Suaves labios en su cuello.
Curiosos dedos debajo de su pijama camisero.
Lengua juguetona dejando un rastro húmedo por su pecho.
Manos inquebrantables descubriendo sus pechos turgentes.
Pequeños pezones rosados, endureciéndose a medida que iban desapareciendo dentro de una boca cálida.
Un gemido escapando de su garganta.
Sus largos dedos enredados en suaves rizos rubios.
Lexa abrió los ojos y se encontró con los de Clarke, sus labios aún pegados a su seno mientras acariciaba su abdomen con los dedos, deteniéndose en la cintura de sus pantalones de pijama.
Sintió el frío rozar sus pezones duros tan pronto como Clarke separó sus labios.
- ¿Quieres que continúe, Lexa? - la voz ronca de la rubia llegó a los oídos de Lexa al mismo tiempo que su mano tocaba su piel de su bajo vientre, moviéndose lentamente hacia el sur.
Se le cortó la respiración y abrió la boca. Ella quería que sucediera, estaba segura de eso.
Lexa asintió, incapaz de hablar.
- Lexa ... - Clarke se detuvo justo antes de llegar a su monte de Venus. - Necesito oírte decirlo ...
Lexa se lamió los labios carnosos y tragó saliva antes de volver a abrir la boca.
- Sí ... - escuchó su propia voz y vio una sonrisa pícara en la cara de Clarke.
La mano de Clarke ahora estaba peligrosamente cerca de su centro de placer. Lexa podía sentir la humedad en su entrepierna y cerró los ojos, ansiosa por que Clarke la alcanzara.
De repente oyó un sonido de vibración muy cerca de su cabeza.
Un sonido de vibración terriblemente molesto.
Cuando abrió los ojos, Clarke ya no estaba encima de ella y su mano no estaba ni siquiera cerca de la fuente de su humedad.
Lexa estaba acostada sobre su espalda y Clarke estaba profundamente dormida a su lado, su brazo alrededor de la cintura de Lexa y su pierna sobre sus caderas.
Bajó la mirada hacia los mechones rubios descansando en sus senos, sintiendo el agradable peso de la cabeza de Clarke sobre su pecho mientras intentaba calmar su respiración.
La vibración se había detenido, pero Lexa era reacia a moverse, disfrutando de tener a Clarke en sus brazos, su mano apoyada en la espalda de la rubia.
Y luego comenzó de nuevo.
Ese sonido molesto proveniente del teléfono de Lexa y esta vez parecía que Clarke también lo había escuchado, soltando un suave gruñido mientras apretaba la cintura de la castaña.
Una sonrisa curvó los labios de Lexa antes de agarrar su teléfono, enviando la llamada entrante de Jasper directamente al buzón de voz.
Clarke luchó para abrir los ojos, sintiendo la luz del sol atravesándolos como un láser, obligándola a entrecerrarlos.
- Ahh ... Mi cabeza ... - se quejó, cubriéndose la cara con la mano.
Lexa se rió entre dientes y Clarke de repente se dio cuenta de la posición en la que se encontraba su cuerpo y de dónde descansaba su cabeza.
Se alejó lentamente, notando el frío en su espalda ante el contacto perdido con la mano de Lexa.
- Eem ... Buenos días ... - dijo Clarke tímidamente mientras se recostaba de espaldas y giraba la cabeza hacia un lado, mirando a Lexa.
- Buenos días - Lexa le sonrió. - ¿Dormiste bien?
- Sí ... aunque mi cabeza me está matando ... - exhaló, cubriéndose los ojos con las manos.
- No es de extrañar ... Lincoln dijo que tomaste muchos chupitos ...
- Lincoln? - Clarke frunció el ceño y miró a Lexa nuevamente.
- Sí ... Él fue el que ... Te trajo a casa ... ¿No te acuerdas?
- Oh ... Sí, sí ... Está todo un poco nublado, pero recuerdo la mayor parte ... - Clarke sonrió. - Yo no estaba ...? Quiero decir, no dije ... nada inapropiado ... ¿verdad? Lo siento si te hice sentir incómoda de alguna manera ...
- Oh, no, no ... para nada - Lexa sacudió la cabeza, recordando de repente su sueño "inapropiado". - Yo ... ya vuelvo ... Quédate aquí ...
- Está bien ... - Clarke levantó la cabeza y vio a Lexa levantarse y salir de la habitación.
Unos minutos más tarde escuchó el sonido de la batidora y poco después, Lexa estaba de vuelta en su habitación, sosteniendo un vaso alto con zumo de color verde.
- Aquí tienes ... - dijo mientras se sentaba en la cama, entregándole la bebida. - Esta es la mejor medicina para la resaca ...
- ¿Qué lleva? - Clarke levantó una ceja y aceptó la bebida.
- Eso es un secreto ... - Lexa le guiñó un ojo. - Bébelo todo...
Clarke decidió ir a por ello y tomó un gran sorbo, frunciendo el ceño después de tragar.
- No pongas esa cara - se rió Lexa. - Bébelo todo, te prometo que te sentirás increíble para cuando salga de la ducha ... - se levantó y se paró junto a la cama.
- ¿Dónde aprendiste a hacerlo? - Clarke tenía curiosidad. - Pensé que el alcohol no te iba ...
- Si te digo, ¿lo terminarás? - preguntó y vio a Clarke asentir repetidamente. - Está bien, entonces ... En una de las familias de acogida con la que me estaba quedando, el padre era alcohólico e incluso cuando sabía que el trabajador social iba a hacer una visita domiciliaria, no pudo resistirse a beber la noche anterior ... Así que su esposa le hacía este zumo por la mañana y funcionaba siempre ... No parecía tener resaca en absoluto ... El trabajador social nunca sospechó nada ... Tuve que aprender cómo hacerlo, en en caso de que la madre de acogida no estuviera en casa ... O si el trabajador social hiciera una visita sorpresa ... - Lexa terminó la historia en un tono neutral y luego le sonrió a Clarke, quien parecía seguir procesando la información. - Vamos... te queda un sorbo...
La castaña salió de la habitación, dejando a Clarke muy confundida con al menos una docena de preguntas en su cabeza.
¿Lexa era un niño de acogida?
¿Había dicho una de las familias de acogida?
¿En cuántos hogares de acogida había estado?
¿Qué le pasó a sus padres?
¿Tenía algún pariente?
¿Hermanos o hermanas?
¿Qué edad tenía cuando entró en el sistema de acogida?
Clarke cumplió su promesa y terminó la bebida que Lexa le había preparado y dejó el vaso vacío en la mesita de noche. Notó el vaso de agua junto a las fotografías de Costia y ella y de repente recordó todos los eventos de la noche anterior.
Cuando se despertó por la mañana, pensó que era un poco extraño que Lexa estuviera en su cama, pero pensó que probablemente se había quedado para ayudarla en caso de que se sintiera mal y al final se quedó dormida también.
Pero ahora, ver las fotografías disparó el recuerdo de su llanto en los brazos de Lexa y de haberle pedido que se quedara, lo cual hizo e incluso la rodeó con un brazo, haciéndola sentir increíblemente tranquila y segura.
Clarke se levantó e hizo la cama, recogió todas las fotos de la mesita de noche y las puso dentro de la caja que guardaba debajo de la cama.
Fue a lavarse al otro baño, al lado de la habitación de Octavia, y decidió preparar el desayuno para agradecer a Lexa por cuidarla la noche anterior.
Cuando estaba sacando la última tortita americana de la sartén, oyó la voz de Lexa y sonrió con satisfacción.
- Mmm, huele increíble ... ¿Hiciste tortitas?
La rubia se dio la vuelta y puso el plato de tortitas en la isla de la cocina. Lexa la miró y Clarke no pudo evitar admirar la belleza de la castaña; su cabello mojado cayendo sobre sus hombros, sus voluminosos labios estirados en una suave sonrisa y sus ojos esmeraldas mirándola con curiosidad.
- Sí, sí ... - Clarke logró responder, a pesar del repentino estado de fascinación que la había dominado. - Estaba a punto de ir a ver dónde estabas ... - preguntó ella y puso dos platos vacíos frente a Lexa, así como una botella de jarabe de arce, jarabe de agave y un frasco de Nutella.
- Oh ... perdí la noción del tiempo, supongo ... ¿Qué tal el dolor de cabeza? - Lexa rápidamente cambió de tema, tratando de alejar los pensamientos de la razón por la que necesitaba una ducha larga y fría esa mañana.
- Mucho mejor, gracias - respondió Clarke mientras se sentaba junto a Lexa y colocaba los cubiertos frente a ellas. - ¿Qué había en ese zumo? No siento la resaca en absoluto ...
- Nah ah ... - Lexa sacudió la cabeza. - Ingredientes secretos, ¿recuerdas? - dijo ella antes de tomar el primer bocado de su tortita, cubierta de jarabe de arce, y gimió suavemente ante el delicioso sabor de su boca. - Mmm ... ¡qué bueno! Gracias por el desayuno ...
- ¿Sí? - Clarke se derritió ante la expresión en el rostro de Lexa. - Me alegra que te guste ... Es lo menos que pude hacer tras ... anoche ... Eem ... gracias, Lexa ...
Lexa dejó de comer y giró la cabeza para mirar a Clarke, cuyas mejillas estaban ligeramente sonrojadas y su cabeza un poco inclinada hacia abajo.
- No fue ningún problema en absoluto ... Me alegro de poder estar allí para ti ... - Lexa sonrió suavemente cuando sus ojos se encontraron. - Además, se sentía bien dormir al lado de alguien que no ronca, para variar ... - agregó, haciendo que Clarke se riera a carcajadas.
- Has tenido mala suerte en ese departamento, ya veo ... - Clarke se sintió aliviada de que Lexa no hiciera ninguna pregunta sobre Costia, ya que no tenía ganas de arruinar el sorprendentemente buen humor del que estaba esa mañana y hablar de su amiga siempre parecía traerle mucha tristeza y pesar.
- Sí ... Jasper ronca como una motosierra ... - Lexa dijo casualmente. - No tenía idea de que era tan ruidoso ...
- ¿Qué quieres decir? - Clarke frunció el ceño, sintiéndose confundida. - Habéis estado juntos por mucho tiempo ... ¿Él no roncaba antes o simplemente no lo notaste?
- Bueno, no vivíamos juntos, así que ... - Lexa se encogió de hombros.
- Sí, pero ... quiero decir ... ¿Nunca pasaste la noche en su casa? O él en la tuya? ¿Y durante las vacaciones?
- Las camas en los dormitorios eran bastante pequeñas ... y en el mío, estaba prohibido que se quedaran los chicos a dormir ... estaba segregado por género - explicó Lexa. - En cuanto a las vacaciones ... Yo siempre trabajé todo el verano y a veces pasábamos las vacaciones de invierno en Vermont ... en la casa de los abuelos de Jasper ... y ellos tenían reglas estrictas en la casa ... Su madre se quedó embarazada a los dieciséis años, así que ...
- Oh ... ¿no me digas que tuviste que compartir una habitación con su abuela? - preguntó Clarke.
- No, no - se rió Lexa. - Yo me quedaba en la habitación de invitados ... y Jasper en su antigua habitación ...
- ¿Él solía vivir allí? - Clarke frunció el ceño. - ¿Pensé que era de Buffalo?
- Lo es, sí ... Ambos lo somos ... Se mudó a la casa de sus abuelos cuando tenía quince años ...
- ¿Eras amigos en ese entonces? - Clarke tenía curiosidad, recordando lo que Raven le había contado sobre Lexa y Jasper conociéndose desde que eran niños.
- Sí ... él era prácticamente mi único amigo - Lexa sonrió suavemente. - Nos conocimos en una de las casas de acogida ... él estuvo en el sistema durante unos seis meses ... porque sus abuelos vivían en Quebec en ese momento y estaban en el proceso de organizar los documentos y comprar una casa en Vermont, para poder adoptarlo legalmente después de la muerte de su madre ...
- Oh ... Recuerdo que me dijo que fue criado por sus abuelos, pero no tenía idea de que estaba en el sistema ...
- Bueno, no es algo de lo que los niños de acogida solemos alardear - Lexa sonrió.
- Lo siento ... no quise entrometerme ... No tenemos que hablar de eso, si no quieres ...
- Para nada - Lexa sacudió la cabeza y dio otro mordisco. - Así es la vida ... estoy segura de que tienes preguntas ... - sonrió cuando vio a Clarke asentir con la cabeza. - Adelante ...
- Eem ... Bueno, me preguntaba cuántos años tenías cuando entraste al sistema ... y qué pasó con tus padres ... - dijo en voz baja, esperando no ser demasiado entrometida.
- Tenía nueve años ... Mis padres murieron en un accidente de tráfico ... un cliché, ¿verdad? - una triste sonrisa apareció en sus labios y Clarke tuvo que luchar contra el impulso de abrazarla. - De todos modos ... Mi madre en realidad me tuvo a los 42 años ... solía decir que yo era su pequeño milagro ... Mis padres lo habían intentado durante tanto tiempo y ya se habían dado por vencidos ... y luego se quedó embarazada ... Cuando ocurrió el accidente, mi madre tenía 51 años ... mi padre casi 60 años ... y solo me quedaba mi abuela paterna, pero ella estaba viviendo en una residencia de mayores ... Tenía demencia ... Recuerdo que no me reconocía cuando la visitábamos ...
- Lo siento ... - dijo Clarke cuando Lexa dejó de hablar. - No tenías otros parientes, supongo?
- No ... Recuerdo que un trabajador social y un policía vinieron a la escuela un día y me dijeron que mis padres habían muerto y eso fue todo ... - continuó Lexa. - Fui de un hogar de acogida a otro ... La mayoría de las familias de acogida solo lo hacían por el dinero ... Tuve que cambiar de escuela varias veces, así que realmente nunca tuve amigos ... Hasta que conocí a Gaia ... - se detuvo nuevamente y Clarke notó que los ojos de Lexa se inundaron de repente de tristeza y nostalgia. - Eh ... no recuerdo la última vez que dije su nombre en voz alta - sonrió y miró a Clarke.
- Parece que ella era importante para ti ... - Clarke le devolvió la sonrisa. - ¿Que pasó? Si no te molesta que pregunte ...
- Extrañamente ... No me molesta en absoluto ... - Dijo Lexa mientras se perdía en los ojos azules de Clarke, llenos de compasión y comprensión.
Lexa odiaba cuando la gente la miraba con lástima después de enterarse de su historia, pero con Clarke, de alguna manera se sentía diferente. Podía ver un interés genuino en sus ojos, tal vez incluso un deseo de consolarla, pero definitivamente no había ni un rastro de lástima.
Solo una sensación de calidez y seguridad.
Apenas conocía a esta persona, pero sentía que podía confiar en ella con su vida.
- Es raro, en realidad ... pero siento que puedo hablar contigo sobre cualquier cosa ... - confesó y notó cómo los ojos de Clarke miraron brevemente sus labios.
- Yo ... siento lo mismo ... - Clarke le dirigió una sonrisa amable y ahora fueron los ojos de Lexa los que se desviaron hacia los labios de la rubia. - Me gusta mucho hablar contigo ...
Sus ojos se encontraron de nuevo y ninguna de las dos estaba pensando en mirar hacia otro lado. Eran conscientes de la conexión entre ellas, inseguras de su significado, pero ambas parecían darle la bienvenida sin dudarlo, especialmente ahora que sabían que era algo mutuo.
- Sabes ... ayer ... En realidad fue la primera vez en siete años que dejé a alguien cerca de mí en el aniversario de ... la muerte de mi amiga ... - dijo Clarke en voz baja e inclinó la cabeza hacia abajo, interrumpiendo el contacto visual.
Lexa no pudo resistir el impulso de tocar a Clarke, por lo que lentamente alcanzó su barbilla con los dedos y levantó su cabeza.
Aunque un poco sorprendida, Clarke agradeció el contacto inesperado y miró a la castaña que le sonreía con cariño.
- Gracias ... - dijo Lexa en voz baja, su mano aún tocando la cara de Clarke.
- ¿Por?
- Por dejarme ser esa persona para ti ... Sé lo difícil que es para ti hablar de eso ... - dijo mientras dejaba caer su brazo.
- Soy una cobarde ... - dijo Clarke y vio a Lexa fruncir el ceño. - Quiero decir ... Ni siquiera estoy cerca de superarlo ... Todos estos años, y ni siquiera he llegado al punto de poder hablar de eso ... - dijo la rubia, sorprendida por su propia voluntad de ser vulnerable frente a Lexa. - Pero tú... mírate ... perdiste a toda tu familia y estás aquí, consolándome ... Eres tan valiente ...
- Ey ... - Lexa agarró la mano de Clarke. - Todos tienen su propia forma de lidiar con el dolor y la pérdida ... Y no es una carrera ... Tómate todo el tiempo que necesites ... - sonrió. - Además ... no soy tan valiente como parezco ...
- Sí que lo eres ... Has tenido tantos obstáculos en tu vida y has logrado superarlos a todos y hacer algo de ti ... Tus padres estarían muy orgullosos, Lexa ...
- Gracias por decir eso ... - Dijo Lexa mientras inclinaba la cabeza hacia abajo y soltaba la mano de Clarke. - Solo desearía ser lo suficientemente valiente para ... - hizo una pausa y sintió que su corazón latía rápidamente dentro de su pecho, sorprendida por lo cerca que estaba de decirlo en voz alta.
- Lo suficientemente valiente para ... ¿qué? - Clarke frunció el ceño, preguntándose a qué se refería Lexa.
La castaña encontró el coraje de mirar hacia arriba y cuando sus ojos se encontraron, Clarke pudo ver que las mejillas de Lexa estaban sonrojadas.
Lexa se mordió el labio inferior y los ojos de la rubia fueron inmediatamente atraídos hacia allí.
Cuando volvió a mirar hacia arriba, pudo ver un cambio en la forma en que Lexa la miraba; sus pupilas estaban dilatadas y su respiración era rápida y superficial.
¿Era posible que Lexa quisiera ... besarla?
¿O lo estaba leyendo todo mal?
Antes de que pudiera profundizar más, oyeron que se abría la puerta principal y la voz de Octavia interrumpió el momento bastante tenso.
- ¡Estoy en casa, chicas! - gritó tan pronto como cerró la puerta.
- ¡En la cocina! - gritó Clarke.
- Mmm, ¿huelo tortitas? - preguntó Octavia mientras dejaba la maleta en la sala de estar y entraba a la cocina, viendo a Clarke y Lexa sentadas en la isla de la cocina.
- Sí - respondió Lexa. - Clarke las hizo ...
- ¿Ah sí? - Octavia levantó las cejas y miró a Clarke.
- ¿Qué? - respondió Clarke. - He hecho tortitas antes ...
- Sí ... como una vez al año en un buen día ... - Octavia se rió entre dientes. - Definitivamente no después de una noche de borrachera ... - dijo mientras tomaba un plato y se unía a ellas en la isla de la cocina.
- ¿Cómo sabes que me emborraché anoche? - Clarke alzó una ceja.
- Oh ... Eem ... bueno, fuiste a la despedida de soltera de Emori, ¿no? - Octavia respondió nerviosamente antes de darle un mordisco a la tortita.
- Lincoln te lo dijo, ¿no? - Clarke entrecerró los ojos.
- Está bien, está bien ... No te enfades conmigo ... - Octavia dejó de fingir. - Le envié un mensaje de texto ... Pero oye, te ves genial ... estás despierta e hiciste tortitas ... así que no fue tan mal después de todo, ¿no?
- Es por la bebida mágica de resaca de Lexa - Clarke sonrió y miró a Lexa. - No te molestes en preguntar por los ingredientes ... es un secreto - le dijo a Octavia, quien parecía sorprendida por el buen humor de su amiga. - Por cierto, O ... no estoy enfadada contigo ... Gracias por preocuparte por mí - sonrió antes de seguir comiendo.
Octavia miró alternativamente a Clarke y Lexa, notando una chispa en los ojos de su amiga que no había visto en mucho tiempo, preguntándose cuál era la razón detrás de eso.
- Entonces ... ¿cuándo es la boda? - preguntó ella y vio confusión en sus rostros. - ¿La boda de Emori?
- Oh ... éste sábado ... - Clarke respondió rápidamente. - Eres mi acompañante, ¿recuerdas?
- Sí, lo sé ... Simplemente no estaba segura de si era éste sábado o el próximo ... Lexa, ¿ya elegiste un atuendo para la boda?
- En realidad no ... nunca he estado en una boda antes ... - Lexa se encogió de hombros.
- ¿De verdad? - Octavia estaba repentinamente emocionada. - ¡Tenemos que ir de compras! ¿En qué estamos pensando? ¿Vestido? ¿Pantalones? ¿Falda? ¿Quieres revisar mi armario? ¿Cuál es tu talla de zapatos?
- Joder ... más despacio, O ... - se rió Clarke.
- ¿Qué? - continuó Octavia.
- Eem ... En realidad ... podría necesitar algo de ayuda ... - Lexa sonrió tímidamente.
- ¡Increíble! ¡Vamos! - Octavia se levantó y agarró a Lexa de la mano antes de que tuviera tiempo de protestar.
- ¿A dónde vamos exactamente? - preguntó Lexa mientras Octavia la guiaba por la sala de estar.
- ¡A mi cuarto! - exclamó Octavia.
Clarke se echó a reír, viendo a Lexa ser arrastrada por su amiga. Se miraron por un rápido segundo antes de que ella desapareciera detrás de la puerta y Clarke no pudo evitar recordar el momento que compartieron antes.
Sacudió la cabeza y comenzó a fregar los platos, mientras se convencía de que no había forma de que Lexa pudiera pensar en besarla.
"Lexa es la novia de Jasper ..." - pensó para sí misma. "Además ... ella es heterosexual ... ¿verdad?"
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¡Hola!
¿Qué tal el finde?
¿Y este capítulo?
¿Qué creéis que fue lo que Lexa no fue lo suficientemente valiente para decir o hacer?
¿Quién es Gaia?
¡Me gustaría leer vuestros comentarios!
¡Gracias por leer!
S.