Su estilo de vida cambió al enterarse que existía alguien formándose dentro de su novio. Un brote de ambos que no tenían en absoluta idea.
Todo inició con los típicos síntomas de vómitos y mareos que presenció BaekHyun. En su primera estancia pensaron que era producto de comida caducada o el hecho de ser pesada, pensaron que con algunos días de reposo podría mejorarse pero no hubo mejoría alguna. BaekHyun estuvo tres días seguidos en cama siendo atendido por el propio ChanYeol y sin recurrir a algún doctor aún. ChanYeol no estaba dispuesto a pagar millonadas por un doctor para que solo le recete pastillas para evitar los mareos y los vómitos.
Su preocupación incrementó cuando aún BaekHyun no podía ni levantarse de la cama y se quejaba de dolores en su vientre. Decidieron recurrir a la clínica junto a un doctor de confianza de ambos. Le realizó algunos exámenes como muestras de sangre a BaekHyun, a la vez de un cuestionario preguntándoles si se habían cuidado al momento de tener relaciones. Claramente BaekHyun se abochornó debido al nivel de Pregubta y considerando lo infantil que era. Lo negó, pues el menor aborrecía usar protección porque "No quiero sentir un látex" era su excusa perfecta para que ChanYeol no usara condón.
Luego de algunos días había recibido sus resultados mediante un correo. No se trataba de una bacteria en su estómago, ni de comida pesada o caducada como lo había pensado. Era alguien formándose en el vientre de su novio. Esperaba todo, menos aquello. La noticia le había golpeado en pleno trabajo luego de revisar su correo por mera curiosidad. El resto del día se la pasó tamborileando sus dedos en su escritorio una y otra vez pensando qué haría o qué le diría a BaekHyun llegando a casa, tal vez el menor aún no sepa la noticia ya que no había recibido ninguna llamada de su parte. Estaba aún más nervioso al saber que la noticia debía ser dada por él.
Un bebé no estaba en sus planes, no aún. Tenía todo una carrera por delante y aún habían planes en donde sólo BaekHyun y él figuraban en la lista como conocer otros países, viajar a algún otro continente, hacer cosas de dos. Ni si quiera habían tenido un compromiso a lo grande. Su matrimonio surgió de un momento a otro luego de la descabellada idea de casarse civilmente por parte de ChanYeol al ganarse un anillo a base de caramelo en una feria, por su puesto BaekHyun estaba dispuesto y siempre abierto a sus locuras de su pareja ya que en eso consistía su relación. Gracias a ello, llevaban dos años de casados y próximamente tres.
Vivían en una casa que había sido comprada con los ahorros de ambos en el centro de la ciudad. La residencia era tranquilo y espaciosa, habían escogido un buen lugar. Quizás es un buen espacio para el futuro bebé, la casa al menos no era un problema ya que tenía todas las comodidades y podría añadirse una habitación más. Contaban con un patio trasero, es más que suficiente.
— ChanYeol, ya pasó una hora desde que terminó tu hora de trabajo — Interrumpió uno de sus colegas de confianza — Siempre te vas a tiempo.
— BaekHyun está embarazado.
— ¿Cómo? ¿De quién?
— Qué mierda de pregunta es esa, JongDae.
— Sólo trató de relajarte — Bramó — Felicidades, serán papás y felicidades a mi también porque seré tío — Se autoabrazó dándose palmadas.
— Cómo quieres que me relaje. Un bebé no estaba en nuestros planes, ni si quiera hemos hablado sobre si queremos uno o no — El pelinegro se colocó de pie guardando sus pertenencias para poder ir a casa.
— Ahora lo están y debes sentarte a hablarlo con BaekHyun. Vamos, un bebé no es malo — Lo siguió JongDae — Les traerá felicidad a su hogar.
— ¿Un bebé? ¿Quién va a tener un bebé?
— Chanyeol, ChanYeol será padre — Respondió el más bajo.
— Muchas felicidades, ¿ya sabes cuál es su sexo? — Preguntó nuevamente Eunha.
— Aún no, apenas tiene cuatro semanas de embarazo según el reporte clínico.
Tanto Eunha como JongDae lo evadieron con preguntas masivas acerca del bebé en su trayecto hacia las afueras de las oficinas. Suficiente era el estrés con los infinitos papeleos que tenía que hacer y sus amigos lo estaban sacando de sus casillas. Su respuesta rotunda era un "no sé" porque realmente no tenía idea. Al despedirse de sus amigos, subió a su auto y manejó directo a casa, sin música de acompañamiento y a lunas cerradas, el único ruido era el aire acondicionado. Su mente estaba fija aún en la noticia que le daría a BaekHyun. Quizás solo le esté dando vueltas al asunto, si hay bebé entonces hay un bebé, no puede cambiar las cosas. Solo debía aceptar el hecho y vivir con ellos, con el proceso de paternidad, pero qué sabía él acerca de la paternidad. Se preguntaba así mismo si cuidar de un bebé es igual a cuidar a un perro, Thoben es su canhijo, tal vez el cuidado es parecido: darles de comer, jugar con ellos, llevarlos al doctor y limpiar sus necesidades hasta que se eduquen.
Al llegar a casa, bajó con su maletín cargado en su hombro. Suspiró profundamente y colocó la contraseña que abría la puerta de la casa. El olor a comida recién hecha invadió sus fosas nasales.
— ¿BaekHyun? — Llamó el pelinegro cerrando la puerta tras el.
— ¡En la cocina! — Gritó.
Se encaminó hacia la cocina, no si antes dejar su maletín en alguna silla de la sala. Su pareja estaba frente al horno cocinando lo que fuese. Rodeó su cintura delicadamente por detrás para no asustarle y depositó un beso en la zona de su nuca.
— ¿Qué huele tan bien, cariño?
BaekHyun dio media vuelta en su propio sitio observando dulcemente a su pareja. Se paró de puntillas robándole un beso casto en los labios.
— Fideos en salsa blanca y langostinos, tus favoritos.
— ¿A qué se debe el plato?
— A que hoy me pagaron e hice las compras de la semana como normalmente lo hago — Respondió volviendo su atención a la olla con fideos — Ve a cambiarte, ya estará lista la comida.
A orden de BaekHyun, ChanYeol fue directamente hacia su habitación donde se aseó rápidamente con agua helada, muy inusual en él. Se colocó su pijama y se sentó en el comedor con BaekHyun a su costado y la comida ya servida. Ambos comieron a gusto e intercambiaron palabras sobre el trayecto de su día y en lo estresante que es su trabajo, BaekHyun en ningún momento tocó el tema acerca de un bebé, ni de sus resultados de los exámenes médicos. Así se fueron a la cama, luego de que ChanYeol lo tocara sin pudor mientras BaekHyun lavaba los platos. Dejando el servicio a medio limpiar, el pelinegro lo tomó por las piernas llevándolo a la cama y acostándolo en ella mientras se repartían besos húmedos que mareaban a BaekHyun.
Sus grandes manos tocaban por debajo de los pantalones del menor escapándose gemidos.
— ChanYeol, Yeol — Llamó el azabache acomodando el cabello de su pareja — Yeol, espera — El mencionado detuvo sus acciones en sus labios pasando a su cuello — Hoy me enviaban los resultados del examen, ¿los leíste?
Fue como un balde con agua fría para ChanYeol al detenerse en seco, acción que sorprendió a BaekHyun. El alto se recompuso tomando asiento en la cama y acomodando sus prendas siendo seguido por el ajeno.
— ¿Qué sucede? ¿Los leíste? ¿Es algo malo? ¿Moriré? ¿Es cáncer? ¿Un tumor?, ChanYeol me estás asustando, dímelo.
No hubo respuesta por parte del pelinegro, sólo sus ojos estaban enfocados en los de su pareja sin emitir sentimiento alguno.
— Yeol... — Sus ojos se cristalizaron y tapó su boca ante el miedo de no tener alguna respuesta y pensar en lo peor.
— No, no Baek — Negó rápidamente tomando las mejillas de su pareja y limpiarlas con sus pulgares — No, no tienes ninguna enfermedad terminal. No pienses eso.
— ¿Y por qué me miras feo y no me dices nada? — Susurró triste.
— Porque es difícil decirlo, para mí lo es.
— Entonces déjame leer los resultados — BaekHyun extendió su mano.
ChanYeol rebuscó en su bolsillo sacando su móvil e ingresando a su correo, abrió el archivo y le entregó el teléfono al azabache. Sentado en la cama observo en todo momento el rostro de BaekHyun y como este estaba atento leyendo. No obstante, su rostro cambió drásticamente, sus ojos saltones al igual que sus cejas.
— Tendremos un hijo — ChanYeol asintió ante su oración.
Hubo silencio completo volviendo el ambiente incómodo. BaekHyun le devolvió el móvil a ChanYeol y se mantuvo sentado, ambos en la cama aún.
— Nunca hemos hablado sobre tener hijos.
— Lo sé — Contestó el pelinegro — ¿Qué te parece la idea?
— Es muy repentina. Pero debimos haberlo visto venir, no nos cuidamos en ningún momento. Me sorprende que luego de cuatro años sin usar protección haya podido quedar embarazado, por un momento creía que era infértil.
— Lo sé.
— Hay tantas cosas que necesita un bebé, cuidado, comida, pañales, atención...
— Lo sé.
— Ir a chequeos médicos durante el embarazo — Susurró el menor tomando las manos de su pareja — Seremos papás.
— Seremos buenos papás — ChanYeol lo jaló consigo abrazando su cuerpo protectoramente y besando su rostro un sinfín de veces mientras se prometían cosas.
Después de un par de minutos, ambos decidieron ir a dormir ya que les esperaba otro día de trabajo. El alto acurrucó al pequeño en su pecho brindándole calor. La lámpara en su mesa de noche se mantenía prendida mientras leía un reporte de su trabajo. BaekHyun dormía plácidamente escondido en su pecho. Optó por admirar el rostro de su pequeño, como lo hacía cada que tenía oportunidad. Adoraba ese lunar en su mejilla que le daba el toque de ternura, sus ojitos cerrados y sus labios abultados y pálidos. Sus mechones estaban amarrados en una colita que le hacían aún más infantil pero tierno. Amaba mucho a su pareja y se lo recordaba cada día cuando lo tenía frente suyo.
•••
Conforme pasaban los días, el vientre de BaekHyun se estaba siendo más notorio y él siempre se lo repetía en cada comida. Le advertía que se iba a poner muy obeso y que lo iba a dejar de querer a pesar de ser mentira. Había subido unos cinco kilos y si, era muy notorio en él. Sus mejillas eran más regordetas al igual que sus brazos.
Se encontraba en la octava semana de gestación según su calendario que había comprado especialmente para el embarazo y que colgó en el refrigerador. Ahora usaba joggers y camisones grandes, de vez en cuando ropa de ChanYeol que a pesar del embarazo seguía quedándole holgada.
Según el primer chequeo que tuvieron luego de la noticia, todo estaba conforme. El bebé se estaba formando muy bien y sin complicaciones.
Ahora estaba más atento a BaekHyun y este estaba a gusto de recibir las atenciones por parte de su pareja.
BaekHyun en realidad se había vuelto más cauteloso en cuanto a sus cuidados. Había comprado cremas y lociones en variedad para el embarazo, no tenía idea de que existían. También se había vuelto más mimoso y lo obligaba inconscientemente a acariciar su vientre y a hablarle al bebé que se formaba ahí.
JongDae a muy buena honra le había comentado que el embarazo alborotaba las hormonas pero aún no veía resultados en BaekHyun, confesaba que quería ver aquella faceta del menor aunque tenía miedo si lastimaba al bebé, pero nuevamente JongDae intervino asegurándole que nada de eso podía pasar.
El trabajo lo había mantenido ocupado durante toda la tarde, no había recibido ningún llamado de BaekHyun pero si mensajes bonitos y con emoticones de corazón. Su jefe le había sacado de quicio al darle trabajo extra y pesado. ChanYeol no podía negarse en lo absoluto. Su trabajo no era de ensueño, no obstante le pagaban lo suficiente como para retenerse a renunciar o a explotar frente a su jefe. Todos saben perfectamente que ese viejo abusaba de su autoridad dejando su trabajo a los demás, pero si quería mantenerse con sus lujos y seguir viviendo como ahora debía aguantarse.
Todo marchaba bien hasta que accidentalmente el archivo casi finalizado se había editado sin razón alguna cambiando el tipo de letra, número de página, el borde, todo se había alterado. ChanYeol gruñó y golpeó su escritorio molesto sobresaltando a su colega de la otra oficina. Acomodó sus lentes y peinó sus cabellos con rudeza.
Su hora de salida ya había pasado, pero debido a este percance tuvo que hacer horas extras.
Su teléfono empezó a sonar una y otra vez, era. BaekHyun.
— Hola cariño, ¿Qué sucede?
— Ya pasaron dos horas, ¿dónde estás?
— Estoy haciendo un papeleo, iré más tarde.
— ¿Podrías pasar comprando plátanos y fresas? — Canturreó tiernamente.
— Compraste eso ayer.
— Me las comí y ya no hay más.
— Si encuentro algún supermercado abierto dentro de una hora, lo haré.
— Está bien, te amo. No demores.
ChanYeol colgó la llamada dejando de lado su teléfono y colocándolo en vibrador. Suspiró pesadamente y volvió a realizar su trabajo una vez más. Realizó paso a paso todo nuevamente terminando efectivamente una hora después. No dudó ni un segundo en guardar sus pertenencias e irse de la oficina. Se subió a su auto en busca de algún supermercado.
Por suerte encontró un supermercado donde atendían las veinticuatro horas comprando lo que me había pedido su pareja y algo extra por si al caso. Cansado, tomó su maletín y entró a casa. BaekHyun estaba sentado en la sala mirando un programa de canto, le encantaban ese tipo de programas.
— Hola bebé — Saludó BaekHyun entusiasmado acercándose al más alto y darle un beso en su mejilla — ¿Tuviste un mal día? Te ves cansado.
— Mi jefe es un dolor de pelotas, se fue dos horas antes de su salida y me dejó todo el trabajo.
— Deberías hablarlo con la compañía, eso es injusto — BaekHyun tomó la bolsa que cargaba ChanYeol.
— El es la cabecilla de la compañía, no puedo hacer nada.
— Existen institutos y corporaciones que velan por ese tipo de explotaciones, Park ChanYeol.
— Perdóname señorito, olvidé que trato con un abogado — Burló dejando el maletín en su lugar dispuesto de irse a la cama.
— Yeol, te pedí fresas y plátanos — Se quejó BaekHyun — Sólo trajiste plátanos, manzanas y ¿leche?
ChanYeol tocó sus cabellos peinándolos.
— Me dijiste manzanas, no fresas.
— Te dije fresas, hasta te dejé un mensaje por si lo olvidabas — BaekHyun guardó en la bolsa las frutas — Ahora qué comeré.
— Puedes comer eso.
— Si quisiera comer esto, no te hubiese pedido que lo compraras. Quería fresas porque me comí todas y ya no hay, tenemos muchas manzanas...
— ¡Entonces no comas nada! — Enfureció alzando la voz — He tenido un día de mierda. Si querías fresas hubieses ido tu mismo a comprarlas, la tienda estaba una cuadra. ¿Qué has hecho en todo el día?
— Vi televisión...
— ¡Pudiste comprarlas tú mismo! — Volvió a gritar completamente molesto. Limpió su frente y observó con el ceño fruncido a su pareja quien se había mantenido pasiva a sus palabras. Por su parte, BaekHyun no dijo nada, tan solo se dio media vuelta y regresó al sofá acostándose en él y subir al máximo volumen el programa de canto. Se cubrió con la sábana y hundió su rostro en la almohada.
ChanYeol al darse cuenta de las consecuencias, se ablandó acercándose a su pareja con el fin de solucionar el problema.
— Hey, BaekHyun lo siento...
— No me toques — Gimoteó apartándose — Vete a dormir si tanto has tenido un día de mierda.
Conocía perfectamente a BaekHyun, no iba a rechistar a su posición. Así que optó por obedecer y alejarse del pequeño. Tomó una ducha caliente que por si fuera poco le ayudaría a regalarse de la tensión. Entró a su cama y chequeó los mensajes que me había dejado BaekHyun mientras estuvo trabajando. BaekHyun tiene ese toque tierno en él que nunca se desgastaba. Puede haber tenido un mal día pero siempre mostraba una sonrisa y trataba de ver positivo las cosas, ese es su BaekHyun.
Sin cenar, apagó las luces y se acomodó en la cama dando la espalda al lado de BaekHyun quien aún no había llegado a la cama. Decidió esperar por el manteniéndose despierto pero con la luz apagada del cuarto a su espera. Algunos minutos después, dejó de escuchar el ruido de la televisión y la puerta de su cuarto abriéndose. A pasos sigilosos y en silencio, BaekHyun se acostó en la cama dándole también la espalda a ChanYeol. Este estaba en duda de si debía decir algo o sólo actuar, no podía irse a dormir con la conciencia intranquila y peleado con su pareja. Un sollozo escapó de los labios del azabache sorprendiendo al ajeno. Se dio media vuelta y lo abrazó por detrás acurrúcanos su cuerpo como cada noche, BaekHyun no hizo nada pero su llanto se hizo más fuerte.
— Perdóname, soy muy tonto — BaekHyun se dio media vuelta ocultando su rostro en el pecho de su pareja y abrazando su cintura — Tuve un mal día y no debí descargarlo contigo.
BaekHyun no dijo nada, de lo contrario se mantuvo sollozando en su pecho durante toda la noche hasta quedarse dormido y se había asegurado de ello. Ahora sus ojitos estaban hinchados y su nariz roja como carmesí. Efectivamente su rostro estaba aún más regordete y hoy no se había hecho su cola para evadir los mechones. Con su índice los apartó con cuidado de no despertarle. Cubrió su cuerpo con la sábana y besó su frente dispuesto a dormir.
BaekHyun lloró mucho, tal vez son las hormonas que tanto hablaba JongDae, pero estas no eran las hormonas del sexo sino otras. De seguro el embarazo lo vuelve a uno más sensible y es el caso de su pequeño.
¿Está bien hacer llorar a un embarazado? Si, no, no sabe aún. Tal vez sea la primera y última vez o tal vez no. Si esto es parte de ser padre primerizo, no le está gustando. No quiere ver a BaekHyun llorar y aún más si él es el dueño de sus lágrimas.
BaekHyun se merece que lo traten como un príncipe, tiene que estar en un pedestal.
A veces siente que BaekHyun es mucho para él, siempre en realidad se sintió así. Desde que iniciaron una relación. Siempre fue del tipo influencia con sus grandes logros en la universidad. Fue uno de los alumnos más destacados y que se graduó con honores en la facultad de ciencias políticas. En realidad, su trabajo ideal era ser parte del bufete de abogados del país y lo pudo conseguir si no fuera por ChanYeol, o al menos es lo que piensa él a pesar de que BaekHyun se enoje cada que lo dice. Por ahora el azabache es fiscal en una compañía familiar que es reconocida en el país. ChanYeol siempre está orgulloso de BaekHyun y le sorprende que a pesar de ser una persona infantil y tierna, a la vez sea firme y sería.
BaekHyun siempre está a un paso adelante de él.
BaekHyun es la inmensa felicidad de ChanYeol.