¿Otro integrante en la familia? No, no hablo de un hermanito. Sino del mejor amigo.
Llego a mí casa agotada, siento que me aplasto un camión, literal. Ok no es literal, sino es mi forma de expresarme.
Estoy por abrir la puerta, cuando un nombre se me viene a la mente. Cassie, esa perra, la voy a asesinar, por su culpa ese estúpido trabajo lo tengo que hacer con un chico arrogante y egocéntrico.
Pero lindo me dice mí sub conciente.
Ay cállate, igual sigue siendo un idiota, le digo a mí mente. Sí, no estoy bien de la cabeza.
Entro a mi casa y voy a la cocina a beber algo mientras mí madre cuelga su saco y las llaves del auto.
Siento que de la cocina viene un rico olor a salsa, ese es mí padre, estoy segura, porque Roxy, la empleada de la casa hace spaghettis pero no tiene ese aroma tan delicioso, amo como cocina spaghetti mí padre porque le pone mucha salsa. Se me hace agua la boca de tan solo pensarlo.
—Hola William— sobresalto a mí papá que no se había dado cuenta que llegamos —mmm... que rico huele— digo encantada.
—Para ti soy papá, primero y principal y segundo es obvio que huele rico si lo hago yo— dice con una sonrisa arrogante. Sonrisa que quizás en su adolescencia habrá roto millones de corazones excepto el de mi mamá.
—Hey los estoy escuchando, yo también cocino riquísimo el spaghetti. ¿Quién te crees que eres, MasterChef?— aparece mamá poniendo cara de sería pero se le va cuando se ríe.
Mí madre siempre se turna con mí padre para cocinar, depende el horario en el que lleguen a casa, aunque cocinen los dos muy bien, mí padre con sus spaghettis hace que le gané a mí mamá por un poquito.
—Pero no más que yo— dice mí padre con aires de superioridad.
—Si, claro Sevedo— dice con una sonrisa falsa.
—¿Qué, no me crees?— le roba un pico a mí madre. Ella se hace la sorprendida.
—Agh solo llámenme cuando esté lista la comida ¿Sí?— digo interrumpiendolos —iré a mí cuarto. Empalagosos— finjo un escalofríos.
Como no me dicen nada, capaz que ni siquiera me escucharon porque están haciendo a quien aguanta más sin pestañear. Muy maduros, subo a las escaleras para tomar un baño y llamar a Cassie.
Mientras me baño el agua caliente pasando por mí cuerpo me relaja por completo y de repente se me viene a la mente el beso que casi nos damos con Ryan, sonrió recordando cuando se disculpó, esperen, yo, Ámbar Elizabeth Sevedo ¿Desde cuándo estoy pensando en un chico como ese?
Salgo del baño con una toalla alrededor del cuerpo y marco el número de mí mejor amiga -que ahora la quiero asesinar- pero la sigo amando.
Un pitido, dos pitidos...
—¡¡Hola zorra!!— y encima me habla entusiasmada sabiendo que la voy a matar, no literal pero... —antes de que me insultes o me mates no fui al instituto porque estoy recontra resfriada, cada dos segundos...— se escucha un estornudo —estoy estornudando— termina diciendo.
—Mierda, además de enferma, bruja— parece que no entiende porque se quedó callada —tonta, bruja porque sabías que te iba a insultar y matar— le digo obvia riéndome.
—Ahh, ahora entiendo— se escucha que se ríe fuerte. Mí amiga cuando se ríe parece una foca con epilepsia, mientras se ríe, aplaude y se mueve mucho. Me da mucha risa —entonces ¿A qué se debe tu inesperada pero hermosa llamada?— pregunta riéndose un poco.
Le cuento que Ryan llego más tarde que yo, que se sentó conmigo, que tenemos que hacer un trabajo juntos, que es un estúpido arrogante egocéntrico, que se hizo el caballero cuando bajamos del auto, el beso que casi nos damos, que se puso un poco triste por no pagar algo de los daños de mí bebé y que me hizo sonrojar cuando me susurró en el oído, oh y también el beso cerca de mis labios cuando nos despedimos.
Incluido lo de mí auto aunque ya lo sabía pero no sabía quién era el conductor porque yo tampoco. Lógico.
—Wao la verdad nosé que decirte, tengo una mala y una buena noticia, la mala es que el trabajo no lo vamos a hacer juntas, pero la buena es que lo vas a hacer con un chico... ¿Espera es sexi?— pregunta confundida, yo solo me río.
—Sip, es muy sexi— digo con una sonrisa rara.
—Descríbelo, tonta— dice obvia.
—Es rubio, con el pelo ondulado que le llega hasta las orejas, tiene unos ojos..., ay Cassie, son hermosos— dijo suspirando —son una mezcla de azul con verde, pero estoy casi segura de que tiene mas verde y con unas pestañas creo que hasta más largas que las mías, tiene la nariz perfilada perfecta como sus dientes y sus labios son bien carnosos, rosaditos— ella se ríe conmigo por la palabra rosaditos —y su cuerpo está todo marcado, debe tener unos bíceps bien duros, listo, ya lo describí.
—Pero ese chico si que es sexi, felicidades amiga, te ganaste la lotería, aprovecha, conquístalo, seguro que en unas semanas te va a gustar— esa última palabra hace que me de cosas en el estómago, pero no cosas lindas, es miedo, repulsión y lo conozco bien a ese sentimiento.
Por más que me parezca atractivo Ryan solo me siento atraída pero para una noche nomás, cuando tengo sexo con chicos, solo lo hago una vez con ese chico con el que me acuesto y antes de que lo hagamos siempre les digo que no busco una relación, solo sexo, una noche y siempre me dicen que también quieren lo mismo, así que simplemente lo hago.
Solo que con Ryan, no sé si solo quiere una noche conmigo, capaz que quiere algo más y yo honestamente no hago eso, mí frase con los chicos sería "solo sexo, una noche, nada de relaciones" y asi viviría siempre si es por mí.
Pero nadie escribe nuestro destino, nuestro futuro. Es una hoja en blanco que con tiempo la escribimos pero aunque diga que no quiero una relación y lo quiera escribir en mí hoja, capaz que no estaré segura si quisiera estar toda la vida teniendo sexo con diferentes chicos. Digo, el sexo es maravilloso, no es que sea una adicta, solo que me gusta y ya, pero siento que no toda la vida estaré teniendo relaciones con diferentes chicos. Algún día me enamoraré y solo tendré relaciones con ese hombre, que despiertes a su lado todos los días. Pensando que con "él" lo había echo pero no. Aveces lo pienso, pero por ahora estoy bien así como soy.
—Ámbar, linda ¿Te encuentras bien? Ámbar...— Cassie me saca de mis pensamientos, estabas tan sumida en ellos que me había olvidado que estaba hablando con ella.
—Eh... si estoy bien estaba pensando en algo— digo dudosa —respecto a lo dijiste sabes que no busco relaciones y no voy a conquistar a Ryan ni aunque estuviera loca, sólo me atrae físicamente nomás— y es verdad.
—Oh, vamos ámbar, si te conozco y sé que no buscas relaciones que sólo lo quieres para una noche pero y si él no te quiere solo para una noche, ¿Pensaste en eso alguna vez?— me pregunta.
—Pero Cassie, ¿Estás loca? es obvio que Ryan es un mujeriego que se acuesta con toda la escuela, o sea es nuevo pero igual en su otra escuela capaz que se acostaba con todas las chicas de su antiguo instituto, así que no me digas que quisiera más de una noche conmigo y si es lo contrario se lo voy a dejar en claro, si es que lo hacemos claro está— digo.
—Exacto amiga mía, tú lo dijiste, "capaz"— mierda que idiota.
—Igual, para mí es un mujeriego— digo encaprichada.
—Ámbar Elizabeth Sevedo, te dije que no juzgues un libro por su portada— me dice enojada.
—Entonces lee el contenido, bruta, yo se lo que digo— le digo colocándome un short.
—Aish como digas niña terca— se escucha que Annabelle, la mamá de Cassie y mi tía la está llamando —¡Ya voy mamá!— le grita —me tengo que ir zorra, luego hablamos ¿Ok?— pregunta.
—Ok bruta, hablamos luego— le corto.
Y esa amigos es mí alocada pero muy amada mejor amiga.
Mamá me llama para comer, me muero de hambre.
Bajo ya cambiada y peinada para cenar.
Una vez sentada en la silla, siento que en frente mío tengo la misma gloria, y hace que me haga ruido la panza en un segundo, ¿De qué hablo?
Del rico plato de spaghetti que mí querido padre hizo.
Agarro con el tenedor un poco de fideo y cuando lo pruebo suelto un gemido por lo delicioso y rico que está esto, por dios, es el paraíso.
—Parece que te gusta, ¿No?— pregunta mí papá con una sonrisa.
—¿Estas bromeando? Pero claro que me gusta, me encanta— digo con la boca llena de comida.
—¡Ámbar! No hables con la boca llena— me regaña mí mamá
—Bueno, bueno, no lo hago más— le digo con la boca aún más llena de comida. Mí papá se ríe a lo que yo también hago y mí mamá entorna los ojos.
—¿Y... cuéntanos hija, como estuvo tu primer día de clases? ¿Algunos nuevos amigos o sigue siendo Cassie?— pregunta mamá.
—Bien, como todos los años. No necesito amigos nuevos, Cassie y Ethan aunque no esté aquí son los únicos— respondo encogiéndome de hombros.
—Ay... Se parecen tanto a nosotros cuando estábamos en la escuela. Anabelle, Christian, Carter, Miranda y nosotros, siempre estábamos unidos desde el jardín a pesar de las peleas, siempre terminamos juntos— suspira mi mamá. Miranda y Carter son los papás de Ethan y Anabelle y Christian los de Cassie.
Casi les digo que me fue pésimo por todo lo que me pasó, pero como los conozco bien, sé que van a empezar con el interrogatorio, así que mejor les miento un poco.
»Tenemos que hacer un trabajo con el compañero que teníamos al lado y como Cass faltó porque estaba resfriada me tocó hacerlo con un chico que es nuevo— recuerdo cuando me coqueteaba, ahg, si piensa conquistar a chicas con palabras estúpidas, va por el carril equivocado. Ni que quisiera que me conquisten.
—¿Y cómo se llama ese chico?— me pregunta mí papá frunciendo el ceño.
—Ryan, parece que nos vamos a llevar bien, es un buen compañero— mentira, mentira, deja de mentir estúpida que te va a salir mal.
—Oh, en ese caso tienes que invitarlo uno de estos días— dice mí mamá con una sonrisa.
Ay dios, en qué me metí.
—Si, claro, le preguntaré luego— digo nerviosa.
Terminamos de comer y me voy a mí cuarto para escuchar un poco de música.
"Yummy" de Justin Bieber suena por mis auriculares, nunca me gustó Justin Bieber, solo unas tres o cuatro canciones, pero está canción es tan pegadiza que me es imposible no escucharla. Y ya pasó un año de su lanzamiento.
De repente se corta la música y mí teléfono anuncia una llamada, me fijo el nombre de esa persona, "Ethan el más alto y sexy obvio❤", me golpeo con la mano despacio mí cabeza, él se agendó así porque es una cabeza más alta que yo y me dice que soy una enana cuando le digo que mí estatura es normal y que él es el alto. Y lo de sexy... Dios.
Ethan Harrison es mí mejor amigo desde que tengo memoria al igual que Cassie, nosotros tres íbamos juntos al jardín y a la primaria, pero cuando pasamos a la secundaria sus padres con él se mudaron a Estados Unidos, solo lo veía en vacaciones cuando lo iba a visitar o a la inversa excepto este año en el que ninguno pudo pero siempre hablábamos todos los días y que me llame a estás horas es algo normal en nosotros.
Atiendo la llamada.
—Señor jirafa, ¿Cómo le va?— hablo con una voz de hombre refinado.
—¡¡Enana!!— odio que me llame asi —¿Como está mí mejor amiga favorita?— dice entusiasmado, lo conozco y sé que algo me va a decir.
—¿Por qué estás tan contento hablando? y ¿Qué diría Cassie si se entera que yo soy tu favorita?— le digo riéndome por sus palabras.
—Shh, tú no le digas nada— dice, yo solo ruedo los ojos.
—Seguro que a ella le dijiste lo mismo— le digo.
—¿Qué? Claro que no, me ofendes niña— me dice riéndose a lo cual yo también río. Amo sus locuras.
»Bueno te llamaba porque tengo una gran sorpresa para ti— habla muy feliz a decir verdad, esto ya es raro.
—Por favor, vé a al grano ¿Quieres?— pregunto —estás demasiado feliz tengo que decir.
—Ok tú sí que me conoces enana— se ríe —necesito que me pases lo que hicieron hoy en el instituto— me quedo callada y confundida, ¿Para qué va a querer la tarea que hice hoy?.
—¿Por qué quieres las cosas que hice hoy en el instituto?— hablo frunciendo el ceño.
—Ay dios mío eres tan tonta— se ríe, y yo estoy más perdida —sal de tu habitación y baja las escaleras.
—¿Y tú cómo sabes que estoy en mí cuarto?— estoy tan confundida.
—Solo baja enana— dice, y bueno no me queda otra.
Me levanto de la cama con el celular en la oreja, abro la puerta, voy caminando por el pasillo y le voy diciendo todo eso a Ethan.
—Ok estoy por bajar las escaleras— le digo y ruedo los ojos.
Cuando estoy por bajar me sorprende quien está al final de las escaleras con dos maletas y con esa sonrisa que no eh visto en un año.
—Sorpresa— dice por el celular, me río y corto la llamada.
Bajo rápido las escaleras y cuando termino, salto para enrollar mis piernas alrededor de su cuerpo y besar toda su cara -claro, menos sus labios- y el se ríe dándome vueltas a lo que yo también me río.
—Dios como te extrañe Ethan— digo con una sonrisa cuando me bajo de el.
—Todo el mundo me extraña a mi— dice arrogante, lo miro seria —está bien puede que yo también te extrañé— se ríe y me abraza, mmm... su aroma siempre fue tan embriagante.
Nos separamos y veo que mis padres están viéndonos con una sonrisa, esperen...
—¿Ustedes sabían de esto?— pregunto señalando a Ethan.
—Ehh...— dicen los dos —hace una semana Ethan nos llamó para decirnos que se iba a mudar para París de nuevo pero solo, y nos preguntó si podía quedarse unas semanas aquí y que después se iba a alquilar un departamento pero le dijimos que se quede a vivir aquí y como le insistimos se queda al final acá— dice mí padre encogiéndose de hombros.
—Ahh...— digo entendiendo y entonces le pego a Ethan en la nuca.
—Ahuu— se queja —¿Y eso por qué?— me dice enojado.
—¿Por qué no me dijiste que ibas a vivir aquí?, mejor dicho, ¿Por qué no me dijiste que te mudaste a París aunque sea?— le digo seria.
—¿Que parte de "sorpresa" no entendiste?— dice rodando los ojos.
—Igual, sabes que no me gustan las sorpresas y menos si son tuyas— digo cruzándome de brazos.
—Ok, no lo hago más enana— me dice abrazándome fuerte.
—¡Ethan!— grito pero él solo me abraza más fuerte —papá, mamá, ayúdenme— les digo, ellos solo se ríen.
—Diviértanse— dicen los dos riéndose y se van para el living.
Traidores digo para mis adentros.
Una vez que me suelta le doy un puño en la panza y él como el exagerado que es -creo- se retuerce todo.
—Todavía pegas bien— dice sin aire, sí, los 7 años del curso de defensa personal si que enseñan.
En realidad, eso no es nada comparado con lo que hago en ese curso actualmente y hacía. Pero él no tiene porqué enterarse de eso.
Me río y le digo que suba para decirle en que habitación va a dormir.
—¿Puedo dormir contigo?— dice cuando abro una habitación de huéspedes.
—¿Ethan, hay cinco habitaciones de huéspedes y tú quieres estar en la mía?— digo rodando los ojos.
—Sí, es que me da miedo— dice con una voz de niño.
—Ok pero te bañas en el otro baño y trae el colchón de esta habitación porque no quiero que me tires de nuevo de la cama— le digo recordando cuando pataleando dormido me tiró un día que me quedé a dormir en su casa. Más vale prevenir que lamentar.
—Como tú digas— me da un beso en la mejilla, yo solo me río.
Siempre fuimos muy cariñosos el uno con el otro incluyendo a Cassie. La tengo que llamar para decirle que Ethan va a estar aquí y que va a ir a nuestra escuela.
Una vez que entramos a mí cuarto parece que no escuchó que se bañe en uno de los otros siete baños que tenemos porque se va directo a bañarse en el mío, yo rodeo los ojos y empiezo a acomodar el colchón en el piso y ponerle sábanas y demás.
Cuando termino me acuesto en mí cama con mí celular y Ethan sale del baño solo con un boxer y una de las toallas que había en el baño limpia y se la pasa por el cabello secándolo.
Debo decir que mí mejor amigo siempre fue lindo y atractivo, cuando lo conocí fue el primer y único chico que me gustó.
Su cabello es castaño oscuro, sus ojos son azules que en la noche parecen negros, pero en el día son medios claros, muy lindos, su nariz es perfecta al igual que sus labios que son ni muy grandes ni muy chicos, son perfectos para su cara, su piel es blanca pero parece que tomó sol porque está bronceado y le queda muy bien, tiene el cuerpo bien trabajado con unos abdominales que se le marcan a la perfección y creo que no me faltó nada más.
Cualquier persona que lo vea diría que es un dios griego y es que es verdad, si yo no tendría tal problema estaría completamente enamorada de él pero... Uno, no es mí tipo -bueno nosé porque nunca tuve tipos (en realidad si)-, dos es mí mejor amigo, y tres, no estoy enamorada de nadie y el no va a ser la excepción, aparte sería un poco raro. Más de una década siendo amigos.
—¿Por que no llevaste ropa al baño para cambiarte ahí?— pregunto.
—No lo sé— dice encogiéndose de hombros —con la ropa interior ya bastaba— dice riéndose.
—Ok pero al menos ponte un pantalón para dormir— le digo.
—Si pensaste que iba a dormir así te equivocas, necesitada— dice fingiendo una mueca, me carcajeo cuando termina de hablar.
—Sisi, claro ya duérmete que tenemos instituto mañana— le digo tapándome con las sábanas.
—Para tu información me tienes que pasar las cosas que hiciste en el colegio hoy porque se atrasó el vuelo y si eso no hubiera pasado hubiera llegado ayer— me explica sacando de mí mochica la tarea que hice hoy.
—Adelante, agarra las cosas que tú quieras eh, no hay problema— el sarcasmo en mí voz es muy notable.
—Ay gracias, que amable— dice fingiendo no entenderlo —voy a dejar la luz del velador prendido así puedes dormir sin tanta luz, ¿Ok?— me pregunta, yo solo asiento.
—Buenas noche Ethan— le digo bostezando.
—Buenas noches enana— dice besando mí frente.
—Si quieres puedes acostarte conmigo, porque ya te conozco y antes de que preguntes te dejo— le digo riendo media dormida —pero no me tires, porque te mato ¿Entendido?— digo con los ojos cerrados.
—Tranquila, no te tiraré lo prometo— dice acariciando mí cabello y eso hace que me duerma aun más —duerme bien— dice a lo último y me quedo profundamente dormida.
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Hola a todos de nuevo, tardé mucho en actualizar, disculpen pero no se va a repetir, voy a actualizar una vez por semana o más si puedo.
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