KARA
20 de Febrero de 2020
Abrí los ojos y vi a Lena dormida en una silla al lado de las cunas, con su mano cogiendo la manita de Sarah. Se había quedado despierta para ayudarme cuando tuvieran que comer, para que yo no me levantase de la cama. Debía estar agotada.
Miré el reloj y vi que Marley, Sarah y Collin no tardarían en despertarse para pedir su comida. Me levanté con un poco de dificultad y me acerqué a ella.
-Kara: Lena... - susurré. – Lena...
-Lena: Hummm...
-Kara: Ve a la cama, amor... - dije.
-Lena: ¿Kara...? – Preguntó, abriendo los ojos - ¿Qué haces levantada...?
-Kara: Quiero hacer pis antes de que se despierten. Venga, ve a la cama.
-Lena: No. Tengo que ayudarte a...
-Kara: No. Tienes que descansar. Mi madre me ayudará. Tú duerme un poco, vamos... - dije cogiendo sus manos y tirando de ella. La acompañé hasta la cama y, cuando se acostó, la tapé – Voy al baño y luego me los llevaré para que no te despierten.
Vi que Lena se acomodaba en la cama y fui al baño. Después, me acerqué a las cunas y cogí a Sarah, que empezaba a despertarse.
-Kara: ¿Ya tienes hambre? – dije, sentándome en la silla en la que hace un rato estaba Lena y dándole el pecho a Sarah.
-Eliza: Ya estás levantada... - susurró, entrando.
-Kara: Sí. Lena está agotada, ha pasado toda la noche pendiente de ellos. ¿Puedes llevarlos abajo? No quiero que la despierten.
-Eliza: Claro, le pediré a Martha que me ayude.-Dijo saliendo.
Volvió poco después con Martha y llevaron a Marley y a Collin al salón, mientras yo terminaba de dar de comer a Sarah. Krypto, que dormía al lado de las cunas, en el suelo, las siguió. Luego, bajé yo también. Allí teníamos unas mini cunas con ruedas para poder llevarlos con nosotras a todas partes. También habían comprado una para Collin. Dejé a Sarah en la suya y cogí a Marley, que ya empezaba a llorar. Krypto había vuelto a tumbarse delante de las cunas.
-Kara: No paran... - dije, suspirando.
-Eliza: Tómatelo con calma, acabareis acostumbrándoos a esto. – dijo, mientras me sentaba en el sofá y ella a mi lado, mirando a Marley comer.- Creo que acertaste con el nombre. Se parece a Lena.
-Kara: ¿Tú crees? – pregunté, mirándola.
-Eliza: Sí. Mira ese gesto que hace con la ceja.
-Kara: Oh no... Ese gesto no.
-Eliza: ¿No te gusta?
-Kara: Más bien todo lo contrario. Lena sabe que me derrite con ese gesto.
-Eliza: ¿Sigues sin perdonarla?
-Kara: Bueno, yo... - dije, justo cuando mi móvil, que estaba sobre la mesa, empezó a sonar. Mi madre me lo alcanzó, poniéndolo en mi oreja – Winn... ¿pasa algo? ¿De compras tan temprano...? No, Collin no tiene ninguna camiseta que ponga estoy con el tío más guay y una flechita apuntando hacia un lado... ¿Qué vas a comprársela? Winn, ya tienen mucha ro.... ¿Winn...? ¿Hola...?
-Eliza: ¿Qué pasa?
-Kara: Winn se ha vuelto loco. – dije riéndome. Marley había dejado de comer, así que le saqué los gases y se la tendí a mi madre - ¿Puedes dejarla y traerme a Collin?
-Eliza: Claro... - dijo levantándose. Dejó a Marley en su cuna y, cuando fue a coger a Collin, Krypto se levantó y empezó a ladrar a Eliza. - ¿Qué le pasa?
-Kara: No lo sé... - dije confusa.
Eliza intentó cogerle de nuevo, y Krypto empezó a gruñir.
-Eliza: Creo que no quiere que le toque.
-Kara: Krypto, ven aquí... - dije, para ver si me obedecía. Pero él no se movía de al lado de la cuna y seguía enseñando sus dientecitos a Eliza - ¡Krypto, perro malo!
Eliza volvió a intentarlo y Krypto de nuevo empezó a ladrar. Me levanté y me acerqué. Si seguía así, despertaría a Lena. Cuando Krypto vio que yo me acercaba a la cuna y cogía a Collin, dejó de ladrar y se sentó. Eliza y yo nos miramos, confusas. Me senté en el sofá y Krypto se subió con cuidado, quedándose a mi lado, mirando a Collin mientras comía.
-Eliza: ¿Celos....?
-Kara: No lo sé, no parece. Yo diría más bien... Protección. Debe saber que Collin es el más débil de los tres bebés y no quiere que le hagan daño.
-Eliza: A ti te ha dejado acercarte.
-Kara: Supongo que porque sabe que soy su madre.
-Eliza: Eh, yo soy su abuela... - dijo, mirando a Krypto – No me lo voy a comer.
Cuando dejé a Collin en su cuna poco después, Krypto volvió a tumbarse a su lado.
Pasé el resto de la mañana en el salón, hablando con mi madre. Era casi la hora de comer cuando Lena bajó.
-Lena: Hola... ¿Por qué me habéis dejado dormir tanto?
-Kara: Has pasado toda la noche despierta, tenías que dormir un poco.
-Lena: ¿Cómo está mi pequeña Tiranosauria?
-Kara: No me llames así...
-Lena: ¿Por qué? A mí me gusta. – Dijo, sentándose a mi lado – Por cierto, ha llamado mi madre. Se pasarán después de comer. ¿Tienes ganas o les digo que vengan en otro momento?
-Kara: No. Está bien. Mientras no venga todo el mundo a la vez, no habrá problema.
-Lena: Bien... - dijo besándome - ¿Sigues enfadada?
-Kara: Sí.
-Lena: ¿Sí...? – dijo, besándome por el cuello.
-Kara: Lena.... – jadeé.
-Lena: ¿Qué, no te gusta?
-Kara: Mi madre está delante, contrólate...
-Lena: Tampoco estoy haciendo nada malo... - dijo, mirando a Eliza - ¿Te incomoda que bese a Kara en el cuello?
-Eliza: Para nada.
-Lena: ¿Lo ves? – dijo besándome de nuevo.
-Martha: La comida estará en veinte minutos. – dijo, apareciendo en el salón.
-Lena: Yo ya estoy comiendo... - dijo, acariciándome por debajo de la camiseta, con cuidado.
-Kara: ¡Lena! – dije apartándola. Noté que se había puesto un cojín encima.
-Lena: Está bien. Iré a darme una ducha fría... - dijo, levantándose, con el cojín en la mano y mirando a Eliza – Tu hija es una maldita cabezota.
LENA
Subí al baño y abrí la ducha. Me quité el pijama y me metí, dejando el agua resbalar por mi cuerpo. Maldita Kara. No se daba cuenta de lo irresistiblemente hermosa que estaba. Bajé mi mano y empecé a masajear mi miembro, erecto y duro.
-Lena: Oh, joder, Kara... - susurré.
Que Kara siguiera enfadada conmigo me estaba matando. Podía entender su enfado, pero me dolía verla así de distante conmigo. Dejaba que la besara, pero no me devolvía el beso. Aunque al menos me dejaba ayudarla con los bebés, Ya era algo. Apoyé mi mano libre en la pared y seguí masajeando mi miembro, cada vez más rápido, cerrando los ojos. Imaginando a Kara, desnuda, entre mis brazos, dejando que besara su cuello, sus pechos, sus cicatrices...
No fui consciente del tiempo que pasó. Tampoco escuché la puerta del baño abrirse.
-Kara: Lena, ¿Por qué tardas tan...? ¡Oh, joder, perdón!
-Lena: ¡Kara! Cariño, ¿qué...? ¿Por qué has subido? – pregunté.
-Kara: La comida ya está lista y como no bajabas vine a ver si estabas... bien. Oh, joder, ¿en serio? – dijo, mirando mi miembro, que estaba otra vez en pie de guerra.
-Lena: No puedo evitarlo, cielo. Llevamos mucho tiempo sin hacer nada y...
-Kara: Será mejor que... Bajes esa cosa y luego bajes a comer. ¡Y lávate bien las manos! No dejaré que toques a las niñas, y mucho menos a Collin, después de... esto... - dijo saliendo.
Cuando se fue, intenté acabar lo más rápido posible. Luego me lavé bien y bajé. Kara y Eliza ya estaban sentadas en la mesa. Me senté al lado de Kara.
-Lena: Pudiste enviar a Martha a buscarme. O a tu madre. No deberías hacer esfuerzos todavía.
-Kara: Si mi madre o Martha te hubieran encontrado así, ahora mismo estaríamos de camino al cementerio – susurró – Espero que te hayas lavado bien.
-Lena: Por supuesto.
-Kara: Bien... - dijo seria. Aunque pude ver que intentaba no reírse. Y yo que pensaba que se había enfadado otra vez al ver mi escena en la ducha...
-Eliza: ¿Ocurre algo, chicas?
-Lena: No, nada...
Terminamos de comer y ayudé a Kara dar de comer a las niñas. Cuando Eliza fue a coger a Collin para dárselo a Kara, mientras yo dejaba a Sarah en su cuna, vi que Krypto empezaba a ladrarla.
-Lena: ¿Qué le pasa?
-Kara: No quiere que Eliza le toque. No sé por qué - ¡Krypto, para! Está demasiado protector con él.
-Lena: ¿Sólo con ella?
-Kara: Sí, conmigo no lo hace.
-Lena: Trae, ya le cojo yo... - dijo, cogiendo a Collin de brazos de Eliza para dárselo a Kara. Krypto me miró en silencio, pero sin quitarme el ojo de encima. Cuando Kara cogió a Collin, Krypto se subió al sofá, a su lado, y le olisqueó, lamiendo su pie. – Krypto, no... -dije, limpiando el piececito de Collin. Krypto se quedó sentado al lado de Kara, mirando a Collin comer.
Tardamos un rato en conseguir que los tres se durmieran de nuevo. Krypto se tumbó a los pies de la cuna de Collin y allí se quedó. En ese momento, escuchamos que llamaban al timbre y poco después, vimos a mis madres entrar, cogidas de la mano.
-Helena: Hola..
-Lena: Hola... - dije mirando sus manos - ¿Tenéis algo que contarnos?
-Lillian: Hola cielo... - dijo abrazándome y luego a Kara – Cómo estáis?
-Kara: Cansada.
-Helena: No me extraña. Deben daros mucho trabajo.
-Lena: Bueno, la primera noche no ha sido tan mala. Aunque Collin me hizo pis encima cuando le estaba cambiando esta madrugada.
-Kara: ¿En serio? No me enteré de eso – preguntó.
-Lena: Estabas agotada, cielo. Cuando terminaste de darles de comer, te dormiste enseguida. Diez minutos después, Collin apestaba. Fui a cambiarle y no sé si es que pensó que yo necesitaba un baño o algo, pero... Tuve que quitarme el pijama y ponerme otro.
-Kara: Me habría gustado ver eso...
-Lena: ¿El qué, cómo me cambiaba?
-Kara: No, como Collin te hacía pis encima.
-Lena: Muy graciosa... ¿Tú no estabas enfadada conmigo?
-Kara: Ah, sí, es verdad – dijo cruzándose de brazos.
-Lena: Vosotras dos no os escaqueéis y responded mi pregunta.
-Helena: ¿Qué pregunta?
-Lena: Habéis llegado de la mano. ¿Tenéis que contarnos algo?
-Lillian: Bueno... Sí. No sé si es para celebrarlo, pero... Tu padre y yo ya estamos divorciados.
-Lena: Me alegro... Ahora ya no tendréis problemas para estar juntas.
-Helena: No. De hecho, después de firmar los papeles, hemos estado más juntas que nunca.
-Lena: ¡No quiero saber los detalles, por favor!
-Helena: Vale... - dijo riéndose - ¿Podemos ver a los bebés?
-Kara: Sí, pero no les despertéis, por favor, dejad que duerman... - dijo, mirándolas - y no os acerquéis demasiado a...
Kara no pudo terminar, porque cuando Helena se acercó a Collin, Krypto se levantó y empezó a gruñir y a ladra para apartarla de él.
-Helena: ¿Qué le pasa?
-Kara: No lo sabemos... Con mi madre también lo hace.
-Lena: Kara cree que es protector con Collin.
-Kara: Creo que sabe que no está bien... Lena, por favor, sácale al jardín.
-Lena: Sí... ¡Krypto, toma, la pelota! – dije lanzándosela al jardín. En ese momento, salió tras ella y cerré para que no pudiera entrar. – Tendremos que llamar al adiestrador a ver qué pasa.
-Kara: Bien... - dijo, llevándose la mano a la cabeza.
-Lena: Eh, ¿estás bien?
-Kara: Sí. Me duele un poco la cabeza.
-Lena: ¿Segura? – dije sentándome a su lado.
-Kara: Sí. Estoy cansada.
-Lillian: Entonces no nos quedaremos mucho tiempo. Además, queremos ir a celebrar que ya Lionel salió de nuestras vidas para siempre.
-Lionel: ¿Eso crees, Lillian? – preguntó entrando, acompañado de Martha.
-Martha: Iba a salir a comprar cuando le vi en la puerta.... – dijo mirándome.
-Lena: Está bien, Martha, gracias... - dije, caminando hacia él– Hasta que por fin te decides a venir a conocer a tus nietas y a tu nieto.
-Lionel: ¿No eran dos...?
-Lena: Bueno, sorpresa... - dije.
-Lionel: Sí, bueno. No he venido a ver a los bebés, la verdad. Supongo que tus madres ya te habrán puesto al día.
-Lena: Si te refieres al divorcio, sí.
-Lionel: Bien... Sólo vine a decirte que me has decepcionado, Lena.
-Lena: ¿Cómo?
-Lionel: Pensé que te pondrías de mi lado. Soy tu padre. Llevas mi sangre. En cambio, te has puesto de parte de Lillian, que no es nada tuyo.
-Lena: Eh, para, para, para.... Lillian es MI MADRE. Puede que no lleve su sangre, pero siempre me ha tratado como a su hija. Y no voy a permitirte que hables mal sobre ella o...
-Lionel: No lo haré. Le di todo lo que quería. Y más de lo que merecía, la verdad. En fin. Sólo he venido a decirte que estás fuera de la herencia de los Luthor.
-Lena: ¡¿Qué?!
-Kara: ¡No puede hacer eso! – gritó, levantándose de golpe.
-Lionel: Sí que puedo. Y ya está hecho. Lo siento, no recibirás nada. Eso te enseñará a no traicionarme.
-Kara: ¡Ella no le ha traicionado! ¡¿Acaso cree que esto es fácil para Lena?! ¡Ustedes son sus padres, y acaban de divorciarse!
-Lionel: Ella decidió ponerse de parte de Lillian. Ahora que asuma las consecuencias.
-Kara: Estoy segura de que se habría puesto de su parte si hubiera sido al revés.
-Lena: Kara, cielo... - dije sujetándola del brazo, preocupada – No hagas movimientos bruscos...
-Kara: No. No, Lena, no voy a dejar que tu padre te haga algo tan miserable sólo por.... – dijo, mirando a mi padre y cruzándose de brazos de pronto, poniéndose muy recta - ¿Sabe qué? No importa. Lena no necesita su dinero. Tiene el mío. Y el que ganará sacando adelante las empresas de mi familia que ya están a su nombre.
-Lena: ¿Cómo?
-Kara: Iba a ser parte de mi regalo de San Valentín, pero... Se complicó un poco. – dijo dándome un pequeño beso- Mis padres tenían unos laboratorios farmacéuticos, otros de robótica, o algo así y otros químicos. Tú serás la experta, así que son tuyos.
-Lena: Kara... ¿Cuándo...?
-Kara: Mientras estabas en clase. Lo único que falta es nuestra firma y ya sería oficial.
-Lionel: Aún no ha acabado sus estudios.
-Kara: Mientras, habrá gente preparada ocupándose de ellos. Lena se hará cargo cuando esté preparada. Como ve, no le necesita.
-Lionel: Ya veremos...
-Kara: ¿Es una amenaza, señor Luthor? ¡Porque si se está atreviendo a amenazar a MI esposa, en NUESTRA casa, ya puede marcharse por donde ha venido y no volver por aquí!
-Lionel: Claro... Ah, una cosa más. Lena... Vete olvidando del apellido Luthor y todas sus ventajas.
-Lena: ¿Qué...? – pregunté, confusa y dolida - ¿Vas a quitarme tu apellido sólo por apoyar a Lillian?
-Lionel: Así es... Quedarás fuera de la familia Luthor.
-Helena: ¡No puedes hacerle eso!
-Lena: Pero... Eso no... - dije, sin poder contener las lágrimas.
-Kara: ¡No lo necesita! – gritó.
-Lionel: ¿Perdón?
-Kara: ¡Lena no necesita su apellido, ya se lo dije, no necesita nada de usted!!
-Lionel: ¿Puedo saber por qué? – preguntó, riéndose.
-Kara: ¡Porque yo le daré el mío cuando nos casemos de nuevo!
-Lena: ¿Qué?
-Helena y Lillian: ¿Cómo...?
-Lionel: ¿Casaros de nuevo?
-Kara: Sí. ¡Para su información, voy a casarme de nuevo con su hija. Y, si ella quiere, podrá llevar mi apellido, no necesita el suyo para nada!- dijo, casi lanzándose contra él.
-Lionel: ¿Y...? Danvers no es un apellido conocido.
-Kara: Puede que aún no lo sea. Pero lo será. Eso se lo aseguro. Además, no he dicho que vaya a usar el apellido Danvers. ¿Qué le parece el apellido Zor-el?
Miré a mi padre y vi que palidecía. Vaya, al parecer el apellido Zor-el sí tenía el poder suficiente como para asustarle. Pero Kara no le haría algo así a Eliza, no renunciaría al apellido que le dio Jeremiah. No por mí. ¿O sí?
-Lionel: No serías capaz de hacer tal cosa- dijo recuperando su actitud arrogante, pero lo conocía bastante y eso solo era una fachada.
-Kara: En eso se equivoca, Sr. Luthor- tenía una sonrisa de suficiencia en su cara- De hecho ya he estado haciendo los trámites para cambiar mi apellido y según mi abogada eso no tardará en hacerse efectivo.
-Lionel: Estás mintiendo, no serías capaz de dar la espalda a la familia que te crió- dijo burlesco y en ese momento a Kara le sonó el teléfono.
-Kara: Me llamaste en el momento perfecto, Cat. Espera un momento, voy a ponerte en altavoz- dijo mientras lo hacía- Listo, Cat. Ya puedes hablar.
-Cat: Bien, como iba diciendo, ya está todo listo. Solo falta tu firma para hacerlo oficial. Así que ya estoy llegando a tu casa para que firmes los documentos correspondientes.
-Kara: Está bien, te espero.- cortó la llamada. Todos estábamos en total silencio.
Pasaron 15 minutos y se escuchó el timbre de la casa sonar. Martha fue a abrir y dejó ver a Cat entrar con su característica elegancia y tranquilidad. Nos saludó a todos y se acercó a una mesa para apoyar su maletín y sacar una carpeta con los documentos que Kara debería firmar.
-Cat: Bien, ya que tú y Lena estáis juntas me ahorráis el trabajo de no tener que volver otra vez... Kara y Lena, acercaros a firmar, por favor- cuando me nombró estaba bastante confundida.
-Lena: ¿Yo?- dije completamente sorprendida- ¿Qué tengo que ver yo en esto?
-Cat: ¿Acaso ves a alguna otra Lena, aquí?- dijo sarcástica- Y tienes mucho que ver. Pues tu esposa, quiere pasar a tu nombre las empresas de investigaciones y tecnología que tenían los Zor-el- ella me dio un bolígrafo y me dio los documentos que tenía que firmar. Miré a Kara y esta me asintió, por lo que procedí a poner mi firma. Luego Cat prosiguió- Kara ten, aquí está tu nueva identificación. Por lo tanto ahora eres una Zor-el.
-Lionel: ¡Esto no puede ser cierto!- dijo furioso y empezó a tirar cosas- ¡Tú no puedes hacer eso!- señaló a Kara- ¡Y tú!- dijo viniendo hacia mí y tomándome con fuerza del brazo- ¡¿Cómo te atreves a traicionarme?!- presionó mi brazo hasta el punto marcarme sus dedos en él.
-Lena: ¿Qué traición?- dije soltándome de su agarre- ¡TÚ no tienes derecho a reclamarme nada!- lo empuje haciendo que su espalda chocara contra la esquina de un mueble y se retorciera de dolor y me puse frente a él- Porque si mal no recuerdo, ¡TÚ mismo dijiste que ya no tenías una hija! ¡Así que sé hombre y no me vengas a llorar!
KARA
-Lionel: ¡No me contestes! – gritó, levantando la mano para golpear a Lena. Me acerqué corriendo y le detuve, sujetando su brazo y mirándole a los ojos.
-Kara: No la toque... - dije, furiosa, soltándole – Márchese de MI casa y no vuelva por aquí. Ya no es bienvenido. Martha, di al personal que el Sr. Luthor no puede entrar en la casa sin mi permiso o el de Lena.
-Martha: Sí, señorita Kara.
-Lionel: Esto no quedará así.
-Kara: ¡Fuera! ¡J'onn, sácale de aquí!
-J'onn: Sí.. – dijo cogiéndole del brazo.
-Lionel: Sé el camino, gracias... – dijo soltándose bruscamente.
Cuando se marchó, me giré para mirar a Lena. Pero sentí un dolor terrible que me hizo doblarme y llevarme la mano al vientre.
-Kara: Oh, joder...
-Lena: Kara... ¿Qué te pasa, cielo?
-Kara: Me duele... Creo que... - dije, levantándome la camiseta que llevaba. Vi que la cicatriz de la cesárea se había abierto.
-Eliza: Cielo...
-Kara: Tranquilas... - dije – Creo que deberíamos ir al hospital... ¿Podéis quedaros con...? – dije, intentando mantenerme tranquila. Lena ya estaba bastante nerviosa. La sentía temblar. Sabía que en parte era por mí, pero también por lo que acababa de ocurrir con su padre.
-Lillian: Claro, nos quedamos con ellos, no te preocupes.
-Kara: Hay leche en la nevera para prepararles unos biberones si hace falta. No sé lo que tardaremos.
-Helena: Ten, ponte esto... - dijo, dándome una gasa y una venda limpias para la herida.
-Lena: Vamos... - dijo tirando de mí.
-Kara: Amor, espera... - dije, caminando despacio.
-Lena: No, no puedes esperar.
Puse mi mano sobre su mejilla.
-Kara: Lena... mírame. Eh... No es nada. Hice un movimiento brusco y se me saltaron un par de puntos. Volverán a coserlos y todo estará bien, ¿de acuerdo?
-Lena: ¿Por qué lo has hecho?
-Kara: Porque no voy a consentir que nadie, ni siquiera tu padre, te ponga la mano encima. Nunca. Nadie te hará daño mientras yo pueda impedirlo. –Dije, besándola con suavidad – Eliza, ¿puedes traerme algo de ropa, por favor?
-Eliza: Claro...
-Lena: Ven, siéntate...- dijo ayudándome. Cuando Eliza volvió, ella y Lena me ayudaron a vestirme.
-Kara: Lena, amor, tranquilízate... - dije. Ella seguía temblando.
-Lena: Ya estás... Vamos – me ayudó a levantarme y a ir hacia el coche, donde ya nos esperaba J'onn.
Cuando llegamos al hospital, me atendieron en seguida. Al parecer, Lionel aún no había dado allí ninguna orden contra Lena. Me cosieron de nuevo la herida, la limpiaron y la vendaron. Un par de horas después, volvimos a casa. Me recosté sobre Lena en el coche. Ella miraba por la ventanilla, en silencio. Acaricié su mano.
-Kara: Amor...
-Lena: ¿Cómo estás?
-Kara: Bien. ¿Y tú?
-Lena: Bien...
-Kara: No me mientas, Lena – dije, con algo de brusquedad. Lena me miró.
-Lena: Lo siento... - Dijo apretando mi mano y mirándome, con los ojos enrojecidos y llenos de lágrimas.
-Kara: Eh... No, no llores. Si es por mí, yo estoy bien, ya has oído a los médicos. Sólo tengo que estarme bien quietecita unos días... - dije sonriéndola – Y si es por lo de tu padre... Él no merece tus lágrimas.
-Lena: ¿Por qué lo hiciste?
-Kara: ¿El qué? – dije, aún apoyada sobre ella.
-Lena: Poner las empresas a mi nombre. Cambiar tu apellido... ¿Qué opina Eliza de eso?
-Kara: Eliza estuvo de acuerdo. – dije – Lo hablé con ella antes de hacer nada. Y no he renunciado al apellido Danvers. En realidad, ahora soy Kara Zor-el Danvers. Sigo perteneciendo a su familia. Ella sigue siendo mi madre, Alex mi hermana...
****FLASHBACK****
5 de Febrero de 2020
-Eliza: Kara... Cielo, ¿pasa algo?
-Kara: No. Estaba pensando.
-Eliza: ¿En qué...?
-Kara: No quiero que te lo tomes a mal... Pero... Me gustaría recuperar el apellido de mi familia.
-Eliza: ¿Por qué?
-Kara: Bueno... Si voy a sacar adelante todo lo que me dejaron, creo que debería hacerlo manteniendo el nombre de todo.
-Eliza: Pero puedes hacerlo sin cambiar tu apellido... ¿Es que te avergüenzas de ser una Danvers?
-Kara: No, claro que no, Eliza. Eso nunca. Estoy muy orgullosa de ser una Danvers. Y también quiero conservar ese apellido. Si te parece bien, querría cambiarlo a Zor-el Danvers. Yo... - dije mirándola – Siempre os he agradecido todo lo que habéis hecho por mí. Vuestro cariño, vuestro apoyo... Pero... Aquí dentro.... En el fondo de mi alma... Siempre he sentido que me faltaba algo. Y al volver a escuchar el apellido Zor-el, lo supe. Me faltaba eso que me ataba a mis padres biológicos. Recuperar su apellido, sería una forma de honrarles y tenerlos siempre conmigo. No quiero que sean olvidados. Pero tampoco quiero perder lo que Jeremiah, Alex y tú me habéis dado. Es... - dije, llorando. En el fondo, sentía que estaba lastimando a Eliza con esta decisión, que la estaba fallando. A ella, a Jeremiah... A Alex...
-Eliza: Kara... Cariño... - dijo abrazándome – Lo entiendo... Tranquila. – Me miró, sonriendo - ¿Zor-el Danvers?
-Kara: Sí...
-Eliza: Pues adelante con ello... - dijo besándome en la frente- Si crees que es lo correcto, y es lo que tú necesitas para estar bien... Yo no voy a impedírtelo.
-Kara: Sólo.... No le digas nada a Alex. Quiero buscar el momento adecuado para decírselo.
-Eliza: Claro...
Tras la charla, marqué el número de Cat y le conté lo que quería hacer. Me dijo que pasaría a verme al día siguiente y empezaríamos los trámites.
****FIN FLASHBACK****
-Lena: ¿Alex lo sabe?
-Kara: No he encontrado el momento de decírselo.
-Lena: Se va a enfadar...
-Kara: Lo sé... - dije suspirando. Era muy probable.
-Lena: ¿Sigues enfadada conmigo?
-Kara: No, amor...
-Lena: Entonces... Necesito olvidar todo lo que ha pasado hoy... - dijo mirándome - ¿Te ves bien para invitar a todos a comer mañana y darles la noticia de la boda? Así también podrías hablar con Alex.
-Kara: Si es lo que quieres...
-Lena: Gracias....
-Kara: Te quiero....
Cuando llegamos a casa, Lena me ayudó a salir del coche y a caminar hasta la casa.
-Eliza: Kara, cielo... - dijo cuando nos vio - ¿Cómo estás?
-Kara: Bien. – dije sonriendo.
-Lena: Le han dicho que esté tranquila y que no haga esfuerzos. Eso incluye subir o bajar escaleras. No sé cómo lo haremos para subir al cuarto.
-J'onn: Yo podría ayudarles con eso. Podría subirla o bajarla en brazos cuando lo necesiten.
-Kara: Gracias, J'onn. Intentaré no molestarte demasiado.
-J'onn: No es molestia, señorita Luthor.
-Kara: Zor-el... - dije- Por favor, reúne al personal, tengo algo que comunicar.
J'onn se alejó y poco después Martha, él y otros tres criados estaban en el salón. Les informé sobre el cambio de apellido y sobre cómo debían llamarnos a Lena y a mí desde ese momento. Después, mi madre, Helena y Lillian se acercaron a nosotras.
-Helena: Nos vamos, te dejaremos descansar.
-Kara: No tenéis que iros si no queréis...
-Lillian: Helena tiene razón, Kara. Tienes que estar tranquila. Y Lena también. Os llamaremos.
-Lena: Esperad. – dije mirando a Kara – Yo... Kara y yo queríamos invitaros a comer mañana. A todos. Avisaremos a Winn, a Nia, Alex, Sam... Lillian, ¿avisas a Lex, por favor?
-Lillian: Claro.
-Lena: Hay algo que... Bueno, vosotras ya os habéis enterado. No como queríamos, pero... Queremos dar la noticia de nuestra nueva boda.
-Helena: En cuanto a eso... ¿otra boda, por qué?
-Kara: Porque la primera no pudimos celebrarla en condiciones.
-Lena: Mañana daremos más detalles – dijo, sentándose a mi lado y cogiendo mi mano.
-Helena: Claro... Los bebés ya han comido y están durmiendo.
En ese momento recordé algo.
-Kara: Lena, ¿puedes hacer entrar a Krypto, por favor?
-Lena: Claro – dijo abriendo la puerta para que entrase. En ese momento, se fue derechito hacia la cuna de Collin. Le olisqueó y se tumbó en el suelo, a su lado.
Lillian y Helena se marcharon y Lena, Eliza y yo nos quedamos en el salón. Empezamos a ver una película para pasar el rato, pero Sarah empezó a llorar. Fui a levantarme y Lena me lo impidió.
-Lena: No. Tú ahí quieta. Ya me ocupo yo.
-Kara: Pero...
-Lena: Hay que cambiarla... - dijo, haciendo un gesto raro - ¿Pero qué comen...?
-Kara: No exageres, no puede oler tan... - dije, cuando Lena se acercó y me la puso justo delante - ¡Por dios, ¿vosotras que les habéis echado en el biberón?! – pregunté, mirando a Eliza.
-Eliza: Mira que sois exageradas. Trae, ya lo hago yo – dijo, cogiéndola de brazos de Lena – Tus madres no aguantan nada. Anda, vamos a cambiarte... - nos miró – No os acostumbréis. Lo hago porque tú no puedes moverte – dijo señalándome – y tú – señaló a Lena- Tienes que ocuparte de que esté cómoda.
Lena y yo la sonreímos mientras se alejaba. Al final, tuvo que hacer lo mismo con Marley y Collin. Lena aprovechó para llamar a Winn y Nia, mientras yo llamaba a Alex, para quedar con todos para el día siguiente. Después de cenar, y dar de comer a los tres glotones, J'onn me subió hasta el cuarto, dejándome sobre la cama con cuidado. Eliza y Martha subieron a los bebés, dejándolos en sus cunas. Krypto, como siempre, se tumbó junto a la de Collin.
-Kara: Gracias...
-Lena: Deja que te ayude a cambiarte... - dijo mirándome.
-Kara: ¿Estás bien...? – pregunté cuando acabó. Estaba muy callada.
-Lena: Sí... - dijo besándome – Tienes razón. No necesito nada de mi padre. Te tengo a ti, y a nuestros hijos. No necesito nada más.
-Kara: Ven aquí... - dije, haciendo un gesto para que se tumbase a mi lado. La abracé, pegándola a mí y acariciando su pelo.
-Kara: No os faltará nada. A ninguno. Tampoco a Lillian. Ni a Helena. Ni a Eliza. No mientras yo pueda ofrecéroslo. A partir de mañana, tú volverás de nuevo a clase.
-Lena: Kara...
-Kara: No. Vamos a demostrarle a tu padre que no le necesitas. Volverás a clase, terminarás los estudios. Yo volveré a estudiar en casa para acabar los míos. Tenemos que hacer esto, Lena. Tenemos que hacer que esas empresas funcionen para que a nuestros hijos no les falte de nada. Para que vean que podemos hacer esto solas, sin ayuda de nadie.
-Lena: Kara...
-Kara: ¿Qué?
-Lena: Cállate.
-Kara: ¿Qué? ¿Por qué?
-Lena: Porque esta Kara, la que estoy viendo y escuchando ahora, tan decidida, firme, segura.... Me está poniendo a cien. – Dijo, bajando mi mano hasta su entrepierna.
-Kara: Oh... -dije, al notar su erección – Creo que tendrás que esperar para eso, amor...
-Lena: ¿Qué ha cambiado?
-Kara: ¿A qué te refieres?
-Lena: ¿De dónde has sacado toda esa fuerza de repente?
-Kara: No lo sé. Y no me importa. Mientras pueda protegeros, y haceros felices, todo lo demás me da igual, amor.
-Lena: Sólo prométeme que no harás ninguna estupidez.
-Kara: Tranquila... Durmamos un poco. No creo que tarden mucho en pedir su comida.