Al día siguiente me levante mas temprano que de costumbre, para poder empacar todas mis cosas con calma y a tiempo. No me esperaba en lo absoluto la propuesta de ese rubio,y mucho menos que nos mudáramos de la noche a la mañana, sin embargo, debo admitir que extrañaba vivir con el.
Aun nadie sabía nada de la noticia, al menos no por mi parte con las chicas, pues anoche simplemente conversamos amenamente y nos retiramos a nuestras respectivas habitaciones. La verdad, no creo que se lo tomen mal, puesto que ahora que son pareja querrán mas espacio para ellas y lo entiendo.
No obstante no me iba a ir de ahí con solo darles la noticia. Tenia varios pendientes ese día, por eso me levante temprano, y tal vez demasiado. A las 6 AM sonó mi despertador, me levante, tome una ducha y comencé a empacar mis pertenencias.
Al terminar me decidí por prepararles el desayuno a mis roomies para así poder darles la noticia. Luego de eso saldría a comprar el regalo de Popee, pues ahora si que era su cumpleaños y un vestido y un moño no son suficientes como regalo.
Me desvele un poco pensando en aquel presente que quería obsequiarle y finalmente me decidí por una katana, era un regalo perfecto, pues el aun no tenía una y seguro que le gustaría, buscaría una que tuviera un diseño único y distintivo.
Prepare el desayuno para las chicas que aun dormían. Una vez termine serví el desayuno en la mesa y unos minutos después llego Eepop.
Eepop: buenos días -llego hasta la cocina aun somnolienta
- buenos días -sonreí- ¿Onomadek sigue dormida?
Eepop: si, pero no tardara en despertar -tomo asiento
- ya veo
Eepop: hoy te despertaste muy temprano no es así
- si, tengo muchas cosas que hacer el día de hoy
Eepop: ¿a si?, ¿que harás hoy?
- bueno..
En ese momento llego Onomadek, quien también tomo asiento y se sirvió su desayuno seria como siempre. Tan solo unos minutos de conversación después, me decidí por contarles con respecto a mi mudanza.
- chicas hay.., hay algo que quiero decirles
Eepop: ¿que sucede ___?
- bueno, primero que nada quería agradecerles por permitirme vivir aquí con ustedes, la verdad es que fue muy agradable convivir con ambas, aunque allá tenido algunos problemas con Onomadek, aun así me encanto vivir con ustedes
Eepop: no entiendo, ¿que es lo que quieres decir?
- quiero decir que me mudare el día de hoy
Eepop: ¡¿que?! -menciono sorprendida
Ono: felicidades -ambas volteamos consternadas a ver a la pelirosada- vivirás con Popee no es así
Eepop: ¿eh?
- ¿que?, ¿ya lo sabías?, ¿como te enteraste?
Ono: era cuestión de tiempo para que sucediera y después del incidente con ese bastardo sabia que el idiota de Popee no te dejaría ni un segundo
Me sonroje bastante por lo dicho por la pelirosada y me quede sin palabras después de eso. Termino el desayuno y sin mas, salí a buscar aquel regalo que le daría a Popee por su cumpleaños.
Tenia una ventaja, y era que el anteriormente me había mostrado todas sus armas, por ende sabía con que estilo comprar aquella katana para que fuera de su agrado. Aun así, al buscar por las tiendas no encontraba ninguna que llamase mi atención, todas eran muy comunes a mi parecer.
Mientras caminaba casi rendida me tope con la ultima tienda de la ciudad donde vendían katanas, y sin muchos ánimos y mas que nada rogando por encontrar la indicada entre al lugar.
Revise mi alrededor, había mas de lo que había imaginado, no solamente habían katanas, si no demás artefactos exóticos, todos llamaron mi atención, había tanta variedad en ese lugar que me era imposible decidirme por alguna cosa.
Kaeru: ¿buscas algo en especifico?
- Kaeru -mencione sorprendida de verlo ahí- ¿que haces aquí?
Kaeru: trabajo aquí -menciono sonriente
- valla, no me esperaba verte aquí
Kaeru: ni yo tampoco, no pareces ser esa clase de persona que viene a un sitio como este para comprar armas ilegales
- ¿son ilegales? - mencione anonadada
Kaeru: portar armas en Japón no es un lujo que todos puedan tener, ni siquiera para la caza, es muy complicado cumplir con los requisitos y hay veces en las que aun cumpliendolos te niegan portar armas
- ya veo, aunque de echo venia para buscar una katana, pero viendo la variedad que hay aquí me es difícil elegir algo
Kaeru: bueno, yo te puedo ayudar
- ¿de verdad?, muchas gracias
Tarde casi una hora en aquel sitio, pues Kaeru de verdad sabía sobre los artículos que vendían en ese lugar y me explicaba con lujo de detalle cada una. Aun y con todo eso no podía decidirme, pues con el tiempo consideraba que una katana no seria un buen regalo.
Sin embargo, gracias a la ayuda de ese peliverde pude obtener lo que deseaba, como ultimo recurso me mostró un maletín con varias armas distintivas, no lo dude dos veces y lo compre. He de admitir que no estuvo tan caro, como había imaginado, sin embargo eso debió de haber sido por el echo de que aquellos artefactos se vendían de manera ilegal.
Finalmente con el regalo de Popee en manos, regrese al departamento a esperar la llegada del susodicho.
Me pregunto...., como es que le habrá dado la noticia a su familia...
------
Popee: me voy a mudar
¡¿que?! -mencionaron todos al unisono
Papi: ¿cuando lo decidiste?
Popee: hace tiempo
Keda: ¿cuando piensas irte?
Popee: hoy
Marifa: ¿que?, ¿tan de repente?, ¿porque?, ¿hice algo malo?, ¿te alejaras de mi? -sus ojos comenzaban a ponerse cristalinos
Popee: no es eso -le revolvió los cabellos a su hermana
Papi: ¿seguirás trabajando en el circo?
Popee: soy la estrella de este lugar, no voy a abandonar mi puesto así de fácil
Keda: ¿entonces porque te vas?, ¿__ sabe sobre esto?
Popee: ella se ira conmigo
Unos segundos de silencio inundaron la mesa en donde se encontraba aquella familia desayunando, pues procesaban la información de lo antes dicho por el rubio. Papi se llevo ambas manos al rostro cubriendo su boca, Marifa bajaba la mirada levemente tratando de ocultar tristeza y Kedamono abría ambos ojos como platos. Después de unos segundos Papi aplaudió con entusiasmo.
Papi: pensé que este día nunca llegaría
Keda: finalmente darán ese paso ¿eh? -mencionaba contento
Marifa: felicidades hermano -alzo la mirada con pequeñas lagrimas cayendo por sus mejillas
Papi: pensé que esperarían a casarse -dejo de aplaudir- espera un momento, ¿ya se casaron?
Popee: ¡claro que no! -grito apenado y sonrojado
Papi: y no me invitaron a la boda -fingía lagrimas
Popee: ¡estúpido sol, ya te dije que no estamos casados!
Papi: si no me invitas a la boda le cederé el circo a Kedamono -se cruzo de brazos indignado
Keda: ¡¿eh?!
Popee: ¿porque habría de invitarte? -pregunto con desdén
Papi: porque yo pongo el ambiente
Popee: ¿haciendo el ridículo con tu novio?, no dejare que hagas eso en mi boda -le dijo molesto
Marifa: ¿eso quiere decir que se casaran pronto?
El rubio no dijo nada, simplemente se puso de pie y se retiro de aquel lugar molesto y sonrojado
Marifa: espera, hermano
Corrió detrás del mencionado quien llego hasta su habitación y comenzó a apilar unas cajas
Marifa: ¿vendrás a visitarnos? -menciono con la cabeza baja
Popee: vendré a los ensayos y funciones
Marifa: ¿y yo podre visitarte? -su voz se escuchaba quebradiza y lagrimas mas notorias comenzaban a caer por sus ojos
La albina no estaba preparada para dejarlo ir tan rápido, no después de haberse reconciliado hace no mucho con el. El rubio al escuchar los sollozos de su hermana se giro hacia ella acercándose para abrazarla dejando que esta sollozara en su pecho mientras acariciaba su cabello
Popee: no te voy a abandonar tonta
Marifa: ¿lo prometes?
Popee: no tengo que prometerlo, ya lo sabes
La albina le dio un cálido abrazo a su hermano, donde le expresaba el aprecio que le tenia, y durando tan solo unos segundos se separaron. La de mirada esmeralda tomo unas cajas y comenzó a apilarlas.
Marifa: te ayudare con tus cosas -menciono alegre
Popee: bien - siguió con lo que estaba
Marifa: mas te vale cuidarla hermano
Popee: ya o se, no tienes que decírmelo
Marifa: ___ de verdad es alguien sorprendente, entiendo porque te enamoraste de ella
Popee: me vas a ayudar o vas a seguir balbuceando -menciono sonrojado, provocando una pequeña risilla de su hermana
Marifa: ayudare