Mi Acosador es un Alíen

By Daizelitha

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Bas, un alíen llega a la tierra después de un terrible accidente. El proviene de una poderosa raza alienígena... More

*Nota* ♥-♥
Capítulo 2: Aterrizaje de emergencia
Capítulo 3: Él es Raro
Capítulo 4: Médico
Extra 1: Enseñando a un alíen a usar el baño
Capítulo 5: ¡S.O.S Me casé con un alíen!
Capítulo 6: Bañar a un alíen es difícil
Capítulo 7: TIP de supervivencia #168: Nunca descuides a tu alíen.
Extra 2: Nunca tires un sombrero de bruja
Capítulo 8: Mi alíen enloquece...
Capítulo 9: Algunos Problemas
Capítulo 10: Alíens infiltrados
Capítulo 11: Cita con un alíen
Capítulo 12: Raza Superior
Capítulo 13: Celo (+18)
Capítulo 14: Problemas con el comunicador (+18)
Capítulo 15: Teniente
Capítulo 16: Comunicador
Capítulo 17: Mensaje
Extra 3

Capítulo 1: Meteorito

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By Daizelitha

"Un meteorito cayó esta madrugada cerca del campus de la universidad de Bangkok, aunque era uno pequeño creó un cráter de aproximadamente setenta metros de diámetro, el rector de la universidad asegura que debido a la hora no se reportan heridos aunque si hay graves daños en la facultad de medicina. Las autoridades correspondientes ya se encuentran en el lugar llevando a cabo la remoción del meteorito para su análisis."

♥-♥

Gxxod había tenido un mal día. De todos los escenarios posibles, un meteorito caía en medio de la facultad en la que estudiaba.

Al principio se sintió curioso y sorprendido como el resto. Sin embargo, cuando tuvieron que reorganizar los horarios de los estudiantes de medicina debido a la destrucción de algunos edificios... el asunto se tornó más molesto que otra cosa.

Ahora debía de ir de un extremo del campus hasta el otro, ya que algunas clases por la emergencia se estarían dando en aulas de la facultad de artes.

Si incluso asistiendo a clases en su facultad a veces llegaba tarde, ahora yendo desde otra facultad... podía visualizar claramente en su información escolar la leyenda "Gxxod Itthipad reprobado por retardos".

–¡Hey, men! –saludó Tae, el único ingeniero en su banda de amigos. Gxxod solo bufó molesto al visualizar el revoltijo que era su nuevo horario.

Tae no pareció darle importancia a su actitud.

–¿Y ahora qué le pasa? –preguntó con desdén y se sentó en la banca donde estaba el resto de la pandilla.

–Está en modo "odio a todos" –le contestó Tee, su esposa. Tae soltó una risa burlona antes de depositar un beso en los labios de su novio.

–Oiii...–se quejó Copter fingiendo que le daban escalofríos. Tee solo se rio.

–Deberías darte prisa, estas llegando tarde –señaló Copter viendo de reojo la hoja que Gxxod mantenía estrujada en sus manos.

–¿Qué hay de ti?

–Estoy en el edificio B, tendré que moverme hasta mi última clase.

Gxxod le arrebató su horario para revisar. Era cierto, el horario de su amigo no estaba tan mal, levantó la vista hacia sus otros dos amigos. –¿Tee? –preguntó con temor.

Se enojó más al ver que de los tres era el único con el horario más retorcido. Sin humor se puso de pie y comenzó a correr hacia el estacionamiento.

–¿Deberíamos cenar después de clases o ir al cine? –Preguntó Tae mientras jugueteaba con el colguije de la mochila de su novio.

–Deberíamos comer y ver películas en tu casa.

–Siempre que hacemos eso no vemos las películas –dijo Tae serio.

–Exactamente.

–Ohhh... –contestó Tae dándose cuenta –¿Mi esposa quiere ver películas? –preguntó melosamente olvidándose del colguije y acercándose a Tee con maldad.

–Quizás... –contestó Tee mientras rodeaba el cuello del contrario con sus brazos.

–¡Ahhh... P'Gxxod no me dejes solo con este par! –gritó Copter desesperado, pero ya era tarde, Gxxod ya no estaba cerca de allí.

El chico alto y apuesto se encontraba conduciendo su BMW hacia la facultad de arte, ubicada al otro extremo de la universidad.

Después de un par de clases Gxxod había llegado a la conclusión de que la facultad de artes albergaba gente muy rara y para su gusto, algo estrafalaria. Varias veces vio a un tipo de cabello rosa ir por allí corriendo con un traje que parecía haber sido hecho de papel aluminio.

Cuando terminó su día, había oscurecido por completo y eran casi las nueve de la noche. Había ido y venido entre las dos facultades una y otra vez.

Estaba agotado y hambriento, así que decidió consentirse un poco e ir a su cafetería favorita. Revisó por el espejo retrovisor antes de salir del estacionamiento, pero justo cuando lo hacía algo golpeó la parte trasera de su auto, fue tan rápido que ni siquiera pudo ver que era, fue como si hubiese aparecido de la nada.

El primer pensamiento que vino a su mente fue <¡Atropellé a alguien!>

Alarmado descendió del vehículo rápidamente, y se apresuró a revisar la parte trasera. Para su sorpresa no había nadie allí, pero si una terrible abolladura en su auto. Con las piernas temblándole se agachó para verificar por si acaso había un cuerpo inerte debajo de alguna llanta.

No había nada. Se levantó confundido. ¡A caso...! miró a su alrededor, quizás el cuerpo había sido lanzado con tanta fuerza que salió volando y estaba más lejos.

Al observar a su alrededor se dio cuenta que literalmente no había ni una alma en ese lugar, y todo lucia bastante tétrico. Revisó una vez más, sin poder comprender de donde vino el golpe que tenía su auto, quizás... ¿un animal que se fue corriendo muy rápido? Agitó la cabeza. –Eso no tiene sentido –se regañó.

Aun con una sensación de desasosiego volvió a su auto. No sabía que era peor si atropellar a alguien o atropellar a lo que parecía ser literalmente nada.

Decidió ir directamente al condominio en el que vivía y olvidarse del café. Cuando estaba por llegar pensó en ir a la policía y contar lo ocurrido. Renunció a la idea al imaginar los titulares <<Estudiante de medicina atropella a alguien y se da a la fuga. El cuerpo de la víctima aún sigue desaparecido.>>, eso era mala idea.

–¿Dañó nave? –La voz venia del asiento trasero.

Casi choca de nuevo en una misma noche al frenar abruptamente, como pudo salió del camino y se detuvo al lado de este. Se giró en estado de alarma, y ahí sentado como si nada, estaba un tipo que llevaba en la cabeza un bowl de arroz vacío a manera de casco.

–...

–¡Ahhhhhhh!

–...

El chico menudo de cabellos rosas también gritó asustado al tiempo que se hacía bolita en su asiento.

–Tu... ¿pero qué demonios? –dijo Gxxod. El otro chico irrumpía en su auto y cuando era descubierto en lugar de hacerse responsable se ponía a llorar como bebé.

Gxxod tuvo que descender de su auto para ir atrás a sacar al chico llorón.

–Fuera. Sal del auto ahora. –dijo sin humor. El chico llorón lo miró por el rabillo del ojo, pero no se movió y siguió lloriqueando.

Gxxod tiró de él hasta que consiguió sacarlo del auto. El misterioso chico ni siquiera tenía zapatos, sus pies lucían lastimados como si hubiese andado descalzo todo el día.

–Waaaaaa.... –El de cabellos rosas, soltó un berrido digno de un niño de seis años... Los pocos transeúntes, que pasaban a su lado miraron mal a Gxxod inmediatamente como si él fuera el que perturbaba la paz.

<<¡Tan desalmado!>> comentó alguien <<¿Cómo puede abandonar a su novio en ese estado?>> dijo alguien más.

–Deja de llorar –ordenó Gxxod incomodo

–No regañes a Bas. Yo quería tomar nave tuya cuando tú no ocuparla.

Gxxod estaba seguro que en este momento debía de tener un tic en el ojo izquierdo. El enano estaba confesando que iba a robar su auto. ¡Qué sinvergüenza!

–Si... no lo creo. Tú te quedas aquí ya he tenido un día bastante malo, como para lidiar contigo. Date por bien servido, no presentare cargos.

El chico más bajo se sorbió la nariz. Sus ojos llorosos expresaban una profunda preocupación, quizás algo de pánico –No quiero quedar aquí... –dijo alarmado tomando a Gxxod del brazo –yo hambre.

Gxxod ignoró las suplicas del más bajo. Ante las miradas y comentarios de desaprobación entró a su auto, y arrancó.

Mientras se alejaba observó por el espejo retrovisor a la pequeña figura en la acera. Por la manera en la que hipaba parecía que contenía el llanto con sumo esfuerzo.

Por un momento Gxxod se preguntó si había hecho mal al dejarlo solo allí. El chico tenía pinta de ser un indigente, pero había algo en sus ojos violetas cuando miró a Gxxod, como si le suplicara desesperadamente por ayuda.

Gxxod agitó la cabeza, ahora incluso estaba sintiendo lastima, el chico debía ser un ladronzuelo bien entrenado, lo estaba haciendo dudar.

Increíble...

Lo que iba a hacer era increíble.

Gxxod se conocía bien, si lo dejaba ahí a su suerte no podría dejar de pensar en ello.

Tentando a la suerte intentó hacer una súper maniobra con su BMW para dar un giro en U y regresar. Pero una serie de pitidos lo detuvieron. <<¡Ey! ¿Tú estás demente?>> <<aprende a conducir>> le gritaron los conductores de los coches después de que casi provoca un gran accidente. Tuvo que dejar que todos lo rebasaran muy molestos. Gxxod hizo una reverencia y sonrió nerviosamente a modo de disculpa.

–En los dramas siempre se puede dar giros en U, en situaciones como esta. –musitó para sí avergonzado, mientras pensaba que casi tenía un accidente por tercera vez en el mismo día.

En cuanto pudo dio la vuelta para volver a donde había dejado al enano de cabellos rosas.

En el fondo de su corazón esperaba que ya no estuviera allí. Así podría irse por fin a su condominio a dormir un poco. Pero claro, como si de un castigo divino se tratara el ladrón de autos seguía allí.

Gxxod suspiró exasperado. Como lo viera no era un ladrón de autos normal, ¿qué clase de ladrón se pone a llorar por que lo bajan del auto que intento hurtar? Por más que lo pensaba solo llegaba a la conclusión de que debía ser un tipo de ladrón que no era consciente de sus actos.

El niño llorón estaba allí, sentado en la acera con cara lamentable mientras lloraba desconsolado, las personas lo esquivaban temiendo que fuera un demente. Gxxod también temía eso, todo apuntaba a que era alguien inestable mentalmente.

Aun dentro de su auto lo observó un momento más. Su instinto de doctor fue más fuerte que sus deseos de ignorarlo, si era como imaginaba un paciente mental, era probable que necesitara ayuda, quizás se había escapado de alguna clínica y ahora estaba perdido, descendió del auto y lo observó chillar por un momento, la situación era ridícula.

–En serio eres todo un caso –le dijo Gxxod. El menor dejo de llorar como si le hubiese presionado un interruptor. Levantó la cabeza, sus ojos violetas se iluminaron con emoción, tenía las mejillas sucias del llanto, y la nariz aun le moqueaba.

Intentó acercarse corriendo, pero una mueca de dolor surco su blanco rostro. Se acercó hacia Gxxod cojeando un poco.

Gxxod intentó comprender la situación, cuando lo tuvo parado en frente le pregunto: –¿Qué fue lo que te paso?

–¿Comida?

–En la pierna... ¿qué fue lo que paso? ¿Escapaste? ¿Estás perdido? –indagó Gxxod siendo más específico.

–Yo hambre. –contestó el más bajo. Gxxod lo miró incrédulo. Parecía no estar del todo bien puesto que al parecer no podía ni formular oraciones sencillas.

–Tú... tienes hambre...–repitió sin más. Y ahora ¿qué hacía? ¿Llevarlo a la estación de policía? <<Encontré este niño ladrón, algo loco, es llorón y tiene hambre. Cuídelo por mí.>>

El pequeño dio un saltito y cerro sus puños con emoción –¿Tú también hambre? Bas hambre –dijo poniéndole cara de un gatito callejero.

–No yo... –Gxxod estaba a punto de negarlo, pero se detuvo a media oración, su estómago gruñó... él también tenía hambre –Supongo que... Gxxod tiene hambre también.

Parecía que no había remedio iba a comprarle la cena a un desconocido. Miró a un carrito de hotdogs a algunos metros, y decidió dirigirse allí.

–Te compraré algo de comida después te dejare en la estación de policía, es todo lo que puedo hacer. –Gxxod esperaba que al oír la palabra "policía" el otro chico huyera despavorido.

En su lugar el individuo llorón se le colgó del brazo y grito feliz –¡Comida! –era claro que el menor no se estaba enfocando en lo importante.

–Sí y después policía –recalcó Gxxod

–¡Bas quiere comida!

Resignado, Gxxod se zafó y se dirigió hacia el puesto. Estaba por llegar cuando se percató de que "Bas" le seguía muy de lejos. Era obvio que le dolía un pie... quizás era la pierna, porque caminaba de manera errática.

Gxxod estaba molesto... a este paso ¿acaso iba a poder comer algo hasta que amaneciera?

Enfurruñado volvió a donde estaba, Gxxod se preguntó si sería posible que en esa noche se rebajara aún más.

Sin humor para esperar se acercó y lo tomó del brazo, lo pasó sobre su hombro y se agachó para poder cargarlo. Aunque tardó un momento en captar el mensaje en cuanto comprendió que estaba obteniendo un paseo a caballito, el enano parecía demasiado feliz, así que con piernas y brazos se abrazó a Gxxod.

No estuvo feliz cuando tuvo que bajarse. Cuando les entregaron su comida, Bas imitó a Gxxod en todo lo que hacía, puso los mismos aderezos y también mordió el hotdog por ambos lados.

Pero no igualó la cantidad. Gxxod se comió tres, pero Bas después del sexto no parecía tener intenciones de detenerse. Los comía como si fuera un auténtico manjar.

Temiendo que su noche terminara en urgencias con un niño atragantado. Gxxod le alcanzó una cocacola.

Bas dio un sorbo con desconfianza, pero de inmediato sus ojos brillaron. –¡Wooao! –dijo anonadado –¡burbujas! –dio un nuevo sorbo.

Gxxod lo detuvo antes de que pidiera seis refrescos más. Bas le sonrió tímidamente, mientras continuaba comiendo. Pero de pronto hizo una pausa como si recordara algo importante.

–Esto... ¿tú das nave a Bas?

Gxxod suspiró –No. –dijo seco –Come, después policía. –le ordenó. Bas tomó otro bocado.

–Mmm... policía... –Bas asintió un par de veces de acuerdo –policía... ¿qué es policía? –Gxxod casi suelta una carcajada, esto tenía que ser una broma.

–Ohhh ¿su amigo es extranjero? –preguntó el dueño del puesto de comida.

Bas lo miró sin comprender. Pero el dueño hablando pausadamente y haciendo mil ademanes con las manos le preguntó:

–¿Tú eres de otro lugar? –El enano lo analizó un momento, Gxxod pensó que le pediría una nave al vendedor, pero en su lugar contesto: –ohhh.... Si, yo no de aquí.

Gxxod lo miró de reojo congelado.

¿Era eso? Un turista que quizás fue robado, y ahora estaba perdido en otro país sin dinero. Entonces... no era estúpido o débil mental, solo no sabía hablar bien el idioma.

El vendedor asintió satisfecho, y se giró para atender a otros clientes.

¿Esto cambiaba el asunto? Ahora debía llevarlo a una embajada en lugar de a la policía? Siguiendo la técnica empleada por el vendedor Gxxod se apresuró. –¿De dónde eres?... ¿De dónde es Bas?

Bas lo pensó un momento, después de eso señaló el cielo, Gxxod solo arqueó una ceja.

–Estrella... azul... mmm casa Bas estrella –Gxxod intentó ubicar la bandera de algún país que tuviera estrellas, pero aparte de china no estaba seguro de otra. Además, china tenia estrellas amarillas.

–Mi nave rota en colisión. –agregó Bas. Intentando dar pistas.

–Aja...–dijo gxxod comenzando a desconfiar de la veracidad de lo que decía el pelos de algodón de azúcar.

–Yo caí. Nave explota.

–Aja... –ahora estaba seguro. Había caído de nuevo en las mentiras de un lunático.

–Bas quer...

Gxxod no lo dejo seguir –Hora de que Bas conozca la policía. –dictaminó después de pagar. Bas tomó un último sorbo de refresco y se llevó en las manos su último hotdog a medio comer.

♥-♥

Gxxod condujo hasta la estación de policía. El chico observaba todo... literalmente todo como un niño que descubría el mundo. Estaba particularmente interesado con las ventanillas automáticas. Gxxod tuvo que activar el seguro para niños porque temía que en su afán de presionar y picar todo lo que podía, abriera la puerta y se saliera del auto en movimiento.

–¿Quieres quedarte quieto? Estoy conduciendo. –le regañó

–Bas nunca vio esta tipo de nave. ¿Tu nave ir a galaxia al lado sin romper?

Gxxod suspiró. ¿Qué si su auto podía ir al espacio? –No –contestó secamente.

–¡Esta fea! –dijo el de cabello rosado, repentinamente enojado. –¡No sirve a Bas, consigue otra!

–No debe servirte a ti, es MI auto, y es para mí. –lo riñó algo molesto. Bas se cruzó de brazos en su asiento, torció los labios formando un puchero.

♥_♥

Gxxod se detuvo frente al edificio de policía. Bajó del auto y Bas lo imitó aun sin cambiar su expresión de niño enfurruñado porque un BMW no volara.

Gxxod se detuvo antes de cruzar el umbral de las puertas, se giró a ver al más bajo –¿Llevas algo que puedan considerar arma? –indagó intentando ser precavido. No quería ser acusado de ser cómplice o de llevar a la estación a un tipo que atacara a la policía.

Bas puso cara triste –No. En colisión, perdí rayo congelador. –dijo desoladamente.

Gxxod negó con la cabeza. No sabía cómo seguía intentando razonar con él. Lo llevó adentro y una vez allí, intentó explicar la situación lo mejor que pudo, pero el oficial a cargo no parecía estar de humor, de hecho, parecía no estar prestando atención a nada de lo que decía.

–Señor... él puede estar algo desorientado... quizás deba vigilarlo bien. Creo que es un paciente mental...–intentó recalcar lo que ya había dicho varias veces.

Bas, a su lado se encontraba hablando con una planta que había sobre la mesa mientras le acariciaba las hojas.

–Si, si niño bien hecho en traerlo... como si ya no tuviéramos suficiente que hacer. Vete, el chico probablemente este drogado. Lo dejare ir mañana cuando el efecto pase. –acordó el policía tecleando sin ganas en su ordenador.

–En realidad yo no creo que este drogado. –insistió Gxxod

El policía levantó la vista y lo miró como diciendo "oh enserio". Después miró de reojo a Bas, quien le había cortado una hoja a la planta por accidente, y ahora la miraba horrorizado mientras se disculpaba con "Betty" e intentaba volver a colocar la hoja en su lugar sin éxito.

El oficial negó con la cabeza y fue del otro lado de su mostrador. Haló a Bas de uno de sus brazos con desdén.

–Ven... camina. –le dijo a Bas mientras lo conducía.

Gxxod observó cómo lo llevaba a la celda que había en una esquina de la estancia. En la pequeña celda ya había otras personas... ebrios y un par de malvivientes.

–¿Lo va a meter allí? –Gxxod preguntó alarmado antes de darse cuenta.

El policía se giró a verlo –¿Sigues aquí? –soltó incrédulo.

Bas entró obedientemente a la celda cuando fue empujado dentro. El de cabello rosado observó su entorno lleno de curiosidad, hasta que la puerta de barrotes se cerró tras de él.

Intentó volver a salir, pero al no poder hacerlo observó los barrotes con duda, tomó el candado que el guardia acaba de colocar y lo examinó minuciosamente como si fuera un objeto totalmente inusual.

Sus ojos se abrieron de par en par cuando comprendió que era una especie de traba para la puerta. Miró a su alrededor asustado.

Bas soltó un chillido angustiado que despertó a dos de sus compañeros de celda.

Gxxod quería quejarse también. –¿No tendrá otra celda menos fea? –indagó el estudiante de medicina desconforme con el servicio. El policía parecía haber llegado a su límite.

–Chico... solo vete –le ordenó. Bas comenzó a llorar cuando escucho que Gxxod se iría.

–¡No ir, no! –lloriqueó –Bas atrapado... Bas no puede ir...–le dijo inocentemente sosteniendo el candado para que Gxxod pudiera ver lo que le habían hecho.

El niño llorón parecía no ser consiente de escándalo que estaba armando, sus compañeros de celda ya lo observaban con cara de pocos amigos.

Gxxod se acercó a la celda rápidamente a intentar calmarlo antes de que fuera golpeado por los tipos del fondo. Bas alzó el candado hacia el cómo pidiendo que lo abriera.

–Lo siento... yo... yo no puedo –se disculpó Gxxod. No debería, pero en ese instante al ver sus ojos llorones y lo desesperado que estaba, se estaba sintiendo como una muy mala persona.

–¡No gusta aquí. Bas no quedar aquí! –dijo entre gimoteos –¡A Bas gusta tu nave. Tu nave útil! –suplicó desesperado mientras intentaba aferrarse a Gxxod.

Gxxod Negó con la cabeza –Aquí te van a ayudar a volver ¿sí?, yo ya no puedo hacer más. ¿Lo entiendes?

–¿Ellos ayudar a volver? –preguntó Bas comenzando a calmarse. Gxxod solo asintió.

Bas soltó el candado y sujetó una de las manos del mayor con sus dos pequeñas manos.

A Gxxod le pareció extraño, la mano del llorón era... su piel era como tocar seda, no en el sentido figurado, realmente era lisa y suave. Nunca había tocado algo así. Estaba por sorprenderse por la extraña piel, cuando Bas habló de nuevo.

Había dejado de llorar, aunque aún lucia mal –Tu volver conmigo. –pidió

Gxxod negó con la cabeza. Bas lo miró angustiado –Yo frio... Bas frio –musitó triste.

–¿Tienes frio? –Bas asintió haciendo un puchero. Gxxod comenzó a sacarse el suéter, pero antes de que pudiera terminar de hacerlo, fue empujado lejos de allí.

–Ya, ya... –dijo el policía amargado –vete ahora o te encerrare a ti con él.

–Pero tiene frio... ¿le dará una cobija? –preguntó Gxxod mientras era sacado a empujones de la estación.

El policía sonrió sarcásticamente –¡Incluso le daré una almohada de plumas! –dijo antes de dejar a Gxxod en la entrada.

...

Gxxod condujo a casa intentado convencerse de que lo que había hecho era lo correcto, quizás cuando hubiera cambio de turno otro policía llamaría a las clínicas y identificarían a sus familiares... y todo estaría bien.

♥-♥

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