<< La hermosa mujer de cabello negro como la noche y ojos celeste cielo me regala una sonrisa al notar mi presencia en la sala.
—¿Que sucede cariño?.
—Julls extraño a Liss, ¿Por qué no la trajiste contigo? —mi tristeza borra su sonrisa.
— Su papá no me lo permitió, dijo que era preferible que siguiera estudiando en el colegio y no en la casa —"como nosotros" pensé. Por más que lo quiera ocultar su voz es triste, sé que extraña a su hija. Ya pasaron casi dos años de la última vez que la vio—. Pero pronto se acabará todo y volveremos a verla, no te angusties pequeña... >>
El suave tacto de una piel cálida acariciando mi mejilla hace que despierte sobresaltada del sueño, lo primero que mis ojos vislumbran al abrirse es a Jared sentado en forma de indio en el suelo junto a mí.
—No me toques —gruño por lo bajo y alejo su mano de mi rostro —. ¿A caso viniste a golpearme de nuevo?.
—Yo.... yo... —tartamudea y esquiva mi mirada. Parece arrepentido—. Lo siento, no fue mi intención...
— Qué débil eres —admito que una parte de mí se alegra por su disculpa, sin embargo él es mi secuestrador, "No mi amigo", me tendría que odiar, no pedirme perdón. Sus repentinos cambios de humor me confunden cada día más—. Escucha con atención, debilucho...—sonrío de lado—. Te daré un consejo, "jamás le muestres a tú adversario tu punto débil", es un consejo muy útil querido, de asesina a ... —lo miro de pies a cabeza—... Un imitador barato de asesino —reí sin apartar la mirada de su rostro enfurecido.
—No soy débil —bufó—, te necesito con vida —añade con desprecio—. Yo no soy igual que tu padre.
Y aquí vamos de nuevo.
— Tú no conoces a mi padre. —me incorporo retandolo con la mirada.
— Claro que lo conozco —aprieta los puños y su mandíbula se tensa—, él era el mejor amigo de mi padre. —su confesión, como un balde de agua helada recorre mi cuerpo helando mi alma.
¿Quién es él?
¿Cómo puede ser que no lo recuerde?
El silencio se hace presente en la habitación, ambos nos miramos con recelo. No sé que decir, no confío en él para confesar mi falta de memoria, aunque quizá el hecho de que a lo mejor ya lo conocía de antes sea el porqué siento esa extraña vibra procedente de él.
Sin darme cuenta hago un mal movimiento y el collar que traigo puesto brinca fuera de la campera dejándose ver a simple vista. Jared lo percibe de inmediato y no tarda en acercarce nuevamente a mí observando con curiosidad el collar, lentamente su mano se aproxima a mi mayor tesoro y antes de que toque el dije golpeo su mano haciendo que retroceda.
— Es... hipnotizante, ¿Es un regalo de tu madre? —su cambio de humor me sorprende.
—Si —digo a secas guardando nuevamente el collar.
— ¿Sabes? Tu madre fue la mejor persona que conocí en mi vida —sonríe—, dulce, cariñosa, siempre pensaba en los otros antes que en ella misma —su semblante cambió, la tristeza nublo sus ojos—. Cuando éramos niños... te parecías mucho a ella, no sólo tus rasgos fisicos sino también su noble corazón—se levanta del suelo sin quitar su mirada de mis ojos—. Me decepcionaste, jamás pensé que tú vida terminaría cuesta abajo —la realidad golpea mi mente, él habla con total convicción sobre el recuerdo de mi madre e incluso sobre mi propia vida pasada.
Su mirada cargada de decepción no se aparta de mí hasta que llega a las escaleras. En silencio se marcha sin dejarme hablar o aclarar las cosas, observé su espalda erguida subir escalón a escalón hasta desaparecer tras cerrar la puerta.
Me molesta no poder fingir con él. Soy maestra de la mentira y el engaño, sin embargo ante éste ser no puedo actuar.
Lágrimas se agolpan en mis ojos sin llegar a precipitarse, sus malditas palabras me dolieron en lo más profundo de mi ser. Lo decepcioné, sin embargo él no conoce las circunstancias que me llevaron a ser lo que soy ahora. El estúpido detonante de mis sentimientos es el doloroso recuerdo de mi pasado y justo él vino a activarlo.
Una minúscula parte de mi mente sabe que su recuerdo vaga sin rumbos por mi perturbada memoria, seguramente su presencia, su rostro, su voz estan ahí esperando salir a la luz, sé que sino fuera así sus palabras jamás me habrían dolido. De verdad me urge recordar quién es, quiero descubrir porqué la nostalgia invade la oscuridad de mi alma cuando lo tengo frente a mí. No es deseo, no es pasión retorcida. No. Es un sentimiento ya olvidado, extirpado de mí hace ya muchos años atrás.
<<No llores niña, los fuertes no lloran...>> sus despectivas palabras cargadas de desprecio y asco aún hacen eco en mi mente.
Suspire profundo y me obligue a tranquilizarme, cerré los ojos tragando el nudo punzante que atravesaba mi garganta.
~Yo no soy débil, ¡Yo soy fuerte!...~
JARED
Furioso golpeo una y otra vez la pared, mis nudillos duelen, llorando sangre gritan que detenga los golpes, sin embargo omito su voz. El odio ferviente que serpentea dentro de mí me está consumiendo lentamente y ya no lo aguanto más. Necesito arrancarlo de una vez.
— ¡¡Odio, detesto esto!! Esas emociones que invaden mi razón, esa maldita compasión que nace al mirarla!! —grito de rabia golpeando nuevamente la pared ahora con mis pies.
Sus ojos azules hipnotizantes electrifican mis sentidos, cegando mi razón al punto de sentir la ferviente necesidad de estrecharla entre mis brazos. Se ha metido bajo mi piel alterando mi sistema.
Grito frustrado, con ambas manos sujeto mi cabeza, rendido apoyo la espalda en la pared deslizandome por ella hasta tocar el suelo, abrazo mis piernas y me permito soltar unas lágrimas. Estoy enloqueciendo, por más que le busque una razón lógica a todo esto, jamás la hallare, nunca antes sentí por ella lo que siento ahora, no es un gusto, no es capricho ni deseo. Es algo que traspasa toda lógica, es algo fuerte, algo más doloroso y frustrante. Ella no es la que supo ser, la pequeña amiga de mi hermana ha cambiando. Quizá el verla después de tantos años... Quizás sus rasgos faciales me recuerden a mi pequeña hermana, quizás eso sea lo que genera angustia, lo que eriza mis nervios.
No puedo seguir así.
Tarde o temprano, espero sea más temprano que tarde, mataré a la pobre desgraciada frente al bastardo de su padre, cumpliré mi venganza; él sufrirá en carne propia la agonia, el calvario del sobreviviente. Aunque hay una pequeña diferencia; él no vivirá para contarlo, para llorar por años como me pasó a mí. Sin embargo hay un pequeño gran problema; con el paso de los días me siento más incapaz de lograrlo, incapaz de arrebatarle la vida.
—¡¿Pero qué hiciste?! —vocifera Taner, asustado alterna la mirada entre mis nudillos ensangrentados y mi cara, huyo de su mirada cargada de reproche, no quiero hablar con él—. Jared, esto se salió de control se nos está yendo de las manos, por qué mejor no desistimos ya.
No puedo contener la risa que se escapa de mi garganta como el rugido de un león lanzando zarpasos a diestra y siniestra. Molesto suelta mis manos lastimadas, mirándome con reproche endereza la espalda marcando una clara separación.
—¿Piensas que soy estúpido?, ¿Qué no me he dado cuenta de cómo la miras? —alzo la mirada hacia él.
—No...no sé de que hablas—automáticamente baja su mirada y su cuerpo se tensa.
— ¡¡Ay ya dejate de estupideces!! No me puedes engañar Taner. Es por tu bien amigo, no te puedes ilusionar con ella y lo sabes. Te está mintiendo, no te dejes engañar por su lindo rostro, la chica "Es una asesina." —sin quitarle la mirada me levanto—. Pronto morirá, y si no frenas esos sentimientos ahora, después sufriras como un loco —no pienso quedarme a escuchar lo que opina, así que me marcho.
Sé que tiene mucho en que pensar y no está ahora de acuerdo con mi decisión, pero no me importa, él sabía como era esto desde el principio, lo aceptó. Ambos aceptamos formar parte de esta macabra venganza. Ya no hay vuelta atrás.
Buenas😊😊 ¿Cómo están llevando esa cuarentena?
Yo me la paso estudiando😒😭 pero bueno no me queda de otra.
Aquí les dejo el capítulo de hoy, espero lo disfruten.
Hasta la próxima.....😘