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Jaehyun había aceptado gustoso la invitación de Johnny al departamento de Yuta, el omega prometió preparar el filete más jugoso que jamás hubieran probado alguno de los dos.
—¿Eso dijo Yuta?—Preguntó Jaehyun a Johnny cuando éste último exageró en demasía el pequeño relato que Yuta le había compartido.
—¡Incluso sus mejillas parecían un par de cerezas!—En eso último no mintió.
—¡Dime que le tomaste una foto, Seo Johnny!—Exigió el omega castaño.
—Lo siento, bebé. No lo hice ¡Pero cuando lo veas no dudes en mencionar a...
—¿Amor?—Dijo Jaehyun a través de la línea.
—Sí, Jae. También te amo, debo irme—Usó se voz formal de repente.
—¿Yuta entró a tu oficina?—Dedujo—Dale mis saludos ¡Y dile que no olvide llamar a su portero para avisar que iré!—Y con eso terminó su llamada.
—Así que...—Yuta lo veía con sus pequeños ojos entrecerrados—¿Un par de cerezas, Johnny?—Comenzó a acercarse al alfa a paso lento, como una pantera a su presa.
—Yuta, tranquilo—Johnny mostró las palmas de sus manos al peli castaño como signo de paz-—Sabes cómo es Jaehyun, le gusta que le hable bonito. No es como que yo piense que tus mejillas parecen cerezas, eso sería admitir que eres bonito y....
—¡Para! Ni se te ocurra decirlo en voz alta—Apuntó a Johnny con el dedo índice de su mano derecha.
—¡Bien!—Se dejó caer en su silla acolchada y Yuta se sentó en una detrás de su escritorio quedando frente a frente.
—Sólo... Uh, vengo a pedir un consejo—Admitió avergonzado.
—Te escucho...
—Yo... digamos que nunca he tenido uhm salido o tenido algún contacto
con un omega por algún tiempo—Comenzó.
—Sí, veintisiete años—Bromeó y se ganó un bufido de Yuta.
—Sabes a lo que me refiero, Johnny—Respondió con tono más desanimado.
—Sí, sí. Tienes nulo conocimiento sobre omegas, te daré una lección rápida sobre cómo llevarte omegas a la cama—Le guiñó.
—Me encantaría y apuesto que a Jaehyun también le gustaría escucharla.
—Aburrido~—Soltó el más alto—Pero en serio, si no lo tratas bien, se irá. Así de simple—Se cruzó de brazos.
—Pero, él... ugh él, me hace sentir nervioso, pero también seguro y...
—Te sientes como un cachorro ¿no es así?—Soltó un suspiro enamorado.
—Sí y él es como ¡Es tan tierno! Que me dan ganas de llorar, Johnny.—Dejó caer su cabeza sobre el escritorio del otro.
—Tienes suerte, nunca habría imaginado que alguien como él se fijaría en ti, con todo respeto.
—Tampoco yo, es como un sueño... o una broma—Alzó su cabeza y miró fijamente a su amigo—¿Qué si es una broma de mal gusto?—La paranoia se apoderaba de él.
—¡No digas eso! Él es encantador, algo debió llamar su atención, dime ¿Qué fue lo primero que hiciste cuando se conocieron?
—Pregunté si necesitaba ayuda con sus bolsas de compras...
—¡Ahí lo tienes! Le gusta que seas amable y atento.
—Entonces... tengo que ser atento y amable todo el tiempo ¡Pan comido!—Una sonrisa se coló en sus labios mostrando sus encías.
—Tengo una pregunta, Yuta ¿Por qué dejaste que Sicheng se acercara tanto a ti? Es decir, jamás dejaste que ningún omega se te acercara ¿Por qué él?
—Sicheng... No lo sé, él es... lindo y atento y es atrevido, pero tímido...
—Ya... Así que ¿Ya pensaste en cuántos cachorros te gustarían?— Bromeó.
—¡No hables tan a la ligera de eso! Aún no termina la universidad, además, no esto muy seguro de que su hermano permita que seamos tan cercanos hasta entonces.
—Los hermanos mayores son tan molestos...
—¿Lo dices por Jaehyun?—Preguntó.
—Lo digo por mí, nadie le pondrá las manos encima a Haechan hasta que cumpla treinta—Los dos alfas rieron.
—No lo sé, Jisung... Yuta no es esa clase de alfa—Repuso Sicheng ante la atrevida propuesta de su amigo.
—Winwinnie, sabes que no hay alfa que se resista a un baile sensual—Dijo y un rubor apareció en las mejillas del rubio—Además, si te invitó a cenar es por algo...—Movió sus cejas de arriba a abajo y eso hizo que Sicheng se atragantara con su té, miró en toda la cafetería, esperando que nadie hubiera escuchado a su amigo.
—¡Yo fui el que eligió cenar! —Refunfuñó Sicheng con un puchero en los labios.
—Sí cómo no ¿ahora tú eres el que se le insinúa a un alfa?—Alzó una ceja y rió.
—¿Te le insinúas a un alfa?—Preguntó una voz haciendo que el rubio pegase un saltito en su lugar.
—¿Alguien te llamó?—Preguntó Jisung a Taeil quien yacía tras Sicheng oliendo su cabello.
—Debería preguntarte lo mismo, intentaba hablar con Sicheng~
—Taeil, largo de aquí—Se giró Sicheng a mirarlo con molestia—Y es de mala educación escuchar conversaciones ajenas. Idiota.
—Oh vamos. Escuché a tu amigo decir que te le insinúas a los alfas. Eso no se escucha todos los días—Dijo con una gran sonrisa de burla pitada en sus labios rojos.
—¡Eso no te importa!—Gritó Sicheng con el entrecejo fruncido.
—Winwinnie tiene razón, que no haya aceptado tu invitación a salir, no quiere decir que debas molestarlo ¿Por qué no consigues una vida?—Defendió Jisung..
—Sé porqué nunca aceptó, él es una zorr-
—¡Ni se te ocurra!—Lo empujó Sicheng y quedó sobre el suelo a mitad de la cafetería—No salí contigo porque eres odioso ¡Y porque mi alfa no me lo permitiría!—Gritó sin poder creer lo que había dicho. Mentir jamás fue una solución a sus acosos por parte de Moon Taeil.
—¿Tú alfa? ¡Ja! Eso quiero verlo—El pelirrojo comenzaba a levantarse del piso—Ningún alfa en su sano juicio te tomaría en serio ¡Sólo mírate!—Lo señaló de arriba a abajo y eso hizo sentir pequeño al rubio.
—Mi alfa vendrá a patear tu trasero, Moon. Vámonos Jisung—Su amigo aún mantenía la boca abierta por la sorpresiva actitud de Sicheng.
—S-Sí-voy—Jisung tomó su bolso y el Sicheng y salieron de la cafetería.
Jisung seguía a Sicheng quien iba a un paso exageradamente rápido, las palabras de Moon Taeil habían calado en lo más profundo de su lado omega. Sicheng era un buen omega, era lindo, respetuoso, coqueto y estaba seguro de que era suficientemente bonito como para atraer a cualquier alfa que él quisiera tener.
—¡Sicheng! ¡Sicheng~!—Jadeaba Jisung mientras corría detrás del rubio.
—¿Uh?—Se giró y vio a su amigo muerto del cansancio con ambos bolsos.
—¡Lo siento, Jisung-ah!—Tomó su bolso y el de su amigo para ahora cargarlos él.
—Cami...nas—Tomó una bocanada de aire-Muy rá...pido—Jisung mantenía sus palmas en sus rodillas en un intento de recuperar el aliento que perdió corriendo hacia el más bajo.
—Lo siento, ese imbécil de Taeil de verdad me saca de mis casillas. Te recompensaré luego—Le mandó un beso volador y Jisung negó con la cabeza.
—Descuida, Winwinnie. Y por Taeil no te preocupes, después de lo que dijiste allá no creo que vuelva a acosarte. No querrá que tu alfa le patee el trasero—Soltó una carcajada y Sicheng se sintió irritado.
Definitivamente su alfa de estatura promedia, moreno, con cabello castaño y flaquito no asustaría a Taeil ni un poco. Bufó frustrado.
—Cállate, Jisung. Tal vez Yuta hyung no sea el alfa más atemorizante pero...—Suspiró—Él es mi alfa—Dijo desanimado.
—Oh Winwin bebé—Lo abrazó—Si es tu alfa, entonces sabrá defenderte no hay duda de eso. Pero, no creo que tu alfita quiera ir con Moon para arreglar el asunto de hoy.
—Mi alfa le pateará el trasero a todos los que yo quiera—Alzó el mentón orgulloso y sonrió pensando en Yuta tratando de ser rudo.
—Sí, como digas...
—Jisung-ah... ¿de verdad crees que el baile funcione?—Preguntó mordiéndose el labio inferior.
—Oh sí, mi amigo...
Siguieron caminando hasta el apartamento de Sicheng, pues debía prepararse muy bien para esa noche.
Raza no odien a su poderosisimo Taeil por favor.