Gracias a Dios la última de las clases fue detenida por los alumnos organizadores del baile escolar. No mentiría, nunca había ido a uno y seguían sin ser de mi interés, pero agradecía infinitamente a esos chicos por habernos interrumpido en esta clase sin pies ni cabeza. Era muy evidente que los profesores ya ni se querían esforzar.
Los chicos dieron el aviso como siempre, aunque a todos los que les interesaba ya estaban enterados de todo pero igual anunciaron la fecha, la hora y todo ese tipo de cosas.
Al final tardaron unos quince minutos, pero fueron suficientes para que el profesor detuviera su clase y optara por ya no continuarla, así que solo tuvimos que esperar a que fuera la hora de salida para poder marcharnos.
Una vez que ocurrió, salimos del salón de clases y posteriormente de la escuela. Alejandro tuvo que marcharse hacia otro sitio, aunque no nos dijo hacia que lugar, y el resto de nosotros caminamos juntos.
—¿Ya tienen preparada su ropa para el baile? —preguntó Justin.
—Evidentemente, ya tenemos nuestro outfit listo. Ahora solo falta que invitemos a alguno.
—¿Invitarlos? ¿Ustedes? Que modernas.
—Es algo que tienes que hacer cuando no te invitan
—Pero el año pasado si las invitaron —les recordé, porque estuve presente las veces que rechazaron a varios chicos.
—Pero lo hicieron únicamente chicos que no tienen oportunidad con nosotras, por qué no me invita alguien como James, el chico del equipo de baloncesto —mencionó Mary.
—¿El rubio de ojos grises? —pregunté y ella asintió.
—Pues espera sentada porque ese chico es gay, y no te invitará —respondí.
—Ja, patética. Podrías invitarlo a salir de compras tal vez —se burló Kelly.
—Oye —nos quejamos Justin y yo.
—Lo siento, no era contra ustedes. Pues yo esperaría que me invitara el delicioso bombón de teatro, el chico de lentes que tuvo el papel principal en la pasada —Justin soltó una carcajada y Kelly le dedicó una mirada asesina—. ¿Gay? —asentimos.
—¿Y qué tal chico que es como tres años mayor?
—¿El stripper del club gay? —cuestionó Justin, yo no sabía de él, y no se como es que él tenía tal información.
—¿Y el otro chico de teatro? —volvió a decir Kelly.
—¿El que se vistió de mujer y es amanerado? —Cuestionó Mary— Dios Kelly, él es mas gay que Justin e Israel teniendo sexo mientras Alejandro los graba — eso era lo mas enfermo que había escuchado así que preferí ignorarlo— ¿Y qué tal el capitán del equipo de futbol? —cuestionó Mary.
—Pues se ve con mujeres normalmente, y visitar un bar gay no es sinónimo de ser gay —respondí.
—Pero un oral en la calle a otro chico si crea dudas —agregó Justin— No a mí, no me miren así —aclaró cuando los tres dirigimos nuestras miradas hacia él—. Puede ser gay de closet o estaba muy ebrio, que viene siendo lo mismo que gay de closet, aunque podría ser bisexual. El punto es que tienes oportunidad en cualquiera de los dos casos.
—No puede ser, creo que Dios me odia. ¿Hay alguien mas de quien debamos saber?
—El mujeriego pelirrojo, al que a sus espaldas algunos chicos le dicen Narnia.
—¿Y por qué le dicen Narnia? —pregunté.
—Porque está en lo mas profundo del closet. Pero es su culpa, solo un tonto que no quiere que nadie se entere se atreve a usar Grindr y colocar su foto. Y además de él, algunos de los chicos mas nerds, el del coro, y algunos otros en los cuales no te fijarías, además de los que son muy evidentes, obviamente.
Mary se abrazó de Kelly y comenzó a hacer como si llorara, sus dramas de siempre.
—Debes estar mintiendo, él fue mi novio hace años y estaba muy interesado en acercarse a mi familia. Específicamente a mi primo. A ese hijo de...
—Mary —mencionó Kelly interrumpiéndola.
—A ese maldito —mencionó aligerando un poco la grosería— le gustaba mi primo. Y ahora creo que no solo le gustaba. Salieron de vacaciones ellos dos y otros amigos o eso dijeron ellos, y a la semana mi primo salió del closet, pero él rompió conmigo y se alejó de todos nosotros. Maldito desgraciado.
—Respira Mary, cuenta hasta diez —le dijo mi amiga intentado tranquilizarla porque ahora ya se le veía un tanto molesta
—¿Acaso todos los chicos de la escuela son gay?
—Que exagerada, somos máximo veinte chicos gay en la escuela, te quedan cerca de ciento cincuenta heterosexuales, mas las chicas lesbianas, aún tienes mucho de donde escoger.
—¿Y tu cómo sabes eso Justin? ¿Cómo diferencian entre los que son gay o no?
—Justin tiene como un super poder —respondí por él—. Él es capaz de decir cual chico es gay casi con simplemente pasar a su lado. Yo por otra parte, solo se de los que hemos visto por ahí en los ambientes gay.
—Que por cierto, no debimos haber dicho. Es como una regla no escrita, de confidencialidad. Después de todo, la mayoría pasamos por un momento en el que no queríamos que se enteraran.
—Pues que pena, porque ahora me dan ganas de divulgarlo por todo internet como venganza. Y ya basta, afortunadamente Kelly y yo nos separamos de ustedes, porque si continuamos hablando de eso me dará algo del coraje.
—Ok, adiós —me despedí y ellas hicieron lo mismo.
—Y apresúrense si quieren encontrar buenos chicos, las puedo asesorar —le gritó Justin, recibiendo de Mary una seña obscena.
Continuamos con nuestro camino Justin y yo, caminar junto a él aunque no dijéramos nada me gustaba, era bastante tranquilo y solo nos observábamos y nos sonreíamos de vez en cuando.
—¿Y tú, Israel? ¿Ya tienes preparada tu ropa para el baile?
—Por supuesto que no, yo no voy a los bailes escolares.
—¿Y por qué no?
—Nunca había sido mucho de fiestas y todo ese tipo de cosas, hasta que tu apareciste. Además, tener que invitar a alguien es sumamente difícil.
—Tienes razón, y como yo estoy aquí, seguiremos haciendo que cambies las cosas aburridas de tu vida.
—¿Perdón?
—Que iremos al baile tu y yo, así que consigue la ropa necesaria para que te veas mas lindo que de costumbre, aunque será difícil.
Eso me avergonzaba, no soportaba cuando decía ese tipo de cosas. Me resultaba muy incómodo, aunque muy dentro de mi, creo que me agradaba cuando me las decía.
—Nunca me han invitado, pero no creo que esa sea una invitación.
—Y tienes razón, porque al invitarte tendría que esperar un si pero podrías decir que no, y esa no es una opción. Tú vendrás conmigo.
—Recuerda que no es un bar, es la escuela, lleno de chicos y chicas.
—Si, lo se. Y no me importa, si quisiera te besaría frente a ellos —respondió— Pero ahora creo que me conformo con esto —se acercó y me besó en la mejilla para después seguir con su camino, pues habíamos llegado a mi casa— Te veo en un momento —y se marchó.
No era alguien normal pero ¿quién en esta vida lo es? Y menos cuando se trata de mis amigos. Pareciera que elijo a los mas raros.
Entré a mi casa, y me encontré con mamá que parecía que hace un momento me observaba por la ventana.
—Mamá que te he dicho de espiarme por la ventana.
—Yo no estaba espiando, estaba limpiando cuando tu y tu "amigo" aparecieron. Además no vi cuando te besó.
—Mamá.
—¿Qué? No puedo limpiar con los ojos cerrados. ¿Él es la razón por la cual no quieres hacerme caso con...?
—No empieces, no quiero que eso siga siendo el tema de conversación.
Mi madre revoleó los ojos, eso le fastidiaba, pero como le dije a Justin, yo estaba decidido y ella no me haría cambiar de opinión.
—Está bien, por hoy ya no hablaremos de eso. Hablaremos de Justin y de ti. ¿Se están protegiendo? Gracias a Dios no pueden hacer un niño, pero las enfermedades son muchas.
No podía ser posible que mamá quisiera tener una conversación como esta, y en este momento cuando está totalmente equivocada con respecto a Justin y a mi.
—Justin y yo somos amigos.
—Los amigos no se besan.
—Fue en la mejilla —le recordé.
—Si, y después se va hacia los labios, al cuello y comienza a bajar hasta llegar a... Ya viste muchos tutoriales, no necesito describírtelos ¿O si?
—Yo me largo —mencioné dirigiéndome a mi habitación, no soportaría continuar con esa conversación— Y supéralo. Era joven y estaba en un proceso de autodescubrimiento.
—Vaya que descubrían muchas cosas.
Dios, ella no tenía remedio.
Y continué hasta mi habitación antes que se le ocurriera decir algo mas. Permanecí durante poco mas de una hora ahí encerrado, hasta que Justin pasó por mi. Cuando escuché el timbre de casa bajé rápidamente para evitar que mamá abriera y dijera algo que no debe.
Abrí y sin permitirle pasar, salimos de casa y me aseguré de que nos alejaramos.
—Eso es extraño ¿Te sucede algo? —preguntó Justin.
—Temas incómodos con mamá, solo eso.
—¿Incómodos en qué sentido?
—¿Recuerdas lo que te conté? ¿De la forma como se enteró que era gay? —asintió— Comenzó con una plática que tuvo que suceder hace años y casi terminaba describiéndolos.
—¿Describiéndolos? —Asentí y soltó una carcajada—. ¿Quiere decir que tu madre vio pornografía gay? Yo creí que solo observó el historial y ya.
Me detuve en ese momento. Tenía razón, mi madre había visto los videos. Eso simplemente hacía que mi vergüenza fuera mayor.
—Tu madre me cae mejor ahora. Deberíamos juntarnos para hablar de nuestros actores favoritos.
—¡Justin! no es gracioso.
—Si, si lo es. Al menos para mi.
—Vienes muy feliz —mencioné.
Y era verdad, no solo un intento de cambiar de tema. Desde que abrí la puerta lo vi muy sonriente, mas de lo normal, y debía haber alguna razón, además de mi situación que lo divertía bastante.
—No eres el único que tuvo una plática sobre su sexualidad. Yo también lo hice. Por fin les dije que era gay.
—¿Eras gay de closet? ¿Y así te burlas de ellos?
—Claro que no, gay de closet jamás. Pero no había sentido la necesidad de contarles que era gay, todo el mundo lo sabía, incluso ellos, pero no se los había dicho directamente.
—Déjame ver si entiendo. Tu eres gay, siempre lo fuiste, tuviste novios y dices que todo el mundo lo sabía, hasta ellos. No tiene sentido.
—Te explico, llegué a casa muy sonriente y me preguntaron la razón. Les dije que acababa de invitar a alguien al baile, me preguntaron el nombre de la chica y les dije que se llama Israel. Luego les dije que era gay, y ellos me respondieron que ya lo sabían, que me habían visto besándome con uno, hace un par de años.
Que bella historia, deberían hacer un libro de su salida del closet tan extraña.
—En fin, ya lo saben de manera oficial y eso significa que puedo llevarte a casa y presentarte como mi cita y tal vez algo mas.
—¿Algo mas?
—Claro, también somos mejores amigos ¿No? Ningún chico hetero presenta a otro como su mejor amigo.
Simplemente asentí, tenía sentido para mi. Y continuamos hacia la casa de los O'Connor.
Al llegar ahí llamamos a la puerta y Rose nos abrió la puerta. Entramos y todos estaban reunidos en la sala, y por su rostro podía deducir que algo malo ocurría o había ocurrido y estaban a punto de darme la mala noticia.
—¿Qué ha ocurrido? —preguntó Justin.
Algo les debieron haber dicho a Robert, Jane, y Nicole los cuales también estaban preocupados. Hace un par de semanas recibieron un citatorio de Transilvania, también conocida como la capital de los vampiros. Donde había un tipo de gobierno vampiro, el consejo, me parecía que lo habían nombrado. Los citaron a partir de enterarse de la desaparición de mas de cien vampiros en su territorio. Al parecer eso les importaba mas.
—¿Acaso nos asesinarán por haber matado a tantos vampiros?
—No —respondió Robert—. Solo querían dialogar sobre la desaparición de los vampiros, y les contamos la verdad, al menos de manera parcial, ya que tuvimos que omitir ciertos detalles.
—Su hechicería fue uno de ellos, y el oráculo que posees Israel —agregó Jane como si me hubiera leído la mente.
—El punto es que lo creyeron con mucha facilidad. Las cosas entre los vampiros no están nada bien, no saben por qué pero hay muchos desertores que se han rebelado ante el Consejo. Esos vampiros eran desertores, así que de alguna manera están agradecidos por ello.
Vaya, eso no era ninguna mala noticia. No entendía la razón de sus caras largas, pero Robert continuó hablando.
—El caso es que las cosas están peor de lo que pensaron. Porque en nuestra estancia en ese lugar, el consejo fue atacado de manera coordinada. Primero lo hicieron en una pequeña sede de Italia, en Volterra. Desconocemos que había en ese lugar. Pero enviaron apoyo y una vez que se marcharon gran parte de sus fuerzas, el lugar principal en Transilvania fue atacado. Hubieran sido superados de no haber sido por Nicole.
—Me dieron una medalla —agregó esta mostrándola.
—Pero no entiendo por qué tienen esas caras largas —preguntó Justin.
—Porque después del ataque los vampiros decidieron que tomarán medidas para saber que vampiros siguen siendo fieles al consejo y cuales no. Y lo harán volviendo a una serie de pruebas a las que someten a los clanes, en los que arriesgamos la vida.
—¿Y eso como diablos les asegura la fidelidad una prueba? —cuestioné.
—Simple —respondió Jane— Si eres capaz de arriesgar tu vida en esas pruebas, eres fiel al consejo, si no lo haces, no eres fiel.
—¿Y si no eres fiel a ellos?
—Prácticamente aceptas tu muerte —contestó ella— Disponen de recursos, muchos vampiros e incluso contactos con hechiceros, aunque no se agradan mucho. Mandarían a cientos de vampiros por nosotros, seguramente acabarían con ellos, y seguirían enviando, si no funciona pedirían ayuda a los hechiceros. Al final sería una guerra contra nosotros, y ustedes tendrían que hacer un genocidio de miles de vampiros y hechiceros.
—Así que lo mejor es prepararnos esas pruebas. Saben que tienen dones, pero no saben cuales, eso da mucha ventaja.
—Además tenemos a dos brujitos entre nosotros —agregó Harry.
—Si, hechiceros que podrán hacer magia y hacerla pasar por algún don, pero sin utilizar la varita —aclaró Robert— No sabemos que tanto sepan de la profecía, pero si descubren que son hechiceros no importa que tan fieles a ellos seamos, nos matarán.
Nadie dijo nada. Ahora entendía por qué esas caras largas.
—Tenemos un mes para prepararnos. Nos irá bien.