Eros

بواسطة danielacgalvis

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Isabella ha pasado parte de su vida dedicada a tratar de recuperar a su hermana pequeña del orfanato Linoy. C... المزيد

●Sinopsis●
~Eros~
🏹Reparto
🏹Prologo
🏹Capitulo 1
🏹Capitulo 2
🏹Capitulo 3
🏹Capitulo 4
🏹Capitulo 5
🏹Capitulo 6
🏹Capitulo 7
🏹Capitulo 8
🏹Capitulo 9
🏹Capitulo 11
🏹Capitulo 12
🏹Capitulo 13
🏹Capitulo 14
🏹Capitulo 15
🏹Capitulo 16
🏹Capitulo 17
🏹Capitulo 18
🏹Capitulo 19
🏹Capitulo 20
🏹Capitulo 21
🏹Capitulo 22
🏹Capitulo 23
🏹Capitulo 24
🏹Capitulo 25
🏹Capitulo 26
EPILOGO

🏹Capitulo 10

50.5K 4.1K 516
بواسطة danielacgalvis

- No voy a ir contigo, ni menos con esos hombres a ningún sitio, no soy como tú - contestó Bella levantando su quijada-. Ahora devuelve mi teléfono - extendió su mano hacia ella.

- ¿Con quién hablabas? - enarco una ceja Ángela -. ¿Con el señor Eros? ¿Ahora te metes entre sus sábanas? - las palabras de Ángela buscaban una reacción furiosa de parte de la castaña, pero no lo consiguio.

- No tengo ninguna relación con el señor Eros, y si así fuera no tendría porque darte explicaciones - la hizo a un lado tomando su teléfono en las manos y girandose lejos de ella.

- Ya te puedo ver corriendo a contarle lo que has visto - dijo entre dientes Ángela.

- No le voy a decir nada, tarde o temprano conocerá la realidad. No soy nadie para juzgarte - después siguió su camino en busca de sus amigas.

- Nadie puede ser tan bueno en el mundo - susurró con recelo-. Ya daré con tu talón de Aquiles estúpida, saldrás de esa casa tan rapido como entraste.

Bella camino hasta la barra mirando su teléfono, para mala suerte se había quedado sin batería. ¿Que iba a pensar Eros de ella? Lo había dejado hablando solo.

- Mis amigos te quieren en la mesa - susurro un sujeto meintras tomaba su muñeca.

La chica giro su vista hacia él y lo intento empujar.

- ¡No me toque! - gruño en respuesta ella intentando alejarlo.

- ¡Regresa conmigo he dicho! - respondió furioso entre dientes el tipo.

- ¡Deja a mi amiga en paz, maldito infeliz! - Roxana apareció en el medio y en sus manos con uno de sus tacones-. Si no quieres la punta de mi tacón en tu maldito ojo, la soltaras ahora mismo.

Él hombre frunció el ceño y soltó a la castaña, mientras lanzaba algunas maldiciones en francés.

- ¿Estas bien Bella? - pregunto su amiga mientras devolvió el zapato a su puesto.

- Estoy bien, gracias Roxi por defenderme, pero creo que es mejor que regresemos al apartamento.

- También creo que es lo mejor - respondió la rubia-. Mónica se ha quedado despidiéndose de Leonardo.

La morena apareció en medio de las dos con sus bolso en la manos.

- Leo ha dicho que nos puede llevar se encogió de hombros Mónica-. Le he dicho que no es necesario.

- Y yo le he dicho que sí lo es - apareció el rubio en medio de las tres-. Tres mujeres solas por Grecia a esta hora no es lo mejor.

- No te preocupes amigo, podemos tomar un taxi y regresarnos.

- Roxana ese tipo casi se gana un golpe por estar detrás tuyo, pude haberlo sacado del bar, pero nada me garantiza que otro lunático no aparezca por ahí y haga algo.

- Escucha Leonardo - pronunció la rubia lentamente su nombre-. Sé la clase de cerdos que vienen a estos sitios, he lidiado con ellos y se defenderme, así que no vamos a abusar de tu confianza. Muy generoso de tu parte pero nos vamos.

La rubia avanzó con determinación hasta la puerta seguida de Bella.

- Disculpa a Roxi, ella es así, aveces le falta un tornillo - respondió la morena.

- Mejor las acompaño hasta la puerta, así la leona haya dicho que no quiere ayuda - bromeó Leonardo acompañando a Mónica a la salida.

Bella se quedó a un lado junto a la rubia esperando un taxi, Roxana estaba enojada, la noche se había arruinado. Nunca estaba de acuerdo a los sitios que Mónica sugería, al final había aceptado y todo había resultado un caos.

- Ya había olvidado porque no me gusta venir a sitios como estos, me aprietan los tacones y tenemos que lidiar con borrachos fastidiosos, ¿porque no sólo puedo encontrar un hombre que valga la pena? ¿Porque es tan difícil?

- Lo encontrarás Roxi, estoy segura de eso, eres una buena chica - respondió Isabella.

Mónica llego hasta donde estaban las dos en compañía de Leonardo.

- Creo que has hecho mucho por nosotras hoy Leo, una vez más gracias.

- No es nada, ¿Seguras que no quieren que las lleve a casa? - insistió él.

- Estaremos bien - dijo Mónica.

Las luces de una motocicleta se hicieron a un lado de la acera, Bella se llevó las manos a la boca sorprendida de lo que estaba viendo.

- Roxana que no me vea - se metió detrás de su amiga quien la miro extrañada.

- ¿Que no te vea quién?¿Qué mosca te ha picado ahora?

- Es mi jefe, esta aquí - susurro entre dientes la chica.

Eros se bajó de su motocicleta, llevaba una chaqueta de cuero negra y su cabello rubio claro lucía desordenado.

Caminó unos cuantos pasos y la vio detrás de una de las mujeres que estaban en la entrada.

- ¿Bella? - enarco una ceja.

Madre mía la muchacha quería que un hoyo en la tierra se abriera y la tragase en ese instante.

- Se- Señor - salió detrás de su amiga dandole la cara-. ¿Que hace aquí tan tarde?

- Me has dejado preocupado, yo... vine hasta aquí por ti.

- ¿Cómo supo mi ubicación?

- Verás... Yo... Bueno,mi hermano era marine y aprendí ciertas cosas - respondió él mientras los amigos de la castaña miraban con curiosidad la escena.

- ¿Quién eres tú? ¿conoces a las chicas? - pregunto Leonardo.

- ¿Quién es este sujeto? - enarco una ceja Eros-. ¿Están bien?

- Soy el dueño del bar, las chicas se van ya porque un ebrio las estaba molestando.

- ¿Que? - enarco una ceja el griego-. ¿Están todas bien?

- Si y ya nos íbamos ¿Cierto chicas? - respondió Bella. Estaba muerta de la vergüenza con él. Parecía que la noche nunca tendría fin.

- ¿Me disculpan un segundo? - intervino Roxana tomando a su amiga de la mano y alejandola de allí-. ¿Me vas a explicar quien es ese hombre guapo que pregunta por ti?

- Es Eros Aerelous, mi jefe - dijo la castaña.

- ¿El que te confesó sus sentimientos?

- Sí - respondió mordiendo su labio inferior -. Me muero de la vergüenza con él.

- Nunca me dijiste que era tan guapo, ¿estas loca acaso? Vino por ti, aunque eso de que su hermano era marine y aprendió cosas sonó algo psicópata.

- No voy a ir con él a ningún lado, lo mejor es que tomemos un taxi.

Roxana rodó los ojos cuando la vio regresar a donde se encontraban los demás.

- Las chicas y yo tomaremos un taxi, no hay de que preocuparse. Leonardo gracias por todo, señor Eros puede regresar a su casa, estaré bien.

Eros fijo sus vista en ella y la tomo de su mano.

- ¿Podemos hablar un momento?

- Esta bien - respondió ella mientras se hacía a un lado de la motocicleta.

- Me preocupaste cuando colgaste de esa forma a mi llamada, así que pensé en muchas cosas que podrían pasar y vine hasta aquí.

- No fue mi intención colgarte, mi teléfono se quedó sin batería y luego no supe que hacer.

- Te llamé porque Isa no dejaba de preguntar por ti, te extraña, sé que es tu día libre, pero.. la casa se siente sola sin ti.

Ella miro sus dedos nerviosa. ¿Que debería contestar?

- Se... - suspiro recordando sus palabras "No me digas señor "-. Eros yo también los extraño pero quise sólo pasar un rato agradable con mis amigas y terminó en un escándalo en el bar.

- Puedes regresar conmigo y quedarte en casa, ¿Qué dices?

- Yo...

- Oh..., pero que caballeroso, Bella más que encantada dirá que sí, mañana tengo un examen y sería una pena que la moleste con la luz encendida de mi habitación - intervino Mónica-. Amiga lo mejor es que te regreses con tan amable caballero.

Bella la fulmino con la mirada, la había colocado entre la espada y la pared.

- Esta bien - dijo finalmente-. Regresare a casa por la niña.

Eros sonrío y le dio el casco que tenía colgado a un lado.

- Aquí tienes.

- Las llamaré mañana, cuidense chicas - se despidió de sus amigas mientras subía a la motocicleta.

- Pueden enviarme un mensaje, para estar más tranquilo - respondió el griego.

- No se preocupen por nosotras, vamos estar bien - respondió la rubia mientras le guiñaba un ojo a la castaña.

- Muy bien Bella, Sujetate fuerte - dijo él antes de acelarar.

Bella obedeció y colocó sus manos alrdedor de su cintura aquello lo hizo sonreír era extraña la sensación que le causaba su cuerpo el tenerla pegada a él.

- Te voy a extrañar mucho tío - se sorbio la nariz la pequeña Isa meintras las lágrimas caían por su rostro-. Y a ti también Bella.

- No llores nena - se agachó la castaña a su altura-. Te hice tus galletas favoritas y las empaque en tu bolso de peluche.

- Promete que cuidaras de mi tío, ¿si?

- Lo voy a cuidar muy bien - respondió Bella con una sonrisa estaba conteniendose de no llorar al recordar su separación con Marie-. Puedes llamar cuando quieras - dijo limpiandose las mejillas.

- Princesa, te ire a visitar y te llevare un nuevo amigo de felpa - la alzo en sus brazos Eros-. Es una promesa ¿De acuerdo?

- ¿Y puedes traer a Bella contigo tío?

- Claro, ella también vendrá - la tomó de su mano-. Iremos los dos.

- Amor es hora de irnos - interrumpio su padre a su hermano-. Tu mamá ha preparado tu habitación con todo de rosa, como te gusta.

- Extraño mucho a mi mami también, sería super si vivieramos todos juntos.

- Lo sé cariño, pronto compraremos una casa aquí, por ahora seguiremos viviendo en Santorini.

La niña hizo un puchero y después tomó la mano de su padre.

Zeus se acercó a su hermano mayor y le dio una abrazo.

- Te felicito por lo que has logrado en las empresas hermano, estoy seguro de que nuestro abuelo estaría orgulloso de ti.

- Gracias, todo se lo debo a alguien que ha creído en mí - giró su vista hacia Belle quien estaba distraída.

- Parece que tú y esa chica han creado una conexión.

- Ella es fantástica, nunca había conocido a alguien igual que ella - admitió al verla-. Es única. Y eso me vuelve loco.

- Espero que seas feliz, yo debo irme, no me gusta dejar a Dalila sola con los bebés, ya sabes "partida doble", todo se vuelve más difícil - dijo gracioso.

- ¿Que puedo decir? Nuestra genética es sorprendente - soltó una risa el menorde los hermanos luego se separó de él.

Eros se quedó al lado Bella mientras se despedían de su sobrina y Zeus, cuando el avión despejó se devolvieron a la salida del aeropuerto.

- ¿Quieres ir a otro lado? - le pregunto él mientras la veía distraída. Había estado muy extraña los últimos días de la semana. Nunca era así en la casa-. ¿Bella...

- Esta bien si vamos a casa - No podía concentrarse desde su encuentro con Ángela en el bar.

- Cambiemos la rutina de hoy - dijo con una sonrisa-. Tengo en mente algo - el griego le ofreció su casco y subieron juntos a la motocicleta.

Tenía algo especial preparado para ella así que sería una sorpresa.

Eros se detuvo en el muelle y la ayudo a bajar de la motocicleta para ir directamente hasta su barco.

- ¿Porque me trajiste aquí? - pregunto curiosa-. Me trajiste a tu lugar "especial".

- Dije que valía la pena conquistar tu corazón - tomo las llaves de su pantalón y subió junto a ella-. Entra, te gustará - dijo abriendo la puerta de la cabina meintras ella avanzaba al interior.

Bella fijo su vista en todo el sitio, luego detalló la mesa en el centro con dos platos de comida, incluso había una pequeña decoración al lado con flores.

- ¿Tu hiciste todo esto?

- Si - contestó él.

- ¿Porqué? ¿Es decir..

- Porque me gustas y eres especial para mí - respondió él mientras acortaba la distancia entre los dos-. Eres especial al igual que ese barco para mí.

- ¿Que tengo de especial yo? No entiendo esto

- ¿Todavía lo preguntas? Eres muy valiosa y auténtica, traes luz a cualquiera con tu sonrisa, no sólo tus manos son maravillosas en la cocina, todo en ti es maravilloso - tal vez aquello lo hacía sonar como un hombre enamorado, pero ya no le importaba. Quizás estaba empezando a enamorarse de ella ¿Y como no estarlo? Era una mujer increíble.

Bella se sentía confundida, tenía un remolino de sentimientos en su interior. No sabía que pensar,menos que decir.

- ¿No piensas decirme nada? Esta bien si no sientes lo mismo, yo entenderé...

- No es eso - dijo ella mientras pasaba sus manos por su rostro-. Es sólo que es la primera vez que alguien hace esto por mí y que es tan especial... Gracias - admitió nerviosa.

- Te mereces esto y mucho más - Eros saco un pequeño ramo de rosas detrás se su espalda-. Son para ti. Las he visto de camino al aeropuerto.

Bella las tomo en sus manos y le dedico una sonrisa, era muy tierno y amoroso. Le parecía un hombre sorprendente. Cada vez lo veía diferente.

- Gracias - retiro una lágrima de su mejilla-. Es la primera vez que alguien me regala flores, de hecho todo esto es nuevo para mí. No sé que decirte.

- No llores eres alguien que merece cosas buenas en tu vida. Con tu sonrisa me basta - No le gustaba verla triste y melancólica, así no era ella. Ella era luz como un sol.

Ambos se sentaron en la mesa, comieron juntos los sandwich que Eros había traído para los dos, hablaron un poco mas de su vida y compartieron algunas risas juntos.

Cada vez que la escuchaba hablar se convencía de que era una mujer increíble, la escucho hablar acerca de cuantas veces no pudo llevar una vida como la de cualquier otra chica de su edad, y como desde muy adolescente tuvo que asumir la responsabilidad de su hermana.

Imaginarla sola y en esas circunstancias le arrugaba el corazón.

Quiso decirle lo que tenía en mente para recuperar a su hermana, pero decidió darle tiempo para que las cosas entre los dos avanzaran,así sería menos difícil para ella.

Se devolvieron a la mansión al caer la tarde, las cosas parecían por fin cambiar.

- Lo he pensado, y... - apretó sus labios-. Voy a darte una oportunidad - la respondío al griego.

- ¿Estas hablando enserio? - No podía ni creérselo. Parecía que la castaña al fin había cedido un poco.

- Quiero intentarlo, pero despacio.

- Lo haremos como mejor te sientas - respondió con una sonrisa él-. ¿Es oficial ahora que estamos juntos? - la pregunta la tomó por sorpresa.

- Diria que sí- respondió ella con una sonrisa.

Eros la tomó de la cintura y le dio un pequeño beso en los labios que la hizo ruborizarse.

- Es mejor que prepare la cena - respondió la muchacha evadiendo lo que había sucedido mientras se llevaba los dedos a los labios.

Era muy intenso y le empezaba a gustar.

- No te preocupes por la cena, podemos comer lo que sea.

- Me gusta estar en la cocina - dijo encogiendose con simpleza de hombros-. Eso es algo que no cambiará.

- Esta bien... Haremos lo que más te guste - suspiró-. Subiré a darme una ducha y después bajó a acompañarte.

- De acuerdo - le dio una sonrisa de vuelta-. ¿Quieres que prepare un postre?

- Lo que sea que hagan tus manos, quedara delicioso - le volvió a dar un beso esta vez en una de sus mejillas-. Esperame no voy a demorar mucho.

Bella se quedó en la cocina para preparar un postre,mientras Eros subía las escaleras rumbo a la habitación.

- Que bonitas - suspiro tomando el ramo en sus manos mientras las olía, luego colocó las rosas en un florero con agua y las puso a un lado de la ventana que había allí-. Se verán mejor aquí que en mi habitación.

- Rosas... Que original - escuchó la voz de Ángela al igual que el resonar de sus tacones por el piso de madera-. Creí que estabas en tu antigua casa.

No podía negar que la secretaria se estaba convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza. ¿Como podía ser tan insoportable?

- Buenas tardes Ángela, ¿Cómo estas? - pregunto la castaña-. Me agrada que aún conserves tus modales.

- No me va tan bien como tú - respondio con envidia-. Y tengo mejor clase que tu cariño.

- ¿Que quieres? - enarco una ceja-. ¿No crees que es un poco tarde para que estés aquí?

- Cuidado con lo que haces,recuerda que sólo eres una simple cocinera - gruño Ángela a la defensiva.

Bella ya no soportaba escucharla, no soportaba las atribuciones que siempre se tomaba dentro y fuera de la mansión. Era una completa pesadilla, actuaba como un cordero delante de todos, pero era un lobo por dentro.

- Sí, soy una "simple cocinera", y no me avergüenza serlo. No entiendo tu razón para tenerme envidia y comportarte de esta forma conmigo. Jamás te he hecho nada.

- ¿Aún no lo entiendes? - la tomó de su muñeca y la pego al estante de la cocina con fuerza-. Eres tan poca cosa... ¿Cómo alguien poca cosa como tú ,puede llamar la atención de un hombre como Eros?

- ¡Sueltame!, estoy cansada de tus constantes insultos hacia mí. No voy a dejar que vuelvas a humillarme en ningún lado. Eres una desvergonzada. ¿Pensabas que me sentará con esos hombres? ¿para que? ¿Para acostarme con ellos por dinero?

- Tal vez así te salgas de la casa y recuperes a la huérfana de tu hermana.

- ¡Cállate! No te metas con Marie.

- ¿Qué piensas hacerme? ¿Decirle lo que viste en el bar?

Bella se alejó de su agarre y la enfrentó.

- No voy a decirle nada, te lo dije, él mismo se enterara de la clase de mujer que eres. Es mejor que te vayas Ángela, no te tengo miedo. Y no voy a dejarte entrar de nuevo en la cocina ni menos en la casa, veré que haré pero no quiero verte cerca mío.

La secretaria no respondió nada, tomó sus cosas y salio furiosa de allí.

No se daría por vencida, algo se le tendría que ocurrir para destruirla.

Bella dió un largo suspiro y se sentó en una de las sillas.

No sabía si decirle o no. Ya no soportaba estar callada y soportar a Ángela.

- ¿Bella? Creí escuchar la voz de alguien - Eros apareció de la nada en la cocina.

Ella se levantó rápidamente de la silla y se limpio una lágrima.

Eros la vio pálida y nerviosa. Como si hubiera sucedido algo.

- ¿Estas bien? - pregunto él-. ¿Qué ha sucedido?

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