LENA
Cuando volví al cuarto, vi a Kara esperándome, sentada en la cama. Se había quitado la camiseta que se había puesto y me miró, sonriendo.
-Kara: Ven... - dijo alargando su mano hacia mí.
-Lena: ¿Seguro que puedes? No quiero que te hagas daño. – dije, cerrando la puerta y caminando hacia ella.
-Kara: Sí... - dijo, levantándose – Túmbate.
Me acerqué a ella y la cogí con suavidad de la cintura, besándola. Miré la cicatriz de su pecho, acariciándola. Sabía que no le gustaba, que a ella le seguía pareciendo horrible. Pero a mí me parecía todo lo contrario. Eso demostraba que Kara había tenido que luchar desde bien pequeña para salir adelante y, a pesar de todo lo que le había pasado, no se había rendido. Luego bajé la mano hasta el vendaje de su vientre y lo toqué con mucho cuidado, mientras besaba su hombro.
-Kara: Lena... - jadeó.
-Lena: ¿Te hice daño? – pregunté, mirándola.
-Kara: No. Es que...
-Lena: No te avergüences de nada, Kara. No conmigo, por favor. – susurré – Estoy convencida de que esta apenas se notará, así que no te preocupes por eso ahora. Y si se notara... Nuestros hijos han salido de ahí. Es algo para lucir con orgullo. Yo estoy orgullosa de esto. Y en cuanto a esta... -dije, acariciando de nuevo la de su pecho – Yo no veo una cicatriz horrible. Yo veo la marca de guerra de una superviviente, Kara. Alguien fuerte, valiente... y maravillosa.
-Kara: Amor... Túmbate... - dijo, empujándome sobre la cama.
Me tumbé con cuidado de no hacerle daño. Ella me miró, y miró la cama, como si estudiase la forma en la que ponerse sin hacerse daño.
-Lena: No tenemos que hacer nada, cielo. Puedo esperar.
-Kara: No. – dijo – Ya has esperado demasiado. Te lo mereces.... – dijo, desabrochando mi pantalón del todo y quitándomelo – Joder, amor, sí qué te alegras de verme... - dijo riéndose.
-Lena: ¿Y quién no se alegraría de ver algo tan hermoso, eh?
-Kara: Eres una pelota... - dijo agachándose y besándome.
-Lena: Sólo digo la verdad.
La sentí sentarse a mi lado y rodear mi miembro con su mano, empezando a moverla despacio.
-Kara: ¿Está bien así...?
-Lena: Más rápido.
-Kara: Bien... - dijo subiéndose sobre la cama con cuidado y arrodillándose entre mis piernas.
-Lena: Kara, cielo...
-Kara: Tranquila... No me harás daño. Así es más fácil para mí. La otra postura es muy incómoda.
-Lena: Está bien...
Me relajé, sintiendo cómo Kara empezaba a mover su mano por mi miembro, arriba y abajo, cada vez más rápido.
-Lena: Kara... - dije, jadeando.
-Kara: ¿Más rápido...? – dijo, empezando a moverla más rápido.
-Lena: Oh, joder...
-Kara: ¿Qué pasa, no lo hago bien, amor? – preguntó preocupada.
-Lena: Sí, mi vida, es.... Sigue.
-Kara: Bien... - dijo, moviendo su mano cada vez más rápido. No hacía nada más, pero me estaba poniendo a cien.
-Lena: Más fuerte....
-Kara: ¿Fuerte...? ¿Así...? – dijo, apretando un poco más.
-Lena: Sí, así.... – dije, apretando las sábanas con fuerza- Oh, mierda, no creo que aguante mucho....
-Kara: No lo hagas... - dijo.
-Lena: Oh, ¡¡Jodeeeeeer! – grité, corriéndome. Miré a Kara, que se había quedado en silencio - ¿Kara?
-Kara: ¿Cómo podías tener todo eso ahí dentro...? – dijo.
-Lena: ¿Qué...?
-Kara: Tendremos que cambiar las sábanas... - dijo riéndose – Pero antes.... No te muevas – dijo, sujetando mis piernas con fuerza.
-Lena: ¿Que no me...? Oh, dios, Kara, ¿qué estás...? –Dije, mirando y viendo a Kara lamer mi miembro lentamente.
-Kara: Te limpio...
-Lena: Oh, mierda...
-Kara: Creo que a tu amiguito le gusta. Mira cómo está otra vez... ¿En serio te queda algo ahí dentro, amor?
-Lena: Kara... - dijo, empezando a lamer de nuevo. Poco después, volví a correrme.
-Kara: Creo que no podré limpiarlo todo... Dame un minuto – dijo levantándose y volviendo poco después con una toalla, ayudándome a limpiarme - ¿Qué te ha parecido?
-Lena: ¿Qué qué me ha parecido? Cielo, ha sido...
-Kara: Siento no poder darte más por ahora... - dijo sentándose en la cama y agachando la cabeza. Me senté a su lado.
-Lena: No necesito más. Puedo esperar a que estés recuperada. Tranquila.
-Kara: ¿Segura?
-Lena: Sí... Siéntate en esa silla mientras cambio las sábanas.
-Kara: Te ayudo.
-Lena: No. No puedes agacharte. Ya lo hago yo.
Tras cambiar la cama, nos metimos en la ducha. Ayudé a Kara a lavar su herida con cuidado y la vendé de nuevo. Luego, terminé de ducharme yo recordando lo que había pasado hacía tan solo algunos minutos en esa cama. Kara nunca dejaba de sorprenderme.
Después de comer nosotras, y de que Kara diese de comer al os bebés, tras asegurarse de que Collin estaba bien, nos tumbamos un rato. Me despertó el zumbido de mi móvil. Lo había dejado sin sonido para no despertar a Kara. No conocía el número. Descolgué.
-Lena: ¿Sí...? Mike... - dije sorprendida - ¿Qué...? Espera... - dije levantándome y encerrándome en el baño – Repíteme eso... ¿Estás seguro? Vale, iré para allá ahora mismo. No quiero hablar de esto por teléfono. Gracias – dije colgando. Busqué otro número en la agenda de mi móvil- ¿Alex? Escucha, necesito que Sam y tú vayáis ahora mismo a la prisión. Mike me ha llamado. Es algo serio. Nos vemos allí en treinta minutos. – dije colgando. Salí del baño y me acerqué a la cama. –Kara, cielo..
-Kara: Humm... - dijo, abriendo los ojos.
-Lena: Tengo que salir un momento, ¿vale? Voy a hacer unas cosas con Alex y Sam, vuelvo enseguida.
-Kara: Vale, amor... ¿Puedo seguir durmiendo?
-Lena: Claro... – dije besándola.
Tras vestirme, le pedí a J'onn que me llevase a la prisión. Allí me encontré con Alex y Sam , que ya esperaban en la puerta.
-Alex: ¿Qué pasa?
-Lena: Mike me ha llamado. Maxwell ha recibido hoy una visita.
-Alex: ¿De quién?
-Lena: De mi padre. Y créeme.... No puede ser para nada bueno.
MIKE
3 de Marzo de 2020
Estaba en mi celda, caminando de un lado a otro, nervioso. Hacía casi media hora que había llamado a Lena. En ese momento, un guardia vino a buscarme y me llevó a una sala. Vi entrar a Lena, Alex y Sam, la abogada de Kara.
-Mike: Gracias por venir...
-Alex: ¿Qué pasa?
-Mike: ¿No te lo ha contado Lena?
-Lena: Sólo por encima, lo poco que tú me has dicho.
-Mike: Vale. Esta mañana, tu padre – dije señalando a Lena- vino a ver a Maxwell. Pude escuchar algo de la conversación. Kara está en peligro.
-Lena: ¿Cómo...? ¿Kara?
-Alex: Mike, empieza a hablar.
-Mike: De acuerdo...
****FLASHBACK****
Esa mañana me habían ordenado limpiar las salas de reuniones. Estaba en ello cuando vi a Maxwell entrar en una de ellas, junto a dos policías. Los policías salieron y se quedaron en la puerta. Poco después, vi entrar a Lionel Luthor en la misma sala en la que estaba Maxwell. Eso no podía traer nada bueno, tenía que saber qué se traían entre manos. Cogí el cubo y, al llegar a la altura de la sala, lo dejé caer, derramando todo el agua.
-Policía 1: ¡¿Serás inútil?! – gritó, al ver todo su pantalón mojado.
-Mike: Lo siento.
-Policía 2: ¡Recógelo! – gritó, empujándome contra el suelo.
-Policía 1: Vamos a cambiarnos. Cuando volvamos, queremos todo esto limpio, ¿me has oído, inútil?
-Mike: Sí... - dije mirando cómo se alejaban. Cuando giraron la esquina, abrí con cuidado la puerta. Lo justo para poder oír lo que decían.
-Maxwell: ¿Y qué gano yo a cambio?
-Lionel: Lo que siempre has querido. Deshacerte de Kara Danvers.
-Maxwell: Así que quiere tomar el control de todas tus empresas. Vaya con la rubita.... – dijo riéndose - ¿Y cómo piensas sacarme de aquí?
-Lionel: Tengo contactos. Dame un par de días y estarás fuera. No me importa lo que hagas, o cómo lo hagas. Sólo deshazte de ella. Eso sí, no toques a mi hija.
-Maxwell: ¿Ni siquiera un poquito? Te recuerdo que estoy aquí por su culpa. También quiero vengarme de ella.
-Lionel: Lena no entra en el trato.
-Maxwell: Está bien.
-Lionel: Tendrás noticias nuevas mañana por la noche – dijo levantándose.
Parecía que iba a irse, así que cerré la puerta y me puse a recoger el desastre que había provocado. Agaché la cabeza para que no me reconociera. Me miró y se detuvo.
-Lionel: Date prisa, o alguien se abrirá la cabeza con tanta agua – dijo alejándose - ¿Tu madre nunca te enseñó a fregar? Aquí aprenderás por las malas.
Terminé de recoger, justo cuando los guardias de antes volvían.
-Policía 1: ¿Aún no has terminado?
-Mike: Sí, ya está.
-Policía 1: Pues largo.... – dijo.
Me alejé y, esa misma tarde, para que no resultara sospechoso, pedí que me dejasen hacer una llamada. Lena y Alex habían conseguido algunos privilegios para mí, si es que podía llamarlos así. Entre ellos, estaba el de poder llamarlas a ambas.
****FIN FLASHBACK****
-Mike: Y eso es todo...
-Lena: ¡¿Será....?!
-Alex: No podemos dejar que salga. Sam...
-Sam: Veré que puedo hacer. Pero si Lionel quiere sacarle, no creo que haya nada que pueda impedirlo.
-Lena: Yo sí...
-Alex: ¿Tienes una idea?
-Lena: Sí. Mike, gracias por tu ayuda. Y tranquilo, Maxwell no saldrá de este agujero.
-Mike: Eso espero. Yo... Sé que tal vez es tarde para esto, pero... No quiero que le pase nada a Kara. Cuando supe que ella y Alex eran mis hermanas, yo... No quiero que os hagan daño – dije, mirando a Alex.
-Alex: Kara estará a salvo, te lo prometo – dijo, apretando mi mano. – Gracias por avisarnos, Mike.
-Lena: Me encargaré de que esto que acabas de contarnos sea beneficioso para ti.
-Mike: Gracias...
LENA
Cuando salimos, Alex me cogió de la muñeca.
-Alex: ¿Qué piensas?
-Lena: Destruir a mi padre.
-Sam: Lena...
-Lena: Tranquilas, lo haré todo de forma legal. Ir a casa, nos veremos allí en un par de horas. No le digáis nada a Kara. Si pregunta, decid que fuimos a ver algo para la boda y que yo me entretuve tomando un café con mi madre – dije, subiendo al coche. – J'onn, al despacho de Cat Grant.
Cuando llegamos, me acerqué a la secretaria de Cat.
-Secretaria: ¿Puedo ayudarla?
-Lena: Quiero hablar con Cat Grant. Ahora mismo. Es urgente.
-Secretaria: Ahora mismo está reunida con...
-Lena: ¡Como si está reunida con el mismísimo papa! ¿Necesito hablar con ella AHORA!
-Helena: ¿Qué pa...? Lena... - dijo abriendo la puerta del despacho de Cat – Hija, ¿qué haces aquí?
-Lena: Mamá... Necesito hablar con Cat y contigo ahora mismo.
-Helena: Claro, pasa... - dijo haciéndome entrar.
-Cat: Espero que sea importante. Como ves, no estoy reunida con el papa, pero espero que al menos tu madre si sea digna de tu respeto.
-Lena: Lo siento. Es muy importante. Mi padre va a intentar sacar a Maxwell Lord de la prisión para que vaya a por Kara.
-Helena: ¿Qué?
-Cat: Eso es un problema...
-Lena: Por eso he venido. Sé lo que hablasteis con Kara esta mañana. Lo de comprar la mayor parte de cada una de las empresas de mi padre.
-Cat: Si, justo estábamos terminando de redactar los documentos para que tu padre los firme mañana.
-Lena: Quiero que hagas unos cambios... Y que le citéis en nuestra casa mañana para firmarlos. Decidle que se necesita también la firma de Kara y que como ella no se puede mover, tiene que ir allí.
-Helena: ¿Y cuáles son esos cambios?
Se los conté rápidamente. No quería dejar a Kara sola. Aunque sabía que Alex y Sam estarían con ella y los bebés, necesitaba llega a casa y asegurarme de que estaban bien.
-Cat: ¿Estás segura de esto?
-Lena: Sí. Es lo mejor para todos. No aviséis a Kara.
-Helena: Se enfadará.
-Lena: Es posible. Pero entenderá que lo hago para proteger a nuestra familia. Debo irme.
-Helena: Claro, haremos los cambios ahora y nos pondremos en contacto con Lionel. ¿A qué hora?
-Lena: A las nueve.
-Cat: De acuerdo.
Después de eso, me despedí de mi madre con un beso y un apretón de manos con Cat y salí. Volví a subir al coche y le pedí a J'onn que me llevase a casa.
Una vez allí, besé a Kara nada más entrar. Tenía a Collin en brazos. Sarah y Marley estaban en brazos de Alex y Sam, respectivamente.
-Kara: Vaya, ¿y esto...? Sí que te ha sentado bien ese café con tu madre.
-Lena: Lo siento, nos la encontramos y no pude negarme.
-Kara: ¿Cuál de ellas?
-Lena: Helena.
-Kara: ¿Y qué fuisteis a mirar? Apenas hace unos días que lo anunciamos, ¿qué prisa os ha entrado?
-Alex: Te lo he dicho, Kara. Ese lugar es perfecto para la celebración, pero la lista de espera es larguísima. Queríamos ver si Lena podría convencer al dueño, pero fue inútil.
-Kara: ¿Y Helena estaba allí?
-Lena: No. Luego fuimos al centro. Sam tenía que dejar unos papeles allí cerca y fue cuando nos la encontramos.
-Kara: Oh...
-Lena: En fin, es tarde. ¿Os quedáis a cenar?
-Alex: No, nosotras nos vamos. Kara parece cansada – dijo, dejando a Sarah en su cuna, mientras Sam hacía lo mismo con Marley.
Cuando Alex y Sam se fueron, ayudé a Kara a acostar a nuestros hijos. Cenamos tranquilamente con Eliza y nos fuimos a la cama. Kara estaba muy callada, cosa que me llamó la atención.
-Lena: Cielo, ¿estás bien?
-Kara: No.
-Lena: ¿Qué pasa...? – pregunté acercándome a besarla. Kara me apartó el rostro.
-Kara: Vuelves a mentirme, Lena.
-Lena: ¿Qué?
-Kara: Me mientes...
-Lena: ¿Por qué crees eso?
-Kara: ¿Sabes? En todo este tiempo he aprendido a conocer cada pequeño detalle de ti. Tus ojos tienen un ligero cambio de color cuando mientes.
-Lena: ¿En serio?
-Kara: Sí.
-Lena: Kara...
-Kara: ¿Qué me ocultas?
-Lena: No es nada, cielo...
-Kara: Bien. Puedes dormir en el sofá. Buenas noches... - dijo tapándose con la manta.
-Lena: Pero... - dije, intentando meterme en la cama.
-Kara: He dicho al sofá, Lena.
-Lena: Está bien... - dije suspirando – Que estuve con mi madre es cierto. Pero no me la encontré, fui a verla. A ella y a Cat.
-Kara: ¿Por qué? – preguntó, sentándose de nuevo en la cama y mirándome.
-Lena: Es que...
-Kara: Tienes cinco segundos para responderme, Lena. O dormirás en el sofá todo el mes. Cuatro... Tres... Dos... Uno...
-Lena: ¡Mi padre fue a ver a Maxwell! – grité.
-Kara: ¿Qué...?
-Lena: Mike me llamó. Mi padre fue a visitar a Maxwell. Entonces decidí llamar a Alex y a Sam para que me acompañaran. Sam es tu abogada en este tema, tiene que estar enterada de todo. Y si no le hubiese dicho nada a tu hermana, me habría matado.
-Kara: Ah, ella si te da miedo.... – gruñó - ¿Qué quería Lionel de....?
-Lena: Al parecer le prometió que le sacaría de la cárcel en dos días.
-Kara: ¡¿Qué?! ¡No! ¡No puede salir, Lena, no puede....!
-Lena: Eh, eh, tranquila... - dije sujetándola por los brazos, tratando de calmarla. – Por eso fui a ver a mi madre y a Cat.
-Kara: ¿Para qué...?
-Lena: Tengo un plan para impedírselo.
-Kara: ¿Cuál...?
Suspiré y me senté a su lado, abrazándola. Kara estaba nerviosa. Sólo escuchar el nombre de ese desgraciado la ponía así. La pegué a mí, acariciando su pelo con ternura. Empecé a contarle mi plan. Ella me escuchaba atentamente, asintiendo de vez en cuando.
-Lena: ¿Cómo lo ves?
-Kara: ¿Crees que funcionará?
-Lena: Conozco a mi padre, sé que lo hará.
-Kara: Podemos intentarlo... - dijo- Pero no entiendo por qué me mentiste sobre eso.
-Lena: No quería preocuparte. Cariño, sé lo mal que te pone cualquier cosa relacionada con Ma... bueno, ya sabes con quién. No quería que te preocuparas sin motivos. Sólo quería que estuvieras tranquila. – Se quedó callada durante un rato - ¿Sigues queriendo que me vaya al sofá?
-Kara: No... Ahora no sería capaz de dormir sin ti a mi lado después de esto. Aunque siga enfadada contigo. – dijo – Entonces...¿ A qué hora vendrá tu padre a casa mañana?
-Lena: A las nueve.
-Kara: Bien. – dijo mientras ambas nos tumbábamos y ella se acurrucaba entre mis brazos. – Espero que funcione.
-Lena: Tranquila. Intenta descansar... - dije, besándola – Buenas noches.
-Kara: Buenas noches, amor...
KARA
4 de Marzo de 2020
Me levanté temprano. Lena ya estaba despierta. Tenía a Collin en brazos, bajo la atenta mirada de Krypto.
-Kara: Dámelo, le daré de comer – dije, sentándome en la cama.
-Lena: Eh, buenos días... - dijo sonriéndome. - ¿Dormiste bien?
-Kara: Sí. Siempre duermo bien contigo cerca. – dije, mientras Lena dejaba a Collin en mis brazos. Le miré - ¿Tienes hambre?
Collin hizo un ruidito, mirándome.
-Lena: Creo que eso es un sí.
-Kara: Sí, eso creo... - dije, levantándome la camiseta que llevaba y acercando a Collin a mi pecho. Empezó a succionar con ganas. – Y mucha...
-Lena: Cuando acabes con ellos, nos ducharemos y bajaremos a desayunar. Mi madre y Cat no tardarán mucho en venir.
-Kara: De acuerdo...
Tras darles de comer, Lena me ayudó con la ducha. Desayunamos con mi madre y le pedimos que se quedase un rato con los bebés mientras nosotras nos encargábamos de un pequeño asunto en el salón.
-Eliza: ¿Está todo bien?
-Lena: Sí. Sólo tenemos que terminar de aclarar un asunto con mi padre.
-Eliza: Estaré arriba con ellos entonces.
-Lena: Gracias...
-Kara: Gracias, mamá...- dije sonriéndola.
A las Ocho y media, llamaron al timbre. Martha pasó al salón con Cat y Helena.
-Cat: Buenos días Kara... - dijo mirándome - ¿Lena te puso al día?
-Kara: Tarde. Pero lo hizo.
-Cat: Lo supuse al verte aquí... - dijo sentándose.
-Helena: Entonces revisemos los documentos antes de la firma – dijo sacándolos y tendiéndomelos. Los leí junto con Lena y luego miré a Cat y Helena - ¿Todo en orden?
-Kara: Sí. Supongo que también modificasteis los otros.
-Cat: ¿Los que pondrías a nombre de Lena? Por supuesto.... – dijo, tendiéndomelos.
-Kara: Bien... - dije tras leerlos.
Pasaban diez minutos de las nueve cuando el timbre volvió a sonar. Martha entró con Lionel.
-Lena: ¿Dónde dejaste a tus abogados?
-Lionel: No los necesito. Acabemos con esto cuanto antes. ¿Dónde están esos malditos papeles?
-Kara: Aquí... - dije, cogiéndolos antes que Lena. Le hice un gesto para que me dejase ocuparme del tema. Le tendí los papeles a Lionel.
-Lionel: ¿Tenéis un bolígrafo? – preguntó.
-Lena: ¿No piensas leerlos antes?
-Lionel: ¿Para qué...? Como ya he dicho, quiero acabar rápido con esto. Ya vais a controlar la mayor parte de mis empresas, así que.... – dijo, firmando.
-Kara: ¿Está seguro de que no quiere leerlos antes?
-Lionel: He dicho que no.
-Cat: Son tres copias de cada... - dijo, tendiéndole el resto.
-Lionel: Bien, ya está... - dijo dándome los papeles de nuevo. Los revisé.
-Kara: Está correcto. Cat, por favor, ¿puedes darme los otros papeles?
-Lionel: ¿Qué otros papeles?
-Kara: Oh, nada importante. Simplemente, voy a traspasarle todo a Lena. Una vez hecha la compra, puedo hacerlo. Helena, asegúrate de que le llegue el dinero al señor Luthor hoy mismo.
-Lionel: ¿Cómo? ¿A Lena? ¿Ella va a ser la...?
-Lena: ¿Sabes, papá? Jamás pensé que podrías llegar a ser tan estúpido – dijo, mientras yo firmaba los papeles.
-Kara: Lena va a ser la dueña del cien por cien de sus empresas, señor Luthor. Debió leer esos papeles antes de firmarlos.
-Lionel: ¡¿Cómo?! – dijo mirándolos, nervioso.
-Kara: Sabemos lo que tenía pensado hacer con Maxwell Lord. Me gustará ver cómo lo intenta sin dinero, y sin contactos.
-Lionel: Tengo las dos cosas. Con lo que me vas a pagar por las empresas...
-Lena: Sí, en cuanto a eso.... – dijo, medio sonriendo – No vas a recibir nada. Amablemente le has cedido a Kara el cien por cien de tus negocios. Y luego ella, me los ha cedido a mí. Te has quedado sin nada.
-Lionel: ¡No es posible, no podéis hacerme esto! ¡Me habéis engañado!
-Helena: Nadie le ha engañado, señor Luthor. Las chicas le aconsejaron que leyera los papeles antes de firmarlos, algo que usted no quiso hacer y firmó sin más, lo que quiere decir que está conforme con todo. Lo siento, no hay nada que pueda hacerse ya.
-Lionel: Pero...
-Lena: Tranquilo... Tampoco te hemos dejado en la calle. Aún te queda la mansión Luthor. Puedes venderla o hacer lo que quieras con ella.
-Lionel: Si la vendo... ¿Dónde viviré?
-Kara: Bueno, hay alcantarillas de sobra en National City. Total, las ratas no necesitan mucho más.
-Lena: Ahora vete de nuestra casa y no vuelvas por aquí nunca, ¿entendido?
-Kara: Ah, por cierto. No todas las empresas han sido para Lena. Algunas han sido para Lillian. Ha sido usted muy generoso, señor Luthor. Nos encargaremos de que se sepa en todas partes.
Cuando Lionel se marchó, furioso, Cat nos miró.
-Cat: ¿Cómo sabíais que esto saldría bien?
-Kara: Yo no lo sabía.
-Lena: Yo sí. Conozco a mi padre. Sabía que querría acabar con esto cuanto antes y ni se molestaría en leer los documentos. No cree que yo pudiera ser más lista que él, así que...
-Kara: Mi cerebrito... - dije besándola.
-Lena: ¿Tú no estabas enfadada?
-Kara: No, ya no.
-Lena: Bien... Cat, mamá... Quiero que vosotras seáis quienes lleven todos los asuntos relacionados con esto. Lo primero que quiero hacer es cambiar el nombre. Dejarán de llamarse Luthor Corp y serán sólo L-Corp. Además, quiero un informe de todos los empleados. Quiero saber a quiénes puedo conservar y quiénes deben irse a la calle de forma inmediata.
-Helena: Bien.
-Lena: Lo mismo con los socios e inversores. No quiero a nadie que tenga negocios o asuntos ilegales. En cuanto a Lex... Seguirá recibiendo el mismo dinero que recibía de parte de mi padre. Él no tiene culpa de nada y siempre ha estado cuando le he necesitado. No debe salir perjudicado de todo esto.
-Cat: De acuerdo. ¿Algo más?
-Lena: Pues... - me miró – Cielo, ¿el nombre te parece bien?
-Kara: ¿L-Corp? Por supuesto amor, son tus empresas, puedes llamarlas como quieras.
-Lena: Supongo que deberé devolverte todas las empresas de tu familia que pusiste a mi nombre.
-Kara: No. Son tuyas.
-Lena: Pero...
-Kara: No voy a discutir sobre eso.
Cuando Helena y Cat se marcharon, me acerqué a Lena, abrazándola.
-Lena: ¿Y esto?
-Kara: Porque sé lo difícil que debe estar siendo esto para ti, amor. Después de todo, es tu padre.
-Lena: Gracias... - dijo escondiendo la cabeza entre mi hombro y mi cuello y empezando a llorar.
-Kara: Amor... - dije acariciando su espalda – No llores. No lo merece.
-Lena: Tienes razón... - dijo secándose las lágrimas.
Cuando Lena se calmó, subimos a ver a los bebés. Eliza estaba cambiando a Marley . Sarah hacía gestos divertidos con sus manos y Krypto estaba sobre sus patas traseras, apoyado en la cuna de Collin, mirándole y tratando de alcanzarle con su pata.
-Kara: Krypto, no... - dije apartándole. Sabía que Krypto no le haría daño, y además, Lena y yo le teníamos muy limpio y cuidado, pero Collin no estaba tan fuerte como sus hermanas y no quería arriesgarme a que cogiera algo. Cogí a Collin en brazos y él me miró, riéndose. Aún no sabíamos de qué color serían sus ojos, ni su pelo. De ninguno de los tres. Pero Collin tenía la sonrisa de Lena. Mientras, Lena revisaba algunos papeles.
-Lena: Kara... Se nos pasó la revisión de los bebés y la tuya la semana pasada.
-Kara: ¿Qué? ¿Estás segura?
-Lena: Sí, mira... - dijo enseñándome los papeles- Con todo este jaleo... Pediré cita para hoy.
-Kara: ¿Podrían venir a casa? Estoy algo cansada hoy.
-Lena: Claro. Iré a llamar. – dijo saliendo.
-Eliza: ¿Está todo bien?
-Kara: Sólo estoy cansada...
-Eliza: ¿Segura? Porque conozco esa mirada, Kara. Y esa mirada me dice que algo te preocupa. ¿Qué es?
-Kara: ¿Y si lo que hemos hecho no sirve de nada y Maxwell sale de la cárcel? ¿Y si Lionel ya dejó todo preparado y pagado? Lo que hemos hecho hoy no habrá servido de nada, y... - dije, empezando a ponerme nerviosa.
-Eliza: Eh, eh... Tranquila... - dijo acariciando mi mejilla- No querrás que Lena te vea así, ¿verdad? Respira.... Eso es... Eso es, cielo... - dijo sonriéndome – Maxwell no saldrá de la cárcel. Y si lo hace, te juro que yo misma le sacaré las tripas con un tenedor.
-Kara: ¿Con un tenedor?
-Eliza: O una cuchara... Lo que prefieras.
-Kara: Gracias mamá... - dije abrazándola, con cuidado de no aplastar a Collin contra ella.
Lena apareció poco después.
-Lena: Ya está, vendrá a las cinco. ¿Te parece bien esa hora?
-Kara: Sí... - dije sonriéndola – Vaya, creo que Collin también necesita un cambio. ¿Te ocupas tú, amor?
-Lena: Claro, dámelo... - dijo cogiéndole.
El resto de la mañana pasó tranquila. Eliza nos comentó que quería volver a su casa, para sacar todo lo de Maxwell de allí y recuperar su vida. Algo que nos pareció bien. Aunque dijo que esperaría unos días más para ayudarnos con los bebés. Supongo que, después de lo que le comenté esa mañana, también le metí miedo a ella de que Maxwell volviera.
A las cinco, sonó el timbre y Martha apareció en la habitación con la doctora Lance. Lena le echó una mirada de furia.
-Lena: Vaya.... Mira quién está aquí. – dijo mientras Martha se alejaba.
-Laurel: Señora Luthor... - dijo, mirando a Lena. Luego me miró a mí y a los bebés. - ¿Tres? – preguntó, confusa – Creía que eran...
-Lena: ¿Dos? Sí, es lo que tiene prestar más atención a los pechos de mi esposa que a su embarazo.
-Kara: Lena, amor...
-Laurel: Yo...
-Lena: Usted... Va a encargarse de revisar la herida de mi esposa para asegurarse de que todo está bien. Y sólo va a revisar lo estrictamente necesario. Después, revisará a mis hijas y a mi hijo. Sobre todo a él. Ya que gracias a usted, no sabíamos que eran tres bebés y Collin nació con un problema de corazón. Por su bien, y el de su carrera, espero que mi hijo no se muera. Porque de lo contrario, le aseguro que no va a poder ejercer su profesión ni en las cloacas.
-Kara: Lena... - dije intentando calmarla.
-Lena: No, Kara. Esta mujer debe entender que si os pasa algo a alguno de los cuatro, le va a faltar infierno para correr.
-Laurel: Lo siento, señora Luthor... - dijo, bajando la mirada – Si me permite... Debo revisar a su esposa... - me miró - ¿Puede tumbarse en la cama?
-Kara: Sí...
Tras revisarme, se encargó de Marley y de Sarah. Por último se acercó a Collin. Con él estuvo bastante más que con las niñas.
-Laurel: Bueno, ya está... - dijo.
-Kara: ¿Y bien...?
-Laurel: Todo parece normal. Aunque a...
-Kara: ¿Collin?
-Laurel: Sí, Collin. Me gustaría hacerle algunas pruebas y...
-Lena: No. Ya me encargaré de que se las haga alguien en quien confíe.
-Laurel: Bueno, es posible que su hijo necesite una operación y....
-Lena: Eso ya lo sabemos.
-Kara: Lena, déjala hablar.
-Laurel: El mayor problema ahora sería que hubiera un donante para Collin. Es demasiado pequeño, y no sé cuánto podrá aguantar...
-Lena: ¿Y su idea es...?
-Laurel: Bueno... Conozco a alguien que... podría ayudarle.
-Lena: ¿Cómo?
-Laurel: Con un corazón artificial. El problema es que... Según vaya creciendo, habría que irlo cambiando por otro mayor hasta que haya un corazón de alguien de su edad para...
-Lena: No.
-Kara: Lena...
-Lena: No, Kara. Me niego a que estén abriendo el pecho de nuestro hijo cada dos por tres.
-Kara: Pero...
-Lena: ¡He dicho que no! – gritó, mirando a Laurel – Si ha terminado, ya puede irse.
-Laurel: Claro. Si cambian de opinión, háganmelo saber. – dijo marchándose.
-Kara: Lena, amor...
-Lena: No. No pienso hacerle pasar por eso, Kara. Es muy pequeño. No quiero que estén abriéndole cada cuánto... ¿seis meses, un año? Y luego las recuperaciones... No quiero hacerle pasar por eso una y otra vez. Esperaremos el tiempo que haga falta.
-Kara: ¿Y si no aguanta tanto?
-Lena: Aguantará. Porque nosotras vamos a encargarnos de que esté bien y no le pase nada hasta entonces.
-Kara: No quiero que sufra.
-Lena: Y no lo hará. Te lo prometo. – dijo acariciando mi rostro y besándome. – Mierda...
-Kara: ¿Qué?
-Lena: Olvidé preguntarle cuándo podrías...
-Kara: ¡Lena!
-Lena: Lo sé, lo sé, te dijeron que unas seis semanas. Y sólo llevamos la mitad. Esto va a matarme, ¿sabes?
-Kara: No exageres... - dije pegándome a ella y acariciando su miembro por encima de su ropa. – Los niños duermen, no les toca comer hasta dentro de un par de horas y...
-Lena: No empieces algo que no tienes intención de acabar... - jadeó.
-Kara: ¿Y quién ha dicho que no tengo intención de acabar...? Ven... - dije tirando de ella y sentándome al borde de la cama. Desabroché el pantalón de Lena y lo dejé caer al suelo, igual que su ropa interior. Su erección no tardó en aparecer.
-Lena: Kara... ¿Aquí... con ellos delante?
-Kara: Sshhh.... – dije, empezando a acariciar su miembro lentamente.
-Lena: Kara...
-Kara: ¿No quieres? – pregunté mirándola – Porque tu amiguito sí que quiere.
-Lena: Sabes que sí quiero, pero...
-Kara: Entonces cállate y déjame hacer.
-Lena: ¿Y qué vas a....? Kara, cielo, ¿estás....? Oh dios... ¿pero qué....? ¿Dónde has aprendido estas cosas? – preguntó, temblando, mientras yo lamía su miembro y me lo introducía en la boca varias veces – Ni se te ocurra morder.
-Kara: Tranquila, amor... - dije riéndome. Sentí a Lena tensarse y vi que no sabía bien qué hacer con sus manos, así que las cogí y las coloqué sobre mis hombros – Relájate...
-Lena: Lo intento, pero... Kara, no sé lo que aguantaré y no quiero hacerlo dentro de tu.... Boca... ¡Kara, cariño!
-Kara: Tranquila... - dije volviendo a rodear su miembro con mi mano y moviéndola con fuerza arriba y abajo, hasta que la escuché gritar y apretar mis hombros con fuerza, temblando. –Mira cómo me has puesto... - dije riéndome.
-Lena: Lo siento... - jadeó, mirándome – Yo no... Quería...
-Kara: Necesito una ducha. ¿Me ayudas?
-Lena: Sí....
Nos dimos una ducha y esa tarde recibimos la visita de Winn y Nia, que se lo pasaron en grande con los bebés, sobre todo Winn, que estaba encantado con Collin. Por suerte, Krypto ya empezaba a tolerar que otras personas que no fuésemos Lena o yo, le cogieran en brazos. Aunque estaba siempre muy alerta. Tras la cena, nos acostamos. Lena se quedó dormida enseguida y yo me pegué a ella, apoyando mi cabeza sobre su pecho, escuchando su corazón. Así, me quedé dormida.
5 de Marzo de 2020
Esa mañana me levanté temprano. Lena aún dormía, y los bebés también, así que decidí darle una sorpresa. Fui a la cocina y empecé a preparar el desayuno favorito de Lena. Martha entró, dejando el periódico del día sobre la mesa. Sinceramente, yo nunca le prestaba atención, pero a Lena le gustaba mirarlo. Supongo que es una costumbre adquirida de su padre. Poco después, Lena entró en la cocina.
-Lena: ¿Estás preparando el desayuno?
-Kara: Te lo mereces. Siéntate, ahora te llevo el café y el periódico.
-Lena: Gracias cielo.
Cogí la taza con el café de Lena y el periódico para llevárselo, cuando algo en la primera página llamó mi atención. Lo leí, dejando caer la taza al suelo, haciéndose pedazos.
-Lena: ¡¿Kara?! – preguntó, corriendo hacia mí – Kara, cielo, ¿qué pasa?
-Kara: M... Ma... - Dije, intentando moverme, pero estaba completamente paralizada.
-Lena: No, quieta. Estás descalza y esto está lleno de trozos de taza. Podrías cortarte. Espera... - dijo acercándose a mí y sujetándome contra ella - ¿Qué pasa...? Kara, estás temblando...
-Kara: Ma...
-Lena: ¡Martha! – gritó. Martha apareció segundos después – Trae las zapatillas de Kara, por favor. Y acércame esa silla. Creo que se va a desmayar. Kara... Eh...
Martha acercó la silla y Lena me ayudó a sentarme, mientras Martha iba a por mis zapatilla. Lena se agachó frente a mí.
-Kara: Lena...
-Lena: Sí... ¿qué pasa, te encuentras mal? ¿Es la herida? No deberías haber hecho tanto esfuerzo. Martha podría haber preparado el desayuno.
-Kara: No... Ma.. Ma...
-Lena: ¿Ma... ma...? ¿Quieres que llame a tu madre? – preguntó, mirándome a los ojos – Kara, estás pálida, ¿qué te pasa? Me estás preocupando.
Martha bajó, seguida de Eliza.
-Eliza: ¿Qué ha pasado? Kara, cielo, ¿estás bien?
-Lena: No, no está bien. Está temblando, Eliza. Y está muy pálida. No reacciona, yo... - dijo asustada.
-Kara: Max... - Logré decir.
-Eliza: ¿Max...? ¿Maxwell...? – preguntó, y yo asentí.
-Lena: ¿Qué pasa con él? ¿Le has visto? – preguntó, mirando hacia el jardín - ¿Está aquí, logró salir?
-Kara: No... - dije, tendiéndole el periódico, temblando.
Lena lo cogió. El periódico estaba arrugado y manchado de café, pero aún podía leerse bien.
-Lena: No me jodas... - dijo.
-Eliza: ¿Qué pasa?
Lena giró el periódico, dejando que Eliza lo viera. En la portada, había una foto de Maxwell y un titular en letras enormes.
"MAXWELL LORD ASESINADO ESTA MADRUGADA EN PRISIÓN"