Leyendo: "Harry Potter, una h...

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Obviamente, se leerá la historia de Harry Potter en el pasado con las tres generaciones, pero será diferente... עוד

1. Volviendo al pasado (Parte 1)
2. Volviendo al Pasado (Parte 2)
3. La mágica verdad.
4. Hogwarts.
5. Fortaleciendo nuestra amistad.
6. Halloween.
7. Quidditch.
8. Navidad.
9. Nicolas Flamel.
10. Norberto, el ridgeback noruego.
11. El bosque prohibido.
12. A través de la trampilla.
13. El hombre de las dos caras.
14. Gryffindor
15.Obligaciones en vacaciones.
16. Cumpleaños en la madriguera.
17. Borgin y Burken. (Parte 1)
18. Borgin y Burken (Parte 2)
19. De regreso a Howgarts (Parte 1)
20. De Regreso a Hogawrts (Parte 2)
21. Los "sangre sucia" y una voz misteriosa. (Parte 1)
22. Los sangre sucia y la voz misteriosa (parte 2)
23. El cumpleaños de Muerte (parte 1)
24. El cumpleaños de Muerte (parte 2)
25. Inscripciones en la pared (parte 1)
26. Inscripciones en la pared (parte 2)
27. Una blugger loca (Parte 1)
28. Una blugger loca (parte 2)
29. El club de duelo (parte 1)
30. El club del duelo (parte 2)
31. Poción Multijugos.
32. El diario secreto (parte 1)
33. El diario secreto (parte 2)
34. Cornelius Fudges (Parte 1)
35. Cornelius Fudges (Parte 2)
36. Aragog (parte 1)
37. Aragog (parte 2)
38.La cámara secreta (parte 1)
39. La cámara secreta (parte 2)
40. El Heredero de Slytherin. (Parte 1)
41. El Heredero de Slytherin. (Parte 2)
42. La recompensa de Dobby.
43. 1G vs 2G
44. Black.
45. El reencuentro.
46. Dementor (parte 1)
47. Dementor (parte 2)
48.Pozos de té y garras de hipogrifo.(Parte 1)
49. Pozos de té y garras de hipogrifo. (Parte 2)
.51 La huida de la Señora Gorda.
.52 La derrota.
53. El Mapa de Merodeador.
.54 Sorpresa en Navidad.
.55 Patronus.
56. Gryffindor contra Ravenclaw
57. El rencor de Snape.(parte 1)
58. El rencor de Snape (parte 2)
59. La final de Quidditch.
60. La profecía de la Profesora Trelawney.
61. El perro, el gato y la rata.
62.Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta.
63. El Vasallo de Voldemort.
64. El beso del dementor.
65. El secreto de Hermione.
66. Más lechuzas mensajeras.
67. Último día.
.68. Disciplina mental.
.69. El traslador.
.70. Bagman y Crouch.
.71. Los Mundiales de quidditch.
.72. La marca tenebrosa.
.73. Alboroto en el Ministerio.
.74.El expreso a Hogwarts.
.75. El torneo de los tres magos.
.76. Ojoloco Moody.
.77. Maldiciones imperdonables.
.78.Beauxbatons y Durmstrang.
.79.El Cáliz de fuego.
.80. Los cinco campeones.
.81. La comprobación de las varitas.
.82. El colacuerno húngaro.
.83. La primera prueba.
.84.El Frente de Liberación de los Elfos Domésticos.
85. Una prueba inesperda.
86. El baile de Navidad.
87. La primicia de Rita Steeker.
88. El huevo.
.89. La Segunda prueba.
.90. El regreso de Canuto.
.91. La locura del Señor Crouch.
.92. El Sueño.
.93. El pensadero.
.94. La tercera prueba.
.95. Hueso, carne y sangre.
.96. Los Mortifagos.
.97. Priori Incantatem
.98. El suero de la verdad.
.99. Caminos separados.
.100. El comienzo.
SEGUNDA PARTE.

50. El Boggart.

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- Algo me inquieta hoy - comenta James durante el desayuno.

- Hoy sabrán quien los traicionó, por eso estás inquieto - le respondo y miro al bebé en brazos de Lily.

- Todo saldrá bien papá, lo tenemos controlado - le asegura Harry.

- Quiero leer el próximo capítulo - me pide Luna.

- Sí, creo lo mejor será que avancemos rápido con esto - les digo pasando el libro a mi amiga.

- El Boggart.

- Ese si que fue un buen día, nuestra primera clase con el profesor Lupin - comenta Neville.

- Suena a que me fue bien.

- Lo hiciste muy bien tío Rem.

Malfoy no volvió a las aulas hasta última hora de la mañana del jueves, cuando los de Slytherin y los de Gryffindor estábamos en mitad de la clase de Pociones, que duraba dos horas. Entró con aire arrogante en la mazmorra, con el brazo derecho en cabestrillo y cubierto de vendajes, comportándose, según le parecía a Harry, como si fuera el heroico superviviente de una horrible batalla.

—¿Qué tal, Draco? — dijo Pansy Parkinson, sonriendo como una tonta — ¿Te duele mucho?

- Se puede notar claramente que no la aprecias - me dice mi hijo mayor.

- Se lo ganó, eso te lo garantizo - le respondo divertida - Pero tu padre y tu tío eran peores.

- Pero lo vas arreglar con tus métodos - comenta Teddy.

- No creo que me agrade como suena eso - comenta Draco y me hace reír.

- Empiecen a llevarse bien desde ahora y no habrá nada de qué temer.

—Sí — dijo Malfoy, con gesto de hombre valiente. Pero vi que le guiñaba un ojo a Crabbe y Goyle en el instante en que Pansy apartaba la vista.

—Siéntate — le dijo el profesor Snape amablemente.

Harry y Ron se miraron frunciendo el entrecejo. Si hubieran sido ellos los que hubieran llegado tarde, Snape no los habría mandado sentarse, los habría castigado a quedarse después de clase. Pero Malfoy siempre se había librado de los castigos en las clases de Snape. Snape era el jefe de la casa de Slytherin y generalmente favorecía a los suyos, en detrimento de los demás.

Ese día elaboramos una nueva pócima: una solución para encoger.

Malfoy colocó su caldero al lado de Harry y Ron, para preparar los ingredientes en la misma mesa.

—Profesor — dijo Malfoy —, necesitaré ayuda para cortar las raíces de margarita, porque con el brazo así no puedo.

— Weasley, córtaselas tú — ordenó Snape sin levantar la vista.

Ron se puso rojo como un tomate.

— No le pasa nada a tu brazo — le dijo a Malfoy entre dientes.

Malfoy le dirigió una sonrisita desde el otro lado de la mesa.

— Ya has oído al profesor Snape, Weasley. Córtame las raíces.

— Yo lo haré - me ofrecí y eso sorprendió a todos, Snape levantó la mirada - Ya he terminado con mi poción profesor, puedo ayudar a Draco a ponerse al día.

— Bien - dijo como cierto tono de molestia.

- Las enviaste una pelea y un castigo - me dice Lily y solo asiento - Bien pensado.

- ¿Cómo lidias con todo? - me pregunta Reg.

- Ni yo lo sé, solo lo hago - le respondo - Pero hay muchas veces que me siento agobiada, pero también debo lidiar con eso.

- No deberías cargar con tantas responsabilidades - me dice mi madre.

- Después de esto, todo me parecerá más simple - le respondo.

Pansy me miró desde su asiento con mucho odio y al acercarme a Draco, él me quedó mirando.

Me coloqué delante suyo y con cuidado comencé a cortar sus raíces, apartandonos un poco de los chicos.

- Lamento haber arruinado tus planes - le murmure sin dejar de hacer lo mío.

- Tuve que haberlo previsto.

- ¿Cómo te sientes? - le pregunté.

- ¿Te importa? - me dijo con arrogancia.

- Quita ese tono de idiota conmigo Dragón, sé que ya estas bien y sí, me importa - le respondí levantando la mirada - ¿Supongo que necesitas ayuda con lo demás? - agregué en voz alta.

- Sí...

- Bien, ve vertiendo eso con cuidado - le dije señalando las raíces - ¿Sabes que lo ocurrido fue tu culpa, verdad? - agregué y no respondió - Tal vez quieras darle un gusto a tu padre y no te juzgo, pero Hagrid no se quedará sin empleo.

- Mi padre...

- Sí, lo sé, no dejará de dar pelea - lo interrumpi - Solo ten cuidado con lo que haces, algún día podrías arrepentirte y tal vez ya sea tarde...

- Ya me ibas previniendo - me dice Draco.

- Esto es una novedad para nosotros - comenta George.

- Se refiere a su amistad - agrega Fred.

- De mi parte, no tenía problema en decirlo. La mayoría se iban a enfadar, pero lo iban a superar - le respondo.

- Sí mi padre se enteraba en ese momento, podía reaccionar de dos manera - comenta Draco - Se enfurecia o era capaz de obligarme a utilizar nuestra para hacerles daño y es por eso que era más seguro que nadie lo supiera.

- Sigo diciendo que este chico merece más - nos dice Sirius.

Unos calderos más allá, Neville afrontaba varios problemas. Solía perder el control en las clases de Pociones. Era la asignatura que peor se le daba y el miedo que le tenía al profesor Snape empeoraba las cosas. Su poción, que debía que ser de un verde amarillo brillante, se había convertido en...

— ¡Naranja, Longbottom! — exclamó Snape, levantando un poco con el cazo y vertiéndolo en el caldero, para que lo viera todo el mundo —¡Naranja! Dime, muchacho, ¿hay algo que pueda penetrar esa gruesa calavera que tienes ahí? ¿No me has oído decir muy claro que se necesitaba sólo un bazo de rata? ¿No he dejado muy claro que no había que echar más que unas gotas de jugo de sanguijuela? ¿Qué tengo que hacer para que comprendas, Longbottom?

Neville estaba colorado y temblaba. Parecía que se iba a echar a llorar.

— Por favor; profesor — dijo Hermione —, puedo ayudar a Neville a arreglarlo...

—No recuerdo haberle pedido que presuma, señorita Granger — dijo Snape fríamente, y Hermione se puso tan colorada como Neville — Longbottom, al final de esta clase le daremos unas gotas de esta poción a tu sapo y veremos lo que ocurre. Quizá eso te anime a hacer las cosas correctamente.

- ¡Eso fue muy cruel! - le grita Alice muy molesta.

- No es justo que trates así a los niños - agrega Lily.

- Yo aún no he hecho nada - le responde serio.

- Calma por favor - les pido o todas las madres les darán una paliza - Sí, Snape no será un personaje al que vayan adorar y no lo entenderán hasta el final.

- Es un buen hombre - agrega Harry para el asombro de este y el de James - Si fuera de los malos estaría en el calabozo con el resto.

- Y ahora está a tiempo de cambiar su futuro - comenta Herms.

Snape se alejó, dejando a Neville sin respiración, a causa del miedo.

—¡Ayúdame! — le rogó a Hermione.

—¡Eh, Harry! — dijo Seamus Finnigan, inclinándose para tomar prestada a Harry la balanza de bronce — ¿Has oído? El Profeta de esta mañana asegura que han visto a Sirius Black.

— ¿Dónde? — preguntaron con rapidez Harry y Ron.

Al otro lado de la mesa, con Malfoy levantamos la vista para escuchar con atención.

—No muy lejos de aquí — dijo Seamus, que parece emocionado — Lo ha visto una muggle. Por supuesto, ella no entendía realmente. Los muggles piensan que es sólo un criminal común y corriente, ¿verdad? El caso es que telefoneó a la línea directa. Pero cuando llegaron los del Ministerio de Magia, ya se había ido.

— No muy lejos de aquí... — repitió Ron, mirando a Harry de forma elocuente. Dio media vuelta y sorprendió a Malfoy mirando.

— ¿Qué, Malfoy?

Pero a Malfoy le brillaron los ojos de forma malvada y estaban fijos en Harry. Se inclinó sobre la mesa.

— ¿Pensando en atrapar a Black tú solo, Potter?

—Exactamente — dijo Harry.

- Harry eso es una locura, en ese caso era el idota de Sirius y no un asesino real, pero no puedes exponerte así - lo regaña James y nos deja a todos callados.

- En mi lugar tú hubieses hecho lo mismo - le responde Harry luego de unos segundos.

- A eso no lo sabemos, pero voy a ser tu padre y lo último que quiero es que te maten - le dice en cambio - ¿No piensas lo mismo al ver tus hijos?

- Ustedes murieron protegiendome y nosotros somos capaces de hacer lo mismo por ellos - le responde - Me enteré de muchas cosas en ese año y mis pensamientos estaban confusos, sino fuese por Hannah y nuestros amigos... hubiera tomado malas decisiones.

- Eso ya no pasará Potter - le digo besando su mejilla para que se calme.

Los finos labios de Malfoy se curvaron en una sonrisa mezquina.

— Desde luego, yo ya habría hecho algo. No estaría en el cole como un chico bueno. Saldría a buscarlo.

— ¿De qué hablas, Malfoy? — dijo Ron con brusquedad.

— ¿No sabes, Potter...? — musito Malfoy, casi cerrando sus ojos claros.

— ¿Qué he de saber?

Malfoy soltó una risa despectiva, apenas audible.

— Tal vez prefieres no arriesgar el cuello — dijo — Se lo quieres dejar a los dementores, ¿verdad? Pero en tu caso, yo buscaría venganza. Lo cazaría yo mismo.

— ¿De qué hablas? — le preguntó Harry de mal humor.

En aquel momento, Snape dijo en voz alta:

— Deberían haber terminado de añadir los ingredientes. Esta poción tiene que cocerse antes de que pueda ser ingerida. No se acerquen mientras está hirviendo. Y luego probaremos la de Longbottom...

Crabbe y Goyle ríen abiertamente al ver a Neville azorado y agitando su poción sin parar. Hermione le murmuraba instrucciones por la comisura de la boca, para que Snape no los viera. Cuando Harry y Ron juntaron los ingredientes no usados, y fueron a lavarse las manos y a lavar los cazos en la pila de piedra que había en el rincón, aprovecho para centrarme en Draco.

- ¿A qué te referías con lo de antes? ¿Por qué buscaría venganza?.

- Pregúntale a tu padre, él debe saber tanto como el mío acerca del asunto - me dijo Draco y parecía sincero.

- ¿A qué se refieren con eso? - pregunta mi madre.

- Yo no sabía que son mejores amigos con mi padre, ni tampoco que es mi padrino - le responde.

- Eso es una mierda...

- ¡Sirius! - lo regaña la Señora Potter.

- No me lo tomé muy bien cuando me enteré - agrega Harry.

- A eso lo sabrán hoy - las digo para que no sigan interrogando a Harry.

Cuando faltaba poco para que termine la clase, Snape se dirigió con paso firme a Neville, que se encogiera de miedo al lado de su caldero.

— Vengan todos y acomodence cerca — dijo Snape. Los ojos negros le brillaban — Y vean lo que le sucede al sapo de Longbottom. Si ha conseguido fabricar una solución para encoger, el sapo se quedará como un renacuajo. Si lo ha hecho mal (de lo que no tengo ninguna duda), el sapo probablemente morirá envenenado.

Los de Gryffindor observamos con aprensión y los de Slytherin con entusiasmo. Snape le puso el sapo Trevor en la palma de la mano izquierda e introdujo una cucharilla en la poción de Neville, que había recuperado el color verde. Echó unas gotas en la garganta de Trevor.

Se hizo un silencio total, mientras Trevor tragaba. Luego se escuchó un ligero «¡plop!» y el renacuajo Trevor serpenteaba en la palma de la mano de Snape. Los de Gryffindor comenzamos a aplaudir. Snape, irritado, sacó una pequeña botella del bolsillo de su toga, echó unas gotas sobre Trevor y éste recobró su tamaño normal.

— Cinco puntos menos para Gryffindor — dijo Snape, borrando la sonrisa de todas las caras — Le dije que no lo ayudara, señorita Granger. Pueden retirarse.

Con Harry, Ron y Hermione subimos las escaleras hasta el vestíbulo. Todavía medito lo que me había dicho Malfoy, en tanto que Ron estaba furioso por lo de Snape.

— ¡Cinco puntos menos para Gryffindor porque la poción estaba bien hecha! ¿Por qué no mentiste, Hermione? ¡Deberías haber dicho que lo hizo Neville solo!

- No puedes molestarte con ella por ayudar a tío Neville - le dice Rose y tiene la misma expresión que mi amiga cuando se molesta.

- Son su ayuda hubiera envenenado a Trevor - agrega Neville.

- Estaba molesto con el Profesor, pero no con ella - le dice a ambos.

- A eso lo entendí más adelante - agrega Herms - Y disminuimos nuestras peleas.

Ella no contestó. Ron miró a su alrededor.

— ¿Dónde está Hermione?

Con Harry también nos volvemos. Estábamos en la parte superior de las escaleras, viendo pasar al resto de la clase que se dirigía al Gran Comedor para almorzar.

— Venía detrás de nosotros — dijo Ron, frunciendo el entrecejo.

Malfoy nos adelanta, flanqueado por Crabbe y Goyle. Dirigió a Harry una sonrisa de suficiencia y desapareció.

— Ahí está — nos dijo Harry.

Hermione jadeaba un poco al subir las escaleras a toda velocidad. Con una mano sujetaba la mochila; con la otra sujetaba algo que lleva metido en la túnica.

— ¿Cómo lo hiciste? — le  preguntó Ron.

— ¿El qué? — preguntó a su vez Hermione, reuniéndose con nosotros.

— Hace un minuto venías detrás de nosotros y un instante después estabas al pie de las escaleras.

—¿Qué? — Hermione parecía un poco confusa — ¡Ah, tuve que regresar para buscar una cosa!¡Oh, no...!

En la mochila de Hermione se había abierto una costura. No me sorprendió; contenía al menos una docena de libros grandes y pesados.

—¿Por qué llevas encima todos esos libros? — le preguntó Ron.

— Ya sabes cuántas asignaturas estudio — dijo Hermione casi sin aliento — ¿No me podrías sujetar éstos?

— Hermione si sigues corriendo para todos lados con esos libros, le harás daño a tu espalda - le dije preocupada y parecía querer darme la razón - He aprendido el hechizo expansor, para tu caso será de gran ayuda.

— Eso me sería muy útil, gracias Hannah.

- ¿Eso no es ilegal? - pregunta Remus.

- Tal vez... pero fue Godric quien me lo enseñó - le respondo en mi defensa.

- En mi época no era ilegal - argumenta él - A demás, ellos no lo usaron para el mal y Hannah debe saber todo lo que yo sé y más.

- ¿No la presionas demasiado? - le pregunta mi abuela.

- No lo hace, me gustan sus clases y también aumentar mis conocimientos - le respondo - Godric conoce mis límites y los respeta.

— Espera... - dijo Ron y me miró - ¿Por qué ayudaste a Malfoy?

—Porque me di cuenta de que planeaba fastidiarlos a ustedes - le dije y gran parte sé que eso era cierto.

— ¿Pero de qué tanto hablaban? - preguntó Harry poniendose serio.

— Espero que haya algo bueno para comer. Me muero de hambre — le dije haciéndome la desentendida y continúe hacia el Gran Comedor.

El profesor Lupin no estaba en el aula cuando llegamos a nuestra primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Todos nos sentamos, sacamos los libros, las plumas y los pergaminos, y estábamos hablando cuando por fin llega el profesor. Lupin sonríe vagamente y puso su maletín en la mesa. Estaba tan desaliñado como siempre, pero parecía más sano que en el tren, como si hubiera tomado unas cuantas comidas abundantes.

— Buenas tardes — dijo — ¿Podrían, por favor; meter los libros en la mochila? La lección de hoy será práctica. Sólo necesitarán las varitas mágicas.

- Sabremos cómo le fue en la primera clase de nuestro Remus - comenta Sirius

- Una primera clase práctica suena genial - agrega mi padre.

- Mamá Hann, siempre me dice que fuiste el mejor Profesor de esa asignatura que ha habido en el Colegio - le dice Teddy.

- Es un gran alago, yo...

- Tío Rem, ninguno de tus alumnos puede contradecir eso - le digo segura - Escucha lo bueno que eres.

La clase cambiamos miradas de curiosidad mientras guardabamos los libros. Nunca habíamos tenido una clase práctica de Defensa Contra las Artes Oscuras, a menos que se cuente la memorable clase del año anterior, en que el antiguo profesor había llevado una jaula con duendecillos y los había soltado en clase.

—Bien — dijo el profesor Lupin cuando todo el mundo estuvo listo — Si tienen la amabilidad de seguirme...

Desconcertados, pero con interés, nos pusimos de pie y salimos del aula con el profesor Lupin. Este nos condujo a lo largo del desierto corredor. Doblamos en una esquina. Nos condujo por otro corredor y se detuvo en la puerta de la sala de profesores.

— Entren, por favor — dijo el profesor Lupin abriendo la puerta y cediendo el paso.

En la sala de profesores, una estancia larga, con paneles de madera en las paredes y llena de sillas viejas y dispares, no había nadie salvo un profesor.

Snape estaba sentado en un sillón bajo y observó a la clase mientras ésta entraba en la sala. Los ojos le brillaron y en la boca tenía una sonrisa desagradable. Cuando el profesor Lupin entró y cerró la puerta tras él, dijo Snape:

— Déjela abierta, Lupin. Prefiero no ser testigo de esto — Se puso de pie y pasa entre nosotros. Su toga negra ondeaba a su espalda. Ya en la puerta, giró sobre sus talones y dijo —: Posiblemente no le haya avisado nadie, Lupin, pero Neville Longbottom está aquí. Yo le aconsejaría no confiarle nada difícil. A menos que la señorita Granger le esté susurrando las instrucciones al oído.

Neville se puso colorado. Le hecho a Snape una mirada fulminante; ya era desagradable que se metiera con Neville en clase, y no digamos delante de otros profesores.

El profesor Lupin habia alzado las cejas.

— Tenía la intención de que Neville me ayudara en la primera fase de la operación, y estoy seguro de que lo hará muy bien.

El rostro de Neville se puso aún más colorado. Snape torció el gesto, pero salió de la sala dando un portazo.

- Me pasa con eso - admite Sev.

- ¿Tú crees? - le responde con sarcasmo.

- No pasa nada mamá - le dice Neville y mira a Snape - Espero que no te molestes por lo que pasará en esta clase porque el Profesor Lupin creo el cimiento de mi confianza.

- Gracias por eso amigo - le dice Frank.

—Ahora — dijo el profesor Lupin llamando la atención del fondo de la clase, donde no había más que un viejo armario en el que los profesores guardaban las togas y túnicas de repuesto.

Cuando el profesor Lupin se acercó, el armario temblaba de repente, golpeando la pared.

- No hay por qué preocuparse — dijo con tranquilidad el profesor Lupin cuando algunos de los alumnos se echaban hacia atrás, alarmados — Hay un boggart ahí dentro.

Casi todos pensaban que un boggart era algo preocupante. Neville le dirigió al profesor Lupin una mirada de terror y Seamus Finnigan vio con aprensión moverse el pomo de la puerta.

— A los boggarts les gustan los lugares oscuros y cerrados — prosiguió el profesor Lupin —: los roperos, los huecos debajo de las camas, el armario de debajo del fregadero... En una ocasión vi a uno que se había metido en un reloj de pared. Se vino aquí ayer por la tarde, y le pregunté al director si se le podía dejar donde estaba, para utilizarlo hoy en una clase de prácticas. La primera pregunta que debemos contestar es: ¿qué es un boggart?

Levanté la mano y asiente en mi dirección para que responda.

— Es un ser que cambia de forma — le dije — Puede tomar la forma de aquello que más miedo nos da.

—Yo no lo podría haber explicado mejor — admitió el profesor Lupin, y sonrió con aprecio —. El boggart que está ahí dentro, sumido en la oscuridad, aún no ha adoptado una forma. Todavía no sabe qué es lo que más miedo le da a la persona del otro lado. Nadie sabe qué forma tiene un boggart cuando está solo, pero cuando lo dejemos salir; se convertirá de inmediato en lo que más temamos. Esto significa — prosiguió el profesor Lupin, optando por no hacer caso de los balbuceos de terror de Neville — que ya antes de empezar tenemos una enorme ventaja sobre el boggart. ¿Sabes por qué, Harry?

Era difícil responder a una pregunta con Hermione al lado, que no dejaba de ponerse de puntillas, con la mano levantada. Pero Harry hizo un intento:

— ¿Porque somos muchos y no sabe por qué forma decidirse?

— Exacto — dijo el profesor Lupin. Y Hermione bajó la mano algo decepcionada — Siempre es mejor estar acompañado cuando uno se enfrenta a un boggart, porque se despista. ¿En qué se debería convertir; en un cadáver decapitado o en una babosa carnívora? En cierta ocasión vi que un boggart cometía el error de querer asustar a dos personas a la vez y el muy imbécil se convirtió en media babosa. No daba ni gota de miedo. El hechizo para vencer a un boggart es sencillo, pero requiere fuerza mental. Lo que sirve para vencer a un boggart es la risa. Lo que tienen que hacer es obligarle a que adopte una forma que ustedes encuentren cómica. Practicaremos el hechizo primero sin la varita. Repitan conmigo: ¡Riddíkulo!

- Presta más atención allí que en nuestras propias clases - el comentario de Sirius nos hace reír.

- A nosotros nos pasó igual - agrega Ron.

- Llevaba temas tan interesantes que era imposible no prestarle atención - comenta Neville.

- Esperamos poder rehacer nuestros estudios desde el primer año contigo de Profesor - le digo.

- Me encantaría, pero... ustedes... ya saben mi problemas y puede a que a otros no le agrade - me responde cabizbajo.

- Lo tengo controlado a eso, tú no te preocupes, ya lo sabrán.

—¡Riddíkulo! — dijimos todos a la vez.

—Bien — dijo el profesor Lupin — Muy bien. Pero me temo que esto es lo más fácil. Como ven, la palabra sola no basta. Y aquí es donde entras tú, Neville.

El armario volvió a temblar. Aunque no tanto como Neville, que avanzaba como si se dirigiera a la horca.

—Bien, Neville — prosiguió el profesor Lupin — Empecemos por el principio: ¿qué es lo que más te asusta en el mundo? — Neville movió los labios, pero no dijo nada — Perdona, Neville, pero no he entendido lo que has dicho — dijo el profesor Lupin, sin enfadarse.

Neville miró a su alrededor; con ojos despavoridos, como implorando ayuda. Luego dijo en un susurra:

— El profesor Snape.

Casi todos se ríen. Incluso Neville se sonríe a modo de disculpa. El profesor Lupin, sin embargo, parecía pensativo.

— El profesor Snape... mm... Neville, creo que vives con tu abuela, ¿es verdad?

—Sí — respondió Neville, nervioso — Pero no quisiera tampoco que el boggart se convirtiera en ella.

—No, no. No me has comprendido — dijo el profesor Lupin, sonriendo — Lo que quiero saber es si podrías explicarnos cómo va vestida tu abuela normalmente.

Neville estaba asustado, pero dijo:

—Bueno, lleva siempre el mismo sombrero: alto, con un buitre disecado encima; y un vestido largo... normalmente verde; y a veces, una bufanda de piel de zorro.

— ¿Y bolso? — le ayudó el profesor Lupin.

— Sí, un bolso grande y rojo — confirmó Neville.

—Bueno, entonces — dijo el profesor Lupin —, ¿puedes recordar claramente ese atuendo, Neville? ¿Eres capaz de verlo mentalmente?

—Sí — dice Neville, con inseguridad, preguntándose qué pasaría a continuación.

— Cuando el boggart salga de repente de este armario y te vea, Neville, adoptará la forma del profesor Snape — dijo Lupin — Entonces alzarás la varita, así, y dirás en voz alta: ¡Riddíkulo!, concentrándote en el atuendo de tu abuela. Si todo va bien, el boggart-profesor Snape tendrá que ponerse el sombrero, el vestido verde y el bolso grande y rojo.

Hubo una carcajada general. El armario tembló más violentamente.

— Si a Neville le sale bien — añadió el profesor Lupin —, es probable que el boggart vuelva su atención hacia cada uno de nosotros, por turno. Quiero que ahora todos dediquen un momento a pensar en lo que más miedo les da y en cómo podrían convertirlo en algo cómico...

La sala se queda en silencio. Medito... ¿qué es lo que más me aterroriza en el mundo?

Lo primero que me vino a la mente es lord Voldemort, un Voldemort que hubiera recuperado su antigua fuerza. Pero antes de haber empezado a planear un posible contraataque contra un boggart-Voldemort, se me apareció otra imagen aún más horrible. Me estremeci, con solo pensarlo. Miré a mi alrededor, deseando que nadie me hubiera notado. La mayoría de mis compañeros tenían los ojos fuertemente cerrados.

- Espera, nosotros nunca supimos cual es tu Boggart - me dice Ron.

- Conocerán mi mayor miedo dentro de unos capítulos - le respondo sintiendo el brazo protector de Harry sobre mis hombros.

- Has enfrentado muchas cosas peligrosas, ¿Qué te puede dar más miedo que enfrentar a Voldemort? - me pregunta Draco.

- Ya lo verán.

Ron murmuraba para sí:

— Arrancarle las patas.

Adivine de qué se trataba. Lo que más miedo le daba a Ron eran las arañas.

—¿Todos preparados? — preguntó el profesor Lupin.

Harry parecía no estar preparado. Pero no quiso pedir más tiempo. Todos los demás asintieron con la cabeza y se arremangan.

— Nos vamos a echar todos hacia atrás, Neville — dijo el profesor Lupin —, para dejarte el campo despejado. ¿De acuerdo? Después de ti llamaré al siguiente, para que pase hacia delante... Ahora todos hacia atrás, así Neville podrá tener sitio para enfrentarse a él.

Todos nos retiramos, arrimándonos a las paredes, y dejamos a Neville solo, frente al armario. Estaba pálido y asustado, pero se había arremangado la túnica y tenía la varita preparada.

— A la de tres, Neville — dijo el profesor Lupin, que apuntaba con la varita al pomo de la puerta del armario — A la una... a las dos... a las tres... ¡ya!

Un haz de chispas salió de la varita del profesor Lupin y dio en el pomo de la puerta. El armario se abrió de golpe y el profesor Snape salió de él, con su nariz ganchuda y gesto amenazador. Fulminaba a Neville con la mirada.

Neville se echó hacia atrás, con la varita en alto, moviendo la boca sin pronunciar palabra. Snape se le acercaba, ya estaba a punto de agarrarlo por la túnica...

—¡Ri... Riddíkulo! — dijo Neville.

Se oye un chasquido como de látigo. Snape tropezó: llevaba un vestido largo ribeteado de encaje y un sombrero alto rematado por un buitre apolillado. De su mano pendia un enorme bolso rojo.

- De acuerdo, esa versión mía si se la merecía - nos dice Snape mientras que todos ríen.

- No comentes nada papá - le advierte Harry.

- ¡Bien! No diré nada - le responde James.

Hubo una carcajada general. El boggart se detuvo, confuso, y el profesor Lupin gritó:

—¡Parvati! ¡Adelante!

Parvati avanzó, con el rostro tenso. Snape se volteó hacia ella. Se oye otro chasquido y en el lugar en que había estado Snape apareció una momia cubierta de vendas y con manchas de sangre; había vuelto hacia Parvati su rostro sin ojos, y comenzó a caminar hacia ella, muy despacio, arrastrando los pies y alzando sus brazos rígidos...

— ¡Riddíkulo! — gritó Parvati.

Se soltó una de las vendas y la momia se enredó en ella, cayó de bruces y la cabeza salió rodando.

—¡Seamus! — gritó el profesor Lupin.

Seamus pasó junto a Parvati como una flecha.

¡Crac!

Donde había estado la momia se encontraba ahora una mujer de pelo negro tan largo que le llegaba al suelo, con un rostro huesudo de color verde: una banshee. Abrió la boca completamente y un sonido sobrenatural llenó la sala: un prolongado aullido que me puso los pelos de punta.

—¡Riddíkulo! — gritó Seamus.

La banshee emitió un sonido ronco y se llevó la mano al cuello. Se había quedado afónica.

¡Crac!

La banshee se convirtió en una rata que intentaba morderse la cola, dando vueltas en círculo; a continuación...

¡crac!, se convirtió en una serpiente de cascabel que se deslizaba retorciéndose, y luego... ¡crac!, en un ojo inyectado en sangre.

— ¡Está despistado! — gritó Lupin — ¡Lo estamos logrando! ¡Dean!

Dean se adelantó.

¡Crac!

El ojo se convirtió en una mano amputada que se daba la vuelta y comenzaba a arrastrarse por el suelo como un cangrejo.

—¡Riddíkulo! — gritó Dean.

Se oye un chasquido y la mano queda atrapada en una ratonera.

— ¡Excelente! ¡Ron, te toca!

Ron se dirigió hacia delante.

¡Crac!

Algunos gritaron. Una araña gigante, de dos metros de altura y cubierta de pelo, se dirigió hacia Ron chascando las pinzas amenazadoramente. Por un momento, pensé que Ron se hai quedado petrificado. Pero entonces...

— ¡Riddíkulo! — gritó Ron.

Las patas de la araña desaparecieron y el cuerpo empezó a rodar. Lavender Brown dio un grito y se apartó de su camino a toda prisa. El cuerpo de la araña fue a detenerse a los pies de Harry. Alzó la varita, pero...

—¡Aquí! — gritot el profesor Lupin de pronto, avanzando rápido hacia la araña.

¡Crac!

La araña sin patas había desaparecido. Durante un segundo todos miramos a nuestro alrededor con los ojos bien abiertos buscándola. Entonces vimos una esfera de un blanco plateado que flotaba en el aire, delante de Lupin, que dijo ¡Riddíkulo! casi con desgana.

¡Crac!

— ¡Adelante, Neville, y termina con él! — dijo Lupin cuando el boggart cayó al suelo en forma de cucaracha.

¡Crac!

Allí estaba de nuevo Snape. Esa vez, Neville avanzó con decisión.

— ¡Riddíkulo! — gritó, y durante una fracción de segundo vislumbramos a Snape vestido de abuela, antes de que Neville emitiera una sonora carcajada y el boggart estallara en mil volutas de humo y desapareciera.

- ¡Exijo clases así y tal vez disminuya mis bromas! - le dice Sirius a los Profesores.

- Es una oferta tentadora, Señor Black, pero el Joven Lupin aún no se a graduado como para estar delante de una clase de chicos de su edad - le responde Dumbledore - Pero sin dudas tendrá una vacante para cuando se gradué.

- Sigo diciendo que estos mocosos tienen más beneficios, tendrán a Hagrid y Remus de docentes - protesta. Sirius.

- No es nuestra culpa - le digo en cambio - Pero no nos quejamos.

— ¡Muy bien! — gritó el profesor Lupin mientras la clase prorrumpía en aplausos —. Muy bien, Neville. Todos lo han hecho muy bien. Veamos... cinco puntos para Gryffindor por cada uno de los que se han enfrentado al boggart... Diez por Neville, porque lo hizo dos veces. Y cinco por Hermione y otros cinco por Harry y otros cinco por Hannah.

— Pero yo no he intervenido — dijo Harry.

— Tú y Hermione y Hannah contestaron correctamente a mis preguntas al comienzo de la clase — dijo Lupin sin darle importancia — Muy bien todo el mundo. Ha sido una clase estupenda. Como deberes, van a tener que leer la lección sobre los boggart y hacerme un resumen. Me lo entregarán el lunes. Eso es todo.

Los alumnos abandonamos entusiasmados la sala de profesores. Harry, sin embargo, no estaba contento. El profesor Lupin le había impedido deliberadamente que se enfrentara al boggart. ¿Por qué?

Pero nadie más se había dado cuenta.

—¿Han visto cómo he podido con la banshee? — dijo Seamus.

—¿Y la mano? — dijo Dean, imitándola con la suya.

— ¿Y Snape con el sombrero?

— ¿Y mi momia?

— Me pregunto por qué al profesor Lupin le dan miedo las bolas de cristal — preguntó Lavender.

—Ha sido la mejor clase de Defensa Contra las Artes Oscuras que hemos tenido. ¿No es verdad? — dijo Ron, emocionado, mientras regresamos al aula para buscar las mochilas.

— Parece un profesor muy bueno — dijo Hermione — Pero me habría gustado haberme enfrentado al boggart yo también.

— ¿En qué se habría convertido el boggart? — le preguntó Ron, burlándose —, ¿en un trabajo de clase en el que sólo te pusieran un nueve?

Los Merodeadores y los gemelos son los que más fuerte se ríen por ese comentario. Mientras que Luna me regresa el libro.

N/A: La cuarentena me está enloqueciendo, entre mañana o pasado mañana subiré el siguiente para que todos podamos distraernos un poco.

Tomen las precauciones necesarias para cuidar de su salud. Si alguien necesita hablar cuenta conmigo.

Gracias por leer. 😙❤

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