Capítulo 10: Tengo Una Mala idea.
— Valentina, es por su bien.
Ella miro a su hermana dudando seriamente en lo que decía. — ¿cómo es que mentirle sería por su bien? Yo no creo que...
Pero Pamela la interrumpió — porque su ignorancia sobre el asunto haría que Jefferson no se acercará a ella.
— ¡pero es que él ya lo hizo! — razonó Valentina algo exaltada. Quería salir de aquí, alejarse de su hermana, quería estar sola... o quizá poder ver a Juliana.
— Eso fue porque el idiota creyó que yo le había contado algo, pero ya deje en claro que no es así. Jefferson puede ser más peligroso de lo que crees, él aún no se ha metido contigo porque también te he mantenido fuera, así que por favor... déjame hacer esto también por Juliana. Ella se metió en problemas por mi culpa y...
— No, ella creyó que eras yo — intervino la menor — asi que fue por mi culpa.
Pamela negó. — como sea, el caso es que ella este bien ¿no? — Valentina asintió — entonces por favor, déjame todo a mi y Juliana no tiene que saber de mi. No por ahora.
— ¿que es lo que piensas hacer, Pam?
Su hermana sólo sonrió. Valentina no sabía que significaba eso pero algo en su mirada no le gustaba nada. — Piénsalo bien hermana, sólo recuerda que siempre hemos confiado entre nosotras.
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Valentina se mantuvo en silencio demasiado tiempo al punto que sabía que esto ya no era normal. Pero no sabía que responder al seguir con la conversación sin mencionar a Pamela, o mentir descaradamente.
— Me tengo que ir. — espetó** Juliana con cansancio a la espera de una respuesta.
— Tenía miedo Juls. — dijo Valentina deteniendo a Juliana — No quería meterte en problemas.
"No quiero meterte en problemas... "
—... pensé que si tu y yo nos separabamos, Jefferson no se metería contigo.
"... por eso te estoy mintiendo ahora. Lo siento."
— pues tu plan no funcionó. — dijo Juliana.
— Me equivoque. — se lamento Valentina — Y si prestaste atención a lo que te conté, sabrás que lo hago muy seguido. — La seriedad que estaba manteniendo Juliana era casi sepulcro para ella. — Lo siento.
Valentina no sabía que más decir pero sabía que si Juliana intentaba volver alejarse, ella sin poder evitarlo diría toda la verdad por mucho que Pamela se molestará o afectará. Valentina no quería perder la oportunidad de al fin tener una amiga de verdad. Alguien que la hacía sentir mejor con cada interacción que tenían y que la hacía sonreír como hace tiempo nadie lo había echo.
Juliana soltó un gran suspiro antes de acercarse más a Valentina y sin importarle que su razonamiento le gritaba que se alejara, su mano fue directo a un mechón suelto que Valentina tenía sobre el hombro. Lo acaricio como si fuera la cosa mas frágil que había tocado entre sus dedos y la miro sin soltarlo. — ¿qué es lo que haremos ahora? — otro suspiro fue suelto está vez por parte de Valentina.
— ¿eso quiere decir que me perdonas?
Juliana se encogió de hombros — no se si en realidad tendría algo que perdonar. Entiendo que quieras mantener tus problemas lejos de una completa desconocida y que fui demasiado entromentida en tu discusión con aquel hombre...
— Juls, no es eso, pero...
— espera. Lo que quiero decir es que yo lo lamento por tomarme esto tan personal, pero tienes que saber que no me arrepiento de intervenir. Ese maestro estaba siendo un completo idiota sin importar lo que haya detrás se todo eso, él no deberia tratarte de esa manera. Y si vuelvo a ver que él tiene otro comportamiento contigo de esa manera, no esperes que me contenga. Yo volvería a intervenir las veces que sea necesarias.
— No deberías — Valentina comenzó a negar sintiendo como restos de lágrimas se acumulaban en sus ojos. Estaba conmovida por la persona tan generosa y defensora que podía ser Juliana, pero también molesta consigo misma por estar ocultando algo.
— Val...
— pero gracias... — murmuró Valentina llevando a Juliana en un abrazo que sorprendió gratamente a la morena. Un abrazo que le erizo la piel completamente. Juliana sonrió acariciado su cabello y disfrutando del delicioso aroma que Valentina irradiaba no sabiendo si es que ella siempre olía de esta forma o sólo era algún perfume caro que seguramente usaba. No le importaba en realidad, lo único que importaba es que Valentina la estaba abrazando y que parecía que ahora podrían retomar su amistad.
— Es aquí... — indicó Juliana a Alirio que estacióno en el lugar.
— Esta bien Alirio, sólo bajamos nosotras — dijo Valentina cuando el hombre tuvo la intención de bajar para abrir sus puertas. Alirio asintió y aguardo mientras ellas bajaban.
Se encontraban en la entrada de la casa de Juliana.
— Me gustaría saber algo. — dijo Juliana deteniéndose justamente en la puerta. Valentina miro la espalda con curiosidad.
— ¿y qué es eso?
Juliana giro para mirarla de frente. — ¿me vas a decir cual es el problema que tienes con Jefferson?
Por supuesto, Valentina no creyó que Juliana lo dejaría ir fácilmente porque incluso si ella estuviera en su lugar haría lo mismo.
— Lo voy a hacer. — aceptó — pero ahora no puedo. — El ceño de Juliana se frunció. — sólo... Juls, dame tiempo para solucionar esto y yo después diré todo lo que quieras saber ¿ok? Lo prometo.
Valentina levantó la mano mostrando sólo su meñique levantado. Juliana levantó la ceja.
— ¿un pinky promise? — sonrió la morena tomando el meñique con el suyo. Valentina se encogió de hombros.
— para mi este tipo de promesas tienen mucho valor.
Juliana asintió. — Esta bien, aceptó eso... Pero prometeme también que te vas a cuidar. Jefferson en verdad me preocupa porque aquel día, él en verdad se veía molestó y...
— deja de preocuparte por eso... — Valentina sonrió atrayendo a Juliana en un nuevo abrazo — eso se va a solucionar ¿bien?
Juliana asintió respirando una vez más el suave aroma de Valentina.
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"¿qué es lo que vas hacer, Pam?" La pregunta que Valentina le había echo el día anterior seguía rondando en su cabeza ¿qué es lo que iba hacer entonces?. Ella no lo sabía, pero ese algo tenía que resultar con el despido inmediato de Jefferson.
— Hola Carlita ¿cómo ha estado? — la señora sonrió amable ante la presencia de Pamela.
— señorita Carvajal ¿qué la trae por aquí tan temprano? — Pamela dio un vistazo a su alrededor antes de acercarse más a la secretaria del director.
— bueno, fue usted quien me mandó un mensaje porque dijo que me tenía una información.
La señora se levantó tomando una carpeta de hoja de su escritorio — tengo copias que sacar, quizá podría acompañarme — y con eso comenzó a caminar seguida de Pamela.
— ¿cuánto es lo que quiere está vez? — cuestiono Pamela cuando Carla no dijo nada después de un rato en la copiadora.
— la información es sobre su profesor favorito y usted dijo que le urge ¿aún lo hace?
Pamela soltó un risa. Esto obviamente le iba a salir caro.
— No Sergio, el valor de X sería mucho menos de lo que pones ahí. — El chico tiró el lápiz sobre la mesa frustrado por los pocos resultados que estaba teniendo. — inténtalo otra vez. — ánimo Juliana después de un momento.
— Déjalo Juliana, esto se acabó para mi. Tengo que hacerme a la idea de reprobar y...
— nada de eso — protestó Juliana volviendo abrir la libreta que Sergio ya había cerrado. — te lo quise explicar de la forma tradicional en la que todos lo hacen, pero creo que tengo algo más sencillo.
— pero...
— sólo dame tu total atención y lo verás. si está vez te das por vencido yo te dejo en paz.
Sergio resoplo con cansancio, llevaban con esto más de 30 minutos y él no llegaba a entender la tarea de hoy. Aún así terminó asintiendo y enfocando su atención a la libreta donde Juliana comenzó a escribir un nuevo problema matemático para él.
20 minutos después.
— ten en cuenta que dependiendo del resultado que obtengas está mi futuro en juego.
— No seas exagerado... — respondió Juliana mientras revisaba el trabajo de Sergio. — además, tu muy bien lo dijiste, con dinero puedes comparar tu calificación.
— No, ese plan ya está descartado.
Juliana puso la mirada en Sergio — ¿y eso porque? — cuestionó haciendo entrega de su libreta. Sergio sonrió cuando vio que está vez Juliana no corrigió nada.
— por que se que eso no te agradaría. — Juliana soltó una risa burlona — Quiero conquistarte Juliana y se que siendo el de antes de conocernos no me va a llevar a nada.
— Sergio, yo no...
— como sea... — Sergio se levantó sin dejar que Juliana continuará con lo que iba a decir. — tengo una clase y si no me voy ahora, voy a llegar tarde. No vemos después.
Juliana asintió aún cuando el chico ya se había ido. Resoplo tirando sobre la mesa el lapiz que tenía en mano.
— Así que eres violenta — escuchó una voz divertida detrás de ella — es bueno saber otra cosa de ti.
Juliana sonrió cuando alguien pasó a su lado y se detuvo justo al otro lado de la mesa. Ambas se miraron frente a frente. — es sólo que... es muy frustrante que la gente no te deje hablar aveces.
Pamela asintió tomando el mismo asiento en el que momentos antes ocupaba Sergio. — ¿sucedió algo?
Juliana observó con total atención a la que creyó era Valentina. La mujer llevaba una camisa blanca el cual no pudo evitar notar que se amoldaba muy bien a su cuerpo. Tenía los primeros dos botones sueltos y las mangas remangadas — que bonita camisa.
Una ceja levantada fue la respuesta de Pamela antes de mirar su misma camisa. — Gracias, pero eso no es lo que esperaba como respuesta.
Juliana suspiro.
— Vamos Juliana, no se supone que somos amigas.
Pamela sabía que no debería estar haciendo esto. Incluso ella no debería estar hablando con Juliana porque Valentina se lo advirtió, pero cuando la vio hablando con Sergio, eso la hizo detenerse y acercarse cuando este se había alejado.
No debería estar haciendo esto... ni tampoco debio de haber sentido aquella emoción que recorrió su cuerpo cuando Juliana halago su camisa. Pero ya estaba todo echo y ahora no se iba detener, no cuando Juliana se estaba convirtiendo en algo inevitable.
— Lo se — Juliana respiró antes de continuar — se trata de Sergio. Él... parece que le gustó. — dijo un tanto insegura.
Pamela asintió.
— Y es un chico agradable, fue él único que hablo conmigo cuando nadie lo hizo y pensé que en algún momento se cansaria de mi si lo seguía rechazando, pero parece que no lo hace.
— ¿tú sabes que si fue el único que te hablo, fue porque quería meterse en tus pantalones? — Pamela cuestionó con sinceridad sin importarle que debería estar actuando como su hermana, y no como ella misma.
Juliana hizo una mueca incómoda pero aún asi terminó asintiendo. — me crié en una de las partes menos bonitas de Texas, se cuando un hombre se te acerca y quiere algo más que una amistad.
— ¿y porque no simplemente te alejas?
— ¿tú crees que no lo he intentado? Pero Sergio parece demasiado persistente a lo que quiere. — Pamela asintió, quien mejor que ella para saber que ese chico no se detenía a sus obsesiones. — ademas, cuando no te está invitando a salir, él en realidad es alguien entretenido con quien hablar.
— quizás deberías salir con él
Juliana frunció el ceño — pero él no me interesa.
— por eso. — Pamela respondió como si fuera obvio, pero cuando Juliana parecía aún no entenderlo puso los ojos en blanco. — dale lo que él quiere, hazle ver que no van a funcionar, y después le dices como te sientes al respecto, y asunto resuelto.
— eso no tiene sentido.
— ¿Juliana... — Pamela murmuró inclinado su cuerpo sobre la mesa y Juliana hizo lo mismo al instante que asintió. — ... has tenido citas alguna vez?
— No — respondió sin importancia — me concentro demasiado en la escuela y el trabajo, no tengo tiempo para eso. Y mi padre era demasiado estricto conmigo con respecto a salir con chicos.
— ¿ningún chico? — Pamela cuestionó algo impresionada. En verdad alguien como Juliana nunca había salido con nadie. Ella era hermos y apostaba a que cualquiera que la conociera la hubiera invitado a salir.
— En verdad no me preocupa. Nunca me he interesado en alguien — Juliana se enderzó en su asiento sin dejar de mirarla — quizás cuando en realidad me interese en alguien, será mi primera preocupación.
Pamela sonrió burlona ante la declaración — Oh, vamos Juliana, eres joven y estamos en una de las mejores universidades de México. La mayoría de las personas aquí son hombres muy atractivos... incluso las mujeres — murmuró cuando una mujer rubia en un vestido estallado, muy hermosa a la vista, paso por donde se encontraban.
Juliana sólo miro de reojo a aquella mujer mientras que por su parte Pamela tardó más y no fue que apartó la su atención de la chica cuando está dio vuelta por un edificio.
— que? — pregunto Pamela cuando se cruzó con la mirada atenta de Juliana.
Ella negó con la cabeza tomando el lápiz que momentos atrás había golpeado en la mesa y lo guardo dentro de su mochila.
— Juliana, dime...
— No es nada, solo que recordé que tengo que ir a clases.
— por supuesto — resoplo Pamela — nada tiene que ver en como mire a esa chica ¿cierto?
Los inútiles movimientos que las manos de Juliana estaban haciendo dentro de su mochila, fingiendo que acomoda algo, se detuvieron. Lanzando una mirada rápida a su alrededor, Juliana se inclinó sobre la mesa y susurro hacia Pamela. — tú... ehm... ¿te... gustan las chicas?
Pamela enarco una ceja divertida. — ¿eso sería algo malo?
— ¡No! Por supuesto que no. — ae alarmó — Quiero decir, yo apoyo al mil por ciento a la comunidad.
— ¿la comunidad?
— Si, ya sabes, a los lgbt+... hey, una vez fui a un pride en Texas — recordó Juliana con emoción — no fui parte de ella, pero fue una experiencia única poder estar ahí.
— ¿y eso que tiene que ver conmigo?
A esta altura de la conversación, la diversión de Pamela al ver y escuchar las reacciones de Juliana estaban siendo lo mejor de su día. Ella ahora se veía tan confundía y temerosa de haber dicho algo fuera de su límite que estaba llegando a ser tan... tierno.
Pamela resoplo con la intención de no terminar suspirando ante su última declaración interna.
— Lo siento, no debí... se que esto no es asunto mío y no deberías responder mi estúpida pregunta, Val.
Y si como escuchar el nombre de su hermana fuese un gran peso que cayera encima de su cuerpo, su diversión se esfumó al recordar que ella no estaba conversando con Juliana, sino Valentina.
Pamela ciertamente y sin temor, podría responder que si, a ella le gustaban las mujeres tanto como lo hacían los hombres. Eso era algo que su misma familia sabía. Sus experiencias con chicas no era algo de lo que se avergonzara, porque si, quizás no usaba alguna etiqueta para definirse, pero en definitiva la palabra "heterosexual" no era algo a lo que la describía... ¿pero que era de Valentina? Eso no era algo que no podría responder por ella, pero el echo de sólo haber tenido sólo novios y que alguna vez le cuestionó si le interesaría algún contacto sexual con alguna chica y Valentina respondió con un "ellas son hermosas, pero no estoy interesada en mujeres" pues... eso era ser hetero ¿no?.
— estoy en una ruptura reciente, Jul. — respondió Pamela esperando que esa fuera un explicación suficiente.
Y lo fue.
— por supuesto, si... lo siento.
— deja de disculparte. — Juliana asintió enfática haciendola sonreír. — y bueno, regresando al tema, creo que tengo un plan para ayudarte a quitarte a Sergio de encima.
— ¿cuál?
— una cita doble
'Una mala idea' pensó Juliana. Ella no creía poder soportar una cita con Sergio, menos lo iba hacer con otras personas más ahí. — no creo que...
— Yo estaré ahí contigo — el ceño de Juliana se fruncio — Yo seré tu otra cita.
*Así es como me Imgine vestida a Pamela xd*
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#QuédateEnTuPutaCasa (si puedes)