Tomaron un taxi, Sherlock le dió la dirección del bar al taxista y cuando llegaron te vino un recuerdo a la mente
- ¿qué ocurre? -preguntó John confundido mirándote.
- yo vine aquí una vez -respondiste recordando el lugar.
- ¿ah, sí? -preguntó de nuevo con interés.
- si, vine con un par de compañeras cuando me gradué, terminé ebria y besándome con un chico...
- mm... -se puso celoso- ¿y quién era ése chico?
- no lo sé, al día siguiente me mostraron algunas fotos, era lindo...
- vamos ¿qué esperan? -dijo Sherlock impaciente por entrar.
- espero que si se embriaga al menos me bese a mi -murmuró John viendo como te adelantabas a él.
Entraron al bar esperando vaya a saber qué, ya que Sherlock no les dijo ni una palabra con respecto a por qué ir allí, se sentaron en una mesa para fingir que eran clientes. Sherlock se levantó dejándolos solos, al rato apareció con tres vasos raros y largos con cervezas.
- beban -dijo el detective sentándose nuevamente.
- ¿qué? -preguntaste.
- no -respondió John- vinimos para no se qué, tenemos que fingir que somos clientes... -Sherlock lo interrumpió.
- y por eso debemos beber ¿cuál sería la gracia de venir a un bar a fingir si no bebemos?
- aunque me cueste decirlo tiene razón -miraste a John.
- pero tú no… -interrumpiste a Watson.
- no, no, no -dijiste empujando el vaso con cerveza que te dejo Sherlock hacia el centro de la mesa para alejarla de ti- ustedes beban, yo no
Ambos asintieron, agarraron sus vasos los golpearon despacito entre ellos e hicieron fondo blanco. Te quedaste mirándolos con los ojos muy abiertos sorprendida por cómo bebieron las cervezas. Los minutos pasaban Sherlock y John seguían bebiendo mientras tu estabas con tu teléfono enviando mensajes a Paul, ya había perdido la cuenta, incluso John empezó a beber hasta vasitos de vodka.
- no me digas que... ¡no! -escuchaste la voz de Sherlock.
Guardaste el teléfono y elevaste la vista, un Sherlock ebrio estaba por empezar una pelea, fuiste hacia él y lo tomaste de la cintura.
- suficiente -dijiste empujándolo hacia la mesa- ¿cómo cuántas de esas cosas bebieron? -preguntaste sorprendida.
- as~sí -respondió John moviendo sus manos sin sentido.
- genial -dijiste con sarcasmo- hora de irnos, vamos -los tomaste a ambos empujandolos hacia la puerta.
- ¡no! -gritó Sherlock- es~espera me... olvido de los v~vasos...
- Bien ¡ve por ellos! -te detuviste mientras tomabas a John del brazo.
- Sherlock tambaleando fue a la mesa- uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... oye, me falta u~no. ¿Quién ro~robo uno de mis vasos?... ¡ah, no! Lo encontré... diez
- por supuesto que está d~de diez -dijo John- está d~de cien...
- ay ya ¡caminen ebrios! -los tomaste sacándolos del bar- ¡ya es de noche! -gritaste- mierda
Detienen un taxi, abriste la puerta y subiste a Sherlock rápidamente, por otro lado John se resistía
- ño, yo qui~ero otro tra~go -te miró con los ojos entrecerrados.
- John Watson entra al taxi -señalaste el vehículo.
- sóLo ss~i me das un bes~sito -se te acercó a ti y te corriste- bueno, está bien bebé -sube al taxi- y mi otrOo... nombre es Hamish... no~no se lo pondré a Mis hi~hijos...
- ¿tendrás hijos? -dijo Sherlock desde el asiento con los ojos cerrados.
- siSI... con ___ -respondió John tirándose en el asiento del taxi.
Suspiraste y subiste, cuando llegaron a Baker Street pagaste, bajaste a los chicos, abriste la puerta con dificultad y los ayudaste a subir sentando a Sherlock en su sofá negro y a John en el suyo rojo.
- ¿qué les pasó, querida? -dijo la Sra Hudson al verlos decir cosas sin sentido.
- se embriagaron -te cruzaste de brazos- por favor, hágame acordar que no los deje entrar a un bar
- hecho -los miró atentamente- ¿quieres té?
- claro -respondiste mirando a la arrendadora- ¿le puedo ayudar a prepararlo?
Ambas bajaron dejándolos solos, cuando volviste a subir tenían ambos papelitos pegados en sus frentes, el de Sherlock decía "Sherlock Holmes" y el de John "Madonna"
- entonces... -dijo Sherlock ebrio- soy humano, no tan alto como la gente cree. Soy más o menos bueno -se cruzó de piernas- assstuto, importante para algunos, pero tiendo a no agradarles -estuvo por hablar pero empezó a reír- soy tú -lo señaló- ¿o no?
- ¿qué se supone que hacen? -preguntaste mirándolos con tus brazos cruzados.
- jugamos un ju~ego -dijo John.
- ¡esperen! -gritó Sherlock llamando la atención de ambos- si soy John... ¿me gusta ___?
- ¡no! -gritó John- ¡¡¡___ es mía!!!
- no, es de John HaMMish WatsOon -se levantó con dificultad- porr lo tan~to es míaa... ven ___ ¡dame un beso! -empezó a ir hacia ti.
John le puso el pie haciéndole una zancadilla a Sherlock, provocando que caiga, rápidamente tambaleándose caminó hacia ti.
- ___ es mía -dijo el doctor antes de acercarse a ti y robarte un beso apasionado metiendo su lengua dentro de tu boca.
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