El camino a casa jamás se me había hecho tan pesado. Sentía tanta tristeza. Me negaba a la sola idea de mi inesperada futura soledad. Porque aunque no quisiera admitirlo estaba completamente sola en un mundo de lobos, y a mi parecer yo era la oveja más apetecible para servir de ofrenda al lobo que era la vida. Desde un principio supe que sin mis padres estaría perdida. Mis familiares por parte de papá no me aceptaban, mamá no tenía familia a la cual encargarme y yo era lo suficientemente retraída desde pequeña. ¡Por dios! Tampoco tengo un novio al cual poder decir que me acompañe en todo momento. Mi mejor amiga Danielle tiene sus propios problemas y odio con toda mi alma que vean mi debilidad. Soy demasiado terca y orgullosa para eso.
-Me quedaré sola. - susurro. Como si saliera del fondo de mi alma, suelto un gran suspiro. Creo que puedo aceptar esto, mamá se iría y yo... Y yo tengo un trabajo y una casa donde dormir. Ella estaría bien, es una buena persona. Descansará al fin y sin dolor.
- No eres la única que estará sola Alisha. Solo debes tener la capacidad de entender los pensamientos de los demás. Tu madre... ¿No crees que sufrió lo suficiente en el pasado como para que ahora desee solo descansar? No creo que se esté rindiendo. Solo esta aceptando lo que es capaz de lograr o no. Debes ver que ella está calmada, tiene miedo, si, pero esta calmada. No le des más inseguridad que la suya propia. Alisha, yo también tengo miedo. Perdí a papá igual que tu y mi madre también se ah ido. La única que me quedaba era tu madre. Pero te diré algo que necesitas escuchar en este momento. Me tienes a mi para lo que necesites, a pesar del odio que puedas tenerme. - me mira con una sonrisa.
Lo pensé por un momento. Dante tiene razón. Tenía 17 años cuando su padre desapareció del mapa, nadie sabe porque o como. El un día cualquiera sin aviso desapareció sin decir nada. La madre de Dante siempre pensó que fue secuestrado, pero Dante, lleno de rencor hacia su progenitor, pensó que sólo corrió de su responsabilidad como un cobarde.
(desde aquí en adelante comenzaré a narrar yo la historia, no los personajes)
Muy en el fondo, aunque se mostraba calmado, Dante tenía miedo. Su madrina se llevaba una carga muy grande a su tumba y aunque la ubiera compartido con el, le había pedido guardarlo tal y como lo había hecho ella. Y sentía curiosidad. Si, mucha curiosidad. Su madrina le dijo que sabía su secreto porque ella guardaba el mismo. Tal parece que sabía que el padre de Dante era un cambia forma y de donde venía.
Es bien sabido que todos los lobos tienen una manada. ¿Por qué el no tenía una? Según su madrina, el padre de Dante encontró a su alma gemela, su mate, en una felina sangre pura, de la cual se enamoro y embarazó luego de cortejarla.
Su manada era una tan fuerte y poderosa como antigua.
El alfa de esa manada no veía bien el entrelazamiento de especies y le convenía más sacrificarlas. Esa fue la razón por la que el padre de Dante escapó apenas se enteró de su primogenie. Buscando un lugar seguro entre los humanos y guardando el secreto, pensando y guardando esperanzas de que Dante no naciera mestizo, oh que por algún milagro de la Diosa luna su hijo no tuviera gen cambiante, tal vez un omega o un beta. Cual fue su sorpresa al ver que su hijo se reveló como un alfa a muy temprana edad como un mestizo pura sangre, dándole a entender que no podría ocultar su secreto por mucho tiempo.
Por los pensamientos de Dante pasaban una y mil escenas de la desaparición de su padre. ¿Y si no se fue por su propio pie? ¿Si el alfa se entero y mandó a torturarlo y matarlo? ¿Y si aún vivía?.
No, definitivamente no estaba nada calmado.
Luego estaba el hecho del casi embarazo de su mujer. No entendía la tristeza de su lobo, el cual por cierto, en contra de los actos de Dante había dejado de hablarle y revelarse, parecía casi inexistente. Pero ahí estaba, triste, aunque aún sin hablarle. Era muy cierto que sentía conexión con su lobo y esperaba que con la presencia de su mate eso cambiará.
¿Acaso su lobo Ashka sabía algo que a él le pasaba desapercibido? No quería perdonar a Alisha, pero tampoco podía odiarla. Sentía rabia hacia el mismo.
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La madre de Alisha estaba como todos los días a la misma hora viendo su teleserie favorita. Pero en cuanto sintió la puerta ser abierta, se levantó lo más rápido que pudo y casi corrió para abrazar a su hija, quien confundida sólo le devolvió el abrazo con fuerza.
- ¿Estas bien hija? Estaba preocupada, te fuiste así como así y no me dejaste explicarte. ¡Lo lamento mi niña! Se que debí decírtelo desde antes. Pensé que no volverías a casa. - Al término de cada oración besaba las tiernas mejillas rosas y regordetas de su hija.
Alisha ahora sí se sintió una mala persona. Hizo que su madre aún enferma se preocupara por ella en vez de hacerlo por si misma, se sentía una egoísta.
- Mamá perdón. Reaccione mal. Pero Dante me ayudó a ver las cosas desde un punto diferente. - Por primera vez desde que había vuelto lo miro con cariño, y más que cariño agradecimiento. Dante hincho el pecho, había hecho sentir bien a su mate y su lobo no hacía más que regocijarse de orgullo, era un buen alfa. - te apoyare mamá. Siempre lo are no importa cual sea tu decisión. Solo... Solo dame un tiempo para procesarlo. - Los ojos de la linda chica se llenaron de lágrimas, y aunque trato de contenerlas una traicionera lagrima escapó, la cual fue secada por su madre.
- Está bien. - Su madre también tenía lágrimas, pero aun así se miraban gentiles. - Pero ya, basta de tanta curcileria. Vamos a comer.
La comida pasó amenamente entre parloteos de la madre de Alisha y Dante. Alisha sólo podía mirar a su madre tratando de guardarla en su memoria.
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Toc Toc. Alisha pego un pequeño salto en su cama cuando alguien toco la puerta. Estaba distraída leyendo el informe que debía entregar en su trabajo, o al menos uno de ellos.
La cabeza de Dante se asomó con una tierna sonrisa luego de escuchar el tembloroso "adelante" de Alisha. Recordando perfectamente ese tipo de temblor en otras circunstancias.
-Alisha, tu madre salió. Dijo que iría a visitar a una amiga o algo así. No sabe si volverá, llamara de todos modos.
Dante sabía perfectamente que eso era falso. Su madrina si había salido, pero no a ver a una amiga, sino a una vieja conocida. Una bruja anciana que podía saber el paradero de su padre, favor que le había pedido Dante hace unas horas.
- A claro. Gracias por avisarme. - Alisha siguió redactando su informe, pero una pesada mirada en su cuello la puso nerviosa. - ¿Necesitas algo más? - su voz no tembló, pero su mano si lo iso al escribir.
- Hum... ¿Podemos hablar? - Dante no podía quitar su mirada del redondo culo de Alisha, la cual se encontraba boca abajo en su cama dejando una increíble vista de su trasero alzado. Tentador, realmente tentador.
Alisha le dedico una mirada cansada que para Dante pareció más una ardiente. Los anteojos que llevaba puestos la hacían ver exquisitamente atractiva. Su ereccion era una clara prueba de ello. Dolía, claro que dolía. Años sin tocar la tersa piel de su mate lo tenían en un martirio. Quería saborear su piel, besar y morder sus labios, y no necesariamente los de arriba. No, el lo quería todo.
Si lobo se estaba descontrolando como cuando era un adolescente.
Sus ojos se pusieron tan negros como el carbón, señal de que su lobo había tomado el control. Dante solo era un espectador dentro de una caja.
- Alisha.. - su voz era incluso más ronca. Lo cual a la chica la ponía mucho más nerviosa.
Las humanas no sentían del todo el lazo entre parejas, pero claro que podía sentir la exitacion de esta. Lo cual era lo mejor, si bien los cambia formas tenían celos cada mes, las humanas los tenían casi siempre en pequeñas cantidades, eso volvía loco a Ashka.
Alisha de pronto se sintió mojada. No entendía porque el ver a Dante tan salvaje la ponía tan cachonda, casi al punto de abrirle las piernas y soltar un gemido de antelación.
Dante camino lentamente hacia ella, quien sin darse cuenta se había parado en un lado de la cama, quizá para escapar. Y no señor, de esta no salía.
Los ojos de Dante se dilataron al sentir en el aire el aroma a exitacion de su mate, lo estaba volviendo loco y poco le faltaba para tomarla sin cuidado alguno. Loco por enterrar su polla en ese agujero estrecho que solo le pertenecía a él. Le tomó la quijada a la chica, soltando un gemido al escuchar el suspiro de Alisha. Jodidos demonios andantes, su piel seguía tan tersa y firme como cuando era una adolescente. Tan pulcra.
Los belfos de Dante se unieron a los de Alisha en un beso demandante y posesivo. Su lengua se introdujo en esa pequeña boquita, moviendo su experta lengua en una danza caliente, queriendo robarle el aire y dejándose llevar mordió su labio inferior y la empujó a la cama.
Alisha callo de espaldas sorprendída, la situación se le estaba llendo de las manos. En primer lugar ¿como es que empezó todo eso?
- Da.. Dante espera. - tembló al sentir los labios de Dante en su cuello y sus manos en su cintura. ¿En qué momento se había montado encima de ella?.
A Ashka el sabor del cuello de la chica le sabía a dulce victoria. Su cintura estrecha, ideal para poner sus manos en la penetración. O si, el estaba más que emocionado. Sentía tener las bolas azules de la espera.
Volvió a sus labios demandando meter su lengua otra vez. Alisha poco a poco dejó de insistir y comenzó a dejarse llevar. Al ver esto, Ashka dejó la situación a manos de Dante.
El lobo rompió la delgada blusa de Alisha dejando ver un brasier negro que apretaba sus pechos realzandolos. Con una mano apresó sus dos manos arriba de la cabeza y con la otra paseo sobre su cuerpo, amasando gentilmente sus pechos, recorriendo su abdomen y cintura y finalmente llegando a su centro por encima de la tela del Short. Podía sentir la humedad de su mate y el calor que emanaba de ahí. Paseo su mano completa por encima y corriendo hacia un lado el Short y las bragas de la chica, toco su punto dulce. Un jadeo salió de la boca de Alisha.
Hace tanto tiempo que nadie tocaba ahí, que le supo maravilloso.
Dante no podía con la espera, asique en un arranque de calentura izo trizas el brasier pasando a tiras a un lado de la cama los anteojos de una muy sorprendida Alisha. Vio con maravilla los, ahora, mas grandes pechos de su mate, cabían en su mano y eso le gustaba. Apretó y retorcio sutilmente el pezón derecho de su mate para luego meterlo a su boca y juguetear con el en un compás entre su lengua y sus dientes.
¡Santos dioses! Alisha se sentía mareada y exitada sobremanera, no sabiendo que en realidad era la testosterona pura del alfa en el ambiente lo que hacía ese efecto. Soltó un gemido agudo cuando jugueteó con su otro pezón.
El alfa dejó sus pechos de lado y abriendo las piernas de Alisha se posicionó entre ellas. Beso sus labios carnosos y comenzó un vaiven de caderas tratando de buscar consuelo en el roce de sus partes intimas.
Alisha sintió que aquello era injusto, asique dando vuelva los papeles realizó una extraña llave dejando al alfa debajo de su cuerpo. Sacó la polera de Dante y recorrió todos esos músculos tan bien definidos. Dante no tenía un cuerpo demasiado musculoso o grueso, pero si que estaba muy bien marcado y ni hablar de lo bien dotado que estaba de ahí abajo.
Sin querer seguir con ese juego bajo los pantalones de Dante tirandolos en algún lugar de la habitación. Dante jadeo cuando la mano larga y delgada de Alisha se puso sobre su erección, moviendola tortuosamete de arriba a abajo. Dante volvió a dar vuelta la situación y bajando tanto Short y braga al mismo tiempo se dio a la tarea de saborear ese centro húmedo.
¡Dulce manjar! Tan rico. Beso, lamió, mordió, chupó, lamió y volvió a chupar. Tragando todo ese elixir cuando inevitablemente Alisha había culminado en un orgasmo fenomenal. Dejándola desorientada.
- Dulce, como siempre mi amor. - Le susurró Dante al oído mientras metía un dedo en su abertura. Alisha jadeo.
- Por favor... - gimio.
-por favor ¿que Alisha? Debes ser más especif...
-hazme el amor. - jadeo en la bruma del deseo.
- Sus deceos son mis ordenes - Sin contemplaciones, Dante se alineó y empujo sus caderas tan fuerte que Alisha sentía partirse en dos. ¡Oh, dulce luna mía! Creyó tocar las estrellas y volver.
Dante volvió a penetrar su coño, casi corriendose por su estrechez, parecía casi virgen otra vez.
Uno, dos, tres, cuatro, seis, diez penetraciones más y Alisha ya estaba casi en el vorde del orgasmo. Pero Dante quería más. Asique dándole la vuelta, puso a Alisha en sus manos y rodillas y volvió a penetrar. En esa posición todo se sentía tan estrecho.
Sus colmillos salieron queriendo marcar lo que por derecho era suyo. Quería marcar a Alisha. Pero sabía que no podría amenos que ella así lo quisiera. Asique solo siguió dándole todo lo que podía. Su interior cálido lo guardaba tan bien. Lo sostenía y se abría para y por el. Solo Dante, solo el Alfa era dueño de ese lugar. Y aprovechando de su mate estaba tan encimismada en su orgasmo, iso crecer su nudo dentro de ella lo más mínimo posible y derramó su semilla en el columpioso trasero de la chica. Dejando que ella se corrierra en la cama.
Alisha callo dormida boca abajo y Dante no queriendo dejarla sola, se quedo a su lado viéndola dormir. Mientras apretaba con su propia mano el nudo que se había formado en su pene, el cual cada 10 segundo votaba chorros de semen. Así sería menos doloroso y no crecería tanto, aunque era un martirio no poder dejar sus cachorros en donde debería ser su hogar, el vientre de su mate.
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Lo prometido es deuda. Nos leemos en el próximo cap. Avísenme si ven alguna falta de ortografía por favor :3