—Oye, Jihoon, ¿ya viste?— sonrió Seungkwan mientras se acercaba de forma coqueta al mayor.—Chanmi no deja me mirarte.— sonrió.
—¿Y? La chica es linda, pero no es totalmente mi tipo.— el pelirrojo rió.
—Vamos Jihoon, no es como que tengas muchas opciones.— habló Minghao, acercándose al contrario.—¿O quieres que yo te presente a alguien?
Jihoon rió de nuevo, alejando levemente al chino.
—Dale una oportunidad, puede que funcione. Tú mismo lo dijiste, la chica es linda.— habló Seungkwan.
—De acuerdo, de acuerdo...— pensó por un momento.—Tal vez... puede que algo pase.— sonrió.
Tan pronto dijo eso, una voz tierna y delicada se logró oír detrás de él.
Los chicos, a excepción de Jihoon, sonrieron pícaramente, mirando a la persona detrás de su amigo.
—¿Jihoon?— habló la chica. Sonriendo, haciendo sus pequeños ojos desaparecer, sosteniendo la bandeja llena de comida.
El mencionado giró, mirando a la bonita chica parada frente a él.
—Ah... Chanmi, ¿que tal?
El sonrojo en las mejillas de la chica era bastante claro.
—V-Venia a preguntar... si estabas libre este fin de semana.— volvió a sonreír.
Jihoon fingió pensar por un momento, devolviéndole la misma sonrisa a la chica.
—Creo que tendré un poco de tiempo.— de hecho, el pelirrojo no tenía nada planeado para el fin de semana, así que estaba completamente seguro que decir eso, haría que la chica pensara de él como un perdedor sin vida social, en cambio, hizo el juego de; "ser una persona ocupada, pero, solo porque es importante, haré tiempo para salir".—¿A que hora quieres que nos veamos?
—¡Me encantaría salir como a las dos! ¡En el centro! ¿Te parece bien?— respondió con clara emoción en su voz.
Jihoon rió, asintiendo al final, dejando a la chica volver con sus amigas.