Esta historia está siendo actualizada, por favor actualizar de nuevo la historia en la biblioteca para que aparezcan los capítulos nuevos.
Y a los que no la hayáis leído, espero que os guste y como siempre digo no lo abandonéis en el primer capítulo.
ヽ(ﾟ∀ﾟ)ﾉ!
PD: Por mucho que insista en poner renglones largos, wattpad me los vuelve a poner cortos así que lo siento xD
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-Espérame mama... ¡Voy a buscar ayuda!
Bajo la intensa lluvia, un joven muchacho corre con su rostro envuelto en lágrimas camufladas por la lluvia, mientras busca el gremio al que años atrás perteneció su madre ¿Debido a que? A lo que sucedió dos días atrás en un pueblo bastante lejano de Magnolia.
-Si tan solo hubiese sido más fuerte... ¡Lo que ocurrió hace dos días no habría pasado! -Grita tratando de liberar su frustración, la agonía que desde hace dos días no abandona su pecho.
Narrado por Lucy
Llegué a casa hace apenas unos minutos, acababa de salir de trabajar y ya era la hora de comer por lo que mi hijo no tardaría mucho en volver.
Me adentré en la cocina dispuesta a preparar cualquier plato que le haga chuparse los dedos y que le hiciese querer repetir. Para mí esto de preparar todos los días la comida no era molesto, más bien era algo a lo que me había acostumbrado desde hace nueve años y no es que antes no cocinase pero es que era ella, mi amiga albina, Mirajane, quien se encargaba de dicho trabajo.
-Estoy en casa -La voz de mi hijo y el sonido de la puerta al cerrarse, me sacaron de mis pensamientos.
Mi pequeño, como siempre creó un pequeño estruendo en la entrada al tirar su mochila en el suelo, subió las escaleras a paso lento y eso no me gustó en absoluto ya que eso significaba algo le había ocurrido en el colegio.
Fui hacia la puerta y recogí su mochila del suelo, siempre ha sido muy desordenado, miré bien su mochila por todos lados, estaba un poco rasgada y sucia, algo que no era natural pues se la compré no hace mucho. La dejé en su sitio, colgada sobre una de las sillas del comedor, volví a la cocina para continuar lo que estaba haciendo y desde aquí le pude ver bajar con su pala y mis llaves.
-¿Dónde te crees que vas? -Le pregunté antes de que saliera al jardín.
-A hacer agujeros con Virgo-nee -Me respondió y sin mirarme a la cara salió corriendo al jardín.
Suspire, cada vez que algo malo ocurría llamaba a virgo y comenzaban a hacer hoyos hasta dejarme el jardín destrozado, pero no podía quejarme, mi niño es un chico muy bueno y si esta es la única forma de liberar su frustración le dejaría hacerlo.
-Igneel deja de cavar, vamos a comer -Le llamé, me senté frente a la mesa esperando su llegada que no tardó mucho, se sentó en su lugar de siempre y comenzó a devorar su comida como si alguien se la fuese a robar del plato- ¿Cómo te ha ido hoy en el colegio?
-He tenido unas clases muy aburridas y luego en el descanso unos niños han empezado a reírse de mí y a tirarme cosas -Su tono no parecía deprimido, si no frustrado.
No le dejaba usar ningún tipo de magia fuera de casa. Me mude a un pueblo a las afueras de Fiore donde la magia no estaba muy bien vista para que no surgiese la posibilidad de tener que encontrarme con alguien de mi gremio.
-Pero...me da igual, que digan o hagan lo que quieran -Me respondió con su típica sonrisa tan parecida a la de él, sin duda eran idénticos.
Su cabello era de color rosa, un poco más corto que el de él y en la parte de arriba tenía algún mechón rebelde rubio y puntiagudo, sus ojos eran inclinados y de color marrón, era de estatura media, perfecta para sus nueve años.
-¿Por qué se ríen de ti? -Estaba muy intrigada, él era un niño muy amable pero también era siempre impulsivo y peleón...como él, tal vez esa fuese la respuesta.
-Dicen que soy un bicho raro -Desvió la mirada- porque no tengo un padre... -Me dijo agachando su cabeza- Oye mama...el tío Loke siempre me dice que nunca haga esta pregunta...pero es que tengo mucha curiosidad -Su mirada fija se clavó en mi- ¿Quién es mi padre? -No esperaba esa pregunta, alguna vez me preguntó por su padre pero nunca me pregunto exactamente quién era, no quería responder ¿Y si quería ir a conocerle? ¿Y si le perdía? ¡No quiero, es mi niño! Pero...tiene todo el derecho del mundo a querer saber quién es- ¿Mama? -Me sacó de mis pensamientos con un chasquido de dedos.
-Si...tu padre es...bueno no le conoces -Desvíe mi mirada, era cierto él no conocía a Natsu ni Natsu a él.
-¿Por qué no vive con nosotros? -Me preguntó inocente como siempre, me recordaba tanto a él, le miré de nuevo y me sonrió- Mama, no me voy a ir a ninguna parte.
A veces lo olvidaba, siempre había sido capaz de leerme la mente, siempre me hacía lo mismo, con ver mi rostro sabía en qué pensaba, era increíble, pero aun así el miedo de mi interior no se marchaba, no quiero que se vaya de mi lado.
-Tu padre...es un mago de Fairy Tail -Observé la marca que aún llevaba en mi mano, jamás tuve el valor de borrarla- Él es... -Las palabras no salían de mi boca, no quería decírselo pero me dije a mi misma que si algún día preguntaba se lo diría. Al comprobar que las palabras no iban a salir me puse en pie y cogí un periódico antiguo que aún guardaba sobre la nevera, un lugar donde él no llegaba- Salamander -Señalé al chico de la foto, no sé durante cuantos años he guardado este periódico.
Él me miró muy sorprendido.
-¿Sa-salamander? -Yo asentí, incluso al pueblo sin magia los rumores sobre Salamander el destructor habían llegado- ¿Tú le odias?
Esa era la mayor incógnita de mi vida ¿Le odio o no? me dolió mucho lo que hizo, sin embargo yo fui una cobarde por huir de allí, por no comprobar lo que realmente ocurrió, por no luchar por él, es un sentimiento realmente extraño ya que por otra parte no puedo odiarle, me regaló a quien más quiero en este mundo.
-Yo... -Me interrumpió.
-¿Qué pasó? -Estaba muy intrigado, era la primera vez que hablamos tanto sobre su padre, no sabía si debía contarle eso... ¿Sería eso ponerle en contra de Natsu? No, no quiero hacer eso...- Por favor...cuéntamelo.
-Veras... -Aparte mi mirada pues no podía mirarlo a la cara- Tu padre y yo llevábamos unos años saliendo, sin duda los mejores años de mi vida, hasta que naciste tú. Un día fui a buscarle a casa, todos en el gremio estábamos preocupados por su retraso así que fui a buscarle, tenía algo muy importante que decirle, íbamos a ser padres -Su mirada atenta seguía sobre mí- Cuando llegué le escuché hablar con otra chica a la que conocía muy bien, Lisanna, nuestra amiga, no sabía lo que decían así que me asomé por la ventana y les vi juntos, besándose -Intenté detener las lágrimas de mis ojos, después de nueve años, aún seguía doliendo pensar en eso, Natsu...- Salí corriendo de allí y me fui a casa, escribí una carta para él, para los del gremio y me marché de allí, de Fairy tail, de Magnolia, no podía quedarme, si lo hacía me escogería a mí y no a la chica de la que realmente estaba enamorado, así que le dejé el camino libre para que fuese feliz -Al terminar alcé mi rostro, había rabia en sus ojos, eran igual de expresivos que los de su padre- Pero, también me dio el mayor regalo -Me levanté y le abracé con todas mis fuerzas- no le odies...tu padre es un buen chico, un poco tonto, pero no es malo -Tenía que admitirlo Natsu siempre fue bueno con todos.
A pesar de decirle eso su mirada seguía sin cambiar. Salió corriendo hacía el jardín y yo no dudé en seguirle. Lleno de ira comenzó a golpear el árbol que teníamos en el pequeño jardín de casa, miró como sus puños se envolvieron en llamas e hizo que desaparecieran de inmediato.
-No quiero la magia de un traidor -Dijo sin dejar de mirar la parte chamuscada del árbol. Cada vez que se enfadaba ese árbol pagaba las consecuencias. Se giró hacia mí- Mama, seré un mago celestial como tú, definitivamente -Durante ese tiempo le enseñé magia celestial, le gustaba bastante pero él se había esforzado mucho en controlar el fuego y convertirlo en su magia principal, yo le ayudé a agudizar su oído, olfato y vista, no muy bien, pero lo suficiente para considerarlo un pequeño Dragon Slayer. Después de todo aunque naciese heredando el fuego si no desarrollaba la magia la perdería, uno no nacía siendo un dragón slayer tenía que entrenar para que esa habilidad creciese y se desarrollase- Yo... -Sin previo aviso el suelo empezó a temblar- ¿Qué pasa?
-N-no lo sé -Dirigí mi vista al frente donde un rayo me sorprendió, venía hacía nosotros. Empujé a mi hijo apartándole de la trayectoria haciendo que el golpe solo me diese a mí, me levanté de inmediato, adolorida y saqué una de mis llaves-
- Puerta del toro dorado ¡abierta! ¡Taurus! -Ante mi apareció mi fiel servidor Taurus protegiéndonos tanto a mi como a mi hijo de los ataques repentinos.
-¡Da la cara! -Gritó mi pequeño peli rosa mirando hacia el lugar por cual vino el rayo, pero nadie le respondió- Te estoy escuchando, da la cara -Su oído y olfato no eran igual de buenos que los de Natsu pero no se quedaba atrás.
-Vaya, vaya, tenemos aquí a un mocoso molesto -No lo podía creer, de todas la persona que podían aparecer tenían que ser ellos.
- Ángel... -Me interpuse entre ellos y mi hijo, quien se negaba a retroceder- Oración 6 ¿Qué queréis de nosotros? -Midnight se puso el primero y dio unos pasos hacia nosotros.
-Somos el nuevo Oración 6 -Extendió sus brazos hacia los lados y tras él aparecieron, Racer, Obra y Kurohebi de Raven Tail ¿Qué hacian ellos aquí?- Lucy Heartfilia, venimos por ti -Dio unos pasos más hacia nosotros, acercándose lo suficiente para que Taurus sintiese el peligro.
Sin pensarlo dos veces mi fiel compañero, trató de atacar con su hacha a Midnigth, ignorando por supuesto el poder que este poseía.
-Yo seré quien posea la mejor colección de llaves -Anunció Ángel.
Llamó de nuevo al espíritu que hacia un momento nos había atacado para que volviese a hacerlo.
-¡Puerta de Aries, yo te abro! ¡Aries! -Al aparecer, de forma inmediata creó un escudo de algodón para protegernos, llevaba mucho tiempo sin entrar en combate y era muy improbable que pudiese contra todos ellos yo sola, pero al menos... haría todo lo posible para proteger a mi hijo.
-¡Lo siento mucho! -Me dijo antes de desaparecer, ella ya había cumplido su misión aquí, genial Aries.
-Te necesitamos a ti Lucy, portadora de las llaves celestiales -Midnight extendió su mano para mostrarme dos llaves doradas, abrí los ojos de par en par, esas eran las llaves de Yukino ¿Por qué las tienen ellos?- Lucy abrirás la puerta a nuestro nuevo mundo -La mirada de Midnight sobre mí era realmente repulsiva se notaba que realmente me deseaba para sus propios fines.
Por andar distraída no me di cuenta de que Taurus desapareció y ese loco ya había conseguido abrirse camino hacia nosotros. Apenas un segundo le quité la vista de encima a mi hijo, segundo que mi pequeño peli rosa aprovechó para ir corriendo hacia Midnight quien tampoco esperaba que mi hijo le golpease en el pecho haciéndole retroceder.
-Igneel vuelve -Le ordené y sin pensármelo fui corriendo hacia él.
Por desgracia Racer me atrapó antes de llegar y Ángel aprovechó la situación para arrebatarme mis llaves.
Aunque estaba indefensa, expuesta a cualquier ataque normal no podía quitar la vista de encima de mi hijo. Kurohebi le había agarrado de un brazo y Midnight le dio una patada en el estómago provocando que este expulsase por ella ciertos liquidos.
-¡No le toquéis! -Él miró hacia mí y actuó.
Mordió a Kurohebi en la mano y fue corriendo hacia Ángel con intención de recuperar lo que era nuestro. Saltó sobre ella y le arrebató mis llaves de las manos sin que apenas pueda darse cuenta de lo sucedido.
-¡IGNEEL VETE! -Ordene a gritos.
-¡No! Yo te ayudare -Abrió mi pequeño estuche y cogió una de mis llaves- ¡Ábrete puerta del León! LEO.
Ante nosotros Leo apareció, dispuesto a enfrentarse a todos. Al ver la escena frunció el ceño y fue directo a atacar a Racer pues era él quien me mantenía prisionera. Angel aprovechó ese momento para tratar de recuperar nuevamente las llaves.
-Niño, dame las llaves -Exigió, la mirada de odio que le echó a mi hijo se me quedó grabada.
No te atrevas a ponerle la mano encima desgraciada.
-¡Nunca! -Escondió las llaves tras él para cubrirlas y que ella no pudiese acceder a ellas.
-¡Loke! -Lo llamé al borde de la desesperación, mi hijo estaba luchando en una guerra cuyo resultado no iba a ser favorable para nosotros- Márchate -Él me miró incredulo, no podía creer lo que había dicho pero sin duda era lo mejor, así mi hijo estaría a salvo- por favor ¡Coge a mi hijo y márchate! Sin las llaves no pueden hacer nada -Le miré decidida, mi hijo y mis espíritus eran toda mi vida, haría lo que fuese por protegerles, aunque eso fuese exponer mi vida al peligro- ¡VETE! -A regañadientes aceptó y fue hacia donde estaba mi niño, golpeó a Ángel para apartarla de Igneel y poder llevárselo con mayor facilidad.
-No, no, no, no, no -Intentó zafarse del agarre de Loke, pero le era imposible--¡MAMAAAAAAAAAAAA NOOOO!
-No le sigáis -Ordenó Midnight, alzó su mano para que Racer me soltara y así lo hizo, me lanzó contra el suelo y me pisó la mano para asegurarse de que no me marchase- las llaves vendrán a nosotros así que mientras no podamos abrir la puerta, tú serás a quién torturemos -No le di importancia a lo que me dijo.
-Cuídate tesoro -No lo dije muy alto, pero sabía que él me había escuchado.
Le escuche llamarme a lo lejos y después empecé a notar los golpes de Ángel sobre mí...