SE ME CAE LA COPA DE CHAMPÁN DE LAS MANOS cuando escucho a Guzmán gritar Polo a todo pulmón mientras corre al primer piso. No podía moverme, simplemente no podía creer lo que estaban viendo mis ojos.
Polo no podía estar muerto.
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TODOS NOS QUEDAMOS QUIETOS al ver a Polo bajar las escaleras y caminar por el pasillo de la escuela. Su madre quién lo acompaña saluda a la directora mientras dirige a su hijo a la dirección. Veo como Samuel y Guzmán entran molestos al salón de clases.
— ¿Por qué no sabíamos que esta fuera? — le increpa Samuel a Guzmán.
— Por la misma razón que no sabíamos que estaba dentro. — le contesta. — Una de sus madres es muy poderosa, tiene periódicos y revistas. Pero eso no va a hacer que se libre de la cárcel. — mira fijamente a Carla.
— ¿Y tú no tienes nada que decir? —Lucrecia se mete en su conversación y le increpa a la rubia quién la mira con molestia. — ¿O te vas a quedar callada como siempre?
— Bueno al menos ella acabo hablando. Otros sabían y callaron como putas. — Ander se encoje en su carpeta ante las palabras de Guzmán.
— Basta Guzmán. — salgo en su defensa. — Tu no tienes ni idea de como fueron las cosas.
— ¿Ander? Joder, ¿Tu también sabias? — se asombra Lucrecia. — Osea, ¿Todo el mundo sabia menos yo?
— ¿Por qué siempre tienes que buscar atención? — la miro fijamente a los ojos. — No te metas, tu no tienes nada que ver con esto. Goodbye.
— Solo me hubiera gustado saber que el chico de al lado era un fucking asesino. — hizo una mueca. — Creepy.
— Miren, Polo no ha hecho nada. — suelta Cayetana.
— Y precisamente te tenemos que creer a ti, ¿No? — voltea Lucrecia a responderle. — Barbie mentirosa. ¿Le recordamos a la clase quién eres?
— No hace falta. — sonríe. — Mira, lo único que tienen contra el es la declaración de una ex celosa.
— ¿Tu que parte de la película te has perdido? — murmura Carla.
— Vamos, que todo el circo que has montado no ha servido para nada, ¿No? — se entromete Rebeka. — Que pena, tronqui.
— Eramos pocos y hablo la choni. — se notaba que Carla estaba fastidiada por todo lo que estaba sucediendo.
— ¿Perdona? — Rebeka se voltea a verla pero en ese momento entra la directora.
— Sentaos por favor y escuchadme. — todos nos movemos a nuestros sitios. — Vuestro compañero ha sido puesto en libertad bajo fianza eso significa que hay cargos contra el y aún esta siendo investigado. Le he comunicado a su familia que en estas circunstancias no puede volver al colegio.
Lucrecia levanta la mano y Azucena le da la palabra. — Es obvio que no se va a graduar, ¿No?
— Afortunadamente parece que todo se resolverá pronto.
—¿Cómo? — exclama Guzmán incrédulo.
— El juez ha ordenado un careo mañana por la tarde. Entre Polo y la persona que lo acuso para contrastar sus versiones y decidir si se le acusa formalmente o se retiran los cargos.
— ¿Me estas hablando enserio? — suelta Samuel.
— Entiendo que es muy difícil abstraerse de esta situación pero os ruego que lo hagáis por vuestro propio bien. Esta misma semana vienen representantes de las universidades mas importantes del mundo para conoceros y con un poco de suerte concederos una plaza o una beca. No dejéis que el pasado os arruine el futuro.
Su discurso es interrumpido por una persona que pensé que ya estaría abordo de un avión rumbo a Chile. — Buenos días. Feliz navidad, feliz año nuevo, felices reyes, felices todos, todos felices. — Valerio se ríe mientras se acomoda sus lentes.
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—¿QUÉ HACES AQUÍ? — le increpo. — Te compre un boleto de avión de primera clase para que te vayas y puedas salir de tus problemas de una puta vez pero me doy con la sorpresa de que se te ocurrió volver a clases.
— ¿Enserio vamos a tener la misma conversación que tuve con Lu hace unos minutos? — se toca la cabeza. — Es que yo la verdad estoy muy cansado.
— Valerio estoy hablando enserio.
— Soy un alumno responsable y vengo a terminar mi curso. — sonríe. — Ya me canse de huir y volver en un ciclo sin fin.
— Con que dinero, ¿Se podría saber? — contesto esperando que recapacite. — Tu padre te ha desheredado, tu madre no te contesta el móvil. En Chile al menos están tus abuelos para que se hagan cargo de ti.
— Pero en España tengo una muy buena mejor amiga que se preocupa por mí. — me abraza.
— Sabes que ya no puedes quedarte en el departamento que te preste. — lo miro. — ¿Donde vas a dormir, ahora?
— ¿Quién necesita dormir, querida, por favor? —se ríe.
— No estoy jugando, Valerio y no creo que a Lucrecia le haga gracia que su hermano este viviendo como un mendigo en las calles.
— Me las arreglare. — me da un beso en la mejilla y se aleja mientras dice en voz alta — Solo ten un poco de fe en mi, preciosa.
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— MENUDOS COJONES HA TENIDO POLO de regresar a las Encinas. — menciona Ander mientras deja su mochila en su escritorio. — Después de todo lo que ha pasado, debería haberse quedado en su casa.
— ¿Ahora te preocupa Polo? — le pregunto.
— ¿A ti no?
— Claro que si me importa y si vuelve a las Encinas, todo sera un caos.— suspiro. — No se que tienen en la cabeza Begoña y Andrea, retornar a las Encinas lo único que le va a traer es...— el sonido de mi móvil me interrumpe.
Valerio Montesinos
Si Lu te habla, ignorala.
Esta muy insistente en saber donde he pasado la noche las últimas dos semanas.
— ¿Quién es? — pregunta Ander.
— Valerio. — hace una mueca. — Al parecer Lucrecia esta que le insiste en saber donde ha estado pasando la noche desde que lo botaron de su casa.
— Cada ves estáis mas unidos. — murmura.
— ¿Celoso? — sonrió. — Vamos Ander que al tío le estaba yendo fatal, dormía en su propio coche tenia que ayudarle.
— A mi también me esta yendo fatal. — lo miro confundida. — Digo llevamos como 20 minutos en mi cuarto y mi novia no me ha dado ni un solo beso.
Atravesé rápidamente la distancia que nos separaba y junte sus labios con los míos. Ander me respondió con rapidez mientras me cargaba de las piernas y me llevaba a su cama. Gemí cuando sentí sus labios yendo hacia mi cuello mientras me quitaba suavemente el uniforme. Me puse encima suyo y le quite la camisa pero me lleve la sorpresa al ver su torso con más cantidad de moretones de las que tenia antes.
— Oye, te están saliendo muchos moretones en todos lados.
— Yo también lo he notado. — sus labios siguen recorriendo mi cuerpo. — ¿Crees que sea importante?
— No lo se. — gemí cuando sus labios se detuvieron en mis senos. — Pero bueno deberías ir al medico ¿No? Por si acaso.
— Si. — me responde y siento un aura de preocupación envolverlo.
— ¿Pasa algo? — pregunto. — No tienes porque preocuparte, no sera nada, pero lo mejor es salir de dudas.
— Lo se, solo que ir al medico no me mola mucho.
— ¿Y que te mola? — me rió tratando de cambiar de tema.
— ¿Ahorita? — sonríe. — Me mola follar a mi novia.
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— NO HAN ENCONTRADO EL TROFEO. — Samuel caminaba de un lado al otro. — Sin una puta prueba no lo condenaran.
— Carla le va a condenar. — trata de tranquilizarlo Guzmán. — Tu no sabes como son estos dos cuando están juntos. Cuando ella le mire, Polo se va a cagar en los pantalones. Va a acabar entre rejas.
— Polo tiene unos abogados que te cagas. — menciona Samuel. — Sin olvidar que su madre influye en todos los periódicos de España.
— Mi padre cree que van a retirle los cargos. — se forma un silencio. — Dice que no hay pruebas trascendentes mientras no se encuentre el trofeo. La confesión de Carla ayuda pero no es suficiente y lo sabíamos desde el principio.
— Entonces nos cagamos en todo lo que hemos hecho. — Guzmán le da un golpe a la pared. — El asesino de mi hermana va a seguir en la calle como si nada y yo le tendré que ver la puta cara todos los días.
— Hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos. — Samuel y Guzmán me miran fijamente. — Ahora le toca el turno a los jueces y a la policía.
— ¿Nos quedamos con los brazos cruzados? — arremete Samuel. — Se que como son ricos esto os hará estallar la cabeza pero aquí la gente no tiene lo que se merece. No voy a dejar que ese asesino se salga con la suya.
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Llamada...
Polo Benavent
— ¿QUÉ PASA? — contesto. — Estoy en clases, no es prudente que me llames podría haber estado con Guzmán o Ander. — me interrumpe.
— Te avergüenza que ellos sepan que todavía te sigues hablando conmigo. — suspira. — Mira, Gabriela si yo te he llamado es para saber si Ander también va a testificar. El no me contesta las llamadas ni los mensajes
— Polo...
— Escúchame, tu eres la única que sabe que he tenido que pasar las navidades en un puto centro de menores. —se le escucha desesperado. — Me has ido a visitar y sabes que ese lugar es una puta mierda.
— Polo si yo te he vuelto a hablar es por todos los años de amistad que nos han unido. — prosigo. — Yo también he tenido unas semanas de mierdas, has dejado a Ander y a Guzmán destrozados. ¿Crees que todo esto ha sido fácil para mi?
— Gabriela, yo...— lo interrumpo.
— Piensa bien en lo que vas a hacer. He hablado con mi padre sobre tu caso, si confiesas antes de que Carla diga su versión te reducirán la pena. — siento los sollozos de Polo. — Acaba con esto de una buena vez, Polo. Te conozco y aunque te liberen de todos los cargos, jamas vas a volver a ser feliz.
Cuelgo.
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— NADIE TE ESTA ACUSANDO. — la inspectora me mira fijamente a los ojos y yo no puedo parar de llorar. — Vamos a hablar con todo el mundo.
— Oí el ruido del cristal, me quede paralizada y luego fui corriendo hasta allí pero yo no le empuje.
— No parece que nadie lo empujara. — menciona la inspectora mientras anota algo en su libreta.
— Según algunos testigos, el cristal estaba roto, el se tambaleo y...— la interrumpo.
— Si fue un accidente, ¿Qué estamos haciendo aquí?
— Se tambaleo porque alguien le apuñalo a la altura del corazón.
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— ¿YA HAS PENSADO EN TUS ESTUDIOS DEL PRÓXIMO AÑO? — me pregunta mi padre mientras nos sirven la cena. — Te vas a graduar y que yo sepa en estos días van a venir reclutadores de las mejores universidades del mundo.
— Es una oportunidad que no puedes desaprovechar, cariño. — sonríe mi madre.
— Lo se, solo no tengo bien definido a que me quiero dedicar. — contesto.— Estoy entre derecho, sociología y psicología.
— Derecho es tu mejor opción. — mi padre se sirve una copa de vino. — Te gradúas de una de las mejores universidades de la Ivy League y entrarías a trabajar en el estudio.
— Tal vez, igual quiero ver mejor mis opciones. — respondo ambiguamente esperando que dejen de hablar del tema.
Suena el celular de mi padre y se levanta a contestar no sin antes dejarme en claro lo que pensaba. — Espero que tomes la decisión correcta, todos esperan grandes cosas de ti.
Asiento y agarro mi móvil para escribirle a Ander.
Gabriela González
¿Cómo te fue en la clínica? Me sienta mal no haberte podido acompañar :(
Ander Muñoz
Todo bien.
Me dirán pronto pero no tiene mala pinta.
No te preocupes guapa, ya nos veremos mañana.
Te amo.
Iba a responderle cuando mi madre llama mi atención. — Cariño, ¿Sabes a que universidad ira Ander?
— No hemos hablado sobre eso, todavía. — le respondo.
— Deberían, tu te iras a estudiar al extranjero y lo mas seguro es que ese muchacho se quede a estudiar aquí.
— ¿Qué estas tratando de decir? — la miro fastidiada.
— Solo quiero que asimiles que los novios de la escuela se quedan en el pasado y que tienes mucho camino por recorrer. Ander es solo uno más de todos los chicos que conocerás en tu vida.
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— MAÑANA REPRESENTANTES DE LAS UNIVERSIDADES HABLARAN CON VOSOTROS. — Azucena empieza a dar su discurso. — No tienen tiempo para todos, así que necesitamos que escribáis cual es vuestra primera opción y con un poco de suerte os entrevistaran. — pierdo el hilo del discurso por culpa del móvil de Ander que no deja de vibrar y se perfectamente quien es el que esta acosando a mi novio.
Ander también estaba fastidiado así que coge su celular con rabia mientras voltea a contestar la llamada.— Polo, que dejes de llamarme, cojones. — veo como Cayetana y Samuel voltean a mirarlo.
— ¿Estas bien? — le pregunto a Ander mientras le acaricio la mano.
— Solo estoy cansado de todo esto.
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— ¿POR QUÉ INSISTE POLO EN HABLAR CON ANDER? — nos pregunta Samuel
— Tiene miedo porque si Ander habla...— Samuel lo interrumpe.
— Puede contar que Polo le confeso todo y así corroborar la historia de Carla. — nos mira. — Tienen que convencer a Ander de que declare.
— Ander es una rata asquerosa. — suelta Guzmán. — No pienso suplicar su ayuda.
— Guzmán...— Samuel me interrumpe.
— A ver ¿No me entienden? Si el careo sale mal, van a cerrar el caso y a tomar por culo.
— Va a salir bien, Samu. — responde Guzmán. — Tu te la habrás follado, pero no conoces a Carla como nosotros.
— Carla parece decidida. — intervengo. — Pero no hay que fiarnos, puede pasar cualquier cosa.