Las cosas se pusieron extrañas demasiado rápido.
—¿Cómo fue que terminamos así?
—¿Y todavía lo preguntas?
Un nuevo día comenzaba, pero en lugar de simplemente dormir más o quedarse mirando a la nada un rato, Ryū tuvo que aguantarse un poco la incomodidad de recordar que por cosas del destino Rouse y el habían terminado durmiendo en la misma tienda.
—Si.
Ella bufó.
—No lo sé, quizá porque a algún tonto se le ocurrió la magnífica idea de practicar con un Lanzallamas cerca de mi tienda y ¡Oh sorpresa!—Dijo con sarcasmo.—¡La incineró por completo!
—Ah si, lo siento.
—Haa... Da igual, ahora lárgate mientras busco mis cosas.
—Ok...
Como sea no tenía otra opción, aquello fue culpa suya por no verlo venir, así que solo salió de la tienda de campaña y se estiró un poco al sentir la luz del sol en su piel, dejando atrás un poco de la flojera de recién levantado que tenía.
Toqueteó un poco su mano derecha, sintiendo un pequeño pinchazo por el dolor que tener su puño roto le causaba al tacto con cualquier cosa.
Tal vez no fue muy buena idea hacer aquello, pero como sea.
—¿Uh?
Ya que no podían estar todos adentro, la mayor parte de los Pokémon de los entrenadores había dormido fuera, ya que en si no tenían problema con ello e incluso algunos dieron señales de preferirlo de esa forma.
—¿Ryuga?
No lo vio junto a los demás, y de hecho tampoco veía a Nejire, eso era extraño, solo esperaba que no hubiese hecho ninguna estupidez porque definitivamente Rouse lo mataría y lamentablemente el no podría hacer nada.
Pero esa preocupación se fue al encontrar al tiburón cargando a la tipo psíquico mientras esta aún se mantenía dormida, contrario a él.
—Buenos días amigo.—Dijo en voz baja para no despertarla.
Gabite asintió y sólo se quedó en esa posición, Ryū solo se encogió de hombros y se alejó del lugar, más específicamente a revisar al resto de sus amigos, que lastimosamente ya habían tomado de él un par de malas costumbres, como dormir de más.
"¿Esto siente mí mamá conmigo?" Definitivamente para el esto era una especie de escenario donde el tenía el papel de padre de familia y tenía que asegurarse de que ellos despertarán para hacer sus cosas, un poco irónico siendo que anteriormente el desempeñaba el papel que ellos toman ahora.
—Al carajo, ¡Arriba todos!
Tal vez no fue la mejor forma de hacerlos despertar, la prueba está en que casi se lleva una buena quemadura de su Charmeleon y su Treecko casi le suelta un jodido Rayo solar en la cara.
No volvería a hacer eso jamás.
—Bien, bien...—Jadeó un poco agotado de tanto esquivar ataques potencialmente letales.—¿Ya están listos?
Aún se veían somnolientos todos, pero aún así levantaron sus patas en señal de afirmación.
—¿Qué fue todo ese ruido?—Decía la peliazul saliendo de la tienda.
—No soy bueno como padre...
—¿Ah?
Le tomo unos segundos comprender a lo que se refería y poder ayudarlo con todos, además de ir a atender a su Ralts que luego de despertar por el ruido entró en un estado de extremo nerviosismo al encontrarse entre las aletas de Ryuga, él sólo pudo dejarla en el suelo y alejarse rápido.
—Bueno, Ciudad iris se encuentra cerca, así que si no hay inconvenientes retaremos al Gimnasio hoy mismo, ¿Entendido?
Sus Pokémon dejaron aquella actitud apagada y volvieron a ser muy enérgicos al al escuchar eso, se notaba que les emocionaba la idea de combatir.
—Ryuga.—El nombrado se volteó hacia el.—De nuevo no planeó que pelees, pero tengo otros planes para ti, ¿Bien?
Gabite asintió aunque también estaba algo decepcionado, él también quería luchar.
Naturalmente el albino se percató de eso y se acercó un poco a él, hasta donde se supone debería estar su oído y hablarle en voz baja.
—Tengo entendido que en Iris hay dos torres pero solo una da acceso a turistas... y está habitada por Pokémon fuertes, ¿No te parece interesante?
Increíblemente, el chico si que sabía cómo avivar los ánimos de sus Pokémon, aunque el no supiera si de verdad habría Pokémon lo suficientemente fuertes como para darle problemas a Ryuga en ese lugar, solo le estaba sobornando un poco para que le diera espacio a los demás.
—L-Drago, Deku, vamos a poner en práctica lo que planeamos.
Ambos asintieron con emoción, revoloteando alrededor de su entrenador sacándole algunas sonrisas antes de que decidiera ponerlos a casi todos en sus Balls, dejando solo a su inicial afuera.
—¿Nos vamos ya?
—Si, perdón por la espera.
Así ambos jóvenes volvieron a poner como objetivo la ciudad, que aún estaba algo lejos de su posición, sin embargo no les tomaría más de una hora a pie si no se detenían.
Poco a poco el la naturaleza fue cediendo y la presencia humana se hacía más clara, tanto que tuvieron que parar para llevar a cabo un par de combates con otro entrenadores, sin embargo no tardó demasiado, pues Aoi y Ryuga no dieron oportunidad alguna para que alguien fastidiara.
Con algo de retraso, finalmente estaban a puertas de la ciudad.
Quedaron maravillados por el contraste que ofrecía el paisaje con el color algo apagado de las casas siendo rodeadas por el verde tan alegre de los árboles, cosa que no dejaron de ver incluso cuando ya estaban ahí.
—Voy a buscar el Gimnasio, ¿Vienes?—Ella ya sabía que el planeaba algo, por eso pregunto y no solo lo arrastró hasta allí.
—Tengo algo que hacer antes.—Dijo él, confirmando las sospechas de la chica.—Te alcanzó en el Gimnasio, si es que no has terminado antes.
—Entiendo, trata de no perderte, ¿Quieres?
—Lo intentaré... Vamonos Ryuga.
—¡Grwah!
La chica solo suspiró y los vió irse, ya se imaginaba cual sería el destino de esos dos, pero si no le dijo nada ya tendrá sus razones para querer ir a ese lugar solo, por ahora haría lo que dijo y buscaría ese espeluznante Gimnasio.
Corrió tan rápido como sus fatigadas piernas le permitieron, estaba tan impaciente por ir a esa torre que olvidó completamente que debía descansar un poco y no forzarse de más, pero bueno, su salud no es que le importe demasiado en este momento.
La gente vió con gracia al chico corriendo a toda velocidad por las calles de la ciudad, sin intenciones aparentes de querer detenerse él o el Pokémon que lo acompañaba de cerca.
—Esto es lo que llaman, ¿"La llama de la juventud?"
—Los adolescentes de ahora son muy enérgicos.—Comentó un adulto con gracia.
—¿No te recuerda a alguien?—Dijo un tercero uniéndose a la conversación.
—¿De qué hablas?, ese cabello es muy inusual, lo habría reconocido de haberlo visto antes.
—No lo sé... Solo me recuerda a alguien.
Una conversación que se llevó el viento... Al igual que la tierra que levantaba el chico con cada pisada rápida que daba, así hasta que por fin tenía un pie en la primera escalera de la dichosa torre, luego de eso su cuerpo medio colapso y tuvo que sentarse a recuperar el aliento.
Como si supiese que estaba ahí, algo despertó aunque el no lo supiera.
Aún así se giró a ver la torre, con una extraña sensación.
"Habría sido muy raro decirle que quería venir aquí solo porque sentía que "me llamaba" ¿Cierto?" Se cuestionó aquello varias veces mientras corría con todas sus fuerzas, y no podía mentir diciendo que no le preocupaba, era demasiado extraño incluso para las cosas que le han pasado hasta ahora.
Miro directamente a su Pokémon para que esté asintiera y se colocará al frente mientras ambos subían las escaleras, hasta finalmente entrar en la torre.
—Se supone que todo el mundo sube pero...—Este miró a los notables agujeros que habían por todos lados.—¿Por qué nadie jamás ha bajado?
Estuvo mirando a varios minutos por alguna manera en la que pudiera descender ahí, porque como sea, definitivamente había mucho espacio allí abajo, pero no había una forma segura de hacerlo.
—No puedo bajar sin darme un buen golpe...—Miró su mano vendada, pensando las cosas un momento.
Y se preguntó a sí mismo:"¿Qué diría Rouse?"
La respuesta a eso estaba más que clara, ella posiblemente le diría que no fuese tan estúpido como para querer suicidarse de esa forma, pero como Ryū es Ryū, no le va a hacer caso.
_¿Cuánta profundidad crees que tenga?
—Rwar.
Para nosotros no tiene mucho sentido,pero para Ryū eso era un:"Ni lo pienses." Que tampoco iba a tomar en cuenta.
—Este activó una Pokéball.—Acnologia,¿Puedes iluminar un poco?
El tipo fuego no entendía que hacían en un sitio así, pero solo se limitó a asentir y acercarse al agujero más grande que había y lanzar una llamarada dentro.
Por unos pocos segundos, pudieron ver toda una caverna ahí abajo, dejándolos atónitos.
—¿Como carajos nadie sabe de esto?, hay toda una caverna aquí abajo.
Tampoco es que se viera demasiado profundo, por lo menos no tanto como para que se fuese a morir por la caída, aunque no estaba seguro.
Así que hizo lo que cualquiera hace para averiguar si un juego tiene daño por caída.
Lanzarse sin pensar.
—(¡¿Que rayos?!)
—(¡¿Nuestro entrenador está demente?!)
Boquiabiertos ambos Pokémon buscaron con la mirada a su entrenador, pero la oscuridad del sitio se los impedía, incluso pensaron que tal vez había muerto.
—¡Hey chicos, está bien!
Escuchar su voz los alivió como no imaginan, felices por no haberse quedado sin un amigo tan pronto en sus vidas.
—¡Creo que me rompí algo pero estaré bien, si yo pude para ustedes debería ser un juego así que vengan!—Gritó desde la oscuridad.
Tal vez ese chico moriría muy pronto si seguía con aquella mentalidad, lo peor es que nisiquiera sabían cómo le hacía para soportar tanto dolor y parecer estar totalmente bien.
Se miraron dudosos y luego de asentir, finalmente saltaron al agujero.
Fue una caída dolorosa, no lo negarán.
Pero a comparación de un humano, es algo que sin duda se les pasaría en un par de minutos.
—¿Están bien ambos?—Ante la pregunta ambos Pokémon asintieron.—Bien.
Con la luz del teléfono de Ryū y la cola del Charmeleon actuando como linterna podían tener mejor visión en un sitio como ese, aunque de cualquier modo era muy limitada.
—Se nota que aquí no ha estado nadie en mucho tiempo, pero no tiene sentido...¿Por qué construir una torre sobre un sitio así.
No le hallaba mucha lógica al asunto, salvo una opción.
—A no ser que esto se hubiese formado después...
La posibilidad estaba presente, teniendo encuenta que en el mundo existen una gran cantidad de Pokémon que podrían hacer algo parecido sin muchos problemas, de hecho el tenía a uno de esos justo frente a él, aunque se tardaría lo suyo.
—¿Qué fue eso?
Fue breve, pero definitivamente sintió algo moviéndose entre las sombras, sin embargo al revisar no encontró nada.
—¿Luz?
Los tres avanzaron hasta una gran roca que actuaba como una barrera, pero se notaba que por el otro lado debería haber una salida al exterior porque se sentía la luz del sol por los costados de la roca.
—No hay de otra chicos.—Después de revisar la roca se hizo hacia atrás, dándoles paso a sus Pokémon.—Háganla pedazos.
—¡Grwah!
—¡Rwar!
Para ser tan pequeños ambos tenían mucha fuerza, la suficiente como para que con varios golpes que Ryuga le dio al mineral con todo su cuerpo, además de varios ataques de las garras metálicas de Acnologia, la roca finalmente cedió y se desmoronó frente a sus ojos.
—...
¿Era posible encontrar vegetación en una cueva?, pues parece que si, lo estaba viendo justo ahora y la verdad se veía demasiado bien, ¿Esto debería ser posible?
—Estas plantas... Es imposible que sobrevivieran sin que alguien las cuidara...
Un par de segundos le fueron suficientes para comprender la naturaleza de su situación.
—No estamos solos aquí.
Él y sus Pokémon se colocaron en guardia y casi instantáneamente empezó a haber movimiento en ese sitio además del suyo propio, demasiado rápido, no podía seguirlo con la vista, ninguno podía de hecho.
—¿Más de uno?
Era claro, por la velocidad y el patrón en el sonido de las pisadas, debían ser dos... No, tres figuras.
—¡Agh!—Se quejó al sentir una pequeña descarga pasar por su brazo.
Esa fue la gota que derramó el vaso para ambos Pokémon.
Enfadados con lo que sea que hubiese lastimado a su entrenador prepararon sus ataques más potentes hasta el momento, Cometa Draco y Lanzallamas, pero antes que siquiera pudiesen lanzarlos, ambos fueron inmovilizados por dos figuras cuadrúpedas, más grandes que ellos con obviedad, siendo parcialmente cubiertos por la poca iluminación del lugar.
—¡Chicos!
Quiso correr hacia ellos, pero esta vez fue su turno de ser derribado, y así fue como termino en el suelo sintiendo una pata presionar fuertemente su espalda para impedir que escapara.
—Agh, pero que-
Ceso movimientos al escuchar un muy intimidante gruñido, seguido de otra pequeña descarga en su espalda, lo que sea que le estuviese apresando claramente no quería que se moviera un solo centímetro.
Tal vez moriría si lo hacía.
—Tsk... ¡Por lo menos dejenlos a ellos en paz, fuí yo quién los trajo aquí!
Parece que alegar por sus Pokémon funcionó.
Durante exactamente tres segundo, porque luego de eso la presión sobre su espalda aumento considerablemente, provocándole bastante dolor.
"¡¿Va a romperme la columna?!" Demasiada fuerza, definitivamente algo se escucharía quebrarse pronto si no hacía algo, tenía sus límites en cuanto a dolor y esto, definitivamente estaba llendo más allá.
—(¡Hermano!, ¡Detente un ahora!)
—¿Eh?—Se quedó en blanco.
Esta vez no había duda alguna..¡Definitivamente una de esas cosas acaba de hablar!
—(¿Por qué quieres que me detenga?, ¡Este humano seguramente planea algo!)
Si se estaba volviendo loco alguien debería golpearlo muy fuerte en el cráneo, porque esa voz, esa nueva voz... Sonó justo detrás de él, lo que quería decir.
—(Estoy de acuerdo, hay que acabar esto rápido, no me gusta lastimar Pokémon.)
Genial, ahora los tres estaban hablando, ¿Qué se supone que deba pensar sobre su estado mental justo ahora?, ¡Estaba pensando seriamente en recluirse a si mismo en un hospital psiquiátrico!
—(Hermanos, ¿Cómo no se han dado cuenta?)—Habló el más grande con pelaje de tonalidad castaña.—(¿Por qué no se toman el tiempo de olfatear a ese chico?)
—(Espera un momento... ¿Acaso?)
—(No puede ser...)
La fuerza ejercida sobre su espalda y que amenazaba con romperla desapareció casi por completo, pero no pudo suspirar de alivio hasta sentir como era olfateado de cerca por su captor.
—(Ya te diste cuenta...)
—(Ese chico...)
—(¡Huele igual a él!)
Ahora sí que ya no había nada que le impidiera moverse, por lo que trato de moverse pero para este punto su espalda le maltrataba bastante, nisiquiera tenía fuerza para ponerse pie.
Aún así pudo ver como sus Pokémon también eran liberados.
—(¡¿No puedo ser, enserio acabo de lastimarlo?!)
Qué demonios... ¿Enserio estaba entrando en crisis?.
—(Por favor cálmate, estará bien... Creo.)
—(Nos está mirando mucho.)—Dijo el de azul.
Y así es como tenía enfrente a tres Pokémon de aspecto sumamente intimidante mirándolo fijamente y el a ellos, shockeado por lo que estaba escuchando, luego de asegurarse de que enrealidad lo estaba haciendo.
Quedó incluso hipnotizado, el pelaje y melena celeste de uno de ellos, era muy brillante comparado con los otros dos, luego estaba uno más robusto de un pelaje castaño y melena blanca, se sentía calor con tan solo fijar la vista en el y el último, físicamente era un tigre, su pelaje era un tono oscuro de naranja, con un par de afilados colmillos sobresaliendo de su boca como característica más notable.
—¿Enserio me está pasando esto?
No podría estar equivocado de manera alguna, esos tres definitivamente eran aquellos Pokémon que rodeaban a la leyenda sobre la torre sobre la que está construida ese sitio.
—Suicune, Entei...—Susurró mirando a los dos primeros.—...Y Raikou.
Desde su posición estaba con la boca abierta, no se creía que había sido lo suficientemente afortunado como para que tuviese la suerte de encontrarse no con uno ni dos, si no con el trío de Bestias Legendarias!
(Abro un paréntesis aquí para explicar, que la mayoría de Legendarios serán Variocolor, ya que técnicamente esto es una especie de dimensión con una línea de tiempo alterna y por lo tanto esto si que es posible, quitando algunos casos que tendrán sus características normales porque simplemente no le veo el sentido o porque personalmente no me gusten los colores.)
El humano y sus acompañantes no tuvieron el valor para hacer algún movimiento antes de estar seguros de que lo que estaban presenciando fuese real y no una especie de sueño,sobre todo el chico, que aún juraba que estaba delirando o que seguro quedó inconsciente cuando salto hace rato.
Incluso eso sonaba más probable.
"¿Qué se supone que haga ahora?, ¿Es esto siquiera real?" Tenía que asegurarse de una maldita vez que no estuviese dormido, odiaba aquella sensación de no saber que hacer.
Así que se golpeó en la cara, lo más fuerte que pudo.
—(¡¿Por qué hizo eso?!)—Raikou se alarmó, sintiendose algo culpable.
—(Ya lo rompiste.)—Dijo el legendario de tipo agua con gran calma.
—(Creo que solo esta algo sorprendido...)
Seguían hablando, así que definitivamente esto si estaba pasando.
—Un momento, se supone que existe una pequeña cantidad de Pokémon que es capaz de usar telepatía.
—(Nosotros no podemos hacer eso.)
Y ahí van sus esperanzas al caño.
—Vale...
—(Ok... Espera, ¿Qué?)—Dijo el tipo eléctrico analizando mejor la situación.
—(¿Porque te sorprendes?, ¿Si sabes quién es verdad?)—Dijo con gracia Suicune.
—(Ha... No se que hacer con ustedes.)—Fue Entei quien se acercó primero al entrenador, olvidando lo de Raikou y su espalda.—(¿Se encuentra bien?)
—Eh... Si...—Y seguía sin hacerse la idea de que estaba hablando con un Pokémon Legendario, pero por lo menos respondía.—Gracias por preguntar... Supongo.
—(¡Eh, lamentó mucho si le hice daño!)
—(Fuimos descuidados, por favor perdonenos.)
Muy bien, ahora sí que no entendía nada de nada.
¿Por qué ellos lo trataban así?, hace unos minutos parecía que tenían toda la intención de acabar con cualquier humano que entrara a ese sitio, pero ahora mostraban un nivel de respeto que no se había ganado para nada.
Le molestaba un poco.
—¿Por qué actúan así?, no lo entiendo...
—(Es lo que su majestad merece.)—Dijo El tipo fuego.
—(Sería imperdonable si no nos comportamos frente a usted, señor.)—Añadió Suicune.
—No tengo idea de que están hablando...
—(Él dijo que posiblemente no sabría de su existencia.)
—(No abras la boca de más.)—Dijo Entei regañando a su contraparte de tipo eléctrico.
—¿Saber de quién?—Sin embargo, ya habían conseguido su interés.
Que rápido se le olvidó aquello por lo que estaba tan preocupado, pensaron sus Pokémon, que aún se mantenían al margen de la situación, más que nada porque no sabían que hacer exactamente.
—(De su padre, su majestad.)
—...Papá está muerto.
Los cuadrúpedos se miraron entre sí, luego de notar que por el tono que uso el chico, no les creía para nada.
Procurarían que las cosas se mantuvieran así.
—(Lo sabemos.)—Mintió el tigre con toda intención.
—(Aún así, nuestro deber, al igual que el de los demás... Es protegerlo.)
—(Se lo debemos.)
Los tres se inclinaron ante él, pero contrario a estar sorprendido, ahora él ya no sabía que pensar.
Había ido a ese lugar y ahora tenía muchas preguntas, que posiblemente serian complicadas de resolver, se sentía bastante pequeño justo ahora...
Y no le gustaba.
—Cómo salgo de aquí.
Raikou, al igual que el otro par se extraño por el repentino tono de seriedad que el chico había tomado, pero más allá de eso, él les estaba haciendo una pregunta.
—(Por sus propios medios no hay manera, si intentará excavar la torre de desmoronaria junto a este sitio.)—Decía el celeste.
—(Puedo facilitarle subir si desea, es lo menos que puedo hacer.)
—...Supongo que está bien.—Quiera o no, no podía levantarse así que tendría que aceptar la ayuda.
Seguía sin estar de acuerdo con todo esto.
—(Ustedes pequeños, seré yo quien los transporte.)—Le dijo el tipo fuego a los dos Pokémon de Ryū, estos solo asintieron, aunque medio ofendidos además de confundidos.
—(Así que saldremos después de mucho tiempo.)—Dijo Suicune.
Y el albino solo escucho todo mientras guardaba silencio y se dejaba cargar por Raikou, quien teniéndolo en si espalda se encargó de correr tan rápido como pudo hasta llegar a la parte de la caverna que antes era lo único que se veía, dando varios saltos en algunas rocas lo suficientemente altas logro llegar hasta el borde del agujero por el cual el chico había saltado antes.
—(Señor, esa caída era algo serio, ¿Como llego hasta ahí abajo?)—Dijo su montura, mientras sus hermanos llegaban igualmente.
—Solo salté.—Respondió con indiferencia.
—(¿Se encuentra bien?)
—Siendo sincero... Creo que me quebré uno o dos huesos.—Tal como lo esperaba, los perros legendarios se alarmaron.—Duele bastante...
—(¡Rayos!)
—(¿Yo que?)—Dijo Raikou.
—(No tú pendejo, es una expresión.)—Contestó el tipo agua.
—¿Eh?
Lo siguiente que pasó, y lo que no espero para nada, es que Raikou hiciera volar la entrada de la Torre y saliera a correr con el en su espalda.
Por toda la maldita ciudad.
Sin importarle en lo más mínimo que las personas estuvieran viendo a un Pokémon Legendario cargar a un chico cualquiera hacia quien sabe dónde.
Lo peor es que tomaron fotos.
Oh si, eso se volvería muy molesto después, y lo iba a lamentar mucho.
"Me lleva la cachetada, no quería tener más contacto con la prensa..." Sumando eso a sus desgracias, que ahora sí alguien no sabía de su paradero y ubicación lo sabrían y que su madre llamaría para preguntar que pasó."Demonios, Rouse me va a matar." A ella seguramente no le gustaría nada enterarse de que se volvió a lastimar y que posiblemente tenga la espalda levemente jodida.
Odiaba al mundo con intensidad justo ahora mismo, quería llorar.
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Buenas, ¿Como van?
Me verán mucho por aquí posiblemente, ya saben porque.
La wea, realmente tenía problemas con este cap, aún ahora no me convence del todo pero bueno, ya quedó así.
Solo espero que Wattpad no me joda con las líneas de diálogo, porque este capítulo tiene muchas y me molestaría si todas se cambian por guiones.
En mi país ya nos tienen encerrados, aunque por ahora solo es un simulacro hasta el lunes.
Recuerden no comerse todo el primer día.
¡Gotta Catch 'Em All!