-creía que me moría.

-Cielo, vete acostumbrando con Al, no sabes quién es, ni lo que puede llegar a hacer-

-gracias Mimzy, lo tendré muy en cuenta, créeme.

-Haces bien en mantener las distancias, tipos como él no se acercan a nosotras, ojalá fuera más accesible, pero no hay manera, es siempre tan enigmático,-Dijo apoyándose sobre sus codos en la barra.

-Sin duda, un galán muy difícil de descifrar,-di otro trago más, el picante me encantaba.

-Chica, no sé hasta dónde llegasteis con eso del maestro y la alumna, pero ten cuidado, aquí a veces vienen indeseables.

-Gracias por el consejo, te tomo la palabra, oye Mimzy.

-¿Sí?

¿Porqué hace tanto calor aquí?-Me subí la camisa, y vio el negro de mi brazo.

-Porque esto está sobre una puerta, cariño, todo mi local y el edificio son de mi propiedad, debajo, tienes el infierno.-Y me miró fijamente, sin pestañear.

-Entiendo-Seguí bebiendo.

-Bueno, voy a tener que irme, mañana madrugo y Mr. Alastor es muy exigente con los estudios-terminé lo que quedaba de bebida.

-Nos vemos, Mimzy.

-Hasta pronto, ¡Recuerdos a Rosie si la ves de nuevo!

-¡Lo haré! Al salir, llamé a mi sombra, que se encontraba revoloteando por el lugar.

-¿Qué tal si regresamos a casa? Cuídame las espaldas, querido amigo-

Sonrió y me guió por los callejones, a salvo. Pude tomar un autobús nocturno, y llegue a casa bien tarde, pero me recibió Sombra.

-"miauuu"-chillaba mientras se frotaba contra mí.

-¡Buenas noches mi niña!-La tomé en brazos, dándole besos en la cabecita.

-¿Te portaste bien?-se frotaba lamiéndome la cara. Era un encanto.

-"miauuu"-Se le notaba inquieta.

-Ya, mi niña, vamos a dormir, va.

Me tumbé a dormir, puse el despertador antiguo, que Mr. Alastor me regaló. Sonó a las seis de la mañana.

-Ayy...ya voy, ya voy- Me desperté, perezosamente, puse el café, probé a ponerlo sin azúcar, y para mi sorpresa, estaba bastante bueno, me dirigía darme una ducha, mientras el agua caliente caía, mi tensión de ayer, desaparecía, oh, la marca...ahora se había cicatrizado muy bien, tenía un color más vivo, y la verdad, me gustaba como quedaba mi cuerpo, ahora marcado por Alastor. Era algo excitante la verdad, pero extraño al mismo tiempo.

¿Cuántas almas necesitará Alastor? ¿Cuántas seré capaz de enviarle? ¿Seré capaz de hacerlo sola? Aprenderé a moverme entre las sombras, la verdad, haber hecho de aquel despojo un mar de sangre, fue épico. Fue glorioso, exterminar a criminales de esa categoría, me daba poder y confianza. Entre las sombras, querida. Entre sombras envenenadas, tóxicas y letales. Ése era mi destino, Entre las sombras, a por almas negras.

Me despejé, me vestí y fui a estudiar, llevaba unas horas estudiando y me acordé... ¡La comida, el jambalaya!

-Mierda...Si no sé ni lo que es...espera...puede que entre los libros.

-Recetas...recetas...vaya, los libros de este hombre, son curiosos, oh, aquí, a ver...recetas del sur...Mmm, la j, por la j... ¡Aquí está!

Miré los ingredientes, y no tenía ni uno.

-qué bien...bueno, me voy a comprar, oye, cuida de Sombrita, ¿Eh? Vuelvo luego.

Mi sombra se deslizó y se tumbó junto a ella.

-Buenos chicos, en fin, me voy.

Una vez llegué al centro de la ciudad, me fui a las distintas tiendas, para encontrar alguno de los ingredientes, la madre que me parió ¡Alastor, eres un cabrón muy complicado! Me costó un mundo, pero los encontré, y decidí la mejor calidad, llevaba dinero del día anterior, me sobró lo justo para comprar, y tomar el autobús de vuelta, me topé por la calle de Rosie, y decidí saludarla.

-¡Buenos días, Rosie!

-¿Qué tal, querida? ¿Cómo fue con Alastor ayer?

-Bueno, charlamos, y tomamos algo, eso fue todo.

-¿Enserio? Tu mirada dice lo contrario, querida, me contaron que fuisteis al privado.

-Oh, mierda, a eso te referías...pues, no sé si Mr. Alastor me permite contarlo, al menos en el mundo de los vivos...

-No te preocupes cielo, conozco a Alastor desde antes de que bajara, y sé, que no hizo nada que no quisieras, es todo un caballero.

Suspiré hondo, Rosie era muy intuitiva, mucho, y debía hablar con ella, sinceramente, no podría mentirle, me acabaría pillando.

-En efecto, No hicimos nada que no se quisiera, sólo bebimos y hablamos, nada más.

-Eve, encanto, Alastor vino a visitarme, y está tan enigmático como tú, sé que el vínculo entre los dos debe ser sagrado, cielo, a todo esto ¿Qué andas haciendo por aquí?

-oh,-Dije amablemente-Vengo de camino, Mr. Alastor me pidió que le preparase un jambalaya, y a eso iba, quería darle las gracias por su ropa, me vino excelente, Mr. Alastor me dio la enhorabuena.

Sonrió, y se levantó.

-Cielo, mi género es calidad, por eso vienen los mejores clientes, Alastor, ¿comiendo en casa ajena? Se me hace extraño, pero quizá quiera comer acompañado después de tanto tiempo, es normal.

-Bueno, le dejo, debo aligerarme, o mi maestro me reñirá con otro bastonazo.

-¡Ja,ja, Este Alastor siempre tan correcto!-Me abrió la puerta.

-Cielo, pásate mañana, tengo algo para ti.-Me guiñó el ojo.

-De acuerdo, aquí estaré, hasta mañana, Rosie.

-Hasta mañana encanto.

Cerró la puerta, y me fui a tomar el autobús para volver a casa.

-Ay, que cansancio...y no ha hecho más que empezar el día.

Al llegar, Sombra me esperaba, maullando, frotándose contra mis piernas.

-¡hola, mi niña! –La acaricié suavemente, me dirigí a la cocina, dispuesta a preparar el jambalaya, no era una receta difícil, pero tenía que ponerme manos a la obra.

-Vamos a ver, esto por aquí, dejamos que se sofrían...bien, esto por aquí, le ponemos aquello...no es muy difícil, le queda poco

Me levanté para poner algo de mi banda favorita, en los altavoces, retumbaba toda la casa, pero qué demonios.

"Welcome to our sanguinary sect or worship...
Feel at home in our black conventicle
As we anathmastise
All those who oppose us.
Don't summon the devil,
Don't call the priests
If you need the strength,
The conjuring, obey!
Behold! the flames rise
From the compass' cardinal points
Burn the sacred oil,
And with the ashes you'll annoint
Arrange the symbols
Of the wizard and magician.
Light the candles
Place the parchment paper in position
Between its leaves place
The lash from a black cat's eye,
A straw of a broom,
Fold, burn and centralize.
Don't summon the devil;
Don't call the priests
If you need the strength,
The conjuring.
I am the devil's advocate
A salesman, if you will.
You know my name.
I met your father years ago
Gave him what he'd please.
He called my name, you'll do the same.
I'm claiming what is mine by right
It's time to close the deal.
You're bought and sold, bought and sold.
Come join me in my infernal depths,
Mephisto's Hall of Fame
I've got your soul, I've got your soul.
The conjuring. Obey!

Habiendo terminado la canción, el plato estaba listo, y oí a mi espalda

-Esa endiablada cacofonía a la que llamas música, está muy lejos de ser de mi gusto, querida.

Salté asustada.

-¡Dios!- ¿No le enseñaron a llamar, Mr. Alastor?

-Recuerda: Vengo cuando desee, querida, aunque he de reconocer que la lírica de lo que andabas escuchando era exquisita, ¿Por cierto, es Jambalaya eso que huelo?

-sí, señor, por favor, siéntese, voy a poner la mesa.

Mr. Alastor me esperó sentado, de piernas cruzadas mientras leía un pequeño libro de bolsillo. Era cierto lo que decían de él, no sabes lo que está pensando ni qué siente, debida a esa eterna sonrisa.

-Querida, ¿Podrías ponerme algo de vino?

-Si, maestro, un momento, tengo uno de importación.

-¡Estupendo!-Dijo emocionado.

Abrí la botella de vino, y le serví en la copa.

-Tenga, a ver si adivina de dónde viene.-Me giré para servir la comida.

Lo dejé oliendo el vino, lo agitaba, lo miraba con curiosidad, lo paladeaba, pero no era capaz.

-Me tienes intrigada, querida, ¿De dónde es?

-de España, Mr. Alastor.

-¡Bueno, no sabía que tuvieras estos gustos!-Dijo elevando la copa hacia mí.

-No sabe que tengo mucho de otras cosas. Me conoce tanto como yo a usted.-Dije quitándome el delantal y sirviéndole, me senté acto seguido junto a él. Estaba muy cohibida, no quiero admitirlo, pero soy muy tímida, demasiado, me pasé la mano por la nuca, acariciando mi pelo, me puse un vaso de agua, lo que lo sorprendió.

-¿No bebes vino, pequeña?-

-No, Mr. Alastor, ya bebí bastante ayer.

-Bueno, voy a probar este Jambalaya, que tiene una pinta apetecible, buen provecho, querida.

-Igualmente, maestro.

Empezó a comer, y me miró fijamente, se levantó de golpe, sin mediar palabra se quedó mirándome, creí que iba a darme un bastonazo bestial, pero se inclinó hacia mí, y me tomó de la mano.

-Eve, hacía años, que no comía tan a gusto, gracias por el jambalaya, está muy rico.

-Ay...esto, gracias a usted, maestro, por ser tan amable, respiré hondo, me puse colorada, pensé por Satanás, que me besaría, pero se sentó, bebió vino, y siguió conversando.

-¿Por cierto, dónde aprendiste a cocinar?

-Sola, cuando debía cuidar de mi madre enferma.

-Entiendo, hiciste bien, pero esto, el jambalaya no es fácil de preparar, cielo. ¿Cuál es tu secreto?

-Bueno, he sido mala: Este plato viene de la paella española, y tengo ascendencia española, juego con ventaja.

Me miró desconcertado, pero sonriente.

-¿Así que juegas con ventaja, eh? Espero que hayas estudiado.

-Si, he estado bastantes horas, esta mañana, maestro, luego fui a ver a Rosie, que se enteró del jolgorio de ayer.

-Oh, cielo, ella está siempre en todo, espero que hayas sido discreta- Me guiñó un ojo.

-Si, señor, nuestros asuntos son nuestros, solamente.

-Así me gusta, hoy, vamos a terminar lo que empezamos la otra vez, querida, intentarás atraparme.

-Entendido-Dije llevándome a la boca una buena dosis de jambalaya.

-Bien, aplícate, si no tendré que hacerlo a la fuerza.-

-Si, Mr. Alastor, no se preocupe, no tengo ganas de que me mate a bastonazos.-Dije comiendo.

Se rió con tanta fuerza que paró de comer, bebió vino y siguió sonriente.

-No tengo intención de matarte, cariño, no fue nunca.

-Eso me alivia, no sabe cuánto-Dije doblando los ojos.

-¿Qué te pasa? Te noto rara.

-Oh, quizá sea el cansancio de ayer, sabe-Dije rascándome la cabeza.

-Es normal, fue tu primera vez, ya te acostumbrarás.

-Sí, el tiempo es el mejor juez-afirmé bebiendo.

-Así es, querida, ahora, tomamos un café, y repasamos.

-De acuerdo.

Al finalizar la comida, puse la cafetera, y serví dos cafés, sin azúcar.

-¿Y tu azúcar, querida?

-No le pongo, está más rico así.-Dije sirviéndole.

-¡Ja! ¡Empiezas a tener mis gustos, eso es que eres una chica lista!

Sonreí sirviéndole el café, y con un movimiento de manos, puso el jazz en la radio antigua que tenía en la biblioteca, que había traído hasta una esquina del salón con el mismo movimiento.

-Un poco de música nunca viene mal, querida.

-Podría ponerlo en los altavoces, si quiere.-Señalé al equipo nuevo.

-A eso iba a hablarte... ¿Dónde adquiriste estos infernales cacharros?-Su tono era de disgusto.

-Rosie me envió a una tienda, me atendió un tal...vox-Dije intentando recordar el nombre.

-¡PFFFF!-Escupió el café, se dirigió a mí, dejando la taza en la mesa, con su bastón en la mano, tiró mi taza en un arrebato, apartó la mesa, tirando su silla, se puso cara a cara conmigo, me incliné, aterrada, viejos fantasmas venían a mi mente.

-¿¿¿Qué has hecho, niña?? ¿¿TE DAS CUENTA DE LO QUE HAS HECHO??-su voz se tornó ronca, siniestra, empezó a distorsionar su imagen, y el aire, la realidad se curvaba en torno a mí con interferencias de radio, sus ojos cambiaron, y pude ver cómo se encendían sus ojos en torno rojo fuego, y parecían los diales de una radio antigua, parpadeando.

-¿Qué he hecho, maestro?-Dije con hilillo de voz.

-¡HAS VISITADO A UNO DE LOS PODERES QUE COMPITEN CONMIGO ALLÍ ABAJO! ¿LES DISTE ESTA DIRECCIÓN?

-Tuve que hacerlo para que me enviaran las cosas, Mr. Alastor.

-¡MALDITA SEA, NIÑA, ME HAS VENDIDO A VOX POR UNOS APARATOS ELECTRÓNICOS!-tiró la mesa de un golpe, todo cayó, estaba aterrada, pensó que me mataba, levantó la mano, y me cubrí, presa del pánico, llorando, para taparme,

-No, padre no...señor, protégeme, con tu luz, señor, protégeme...-Dije entre llantos, eso lo frenó, para mi sorpresa, no usó ni el bastón, se irguió, sin borrar esa sonrisa de su cara.

-Calma, encanto, no voy a lastimarte. No llores. Dime una cosa, ¿Saben que eres mi alumna, mi protegida?-Esa palabra me calmó un poco, pero seguía aterrada. Negué con la cabeza.

-Bien. Chica lista. Pero me has decepcionado, no debiste dar esta dirección. Te espera un castigo, Sube arriba, estudia, allí permanecerás hasta mi orden.

Asentí, secándome la cara. Tomé a Sombra, tomé el libro y subí deprisa las escaleras. Me encerré en el desván, me puse de rodillas en el suelo a llorar, y Sombrita me abrazó maullando.

-Alastor, eres un grandísimo hijo de perra.

Canción que escucha Eve: Megadeth-The conjuring

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