- ¡Sally! ¡Llegaremos tarde por tu culpa!- gritaba Patty desde el auto de su padre.
- ¡Ya deja de gritar! ¡Atormentas!- le gritó Sally saliendo de la casa y entrando al auto.
- Hasta que por fin- dijo Chester arrancando el auto.
Al llegar al instituto las hermanas Simcox se bajaron del auto y fueron directamente a sus primeras clases. Horas después ya eran las doce del día y con el llegó el recreo, Sally salió del gimnasio agotada por las prácticas, por suerte a la escuela se le había ocurrido hacer un suéter indicado para la época de calor, era estilo Polo, rojo y tenía un "R" en color blanco en la parte superior izquierda, Sally fue directo a las gradas del instituto para poder tomar algo de aire, sinceramente ella ya no sabía hasta cuando iba a seguir con la farsa de ser porrista, ya estaba cansada de fingir que todo ésto le gustaba, en cierta forma sí, le gustaba ya que había hecho dos amigos a los cuales apreciaba mucho; Tom y Sandy y hablando del rey y reina de Roma ellos fueron los primeros que aparecieron en su vista panorámica apenas llegó a las gradas.
- Oh mira, es Sally - dijo Tom haciendo que Sandy volteara a mirarla.
- ¡Hola Sally!- dijo la rubia yendo hacia ella y abrazandola.
- Hola Sandy, hola Tom- dijo Sally saludando a los dos.
- ¿Vienes a descansar de tanto ajetreo?- preguntó Tom y Sally asintió- Yo también, el entrenador Calhoune nos ha hecho entrenar cada hora libre que tenemos, incluyendo una hora más al salir de clases- dijo el rubio estirándose algo adolorido.
- Te compadezco y lloraría por ti si no se me hubieran acabado ya las lágrimas por culpa de Patty- bromeó Sally y los dos presentes rieron.
En eso Sally pudo distinguir al que era el líder de los T-Birds correr por las vallas del campus, la pareja rubia también volteó a mirarlos algo confundidos , todo iba bien hasta que el chico tropezó con una de las vallas cayéndose de boca y tan rápido como cayó ,Sandy bajó de las gradas a ayudarlo.
- ¡Danny!- gritó Sandy acercándose a el susodicho.
Mientras que Sally no aguantó y soltó sonoras carcajadas haciendo que Tom la mirase entre confundido y divertido.
- Lo siento- dijo Sally para después volver a reír esta vez acompañada por Tom.
Las clases del día terminaron y Sally recién salía del baño de chicas ya que se había cambiado su uniforme, estaba algo cansada y ya quería irse a casa.
- ¡Sally!- oyó como Patty la llamaba y sin ganas volteó a mirarla.
- ¿Qué sucede? ¿Porqué no te has cambiado?- preguntó Sally viendo extrañada a Patty quien todavía tenía puesto su uniforme de porrista.
- Mi querida hermana, debes volver a cambiarte ya que tendremos cinco horas de práctica de rutina- aquello hizo que Sally abriera sus ojos incrédula.
- ¡¿Qué?!- gritó Sally, adiós a su idea de ir a casa- Pero...
- Nada de peros, te espero en el gimnasio- dijo Patty mientras se alejaba dando pequeños saltos.
Sally maldijo por lo bajo, esto era demasiada casualidad, ella iba a caminando hacia al baño para cambiarse cuando de pronto alguien la toma de los brazos y la arrastra a un salón que ya estaba vacío.
- Pero qué...¿Kenickie? ¿Qué suce- ésta no pudo terminar ya que el mencionado había estampado sus labios en los de ella , besándola tiernamente.
- ¿Me extrañaste?- preguntó Kenickie sonriendo separándose del beso.
- Parece que el que me extrañó fuiste tú- los dos rieron y se dieron un cálido abrazo, Sally con sus brazos en el cuello de Kenickie y Kenickie con sus brazos alrededor de la cintura de Sally.
- ¿Saldrías conmigo hoy?
- Quisiera pero no puedo, tengo prácticas de rutina- dijo la pelimiel.
- ¿No puedes faltar?
- No, lo siento- Kenickie asintió comprendiendo la situación.
- Bien , pero antes de que te vayas- Kenickie dándole besos en sus mejillas y su frente- Será para otro día.
- Adiós- dijo Sally sonriendo y Kenickie le dió un beso corto para luego irse.
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Eran las siete y media de la noche y Sally caminaba por las calles , al fin se había liberado de esas infernales prácticas, pero para su mala suerte Patty había ideado una nueva pijamada en su casa por lo que la pelimiel decidió no llegar tan pronto a casa y decidió ir al Frosty Palace para tomar una relajante malteada, al llegar allá vió a Sandy junto a Danny , ésta se extrañó un poco ya que desde hoy en el mediodía no la veía tan cerca de ese chico, luego vió a las Pink Ladies y al resto de los T-Birds , Kenickie estaba ahí molestando a Sandy y a Danny.
Sally no sabía si ir a saludarlos o solo irse así que lo pensó un poco y decidió arriesgarse e ir a ver a los chicos.
- Oye Kenickie, me contaron que sales con la hermana de Patty- dijo Doody y Kenickie lo miró serio, Sally al oír que hablaban de ella se acercó sigilosamente para oír lo que decían.
- ¡Wow! ¿Eso es cierto?- preguntó Putzie incrédulo.
- No me digas que te has vuelto romanticón- decía Sonny burlón.
- ¡Oigan, déjenlo en paz!- dijo Danny.
- ¿Qué? Solo queremos saber si el gran Kenickie aún sigue vivo.
- ¿Quieres callarte imbécil?- dijo Kenickie fastidiado de tantas preguntas- Les voy a aclarar algo, yo no tengo nada con esa chica y jamás lo tendré, es igual de fastidiosa que Patty y no soy estoy tan desesperado para perder mi tiempo con ella- dijo el castaño y todos rieron excepto las Pink Ladies , Sandy y Danny, pero de pronto las risas de los T-Birds cesaron al fijarse en alguien detrás de Kenickie- ¿Qué les sucede?
- ¿Eso es lo que soy para ti?- dijo Sally quién había escuchado todo, Kenickie se paró rápidamente de donde estaba sentado y miró con culpa a la pelimiel, ella se giró dispuesta a irse pero Kenickie le tomó la mano.
- Sally escuch- el castaño no pudo terminar ya que Sally había tomado un vaso con malteada que encontró cerca y se lo echó en toda la cara, se zafó del agarre de Kenickie y salió a toda prisa del lugar, siendo perseguida por el castaño.
- ¡Sally espera!- dijo Kenickie alcazandola y tomándola del brazo.
- ¡Aléjate de mi!- le gritó ésta librándose del agarre nuevamente dispuesta a irse pero Kenickie se adelantó y la acorraló contra la pared de un callejón.
- No te irás hasta que me escuches- dijo él con un tono serio.
- Me parece que dijiste suficiente ¿Enserio estabas negándome frente a todos ellos?- dijo Sally enojada.
- Escucha , tengo cierta reputación que quiero mantener...y por eso les dije aquello , nada de eso era cierto.
- Vaya manera de justificar el que yo sea fastidiosa ¿No crees?- dijo Sally sarcásticamente.
- ¡No eres fastidiosa! ¿Qué es lo que quieres que diga?
- ¡Yo confié en ti, te abrí mi corazón y te conté todo lo que querías saber supuestamente de mi y me traicionaste!- le reclamó de igual manera.
- ¡A ver, en primera yo nunca te obligué a abrirte de forma sentimental conmigo y a contarme toda tu vida y en segunda, si no te gusta como hago las cosas , tal vez deberíamos terminar! ¡¿Te parece?!- gritó Kenickie y tan rápido como lo dijo , se arrepintió de haber dicho esas palabras aunque su rostro permanecía inexpresivo. Por otro lado Sally estaba soprendida por lo que había escuchado, sintió como su corazón volvía a romperse tal y como le había pasado con la muerte de su madre, seguido de unas lágrimas que amenazaban con salir, pero ella no estaba dispuesta a perder su dignidad, bueno, no al frente de él.
- Vaya, Rizzo tenía razón sobre ti- dijo Sally tratando de articular una sonrisa pero lo que le salió fue una mueca de tristeza, Kenickie fue apartando lentamente los brazos que la acorralaban,dejándola libre y sin dar una última mirada, salió del callejón yéndose a su casa.
Kenickie vió cómo ella se alejaba, su corazón y conciencia le decían que fuera tras ella, pero su orgullo y ego se lo impedían, había perdido a la chica con quien tuvo momentos especiales y con quien comenzaba una relación en serio.
•••
Sally estaba sentada frente a la puerta de su casa asimilando todo lo que había pasado y en ese momento recordó lo que Rizzo le había dicho.
~No te enamores de él, no sabes cuando dejarás de interesarle~
- Soy una idiota- se dijo a si misma, sus ojos se cristalizaron pero ella se negaba a dejar salir aquellas lágrimas , de pronto la puerta se abrió abruptamente asustándola.
- ¿Sally? ¿Qué haces aquí?- era Patty quien la había visto a través de la ventana- Vamos, entra o sino te dará un resfrío.
- ¿Están mamá y papá en casa?
- No, salieron y no regresarán hasta después de dos horas- respondió Patty mirando a Sally con algo de preocupación- ¿Qué te pasa?
- Nada, puedes regresar a donde las chicas, te deben de estar esperando en tu habitación- dijo Sally tratando de alejar a su hermana.
- Claro que no, no te dejaré aquí sola, voy a acompañarte- Patty se sentó al lado de Sally, si era cierto que ambas no se soportaban aveces pero aunque tuvieran sus diferencias y no fueran de la misma sangre pues, se tenían algo de cariño la una a la otra.
- Gracias- dijo Sally recargando su cabeza en el hombro de Patty cerrando sus ojos para poder despejar su mente.
~Continuará~