By The Moon ஜ Minsung

By CosmicSeo

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𝗰𝗼𝗻𝗰𝗹𝘂𝗶𝗱𝗮 El hijo de la Luna se ha enamorado, de un chico amante de las estrellas. ◦•●◉✿ ʟᴇᴇ + ʜᴀɴ... More

Introducción
☆☆☆
☆☆☆☆
☆☆☆☆☆
☆☆☆★★★
☆★★★★
☆★★★
☆★★
☆★
FINAL
Oh, swear not by the moon

☆☆

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By CosmicSeo

La Luna debe seguir estrictamente el orden de sus fases.

[...]

Cuando el sonido de la voz de su madre resonó por su habitación, Jisung se levantó de golpe.

No sabe cómo ha llegado hasta ahí y tiene tantas dudas rondando en su cabeza que al poco tiempo comenzó a doler. Como pudo, se puso en pie caminado hasta el baño para lavar su cara, quería pensar que era un mal sueño.

— ¡Sung, baja! — la mujer vuelve hablar. No entiende que la tiene tan impaciente, más que nada cuando era sábado y apenas las nueve. Hoy ni siquiera tiene que ir a trabajar.

Respira profundo, para finalmente comenzar caminar escaleras abajo. Está aturdido y un poco mareado. Lo tenía claro, no era un sueño, por más de que tratara de hacerlo creer, todo había sido tan real, pero no lo comprendía.

— Buenos días, cielo — cuando coloca su pie en el último escalón, la mujer aparece con una sonrisa, besando su mejilla y acomodando su cabello — Me sorprendió saber que al final si fuiste a dormir a tu habitacion — dice. Jisung, solo se mantiene en silencio — Tu desayuno está servido en la mesa, Minho ya esta allí.

— ¿Mi... Minho?

— Sí, el invitado. Se ha levantando temprano — El corazón de Han comenzó a latir rápido, su cerebro a ordenar todo lo sucedido.

—  ¿Sung? — la castaña llama su atención, se ve algo pálido. Su hijo asiente — Amor, la señora Yun nos ha llamado a tu padre y a mi.

La Señora Yun es la jefa del trabajo de su padres. Ambos son veterinarios, en uno de los mejores lugares de su ciudad.

— Ya sabes como es, salió muy de imprevisto, pero quiere hablar con nosotros — explica, escuchando a su padre venir hacia ellos — Vamos a ir a su casa.

No era la primera vez que iban a desayunar donde la señora Yun, a decir verdad tenía una muy buena relación. La mujer hasta había sido una de las damas de honor en la boda de sus padres. Jisung sabía que ir a su casa significaba que no regresarían hasta horas de la tarde.

— Ya hablamos con Minho sobre ausentarnos y Sung se que no lo conoces, pero no podiamos negarnos, así que tu padre y yo pensamos en que pueden divertirse juntos y así conocerse  — menciona sin saber que podrían realmente hacer — No se como se divierten los jóvenes hoy en día la verdad, pero haznos el favor de llevarte bien con él, es solo un año mayor.

Toda aquella información llega a oídos de un peliazul muy confundido.

— Toma — sus padres ya parecían estar listos para marcharse. El señor Han a sacado dinero de su billetera y colocado en sus manos — Puedes llevarlo al cine.

— Te amo, cielo — a la voz de su madre, la acompaña un dulce beso de despedida en su mejilla.

Jisung permanece estático ante todo, sin decir o pronunciar palabra. Y así se mantuvo hasta que la puerta principal de su casa después de escuchar como se abría no duró mucho tiempo en cerrarse.

Mira los billetes que se encuentran en su mano, tratando de respirar, calmarse y pensar con claridad. Necesita respuestas y sabe que estas se encuentran al doblar hacia la izquierda.

Sobre el comedor, Han puede observar, colocado como casi todas las mañanas: café, leche, galletas y tostadas con mermalada o mantequilla. Sentado plácidamente mientras se come una galleta, se encuentra un chico rubio, aparentemente ya bañado.

— ¿Qué demonios eres?

Minho levanta la mirada de sus tostadas — Buenos días a ti también.

— No estoy jugando.

— Que descortés.

Han rueda los ojos, mostrandose después serio.

— Quiero respuestas — Menciona firme — Estoy completamente seguro de lo que pasó en la madrugada y no fue una ilusión.

El chico rubio, guarda silencio unos instantes antes de hablar — Entonces, si ya estas completamente seguro, ¿Para que necesitas que te lo vuelva a repetir?

— ¿Eres acaso idiota? — Jisung, se ha cruzado de brazos. No puede creer como el chico pretende no decir nada o dar una explicación a todo lo que esta sucediendo —¿Cómo llegue hasta mi habitación?

— Te desmayaste y te lleve a tu recámara, no creí conveniente dejarte en el frío — contesta agregando azúcar a su café — De nada.

Han quiere gritar, pero se restringe a emular un quejido y arrugar los billetes en su puño. No puede creer que el chico  estuviera tan relajado, ante todo lo sucedido.

— ¿Mis padres saben acerca de esto? — el de cabellera azul lo mira aun más confundido, cuando una pregunta que considera aun más destacable aparece de pronto en su cabeza — ¿Cómo es que mi padre conoce a la Luna?

— No lo hace — el contrario ríe — Nadie lo sabe en realidad, el único afortunado en todo la faz de la Tierra eres tú.

— ¡Voy a llamar a la policía!

— ¿Y que piensas decirle? — cuestiona con un tono de voz burlón — ¿Qué soy hijo de la Luna? ¿Qué hice que está fuera Llena por quince segundos?

El dueño de la casa, guarda silencio sin saber realmente cómo contraatacarlo. Todo sonaba tan fuera de lugar, tan irreal, que seguramente los policías lo verían con mala cara al decir sus motivos.

— Escuche que trabajas en una heladería.

Ahora, alza las cejas en desconcierto ante las palabras del rubio. No entiende  la correlación de su trabajo con el problema que dialogan.

— ¿Y qué tiene que ver eso con lo que estamos discutiendo?

Una gran sonrisa se forma en los labios del contrario.

— Si me compras un helado, responderé todas tus dudas.

[...]

El heredero de la Luna debe viajar a la Tierra.

[...]

Felix prepara un milkshake de fresa, mientras de vez en cuando le lanza miradas a su amigo, buscando en ellas alguna respuesta.

Los sábados y domingos son los días libres del mayor. Cabe resaltar que es solo un trabajo a medio tiempo, donde aparte de Felix, el único chico que labora toda la jornada es de apellido Park, y todo por que es el hijo del dueño del establecimiento.

Por tanto sabiendo eso, es raro ver a Jisung en el lugar y especialmente acompañado de alguien más. El pecoso conoce al mayor desde hace un año gracias a su trabajo, y en ese período de tiempo habia podido reconocer que el peliazul no tenía muchos amigos.

— ¿Podrías dejar de ser tan evidente? — Jisung susurra, mientra se apoya sobre la barra en donde se entregan los helados. Su acompañante, se encuentra en una mesa, esperando.

— ¿Quién es?

Ciertamente, Felix no puede negar que en cuanto lo vio entrar, lo primero que pasó por su cabeza, fue  lo guapo que era. Y por ello, estaba seguro que jamás lo había visto en la ciudad.

El muchacho de cabellera azul por su parte, suspira bajando la mirada, ¿Qué se supone debe decir? "Ah, es el hijo de la Luna"

— El hijo de un viejo amigo de mi padre — contesta moviendo sus dedos con rapidez — Papá me pidió enseñarle un poco la ciudad es todo.

Pesé a que, la explicación del mayor fue muy rápida, el australiano, asiente aunque no tan conforme y sigue preparando los dos helados que le fueron encargados. Un milkshake de fresa y un cono doble de galleta fueron entregados al mayor que rápidamente se aproxima a la mesa.

— Toma — dice extendiendo el helado. Minho había pedido el milkshake y él simplemente un cono, al vivir tan rodeado de helados ya no le hacían especial ilusión — Habla.

Min lo toma, da un sorbo y sonríe complacido. El clima del exterior era idóneo para comer helado, apesar de estar en verano no hacía un calor exagerado, más bien se podría describir como una suave  calidez, acompañada de una sutil brisa.

— Aquí no — la expresión en el rostro de Han era de disgusto total; apuntó de hacer un berrinche y quejarse, por lo que el mayor tuvo rápido que interceder  — Afuera  — dice —Te contaré a ti, no a tu amigo.

Mientras él se ha puesto en pie y dicho gracias antes de abandonar el lugar. Han ha mirado hacia atrás y negado al australiano antes de seguirlo. Si había alguien que no sabía disimular era Lee Felix.

En cuanto sale, su cuerpo es capaz de palpar un poco más de esa sensación fresca del ambiente. Jisung siempre ha creído que el parque es un lugar muy bonito. Suele ser frecuentado mayormente por niños o adultos mayores que se reúnen hacer ejercicio. Hay suficiente espacio verde, zonas de juego para los pequeños, una pequeña fuente en el centro, pero lo más agradable era la cantidad de árboles con unos columpios que cuelgan de sus ramas.

— Habla.

Minho lo ha guiado hasta unos columpios algo alejados de donde se concentraba la mayor cantidad de personas. Ni tan siquiera se ha sentando y ya comenzó a ser atacado con preguntas.

— ¿Qué eres y qué quieres? — Jisung esta impaciente — ¿Cuál es tu plan? ¿Hay más como tú? ¿Quieren abducir el planeta Tierra?

Lee solo da sorbos a su bebida, mientras escucha al menor. Ciertamente, aunque no tenía clara una idea de cuál sería la reacción, entre todas las que imagino, que le preguntara si quería dominar la Tierra, jamás fue una de ellas.

— ¿Y el idiota soy yo? — cuestiona cuando por fin se calla, puede notar como la mano libre del menor forma un puño — ¿Quién soy? ya te lo dije; ¿Qué quiero? no es nada que te afecte — ríe deteniéndose a mirarlo por unos segundos — así que estás a salvo conmigo. ¿Mi plan?... No tengo un plan. ¿Si hay más como yo? Supongo que te refieres a personas que viven en la Luna, entonces la respuesta es un si. Y no pienso dominar la Tierra, de nada me serviría brillar si no hay quien contemple.

Pese a que, sus dudas ya tienen una respuesta, sigue estando igual de confundido y puede que ahora peor. No son precisamente las que imagino, ya que no han solventado su incertidumbre.

— ¿Cómo es que tu papá le oculto esto al mío?

— No lo hizo — el rubio ladea su cabeza — porque nuestros padres ni siquiera se conocen.

Sin duda, las cosas no estaban yendo como a Jisung le gustaría, aún no ha terminado su helado y Minho parece ir por la mitad.

— ¿Puedes dejar de jugar conmigo? — Han, se queja.

— No estoy jugando — Lee aclara. Ha comenzando a balancearse un poco sobre el columpio — Querías respuestas y te las estoy dando.

El silencio se instala entre ambos, el de cabellos azules analiza la situación — ¿Sabes qué? Vete a la mierda.

Y dicho esto se ha levantando para comenzar a caminar mientras le da la espalda. Esta harto, tiene dolor de cabeza y no quiere seguir recibiendo respuestas que no aportan nada a resolver el problema central. No obstante a los pocos pasos, siente una mano tomar su muñeca libre, deteniendo sus movimientos.

— Ya, ya. Lo siento — el tono de voz de Minho se ha suavizado — Deja de hacer berrinches.

Lee también descubrió que asociado a su gusto por las rabietas del menor, le gustaba observar los pucheros que hace y las miradas de "odio" que le lanzaba. Jisung respira pronfundo dejándose guiar de vuelta por el rubio hasta los columpios.

— Aunque no se por qué te molestas tanto, he contestado a todo lo que me has preguntado.

— Has contestado de la manera menos específica que existe.

Minho rueda los ojos  — Pero lo he hecho y tú solo te has dedicado a mirarme feo, como si me tocará interpretarte.

Jisung todavía conserva un poco de su helado que está apuntó de tirarselo.

—  Eres un idiota.

— Quizás —  dice alzando como si no le importara los hombros — ¿Pero vas a seguir insultandome o quieres que te conteste? — aunque sabe que le va a costar mucho no querer insultarlo, el menor baja la mirada en silencio y Minho sólo ríe — Entonces, supongo que tu más grande incógnita es, ¿quién soy o qué soy?

El de cabellera azul asiente.

— Soy el hijo de la Luna, algo así como lo que ustedes conocen como un príncipe, pero sin todos sus estúpidos privilegios — Minho comienza a explicar — Mi padre es actualmente el rey, por ello es llamado por todos como Luna. Y más que ser el dueño, se encarga de cuidar por años de ella y velar por su luz.

Si le hubieran contando algo parecido en el pasado, sin duda Jisung se hubiera reído como nunca, amaba las estrellas y las ideas detrás ellas, pero todo lo que escuchaba estaba completamente fuera de su entendimiento, casi salido de un cuento.

— ¿Has visto Pantera Negra? ¿Te suena Wakanda? — Han asiente sin entender el porqué de sus preguntas — Ustedes no son los únicos que habítan la galaxia, todos los planetas o satélites en la vía láctea están poblados por seres vivos que buscan el bienestar de los mismo. La razón por la que no han encontrado rastro de nosotros es por que se podría decir utilizamos tecnología pata ocultarnos. Solo ustedes no saben de la existencia de los demás y todo por que no queremos sus estúpidos problemas de superioridad en nuestras vidas. La Luna es más pequeña que la superficie de Asia, estamos seguros que algún idiota de ustedes llegaría a querer dominarla. Nunca ha existido una guerra, por que a diferencia de ustedes el bienestar de nuestro lugar está primero.

El menor guardaba todo en su memoria como un tesoro, pese a que era difícil de creer. Se sentía de alguna manera feliz por poder descubrir cosas que jamás creyó posibles.

— Sobre nuestros padres... —susurra — Jamás se han visto, agregué recuerdos a la vida del tuyo como si realmente nos conociera y no me mires así, no le afecta en nada.

El peliazul realmente quiero golpearlo pero respirando profundo intenta relajar su semblante, tratando de conservar la mayor cantidad de información posible. Ya había terminado todo su helado y ahora solo podía jugar con sus deditos mientras escuchaba, quería saber muchas cosas, pero ahora no sabía por dónde empezar.

— ¿Lo que hiciste ayer...?

— Lo que hice ayer... — Minho suspira — La Luna tiene porcentajes que se deben respetar, ayer por ejemplo era cuarto menguante y hoy debe estar a un 46% de su capacidad para llegar hacia Luna Nueva — Lee por su parte juega con la pajilla de su bebida — Eso quiere decir que siempre debe seguir estrictamente diversas proporciones para llegar con éxito al cumplimiento de sus fases. Si algo falla, las Lunas pueden cambiarlo, pero eso es muy diferente ha alterarlo. Lo que hice ayer, duró menos de quince segundos, porque supongo que mi padre se dio cuenta. Es algo que no puedo hacer y posiblemente me vaya a matar por ello.

— Si sabes que esta prohibido, ¿Entonces, por qué lo hiciste?

— Porque estaba celoso.

Han puede jurar que casi se ahoga con su propia saliva.

— ¿Ce... Celoso?

— De Yuna — contesta con simpleza — Dijiste que le cantabas a ella y no a mi.

— ¿Yuna?

— Mi hermana — aclara — La Luna tiene dos herederos mellizos. Cuando cumplimos diecinueve, se revela quien se encargará de qué — Minho lo mira de reojo, parece algo sonrojado — El tatuaje que viste ayer lo tuvieron todos los que en mi familia alguna vez se hicieron cargo de la Luna, pero Yuna por el contrario tiene un Sol rodeado de muchas estrellas en el mismo lugar.

— Porque tu madre debe ser el Sol, ¿no?

El del puntito en la nariz apretó los labios para no reírse, se le hacia muy extraño que hubiera tardó tanto en preguntar algo por el estilo.

— No, pero el Sol no deja de ser una estrella — contesta — Y antes de que me preguntés, Yuna está encargada de cuidar de todas ellas, tus queridas estrellas también devoran planetas. Así que, debe velar por que existan un equilibrio en la galaxia. Por su parte, el Sol tiene su propio rey, aunque Yuna siempre debe estar en comunicación con Chan sobre su funcionamiento.

El muchacho teñido asintió ligeramente con su cabeza. No sabía que hacer más que procesar todo y ordenarlo, comprender la situación no era algo sencillo.

Minho había guardado silencio al ya no recibir otra duda por parte del chico a su lado y así se mantuvo por minutos solo moviendo ligeramente su columpio. Aunque para cuando el pequeño peliazul alzo su mirada, Lee se ha puesto en pie y comenzado a caminar.

— ¿A dónde vas?

— A casa — responde dándose la vuelta — Tengo sueño.

— Pero yo no he terminado — reclama — Tengo otra pregunta.

Lee esta cansado, pero decide finalmente solo mover su cabeza como señala de espera al cuestinamiento.

— ¿Por qué estás aquí y por qué en mi casa? ¿Cuando piensas volver?

Entre todo lo que Han Jisung se preguntaba, aquellas eran su mayores dudas. ¿Qué hacía la Luna en la Tierra? ¿Cuál era su objetivo? ¿Y por qué en su hogar?

El de mayor edad mira hasta sus pies, tratando de ocultar una sonrisa.

— No se si has puesto atención — dice al poco tiempo  — Pero la Luna tiene derecho de ocultar una parte de su luz.

Hola!!!
Adelante la actualización debido a todo el apoyo que le están dando.  De verdad muchas gracias por sus comentarios. Me animan como no tiene idea.

¿Qué piensan acerca de lo último?

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