El Miedo De Ámbar #1

By LuAnto321

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Un simple apodo puede desestabilizarla. Un nombre tan común puede enloquecerla. Una mínima coincidencia se r... More

Prólogo.
Capítulo 1: Dia anormal.
Capítulo 2: El casi beso.
Capítulo 3: Ethan y Cassie.
Capítulo 4: Ya no está.
Capítulo 5: La foto.
Capítulo 7: Caso cerrado (+18)
Capítulo 8: El pasado y la visita inesperada.
Capítulo 9: El deseo.
Capítulo 10: Espiando.
Capítulo 11: Despejando la mente.
Capítulo 12: ¡¡¡Aaaaah!!!
Capítulo 13: Su cara...
Capítulo 14: Necesito tiempo.
Capítulo 15: Cansada (+18)
Capítulo 16: La historia falsa.
Capítulo 17: Regalo adelantado.
Capítulo 18: Palabras inesperadas.
Capítulo 19: Recordando algunas cosas.
Capítulo 20: Confesando algunas cosas.
Capítulo 21: Dos amando a una.
Capítulo 22: ¡Felíz cumpleaños Ámbar!
Capítulo 23: Planeando.
Capítulo 24: El secreto de Cass.
Capítulo 25: Otro sueño.
Capítulo 26: Confirmación.
Capítulo 27: Mallacan 18 años triple cask.
Capítulo 28: Rompiendo la regla №2
Capitulo 29: ¿Un error? (+18)
Capítulo 30: En otra mente.
Capítulo 31: La Fräulein Sevedo.
Capitulo 32: El alcohol.
Capítulo 33: El primer "Te amo" (+18) [Parte 1]
Capítulo 34: El primer "Te amo" [Parte 2]
Capítulo 35: Tregua.
Capítulo 36: Dudas.
Capítulo 37: Borracheras olvidables.
Capítulo 38: Lauralei Weiβ.
Capítulo 39: Sentimientos agridulces.
Capítulo 40: Tres meses.
Capítulo 41: Etapas difíciles.
Capítulo 42: Terapia.
Capítulo 43: El comienzo.
Capítulo 44: Vodka (+18)

Capítulo 6: Cuando sea el momento.

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By LuAnto321

¿Segunda o tercera vez se vieron?









Narra Ámbar.

—Ámbar.

Kev me llama. No le respondo. No puedo hablar.

Ay... Hermosa Eli— me susurra Liam.

—Me abandonó— susurro bajito con la garganta seca.

»Él me dejó. Nunca me amó...

***

¿Qué carajos acaba de pasar?

¿Qué hice?

¿Por qué lo hice?

Me digo mentalmente mirándome al espejo golpeando mí cabeza con este despacio.

¿Me arrepiento? Lo más estúpido es que no, claro que no, incluso quiero más, más de Ethan, quiero sentir como me hace suya, quiero sentir sus manos y su boca en todo mí cuerpo, pero lo que más me aterra es que no quiero que lo haga una vez, quiero estar así muchas veces.

No me puede gustar, eso jamás.

Serían años perdidos de práctica. No puedo. No puedo...

No puedo decirle "te amo" a un chico sin que huya antes de poder decirlo.

Simplemente no puedo. Ya no.

Media paranoica, pero me acuerdo bien cuando comencé a no enamorarme más por primera vez. Y después la cagué 4 años después.

Flash back.

Hace siete años (2013)

—Hija, quédate sentada aquí que voy a buscar mí bolso que lo deje adentro de la tienda de maquillaje— dijo mí madre desesperada porque se había olvidado su bolso hace unos quince minutos.

Ay mamá, quiero ir a comprar un helado— para tener once años era muy caprichosa, pero creo que es la edad o nosé, la cosa es que quería mí helado de menta.

Agh Ámbar, ok— me da dinero y sonrió como el gato de "Alicia en el país de las maravillas" —pero luego te sientas en ese banco ¿Si?.

Si está bien— digo y ella sale disparando para la tienda.

Me río, parece una loca.

Me paro del banco y voy a la heladería que está a unos metros en frente mío.

Llego y hay como unas siete personas, gruño y me cruzo de brazos esperando.

Ojalá no se acabe el helado de menta, pienso.

Mientras tanto veo a todas las personas que hay en el centro comercial pero hay una que me llama la atención, es una pareja, tendrán quince o dieciséis años y están a unos seis metros pero se escucha bien que están discutiendo y la chica está llorando mientras el chico la intenta consolar.

No me toques— la chica le dijo pegándole en la mano al chico que le estaba por acariciar la mejilla —eres un mentiroso, un idiota y yo te creí, y...yo pensé que me querías pero me equivoqué— dice llorando —vete y nunca más en tu vida me vuelvas a hablar, jamás, te odio— le dice señalándole con el dedo índice al chico que se le empezaban a caer las primeras lágrimas.

Se me encogió el corazón por la cara de la chica, toda roja al igual que los ojos y su cara toda mojada.

Caminó lentamente hasta sentarse en el banco donde estábamos mí madre y yo y con sus manos tapaba su cara mientras lloraba.

La fila había terminado y me había tocado a mí.

Dos helados de menta— dije al chico que atendía mientras algo se me había ocurrido, me dio los helados y le pagué.

Salgo de la heladería y camino hasta sentarme en el banco donde la chica está sollozando.

Hola— dije a la chica que no se había percatado de mí presencia.

Ho... hola— dice la chica mirándome.

Toma— le dí el otro helado —¿Te gusta el helado de menta?— pregunté mientras lamía el mío, dios que rico.

Eh... gracias— dijo tomando el helado —claro que me gusta el helado de menta, es mí favorito— dijo mientras paraba de llorar y lo probaba.

Igual— le dije y chocamos nuestros helados mientras la hacía reír.

»Oye, ¿Por qué estabas discutiendo con ese chico?— pregunté y luego me arrepiento porque su labio empieza a temblar —oh perdón, olvídalo— digo rascando mí nuca nerviosa.

No...no pasa nada— dice poniendo un mechón de su pelo rojizo detrás de su oreja —ese es ahora mí ex novio— dice, cuando se le caen un par de lágrimas —el me rompió el corazón, estaba enamorada de él hace años pero el sentimiento no era mutuo y simplemente me uso, fui una más de sus otras chicas— dice nuevamente a llorar, yo solo escucho y le acaricio la espalda —y el también comenzó a llorar porque dijo que se arrepentía y que sentía algo por mí, pero que está confundido, ¡Maldición! Años de ser novios y que tanto está confundido para luego enterarme por una zorra que estaba follando con ella cuando me dijo que tenía que cenar con sus padres, que montón de mentiras, seguro en esos tres años de noviazgo se habrá follado a más de veinte chicas— dice y rompe a llorar, cuando me mira abre bien los ojos —oh lo siento por las palabras que dije, solo me desahogue— dice.

Tranquila no pasa nada— dije sacando de mí cartera unos pañuelos —toma— le ofrezco los pañuelos y ella los acepta.

Gracias...por el helado, por escucharme, consolarme y darme estos pañuelos... ¿Cómo te llamas?— pregunta sonando su nariz roja y secando sus lágrimas.

Ámbar— digo acomodando su cabello que es tan lindo y suave —¿Y el tuyo?— pregunto.

Katherine— dice y mira su reloj —oh dios llego tarde— dice levantando sus cosas y se para —gracias por todo Ámbar, en serio, espero algún día cruzarnos— dice dándome un beso en la mejilla —ojalá tú encuentres a alguien que te valore y te quiera— dice con una sonrisa sin mostrar sus dientes.

Y tu también— digo cuando ya se había ido.

Wao pobre chica, ojalá la vea nuevamente.

¿Donde estará Raquel Scarlett Parker? (mí madre)

Hablando de Roma, ahí viene abrazando su cartera, ruedo los ojos, cualquiera que la vea dirá que está loca.

La encontré— dice soltando un suspiro —¿Y el dinero restante?— pregunta al ver que no tengo nada en mis manos.

Me compré dos— dije encogiendome de hombros —tenía hambre— digo mintiendo porque si se entera que hablé con una desconocida me va a regañar.

Ay Ámbar, tú y tus helados de menta, me llevarás a la quiebra— dice riéndose creyendo lo que dije —ya vamonos— salimos del centro comercial.

Mientras camino pienso en Katherine, ¿Y si me pasa lo mismo que a ella?, ¿Y si me rompen el corazón? ¿Y si lloro como ella?

No quiero que me pase eso, me niego.

Tengo miedo ahora.

Miedo a estar tan enamorada y que no sientan lo mismo que yo.

Mucho miedo.

Fin del Flash back.

Respiro agitada recordando lo que pasó hace siete años, no quiero estar como Katherine.

Desde ese momento me negué rotundamente a siquiera gustar de un chico, solo me gustó Ethan a los once años hasta las vacaciones cuando paso lo de Katherine.
Ahí alejé cualquier sentimiento hacia Ethan y solo lo vi como mí mejor amigo al que solo me atraía físicamente durante estos siete años, hasta ahora.

Sé que si me llega a gustar Ethan él nunca me haría daño (sentimentalmente), sería incapaz de hacerlo.

Pero el miedo lo puede todo.

Me dí cuenta que tenía dos lágrimas en mí rostro, no me había dado cuenta que estaba llorando, me lavo la cara con agua y saco de mí mochila base y colorete porque estaba pálida, esos recuerdos siempre me marcan.

No solo él de Katherine, sino los destellos que me permito pensar solo un segundo de lo de hace dos años.

Me peino un poco porque parezco una chica que acaba de tener sexo salvaje, bueno no tuve sexo pero ese orgasmo me hizo mirar las malditas estrellas.

¡Mierda, esas manos salvajes tocando mis senos y mí feminidad, me volvían loca!

Su boca atacando la mía desesperado, pasando por mí cuello y para terminar en mis pechos succionando uno por uno, sin prisa, solo disfrutando el momento, cuando mostraba sus dedos mojados de mí y diciendo que iba a ser suya esta noche me causaba escalofríos y ese pico tan tierno que me dio antes de entrar al baño me hizo sonreír mucho porque no me lo esperaba pero me gustó ese detalle.

Sacando esos pensamientos salgo del baño en dirección a la peor clase que existe: ciencias físicas, odio esa materia, ahg y al viejo de profesor que cuando enseña algo no se escucha nada lo que dice por lo bajo que habla.

Ahg, dios, mátame.

Cuando llego al salón el profesor me mira con cara de pocos amigos frunciendo el ceño.

—¿Por qué llega tarde?— pregunta serio.

—Estaba en el baño— dije, en parte es verdad.

"Oh y también estuve gimiendo el nombre de mí mejor amigo mientras me estaba dando un orgasmo increíble" dice mí sub consciente.

Le hice caso omiso y el profesor rodó los ojos señalando a la mesa donde me siento.

Voy y me siento con Cassie.

—Bueno hoy aprenderemos un nuevo tema...— empieza a hablar el profesor, ruedo los ojos, esta clase va a ser infinita.

***

Luego de dos horas que parecieron dos días salimos de los salones y vamos al recreo.

—Enana— me llama Ethan —¿Podemos hablar?— pregunta medio serio.

—Esta bien— digo dudando.

Nos sentamos en el pasto del patio abajo de un árbol y él me mira entre cerrando los ojos, ¿Qué le pasa?. Hasta que habla.

—¿Por qué estuviste llorando?— dice serio. Yo abro los ojos, ¿Tanto se me nota? —tienes los ojos más grandes cuando lloras— bingo.

—Yo, yo solo recordé algo— nunca le dije a Ethan que tengo miedo a enamorarme, solo que a los chicos los uso por una noche, pero nunca preguntó por qué y lo agradezco.

—¿Segura?— pregunta, luce preocupado, y me acaricia la mejilla deslizando su pulgar de un lado a otro, sabe que eso me encanta al igual que Cassie, siempre nos relaja y a Ethan le agarra cosquillas.

Cierro los ojos soltando un suspiro.

»No lloraste por lo que hicimos ¿No?— pregunta y abro los ojos, me río y me acerco para abrazarlo entrelazando mis manos alrededor de su cuello y susurrando en su oído:

—Claro que no, de echo me gustó mucho— digo y el se tensa y su respiración se vuelve pesada.

—Si no habría nadie en esta escuela te follaría aquí mismo hasta que olvides tu nombre— susurra igual que yo y mi respiración se para, dios, ¿De donde salió este Ethan tan pervertido?.

Deja de abrazarme, me mira y me guiña un ojo.

Narra Cassie.

Ethan se fue a hablar con Ámbar hace rato y no sé donde se encuentran, termino de comer y me levanto para buscarlos.

En el camino encuentro a Ryan, este chico es muy lindo, espero que le guste a Ámbar, es hora de que deje sus raros e inexplicables miedos y ¿Qué mejor con este chico?

—Ryan— lo llamo, el se da la vuelta, y me mira frunciendo el ceño —hola, soy Cassie, la mejor amiga de Ámbar— su ceño se relaja —¿La viste en algún lugar?, Ethan la llamo y desaparecieron, ¿Me ayudas a buscarlos?

Su mandíbula se tensa, nosé por qué, y solo asiente.

—Esta bien— dice caminando al lado mío.

En el camino hablamos de cosas triviales.

—Así que Ámbar te habló de mí, ¿Eh?— pregunta con una media sonrisa.

—Claro que si— digo riéndome, a lo que el me mira con una sonrisa mostrando sus perfectos dientes, cómo dice Ámbar —Ryan, ¿Te gusta Ámbar?

—Eh...eh yo...— se pasa una mano por la nuca nervioso, es tan adorable —si, osea no, solo me parece linda, es todo— dice mirando al suelo.

—Pues hazle saber que te gusta— digo encogiéndome de hombros, el me mira —es obvio que no solo te parece linda, te gusta, y eso que es el segundo día en el que se ven— digo extrañada, aunque es normal en Ámbar, todo el mundo gusta de ella.

—Si claro— dice con una sonrisa de boca cerrada, adorable.

Seguimos hablando mientras buscamos a esos par de tontos.

Narra Ryan.

Cassie la verdad que me cae bien, habla mucho pero es una gran persona.

Ya estuvimos como cinco minutos buscando a Ámbar y a el idiota de su amiguito, que no crea que lo sea por ese pico que le dio antes de que ella se metiera al baño.

Me enteré de eso porque como estaban tardando en venir de dirección le menti al profesor diciéndole si podía ir al baño, obviamente fue para ver qué hacían, y entonces lo ví.

Cuando vi esa escena sentí una cosa desagradable en mí estómago, ya tengo muy en claro que Ámbar nunca tuvo novio, fue una mentira de Ethan para que no me acerque a ella, porque está perdidamente enamorado.

Sospechaba que Ethan sentía algo por Ámbar cuando nos conocimos en la secundaria, siempre miraba su fondo de pantalla y suspiraba viendo la foto que tenía con ella y Cassie, en ese entonces teníamos once años y pensé que las extrañaba.

Pero hace dos años lo confirmé cuando me invitó a su casa a jugar videojuegos y un poco más me mata.

Aunque a Ámbar la conocí personalmente este año, bueno en realidad el ante año pasado, siempre me gustó desde los trece años, veía sus fotos en la pantalla de Ethan, a medida que crecían y ella se volvía más linda, mas atractiva, y eso me atraía aún más.

Cuando en las vacaciones mis padres dijeron que nos íbamos a mudar a París y que iba a ir al mismo instituto que ella (lo supe por Ethan) me puse muy feliz porque iba a verla.

Sin embargo no tuvimos el mejor comienzo porque al insultarme y al enterarse que choque su auto (no sabe que lo hice a propósito, para verla de nuevo) debe odiarme.

Y ayer al verla por segunda, bueno tercera vez se me hizo más atractiva, su pelo negro con olor a frutillas es perfecto, sus ojos avellanas tan lindos, su boca, su sonrisa, su cuerpo, todo, ella es perfecta, desafiante, terca, bipolar al igual que yo, y todavía me falta por conocerla.

Pero, ¡Joder!, me dolió que se haya dado un pico con el idiota de mí ex mejor amigo, bueno, en realidad él le robo ese pico y eso me enoja aún más, entonces eso me da a entender que no tengo posibilidades con ella.

Solo debo ignorarla, evitarla y tal vez me olvide de ella.

Pero tenemos un trabajo que hacer juntos y encima durante todo el año. Carajo.

—¡Ryan!— salgo de mis pensamientos cuando Cassie me llama, más bien me grita —ahí están— dice señalando al patio donde Ámbar está acostada con la espalda en el pecho y su cabeza descansando en el hombro de Ethan mientras él la rodea con sus manos y hablan de nosé que cosa.

Dios, quisiera ser yo el que la rodee con mis brazos.

Agh, ¿En serio me puse celoso?

—¿Oye, es normal que estén así?— pregunto señalando a donde están.

—Si, es normal entre los tres— dice encogiéndose de hombros y restándole importante.

—Está bien.

Nos acercamos, y Cassie se me adelanta tirándose arriba de los dos mientras se ríen.

—¿Donde estabas?— le pregunta Ámbar luego que se sienta al lado de Ethan.

—¿Que dónde estaba?— dice Cassie incrédula —los estuve buscando todo el maldito recreo— dice rodando los ojos —¿Qué hacían?— pregunta.

Los dos se miran y Ámbar habla.

—Estábamos hablando de que el trabajo de ciencias históricas lo tiene que hacer contigo— le dice a Cassie —¿No Ethan?— lo mira al nombrado.

—Eh... si, si, cuando quieras nos juntamos en tu casa o...— Ámbar lo corta.

—O en la mía— termina de decir ella —vamos los cuatro a mí casa, Ryan tiene que hacer el trabajo conmigo— dice mirándome, yo desvió la mirada.

»Que dices Ryan, ¿Vienes con nosotros?— me pregunta.

Para ver la cara de Ethan, no gracias, paso. Lo pienso pero no lo digo.

—Hoy no puedo, capaz otro día— digo cortante y me voy.

—Ok...— escucho que dice mientras voy caminando.

Tengo que ignorarla, no quiero acercarme, pero, joder, es inevitable no hacerlo.

Sino la ignoro puede que no solo guste de ella, puedo enamorarme y no creo que el sentimiento sea mutuo, estoy seguro de que siente algo por Ethan.

Ahora entiendo porque no quiso darme ese beso ayer, es obvio, le gusta el estúpido de mí ex mejor amigo.

Narra Ámbar.

Ryan dijo que no podía ir a mí casa hoy, pero lo dijo serio y cortante, ¿Será que no podía o no quería?

Estamos por irnos a mí casa, las clases ya terminaron y vamos Cassie yo y Ethan caminando por el pasillo.

Ryan salió primero que nosotros y en la hora de clases me ignoraba, no sé lo que le pasa, se puso raro cuando le dije lo del trabajo.

Estaré alucinando nomás.

Mientras voy hablando con mis dos mejores amigos veo que Ryan sale del baño. Necesito preguntarte qué le pasa, y porque no puede venir a mí casa.

Ese cuentito de que "no puedo" no me lo creo.

—Vayan yendo, tengo que ir al baño— me excuso.

Se adelantan mientras "voy al baño" y cuando ya salieron del instituto, salgo de este y voy a donde está Ryan que está hablando con una chica de nuestro salón.

Hablan muy animadamente y ella le toca el brazo y luego le da un papel con su número.
Ahg, una de las tantas zorras arpías necesitadas que hay.

¿Qué acabo de decir?

Ahg olvídalo me digo mentalmente.

Me acerco y al darme la espalda no me ve, toco su hombro y se da la vuelta para mirarme.
Al hacerlo no tiene ninguna expresión, solo está serio, cuando recién se estaba riendo con esa chica.

¿Bipolar? No lo creo.

La chica me mira frunciendo el ceño, como si le molestara que interrumpiera su conversación, no le doy importancia y miro a Ryan.
El le hace una seña a la chica, ella rodea los ojos y luego le sonríe a este y le da un beso en la mejilla antes de irse.

Ahg, idiota.

—¿Por qué no puedes ir a mí casa?— pregunto antes de que me diga algo.

—No puedo— dice así nomás.

—¿No puedes o no quieres?— lo miro, soy buena actuando y se identificar cuando las personas actúan mal, intentando mentir, y este chico lo que menos hace es intentar actuar bien.

A cada segundo de pasa la mano por el cabello y mira para todos lados evitando mí mirada.
Señal de nerviosismo.
Oh, me gusta como suena.

—Yo... Eh...— aclara su garganta —no puedo Ámbar— me mira y habla con un tono serio.

Yo puedo llegar a ser igual o peor que el.

Si algo me molesta o enoja, Ámbar se transforma, mí voz se torna fría y mí rostro se vuelve serio y soy tan orgullosa que no hablo con esa persona como por un mes.
No querrán a una Ámbar molesta.

—Pues eso no me lo creo, dime por qué no quieres ir.

—Joder, Ámbar, no me importa lo que creas, no puedo y punto.

Me quedo sorprendida cuando termina de hablar, ¿Quién mierda se cree?

Entonces caigo.

Ethan.

Ellos se miraron con odio todo el día, era raro, pero estoy segura de que no quiere ir porque está él.

Pero, joder, que no confunda las cosas que tuvo con Ethan con el trabajo.
Que no le preste atención y listo. Si total lo tiene que hacer con Cassie él.

—¿No será por Ethan, no?— pregunto con una sonrisa de lado.

El se tensa y apreta su mandíbula, ja te atrapé.
Nadie le miente a Ámbar Sevedo.

Luego de unos segundos en silencio contesta.

—No.

—Dilo hasta que te lo creas— me río.

»¿Por qué se miran tan serios, como si se...

—¿Odiaran...? Larga historia linda.

—Entonces se odian.

—Escucha, cuando sea el momento te lo voy a contar todo, ¿Ok?
Por qué la amistad rota, lo de la fiesta, la pelea, y... y el beso...— murmura lo último.

¿El beso?

De qué habla?

—¿Qué beso?— digo frunciendo el ceño.

»¿Y qué pelea?— abro los ojos —¿Te peleaste con Ethan?— nunca me dijo nada él.

—Ay linda, no hubiera dicho nada, te dije, cuando sea el momento— me acaricia la mejilla delicadamente, otra vez se siente tan familiar su tacto.

Pero ahora, se siente tan bien, que suelto un suspiro sin querer.

Él me mira y me da una sonrisa sin mostrar sus dientes.

—Me tengo que ir linda y tú también, tus amigos te deben estar esperando— dice sacando su mano de mí mejilla.

—¿Entonces no vienes a mí casa?

—Eres tan terca, te dije que no— dice riendo.

»Para ver la cara de idiota de Ethan, paso— susurra lo último pero lo escucho.

—¡Ryan!— le pegó despacio en el brazo, el se ríe.

—Prefiero tejer y hacer compras con mí madre— suelto una carcajada.

—Tonto— digo riendo y rodando los ojos.

—De verdad linda, nos vemos mañana— besa mí mejilla, me gusta que haga eso. Presiona sus labios con suma delicadeza en mí piel.

—Adios...— murmuro cuando ya se había ido.

Narra Ryan.

Es imposible, no puedo evitarla, no quiero evitarla, es tan difícil.

Me mandé la cagada al decile pero no explicarle lo que pasó con Ethan, el beso y demás.

No hay que contarle algo incompleto porque hasta que no le digas te fastidia con sus preguntas y es irritante.

Dios...

Y encima no es idiota, se dio cuenta por qué no quise ir a su casa.
Soy un asco mintiendo y actuando. Definitivamente no salí a mi mamá.

Ahora que lo pienso bien... Podría ir a su casa.
Solo para molestar a Ethan y sorprender a Ámbar.

Sí, eso haré.

Antes de llegar a mí casa, pego la vuelta en mí camioneta y voy a la casa de Ámbar, sé su dirección porque se la pregunté ayer, así que en diez minutos llego.

Bien... creo que me voy a divertir un poco.

-------------------------------------------------

♥¿Llegará a enamorarse Ryan de Ámbar?

♥¿Qué fiesta?

♥¿Qué pelea?

♥¿Qué beso?

Todo a su tiempo...

Respondan, comenten, voten y siganme.

Los quiero y nos leemos luego.❤

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