Habla Sofí:
-¿Sofí?-oí una voz conocida.
Cuando voltee a ver vi a mi hermana recostada en el marco de la puerta, con los brazos cruzados ¿Qué hacia ella aquí? ¿Por qué estaba aquí?
Cuando la escuche empuje rápidamente a Jozsef. Ya hablaría después con el ¿Qué se había creído? ¿Por qué cuando ya estaba a punto de ser su amiga, o por lo menos tratar, él lo arruinaba? ¿Por qué se empeñaba en hacer esto más difícil?
-Si Natalie- respondí y voltee a verla.
-Mis padres quieren dar unas palabras- me dijo ella.
Por su cara supuse que quería reírse, pero se estaba conteniendo. También se notaba avergonzada.
Todavía seguía un poco sentida con ella por no decirme que tenía novio. Pero tenía que superarlo, ella tenía derecho a ser feliz ¿no?
-Ah, claro, ya bajo- le respondí. Me sentí avergonzada y sentía mis mejillas arder.
Esto era demasiado incómodo para mí, para él y para mi hermana. Encontrar así a su hermana con un chico es algo muy comprometedor.
No sé lo que piensa mi hermana ahora, pero siento que me salvo de algo de lo que me podía arrepentir.
Estaba muy enojada con él y esto no se iba a quedar así. Tenía que hablar con él y dejarle claro todo. Él no podía besarme cuando quería y aprovecharse de cada ocasión en la que estuviéramos solos.
-Claro Sofí- me respondió- ustedes continúen en lo suyo, yo le diré a mama que bajaras en unos minutos- continuo diciendo con una mirada de complicidad y después se fue.
Yo voltee a ver a Jozsef que tenía la cabeza agachada y se notaba que tenía una sonrisa.
-Eres un idiota- le dije y lo fulmine con la mirada. El subió la cabeza y me miro con una sonrisa-¿En que estabas pensando cuando trataste de besarme?
-Lo lamento- se disculpó- pero no trataba de besarte.
-Claro que lo sientes- le dije con sarcasmo y él se rio entre dientes- cállate
-De verdad, lo siento- se volvió a disculpar y esta vez sí se notaba arrepentido.
Si no fuera porque había como cien personas en mi casa esta noche, y mi madre quisiera dar uno de sus discursos, aquellos en los que quiere aparentar que somos una familia unida, perfecta y sin problemas, terminaría con esta discusión ahora mismo, pero eso es imposible.
-Si no fuera porque mis padres quieren que baje, te juro que te mataba- le respondí enojada.
-De ver…- dijo pero yo lo interrumpí
-Deja de disculparte ya, eres un idiota- le dije/ grite más bien-Lo arruinaste, ya está. Solo no lo sigas arruinando ¿está bien?
-Está bien, perdóname- me dijo un poco avergonzado. Me sentí un poco culpable en ese momento. Tal vez con la que estaba enojada era conmigo misma por haberme dejado llevar.
Pero es que no lo pude evitar. Por más que trate de alejarme, mi cuerpo no reaccionaba.
Cuando él se acercó a mí y me atrajo a él me quede en otro mundo y no podía moverme, hasta que vino mi hermana.
Estoy tan enojada conmigo misma y con él por lo que hizo y lo que más me enoja es que mi hermana nos haya visto.
-Déjalo ya- le dije cansada- bajemos.
Tal vez, solo tal vez estaba siendo muy dura con él. Pero por otro lado creo que se lo tenía merecido.
Después de eso bajamos y nos dirigimos al comedor donde mi madre estaba por empezar su discursó.
-Nos alegra mucho poder hacer esta cena y compartir con ustedes la venida de nuestra hija- estaba diciendo cuando mi padre me hizo señas para que me acercara a ellos- No saben lo importante y lo maravilloso que es tenerla devuelta en nuestra casa- siguió diciendo cuando yo ya estaba junto a ellos y mi hermana se acercó a ella y le susurro algo al oído. Mi madre puso cara de confusión y después de eso continuo- Gracias por venir y por compartir este momento con nosotros. Ahora mi hija quiere dar unas palabras para ustedes- término diciendo para cederle la palabra a mi hermana.
-Buena noche, bueno, de primero gracias por estar aquí conmigo y por aceptar venir a cenar a mi casa. Para mí es un honor poder acompañarlos esta noche, poder estar con mi familia otra vez, después de un largo viaje a Francia, que vaya que fue de lo mejor-dijo y todos se rieron-y así mismo también tengo algo que anunciarles, algo que cambio mi vida por completo, y así también, la de mi familia- dijo mi hermana sonriendo. Se acercó Estuardo a ella y puso su mano en su cintura- Bueno, como ven, este hombre que ven aquí presente, es alguien muy especial para mí, en estos años que estuve en Francia lo conocí, fue amor a primera vista, y no me arrepiento de nada de lo que deje aquí, solo para conocerlo a el-todos estaban muy atentos hacia las palabras de mi hermana-No crean que no extrañe a mi familia, claro que lo hice, pero cuando me enamore perdidamente de él, mi vida tomo rumbos distintos de los que jamás voy a olvidar- continuo y lo miro a los ojos, a lo que él le sonrió con dulzura- por eso quería anunciarles que este mismo hombre me ha pedido que me case con él y yo he aceptado- termino de decir.
Yo la mire muy sorprendida ¿Mi hermana quería casarse? ¿Con él?
Ahora entiendo por qué la veía tan cambiada. Porque se veía tan feliz cuando volvió a mi casa.
-¡Oh, querida! ¡Eso es una maravilla!- dijo mi madre emocionada y a la vez desconcertada por la sorpresa de Natalie.
-¿¡Que!?- grite yo- ¡Esto no puede ser cierto, no puedes Natalie! No después de todo lo que he pasado.
-¡Querida!- exclamo mi madre al ver que todos me veían con cara extrañada.
Yo me fui corriendo del comedor dispuesta a salir de esta casa. No quería saber nada más de esta maldita familia, ya tenía suficiente.
Tenía que buscar a Susy y que ella me escuchara. No sabía porque no había venido a la cena. Ni siquiera sus padres.
La necesitaba más que nunca. Necesitaba a alguien que me comprendiera y me consolara ¿Quién más que ella?
Ella era la única que sabía cómo tranquilizarme en estos momentos.
En ese momento me recordé cuando Jozsef me abrazo y sentí que el mundo era perfecto. Sentía tanta tranquilidad. Claro que había otra persona que podía tranquilizarme, pero no le daría ese gusto. No después de lo que ha hecho.
-¡Espera!- me grito alguien a mis espaldas.
Yo sabía quién era esa persona. Pero no tenía ganas de verle la cara. Estaba tan enojada con ella que no quería ninguna explicación que viniera de ella. Natalie no me había contado nada, ni siquiera cuando me llamaba.
Era injusto ¿Por qué no me había contado? Si me lo hubiera dicho por lo menos yo me podía hacer la idea que ella ya no estaría siempre conmigo y sería más fácil para mí
-¡Sofí!- volvió a gritar.
Yo me volteé y le dije:
-¡Déjame en paz, Natalie!- le grite
-¡Sofí, escúchame!- grito mi hermana y se acercó a mí con una cara de preocupación.
- ¡No tengo nada que hablar contigo!- le grite- ¡Ya me quedo claro!
-Cariño, por favor, escúchame- me dijo parando de gritar una vez que estaba lo bastante cerca de mí.
Yo solo negué con la cabeza. Pronto sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas. No quería llorar, no enfrente de ella. Ella ni siquiera pudo contarme nada ¿Por qué era tan difícil decir “Hermana, fíjate que tengo novio y estoy enamorada”? ¿Qué le costaba?¿Que le costaba sincerarse conmigo?
Sé que estaba haciendo un drama con esto, pero es que era imposible ignorar este dolor que sentía cada vez que recordaba que ella se iba a casar. Me sentía impotente el no poder hacer nada para que ella regresara a vivir con nosotras.
-Por favor, déjame sola- le dije más tranquila y una lágrima cayo por mi mejilla- No quiero hablar con nadie.
-Solo escúchame Sofí- me dijo y se acercó más a mí al ver que yo estaba llorando.
Yo retrocedí y volví a negar con la cabeza.
-No- le dije- déjame. Por favor-suplique.
-¡Lo lamento Sofí!- me dijo/ grito
-No digas cosas que no sientes- le dije negando con la cabeza
-Sofí, de verdad lo siento-se disculpo
-Déjalo ya, vete- le dije sollozando
- No me gusta verte así- me dijo y se le llenaron los ojos de lágrimas.
Me dolía verla llorar, pero en ese momento no me importaba lo que ella sintiera o que estuviera tan mal.
Sé que sonaba muy egoísta pero en este momento me sentía tan mal que no quería nada y solo me preocupaba por mí misma, y mucho menos quería que me explicara ahora cuando lo único que quería es que alguien me abrazara y que me dijera que todo era mentira. Que mi hermana iba estar conmigo otra vez.
La había extrañado tanto para que en un momento a otro me dijera que se casaba.
-¿Y eso pensaste cuando no me contaste nada? ¿Cuándo decidiste eso sin siquiera contarme para poder hacerme la idea?- le grite
-No fue así Sofí, yo…- me dijo pero yo la interrumpí.
-¡Vete a la mierda, Natalie!- le grite y después de eso me fui corriendo.
No quería escucharla, no quería verla más. Por mi podía hacer lo que quería. Igual ella no me había contado nada. No era importante y a mí me valía una mierda.
Holaaaa!! Me alegro volverlas a ver. Sé que estas escenas se han extendido (las de la hermana y la cena) pero ya escribiré sobre mi querido Jozsef y Sofí. Tengo tantas cosas en mi cabeza. Voy escribir todavía aunque este de viaje. Ya que no podría dejarlas así como así. Las quiero espero que les guste. Si les guste voten o comenten. NO saben lo importante que es para mí saber si les gusta o no. Gracias y feliz día :D :*