Mi Tormento Favorito©+18 [MC...

De Cinnluna06

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La vida de Amber y Evan da un giro inesperado cuando secretos del pasado se ven mezclados con el presente de... Mais

*A V I S O*
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Epílogo [P1]
Epílogo [P2]
¡3 PARTE YA DISPONIBLE!

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De Cinnluna06

Amber POV

Teníamos  muchas empresas a las cuales entrevistar para hacer el artículo, lo que significaba que el tiempo apremiaba, nos quedaríamos en París por al menos dos semanas pues era lo que duraba la convención y nosotros queríamos cubrir a todos los invitados; preparamos la habitación con nuestro equipo de iluminación, audio, video y fotografía. Mi equipo era pequeño, éramos solo seis personas, sin incluirme, todos estábamos ya listos para empezar a trabajar por lo que recibimos a nuestro primer entrevistado del día.

Pasamos toda la media mañana y la tarde entrevistando a 3 directores empresariales, ya estábamos por entrevistar al último y poder tomarnos un descanso, trabajamos horas sin parar ya que los primeros días eran de locos y no queríamos terminar con entrevistas pendientes.

—Este ya es el último del día —nos informó Sara, quien era como mi asistente y mi organizadora, las dos verificábamos que estuviera siempre correcto el itinerario y en justo orden como debía.

Di un suspiro de alivio, cerré mis ojos y me ventilé con las hojas de mis entrevistas, aunque el clima en parís estaba frío, yo estaba sofocada de tanto trabajo.

—¡Genial! Me urge salir y comer algo, recuerden que debemos volver para la presentación de la nueva empresa ecológica, es a las siete —inhale aire y me vi en el espejo, teníamos un pequeño tocador donde les dábamos un retoque a nuestros entrevistados pues las entrevistas eran en video y debíamos vernos presentables. —¿Ya está listo Tom...?

—Tom Monihan

—Claro —busqué el papel donde lo tenía anotado, debía concentrarme y ponerme al corriente, no podía permitirme fallar, esto era importante, tampoco podía hacer el ridículo. —Hazlo pasar si está listo.

Me aseguré que los otros miembros de mi equipo estuvieran listos, todo estaba en orden e igual de preparados para recibir a nuestro invitado. Repasé las preguntas en mi cabeza y en mi hoja de preguntas una y otra vez, hasta que escuché que la puerta se abría y Sara saludaba a lo que asumí sería Tom, pero no solo recibió un saludo, escuché dos voces varoniles.

Al girarme para ver de quien se trataba, mis ojos se encontraron con los suyos, justo ahí el tiempo se frenó de golpe y mis pensamientos retrocedieron, me quedé inerte tanto como él al reconocerme, la tensión no solo se percibió de inmediato en el ambiente, también en nuestras expresiones; Evan tenía el rostro ausente, su mandíbula cayó un poco pero sus ojos estaban vivos, inquietos y brillosos, el recuerdo de sus ojos y las miles de memorias que  ellos trajeron hacia a mí me hicieron aguardar en silencio.

Tenía la mandíbula desencajada por la sorpresa y juraba que vi escapar un suspiro de entre sus labios, desvaneciéndose frente a mí; estaba bien vestido, llevaba un suéter en color azul, estaba bien peinado y afeitado, igual a cuando lo conocí, tal imagen jamás la olvidé y podía jurar por dios que mi corazón se enloqueció tanto que la llegada de mi repentina alegría me tomó por sorpresa al verlo saludable, vivo y con una postura diferente a como lo vi por última vez. El deseo y el éxtasis floreció desde el interior de mi pecho, entregándose por primera vez en una desenfrenada celebración cuando confirmé que me sonreía ligeramente.

—¿No hay problema?

Parpadee y carraspee como si el haber ignorado a Tom Monihan no  hubiese sido por causa de Evan.

—No, claro que no —acepté, sonriendo poco, sin saber el contexto de la pregunta.

—Bien, entonces mi asistente puede quedarse. Adelante, Evan.

Mis ojos se suavizaron cuando Tom tomó asiento y yo quedé a espaldas de Evan.

—¿Es su asistente? —le pregunté con inocencia cuando Josh le ponía el micrófono.

—Sí —aceptó con una amplia sonrisa —¿Se conocen?

Mi sonrisa se apagó un poco, mis ojos se fueron hacia la hoja de preguntas, queriendo desviarme del tema lo más que pude pero no quería ser grosera en absoluto.

—Eso creo —afirmé con voz baja, quizá solo audible para él, opté por una postura profesional, acomodándome más erguida en la silla para dejarle ver que iba a cambiar radicalmente de tema —¿Está listo para la entrevista señor Monihan?

Al decir esto, vi como Evan se ponía desde muy lejos, detrás de Tom, seguro lo hacía para resguardarlo o por si se ofrecía algo pero ciertamente esto solo permitía que estuviera frente a mí, podíamos vernos uno al otro si nos echábamos miradas y eso dificultaba mi concentración, me impedía estar atenta pero con una fuerza mayor quise ignorarlo.

—Seguro, señorita Griffin, cuando guste.

—¿No le importaría una sesión de fotos corta después de la entrevista, verdad? Es para completar bien el artículo.

Tom se giró solo un poco a Evan quien se acercó con pasos cortos, de vez en cuando echándome una rápida mirada.

—¿Tenemos tiempo para una sesión de fotos corta? —le preguntó

Evan sacó una agenda electrónica, los dos lo observábamos expectantes y él al levantar la mirada se fijó en mí, con una sonrisa torcida, suave, delicada, causándole un efecto mortífero a mi corazón.

—¿Será usted quien tome las fotos, señorita Griffin? Me dijeron que hace un excelente trabajo. —sus ojos verdes se suavizaron también, su manera de hablarme era formal pero se notaba una intención escondida en aquella sonrisa genuina.

No quería que se adueñara de mí, de mi control, de quien era, sobre todo de mi voluntad pero no podía engañarme cuando veía a través de sus ojos que me volvían loca, incluso en las fotografías que conservaba suyas el efecto era inminente, podía caer rendida pero el dolor y los recuerdos amargos de lo que pasamos me volvían hostil y se rompía el hechizo.

—Sí, lo haré yo —objeté, esforzándome en no ser grosera con él, apenas y lo vi cuando respondí pero el rubor de mis mejillas me delataron, no pude hacer nada.

—Entonces tenemos tiempo suficiente Tom, cuarenta minutos.

—Excelente, ¿con eso basta?

—Claro. Bueno, ¿Podemos empezar la entrevista?

Mi camarógrafo hizo el conteo para darnos el aviso de prepararnos, Evan se fue de nuevo hacia atrás de Tom y yo sin verlo podía estar segura de que sus ojos estaban en mi, clavados sin siquiera parpadear, la intensidad de ellos me estremecía, me desconcentraba pero no quería atormentarme por eso, odiaba que lo hiciera, quería interrumpir la entrevista y decirle que se fuera pero también estaba esa parte que deseó que se mantuviera ahí, contemplándome sin parar porque lo disfrutaba de verdad.

(...)

Evan POV

Sabía que Tom era su última entrevista, después de esto se iría a comer o a descansar a su hotel, una de las dos cosas, así que buscarla entre el mar de gente me fue difícil, tuve el mismo receso que ella, Tom se fue a comer con unos colegas y yo le dije que debía ir a buscarla; finalmente la conoció, intuyó que era ella por la forma en la que nuestro primer encuentro lo dejó ver, solo fingió que no lo había descubierto. Encontrarla no sería difícil, podía destacar entre esta gente simple y ordinaria, llevaba un vestido de lunares blancos y unas medias con tacón alto, resaltaba su esbelta y curveada espalda, su cabello dorado estaba suelto en ondas suaves, podía brillar ante las luces de todo el recinto.

Y como un farol entre un mar oscuro y desierto, ella iluminó mi vista, apareció ante mis ojos, caminando hacia la salida, llevaba en la mano un abrigo negro y se le podía ver lo tensa que estaba pero su caminar estaba llena de gracia y porte; corrí haciendo a un lado a la gente y me planté detrás de ella al esperar el ascensor.

—Amber.

Ella automáticamente sufrió un ataque, se giró y su respiración se aceleró, me vio con ojos asustados, acorralados, casi como si se hubiera encontrado con un monstruo, un ser horrible, no la culpaba, le hice creer que en verdad lo era.

—¿Qué quieres? —me preguntó con voz temblorosa, aferrándose a su abrigo, retrocedió hasta la pared para intentar cubrirse pero no servía de nada. —No quiero saber en qué estás metido ahora, no sé que estás planeando pero...

—¿Crees que estoy metido en algo malo? —le pregunté con ligero sarcasmo —¿Me veo como alguien que está metido en problemas? No estoy metido en líos, ya no más, se acabó.

—Por favor...—puso los ojos en blanco y su desprecio se mantuvo cuando me respondió —Eres un mentiroso, bastante bueno, yo ya no puedo creer en nada, ¿Ahora trabajas para Tom Monihan? ¿Qué haces con el dinero? ¿Lo compartes con Jordan? ¿Cómo lo convenciste de darte empleo?

—Ya no hablo con Jordan y esta vez en serio.

—Estuviste desparecido por meses, ¿Crees que te voy a creer? ¿Dónde mierda estuviste este tiempo? La única respuesta evidente es con Jordan.

—¿Quieres la verdad? —di un paso hacia adelante, clavándole los ojos pero no de manera amenazante, quería que se diera cuenta de la veracidad de mis palabras —Estuve internado en una clínica de rehabilitación en Seattle, Tom me ayudó a entrar y al salir me dio el trabajo de asistente, quiero ser socio en su empresa pero estoy en entrenamiento. Escucha, quiero hablar contigo, necesito contártelo todo, ¿Querrías ir a comer conmigo? Por favor.

Ya no la atemoricé, sus ojos se fueron tranquilizando y por primera vez sentí que creía en mí, que podía darme una oportunidad de hablar pues encontrarnos por casualidad en París y en algo tan importante como esta convención debía ser razón suficiente para escuchar mi versión, estaba agradecido de haberla encontrado aquí, había una fuerza misteriosa, ancestral, divina, sea cual fuera pero era tan enorme que nos trajo de vuelta a estar juntos y yo estaba feliz.

Esto me daba suficientes motivos para luchar sin control por ella. Me veía sin responder, como si quisiera encontrar un fallo en mi rostro, me estudió con sus ojos celestes muy brillantes y hermosos, anhelando que me diera una oportunidad.

—¿Y cómo sé que no es una mentira bien estructurada tuya? Estoy cansada de escucharlas.

—Mi historial médico lo avala y algunas personas pueden darte testimonios si los necesitas. Entonces, ¿Aceptas mi invitación? Tengo demasiado que contarte, no tienes idea.

Había creído ser testigo de una pequeña sonrisa pero era solo un gesto y un suspiro resignado.

—Solo esta única vez, ya no más.

—Es la que necesito. Créeme.


¡Ya finalmente se encontraron estos dos! Lo que viene de aquí en adelante es lo bueno, la espera terminó hahaha. 

Y yo estoy feliz de poder traerles el capítulo, como saben tengo más tiempo para escribir y eso me hace muy pero muy feliz, yo estoy encantada de poder traerles más capítulos y de manera más rápida que antes. Espero que lo hayan disfrutado mucho. 

Nos leemos.


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