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--Es suficiente --canturreó Mark mientras alejaba la botella de alcohol que estaba próxima a ser vaciada en la boca de Jackson.
--No lo es si Jungkook sigue sobrio --contradijo el pelinaranja.
--Ojalá lo estés pronto, bombón --insinuó coquetamente la joven, revolviendo las hebras azabaches del chico a su lado.
Dios, alguien debía mantener las manos quietas y ese alguien no era Kim Taehyung. Lo dedujo cuando la pelirroja abultó sus voluptuosos labios y guiñó un ojo en dirección a Jeon.
Eunha acababa de unirse a ellos hace una hora junto a dos universitarios, amigos de Jackson, de los que apenas recordaba el nombre, puesto que había estado muy ocupado ignorando los descarados intentos de la chica por coquetear con su novio.
--Pareces fuerte, ¿entrenas a menudo? --volvió a invadir el espacio del mayor, inclinándose a presionar sobre sus fornidos hombros y prosiguiendo con sus pectorales.
--Suelo hacerlo. Sí --suspiró, apartando a la pelirroja con suavidad y consiguiendo que esta se removiera en la silla con una sonrisa pícara en los labios.
Taehyung bufó apenas, acción que pasó desapercibido por casi todos en la mesa. Se negaba a montar una escena en un bar a medianoche, más aun cuando se prometió jamás ser tan patético.
Se apresuró a tomar la botella frente a él, asegurándose de comenzar una nueva ronda de tragos bajo la mirada cómplice de los dos chicos a su lado. Jackson y Mark salían, el beso que el pelinaranja dejó sobre los labios contrarios se lo confirmó.
El pelirrojo presionó sus manos, volviéndolas puños enseguida. Que Eunha estuviera siendo tan insistente le enfadaba. Jungkook era suyo, aun si se negaba a decirlo en voz alta, todo suyo como el mismo Jeon se lo aseguró alguna vez.
--Así que... Taehyung, ¿cierto?
Aquel castaño llamó su atención, girando en dirección al chico a su izquierda. Cabello revuelto, sonrisa burlona y mirada penetrante. Particularmente atractivo.
--Y tú eres...
--Kang Daniel, bonito --sonrió encantador, besando el dorso de sus manos, quizá tardando más de lo necesario en hacerlo. Todo un galán, aunque no lo suficiente para complacerlo.
--¿Te gustaría ir por un trago?
--Me encantaría --bufó con fingida emoción mientras veía a Eunha extender un vaso con bodka hacia Jungkook, segundos antes de ser rechazada y volver a intentarlo.
--Es una lástima que tengas que volver a Corea tan pronto --murmuró en su oído debido a la estruendosa música que llenaba el lugar--. Así que, creí que podríamos pasar un buen rato --Taehyung sintió el aliento contrario chocar contra su lóbulo antes de oírlo dirigirse al joven tras la barra--. Dos de esos, por favor.
--El sexo casual no es lo mío.
--Puedo hacerte cambiar de parecer -- extendió un vaso, de lo que al parecer era whisky, hacia él. El pelirrojo lo tomó entre sus manos, dispuesto a contradecirlo.
--No lo creo --retrocediendo unos pasos, dejando entre ellos una distancia considerable--. Y deberías mantenerte alejado si no quieres que Jungkook golpee tu lindo rostro.
--Como dije, una lástima.
--Una verdadera lástima --Jungkook le arrebató la sustancia de las manos, bebiendo sin tregua y frunciendo el ceño al sentir el líquido quemar en su garganta--. Es solo precaución --sonrió falsamente, tirando de la muñeca del menor levemente con la intención de llevarlo de vuelta a la mesa, donde él pudiera vigilarlo.
--Puedes adelantarte --Taehyung sonrió de la misma forma--. Es una pesadilla allá.
--Ella no es...
--Dijiste que eras mío, Jungkookie --dijo con ironía, ignorando la forma en la que Kang otorgó una corta despedida antes de volver a la mesa--. ¿Por qué no decírselo también? --concluyó, satisfecho cuando el azabache se inclinó a besar sus labios por primera vez esa noche.
--¿Qué sucedió con 'la posesión no es algo que apruebo'?
--Haré una excepción --suspiró, rodeando al mayor con ambos brazos y captando la mirada de la pelirroja en ellos en cuanto su rostro reposó sobre el hombro contrario, incitándolo a besar parte de su cuello mientras atrapaba su labio inferior entre los dientes. Y mientras más piel humedecía el azabache, la respiración del menor se volvía más errática y difícil de controlar.
Eunha apartó la mirada.
--Buen chico --revolvió su cabello, y Jungkook masculló, era tan decepcionante para él que Taehyung supiera cómo y cuándo hacerlo parar--. Regresemos.
--Una advertencia habría bastado --murmuró el pelinaranja, no prestándole especial atención al asunto cuando Daniel extendió hacia él otra copa--. Astuto, me agradas, muchacho.
Taehyung sonrió, acomodando su chaqueta y ocultando parte de las marcas rojizas bajo su mandíbula.
--Propongo algo --Heechul, quien había permanecido callado desde el inicio de la velada, dijo--. Es relativamente fácil, cada uno de nosotros debe sugerir algo que jamás hizo con el propósito de hacer perder al equipo, utilizando 'yo nunca nunca' al inicio. Si lo hiciste alguna vez, bebes --dijo, todos pareciendo ansiosos por llevar a cabo el juego del que el chico había oído hace unos días. Apresurándose a dejar tres botellas de cerveza en el centro y un pequeño vaso frente a cada jugador.
--Yo nunca nunca me he involucrado con alguien del mismo sexo --Eunha consiguió que todos en la mesa bebieran a excepción de ella.
--Yo nunca nunca he ocultado una infidelidad --dijo el castaño, haciendo que Jackson y el azabache bebieran.
Y Taehyung no era quién para juzgarlo. Jeon tenía un pasado y no era precisamente bueno.
--Yo nunca nunca he sido infiel --murmuró el pelinaranja. Y Kim desvió la mirada, presionando los labios e ignorando la forma en la que el pelinegro a su lado colmó el vaso.
--Yo nunca nunca me he sentido tan miserable --Jungkook dijo, bebiendo una vez más de su vaso y captando la mirada del pelirrojo en la suya, hablando casi en código a los ojos de los presentes.
--Yo nunca nunca he presenciado un trío --Taehyung sonrió. Bien, ese en definitiva no parecía ser el día de Jeon Jungkook.
--Yo nunca nunca he sido un casanova --alardeó Mark, y Jeon comenzaba a afirmar lo anterior. Y es que, ¿por qué parecía haber vivido tanto junto a las personas equivocadas?
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Su cuerpo empezaba a sentir el actuar de los aproximadamente diez vasos que le revolvían el estómago, aquellos que limitaban su visión y le aseguraban trastabillar tan pronto plantara sus pies en el suelo.
Jungkook estaba ebrio.
Incapaz de sostenerse incluso con los brazos de Taehyung rodeándolo y el rostro contra la mesa. El marcador había caído en picada en cuanto el pelinaranja decidió tomar el control.
Cuatro ebrios y tres sobrios. Siendo Daniel, Taehyung y Heechul los que aún se mantenían de pie cuando el espectáculo del que todos hablaban comenzó, y dos mujeres con el cabello absurdamente largo se abalanzaron sobre el azabache que apenas podía conservar su propio equilibrio con los ojos entreabiertos.
--¡Parece que tienes compañía, Jungkookie! --bramó Jackson, y Taehyung tensó la mandíbula notablemente al igual que la pelirroja.
--Yo... Tú eres tan... tan... --rió el pelinegro, sumido en su propio mundo, aun si todas las miradas se situaban en él--. Casi tan bonita... como Kim Taehyung --murmuró, apartándola con suavidad--, pero él es en verdad hermoso, lo siento... tanto.
Daniel suspiró. No había forma en que pudiera quedarse con ese chico, ¿o sí? La respuesta era simple, una negativa para variar. Y es que aquellas mujeres destilaban belleza en tan solo su caminar, y el castaño habría hecho uso de toda su fuerza de voluntad para negarse; sin embargo, Jungkook lo había hecho con los pensamientos fuera de lugar y la mirada perdida.
--Quiero... ir a casa, bebé --el azabache bufó al ver la mueca enfadada del menor al oírlo--. ¡Ah! Como un bebé, Taehyung-ah --acunó su rostro, burlón cuando el pelirrojo rodó los ojos--. Uno tan pequeño y que requerirá de mis cuidados... siempre. ¿No es así? ¿Puedes hacer que sea... así?
--Llamaré a un taxi, Jungkook.
--Taehyung --llamó el pelinegro, haciendo que el menor volviera su atención a él. No le había dado una respuesta.
--Maduraré algún día, Jungkook, ambos lo haremos. No puedo prometerte que nos quedaremos estancados aquí --dijo, y aunque técnicamente no fue lo que Jeon deseaba oír, iba a conformarse con ello.
--Tan obediente, Taehyung-ah.
--¿Por qué siempre eres tan molesto? --empujó su sien con un dedo, desestabilizando al mayor con la simple acción. Una risotada escapando de su labios cuando Jungkook estuvo a punto de caer y se vio obligado a tirar de su camiseta--. ¿Debería exigirle un reembolso a tu madre?
--No lo harías.
--¿Quieres apostar, Jungkook? Siempre fuimos buenos en eso, ¿o no?
El ruido de un auto deteniéndose frente a las puertas del establecimiento los detuvo. Taehyung le dio un último vistazo a su móvil, confirmando sus sospechas. Su taxi había llegado, por lo que agradeció la ayuda de Daniel al cargar con el pesado cuerpo del azabache, quién sonrió, alzando ambas manos en despedida hacia los presentes.
Empujaron a Jungkook dentro del auto rápidamente, aun si los deseos del castaño era recibir algo del menor esa noche.
--Nos vemos luego, bonito --se convenció Kang con la más amplia sonrisa que supo esbozar. Aun si era muy probable que no volvieran a encontrarse, Taehyung no iba a permitirse ser así de descortés, por lo que asintió.
Próximo capítulo: Final
FELIZ NAVIDAD!~atrasada~
●Probablemente este sea el capítulo más largo que he escrito, con algo de 1600 palabras, y espero que lo hayan disfrutado mucho.
●Al publicar el Final, les haré saber cuántos extras habrán.
●Gracias por leer. ♡♡♡