Los días iban pasando uno tras otro, ibas llenando documentos, empezaba a resultar aburrido ya que no te dejaban ir a ninguna escena de crimen o algo.
Donovan pensaba que estabas más que capacitada para salir del escritorio, pero Lestrade no te lo permitía por miedo, aún te veía vulnerable, así que debías pensar que hacer para entrar a la acción. Por otro lado no te habías vuelto a cruzar con John, aunque notabas a tu padre muy estresado con los casos difíciles, con esa clase de casos nunca estaba en el Scorlard Yard.
Éste día en particular te sentías congestionada, estabas ganando un resfriado, así que informaste que saldrías temprano ya que tenías turno en un hospital cercano.
Al llegar te sentaste y tomaste tu teléfono para matar las horas de espera, una mujer preguntó por tu apellido, te levantaste y caminaste al consultorio.
- qué raro -pensó John desde su asiento- ¿Lestrade está enfermo? -Se preguntó confundido ya que debería estar con Sherlock mientras le presumía lo inteligente que es.
Golpeaste la puerta para ver si podías pasar, escuchaste un pase del otro lado, al abrir la puerta tus ojos se abrieron como platos al ver a John detrás de un escritorio, mientras su expresión fue de confusión frunciendo el ceño.
- ¿Lestrade? -preguntó desconcertado.
- así es ¿Doctor Watson? -también preguntaste.
- te sonrió- sip, siéntate -se levantó señalando las sillas para pacientes.
Tú te sentaste en silencio, guardando tu teléfono. John se volvió a sentar y afirmó sus codos en la mesa haciéndose al frente para verte mejor.
- ¿qué malestares tienes? -pareció pensar- ¿qué eres de Lestrade?
- reiste por su cara de confusión- estoy sintiendo malestares, creo que estoy por resfriarme, así que vine por una opinión profesional y algo para no llegar a enfermar -sonreíste.
- vaya ¿acaso también eres doctora? -ríe, su risa te pareció adorable- veamos que tan grave es lo que tienes -se levantó y se acercó a ti.
Luego de examinarte sólo afirmó por escrito lo que pensabas y te dió unas pastillas para combatirlo, agradeciste y fuiste hacia la puerta cuando de pronto te tomó de mano para que te detengas haciendo verlo a los ojos.
- no me dijiste que eres de Greg o no quisiste decirme? -sonrió.
- sonreíste de lado- eso deberá averiguarlo señor doctor Watson -le guiñaste y te soltaste de su suave agarre- adiós -él te miró con la misma sonrisa en su rostro mientras te ibas.
Al llegar a casa te la pasaste en la cama viendo televisión ya que John te había dicho que hicieras reposo, recibiste una llamada de tu padre para saber cómo estabas.
- claro... no te preocupes, mañana estaré como nueva, lista para trabajar -reíste.
- si necesitas más días puedes quedarte haciendo reposo -respondió Lestrade con preocupación.
- no, claro que no. Aunque si pudieras hacerme un favor...
- claro, el que quieras
- conseguime un crimen
- ¿qué? -preguntó confundido.
- no quiero estar detrás de un escritorio. No estudié para eso -dijiste mientras tomabas tu laptop de una mesita de luz.
- es que...
- ¡por favor! -suplicaste.
- de acuerdo, veremos que podemos hacer -dijo no muy convencido.
- ¡gracias! Eres genial ¡Adiós!
- adiós cuídate
Colgaste y empezaste a investigar sobre John, no aparecía mucho, sólo una página web, pensaste que serías una acosadora si buscabas en la base de datos de la policía, así que hiciste click para ver de qué trataba el blog, eran narraciones sobre casos que hacían con ese tal Sherlock -¿Esto es lo que suele leer papá?- Reíste internamente, luego te pusiste a pensar porque un doctor resolvería casos, supusiste que el detective era Sherlock, lo buscaste a él y apareció otra página web la ciencia de la deducción, hiciste click y también te pareció fascinante, pensaste que teniendo la compañía de este dúo nunca te ibas aburrir. Apagaste la laptop y te acurrucaste para dormir.