Extrañaba a mamá, a papá, a los abuelos, a Missha. No sabia donde estaba, ya nisiquiera distinguia sus ganas de hacer del baño de las mariposas que la droga le provocaban.
¿Habia hecho algo realmente malo?
¿Era cierto que mamá lo odiaba?
"Que triste, ¿no?. Tus padres te odian, tus padres te abandonaron."
"Estas solo, Lenya, nadie vendra por ti."
Lo unico que recordaba era una cancion de cuna, una cancion muy pequeña, una que su corazón cantaba. Muchas veces la canto frente a Chris y su pareja, muchas veces despues de estar drogado. No comia normalmente, solo a traves de una sonda, no parecia el mismo niño alegre, no era como se veria el verdadero Lenya.
Una semana, una maldita semana había pasado desde que se habían llevado a su hijo. Yura no había mostrado mejoras después de su ataque de pánico fuera de la casa de Jean, lloraba mas de lo que dormía o comía. Trato de hablar con él, pero Yura no contestaba, ni siquiera estaba seguro de que lo estuviera escuchando.
Con respecto al plan, todo iba bien. Excelente y eso incluso lo asustaba, si en algún momento llegaba a salir todo mal. Dejo la cabeza de Yura en la almohada después de acomodarlo, había estado sollozando en una posición incomoda, beso su frente y salio de la habitación después de murmurarle unas palabras amorosas al oído.
-Otabek, por fin.- Musito Jean bajando la voz al final de la oración por petición de Beka.- Tenemos algo que debes ver, sígueme.
Siguió a Jean en silencio mientras rezaba porque no fuera nada realmente malo, era lo único en lo que podía pensar. Entraron en el salón y encontraron al resto, Sara y Mila leyendo algo en la computadora, Pitchit y Seung uniendo algunas hojas en pilas, Viktor hablando por teléfono, quizas con Yuri, no podía saberlo.
-Otabek.- Saludaron las chicas mientras se acercaba por indicación del canadiense.- Tenemos información exacta, por fin.- Solo pudo sentir su corazón latir rápidamente, por fin lo habían encontrado.
-Mañana, mañana es cuando iremos a por el, Pitchit y Seung encontraron la manera de contactar con quienes están en ese lugar, que cabe aclarar.- carraspeo Mila.- Fueron empleados secuestrados desde la mansión de Jean.
Otabek sintió su cuerpo por fin relajar sus músculos, la tensión se había ido pero también habia aparecido el cansancio y eso le estaba sobrepasando. Jean lo sujeto y lo ayudo a tomar asiento, las chicas solo le podian observar preocupadas, al igual que Pitchit y Seung.
-Puedes descansar tranquilo por fin.- Le aviso Sara, viendo a Beka aguantar los parpados pesados.
-Nosotros cuidaremos a Yura.- Viktor por fin hablo, mostrandole su mejor sonrisa.- Yura estara bien con nosotros.
Otabek solo pudo oir hasta alli, luego de eso, solo era oscuridad y voces lejanas hasta llegar al silencio, por fin habia podido dormir.
"¿Y como se llamara?.- pregunto Yura mientras me sonreia, acariciaba mi cabello mientras yo oia como nuestro bebé se removia en su vientre.
No lo se, ¿Que te gustaria a ti?.- Pregunte en voz baja.
Lyone.- Murmuro él pensativo, lleno de una emocion rara, como si lo dudara.
Lyone... Lenya... Layn... -Susurre, jugando entre nuevas combinaciones.
¡Eso es!.- Exclamo llamando mi atencion.- Lenya Altin Plitsetsky."
Cuando Yuri desperto, se encontro solo en la habitacion, el estomago se le removia y sentia los ojos pesados y ardientes, habia estado mucho tiempo en ese estado pero la pena en su corazon no menguaba, era peor en cada momento.
Podia sentir de alguna manera que su hijo no estaba bien, algo le estaba pasando a su niño y él no estaba a su lado, no lo estaba protegiendo de esos malditos que le estaban haciendo daño. Busco con la mirada a su esposo, pero no podia encontrarlo, no estaba en su habitacion.
Otabek llevaba dias estando a su lado, veia sus grandes ojeras y su triste sonrisa cada vez que abria los ojos, eso le rompia mas y mas el corazon. Se levanto con la poca fuerza de voluntad que tenia, se puso sobre los hombros una delgada frasada y salio de la habitacion, camino despacio hasta la cocina.
-¡Yuri!.- Se sorprendio Mila al verlo en la puerta de la cocina, se acerco a él y lo rodeo en un ligero abrazo, podia sentir su frio cuerpo a pesar de la frazada que le cubria.
-Hola...- Susurro el rubio, fue lo unico que salio de entre sus labios y quizas lo unico que diria. Una vez la chica se separo, el rubio camino con pesar al refrigerador de donde saco un envase de yogurt de fresa.
-¿Como estas?.- Pregunto Mila con un rostro preocupado mientras volvia a lo suyo, preparar dos tazas de café.
Yuri solo asintio mientras abria su yogurt y se sentaba a la mesa, en todo momento sus ojos estaban perdidos en lo que hacia, tratando de enfocarse en ello, para calmarse. Sentia los ojos lagrimear al pensar en que ellos estaban haciendo de todo para encontrar a su hijo y él solo se la pasaba llorando y durmiendo... No habia hecho nada para ayudar.
–Lo encontramos Yuri.– Su corazón se contrajo, casi deteniendose por un segundo antes de levantar la mirada.
–¿Qué?.– Casi grito mientras daba la vuelta a la mesa, siendo inconsiente de su reaccion.– ¡¿Donde esta?!, ¡¿Donde esta mi hijo?!
–Vamos a ir por él.– Hablo la pelirroja mientras tomaba las manos del rubio que apretaban el cuello de su camisa.– Mañana vamos por Lenya.
Yuri sintio que sus piernas fallaban y las lagrimas no demoraron en salir, casi gritando se deshizo en brazos de su amiga mientras el resto del grupo entraba en la cocina, notoriamente preocupados.
Golpeo la mesa mientras gruñia, su plan se habia ido a la mierda.
–¿Pueden explicarme como es que un niño de 6 años pudo desatarse y huir?.– Grito furiosa la pelirroja mientras Crhis y su pareja solo se encogian de hombros.
–¡Agh!.– Chillo levantandose de su lugar para llegar hasta su primer oficial, tomando su ropa y gritandole ordenes.– ¡NO ME IMPORTA COMO, TRAIGAN A ESE NIÑO! ¡VIVO O MUERTO!.
Chris tomo la mano de su pareja y la apreto levemente, no podian arruinar el plan del que pasaron a ser parte, necesitaban darle tiempo a Jean.
Por su parte, bajo aquel lugar de reunión, el pequeño Lenya se esconde tras una pared recubierta, un escondite primitivo fabricado por la pareja que le comenzo a cuidar, drogado y adormilado rogaba por ver otra vez la sonrisa de su madre y su padre, no podia dormirse, no podia.
Otabek tomo a Yura y lo dejo con Yuri mientras el resto se preparaba. Armas, municiones, cominicadores, ropa anti balas, estaban llendo a una guerra segura contra esa maldita bruja que tenia a su hijo, no podian hechar marcha atras.
–Debo ir.- Protesto Yura colocandose tambien parte de la protección.
–No puedes ir, Yuri.- Exclamaron todos a excepcion de Jean.
–¡Es mi hijo!.- protesto.
–Yura, es peligroso, no podemos arriesgarnos.
–Dejenlo ir.- Jean se interpuso dandole la proteccion correcta al rubio.– No subestimen la fuerza de una madre, Lenya debe necesitat esa fuerza tambien para huir de semejante pesadilla.
Otabek quizo protestar pero viendo la seguridad de ambos no pudo decir que no, el resto continuo oponiendose pero el rubio emprendio el camino con ellos de todos modo.
Partieron a las 08:00 am de ese dia Viernes, escoltados por agentes que pertenecian a la agencia de intelegencia de la familia de Sara. El lugar al que iban no seria para nada como imaginarian.
Una vez llegaron, se dividieron el terreno. Otabek, Jean y Yura serian el centro para ir directamente a por Lenya.
Lo primero fue demasiado fácil, sobre todo siendo Guang Hong y Michelle Crispino quienes se encargaron de distraer a los guardias que mantenian cautivo a Seung, Leo y Emil les someterian luego de ello.
–Seung.– Le llamo Guang Hong mientras limpiaba su rostro cubierto de sangre seca.– Vamos, ya vienen por nosotros.
El coreano ayudo a levantarse a si mismo y huyo con pesadez mientras Emil y Leo enviaban la señal al grupo que ya estaria en las afueras y seguramente la bruja comenzaria a poner en practica algun plan siniestro. Entraron en el antiguo hogar de Seung y Pitchit en el cual Michelle se adentraria por el pasadizo que le llevaria hasta Lenya a la vez que Guang Hong sacaba a los niños y Seung por la parte posterior, donde podrian encontrarse con el grupo de soldados aliados.
Mientras, la pareja y el canadiense se daban paso hasta el lugar principal, la mujer sentia los pelos de punta, no pensaba llegar a ese punto pero ya no habia mucho que hacer.
Iba a volar ese lugar y todos se irian con ella.
–Maldita sea.– Dijo esta, tomando del cajon de su escritorio un control remoto de detonación.
–Por aquí.– Indicaba Jean mientras barria la zona del edificio por el que subian, era gigante y aun faltaba para dar con esa mujer. Subieron un piso mas a traves de las escaleras y fue cuando la vieron.– Detras de mi.– Ordeno Jean apuntando a la mujer.
–Asi que, ya llegaron.– Musito ella en forma despectiva mientras apuntaba a ellos con un arma, imitada por sus dos guardias.– Crei que les llevaria tiempo, al parecer mis guardias son una mierda.– Solto una risa sarcastica mientras movia el detonador.- Lastima que deba recurrir a esto.
–Ni lo intentes.– Grito el guardia junto a ella, la mujer se giro indignada al ver que este le apuntaba, su rostro se habia cubierto con la gorra y ahora lo mostraba, era Chris.
–¡Maldito desgraciado!.– Chilló y apunto a él el arma disparando en el acto, sin pensarlo dos veces.
–¡Hija de ...!.– El otro guardia tomo su mano y forcejeo con ella, la pareja de Crhis logro safar de su mano el dispositivo mientras que en el intercambio de forcejeo dos disparos dieron en el.
Jean indico a Otabek y Yura bajar por la unica puerta por haber mientras se acercaba a la mujer que trataba de dispararle luego de dejar caer al piso a su contrincante, cosa que no funcionaria, ya no tenia balas.
–Eres una maldita.– Le gruño a la vez que ella reia y maldecia su arma, tirandola a un lado.
–Lo soy.– Exclamo mientras se ponia frente a frente con el canadiense.– Pero tengo mis razones Jean Leroy.
–¡Ninguna razón es suficiente para esto! – Le grito.
–¿No?, ¿nisiquiera lo es haber violado a Yuri y haber sido el punto de descarga vengativa de tu padre?.
–¡¿Que mierda dices?!.– Grito ensestando un duro golpe con el arma en la mejilla de la mujer.
Ella escupio un poco de sangre y le sonrio.
–Fue tu culpa Jean, tú padre te odia por ser maricon, por tener un supuesto hijo fuera del contrato matrimonial... ¿Crees que te perdono alguna vez?. Hice todo esto por él, por el dinero Jean. Es más, me da asco que siquiera tengas una hija si solo puedes pensar en hombres, ¿crees que tu esposa se va por gusto? ¡Ella arreglo otro matrimonio! Por ello es que tu padre te quiere muerto a ti y a tu hijo, ¡no habra ningun heredero de tu parte y se quedara con todo!.
–¡Mientes!.– Exclamo tomandola del cuello para mirarla con esos ojos llenos de odio que la sola mencion de su padre provocaba.
–No lo hago Jean, lo sabes.– Rio ella.– Si bien no soy capaz de matarme y asesinarlos, él lo hará, no soy la unica que controla los explosivos Jean.
Entonces el canadiense se estremecio, fue una trampa, ahí era donde los querian, ese era el lugar en que pasaria todo lo que la vibora decia, se alejo de ella y disparo una y otra vez hasta que dejo de moverse. Salio corriendo tras la pareja, debia salvarlos, debia salvar a esa familia y dejarlos fuera de su maldita vida. El tiempo era casi nulo, los explosivos comenzarian pronto y lo sabia, su padre jamas dudo en hacerle daño y menos lo haria ahora.
–¡Es una trampa!.– Grito en el comunicador mientras corria escaleras abajo.– ¡Saquen a todos de aqui, vayanse!
–¡Jean no...!.– El sonido de una explosión retumbo en el comunicador de Mila, Jean comenzo a repetir "Porfavor, debo llegar a tiempo" mientras bajaba las escaleras, podia oir las explosiones mas y mas cerca, no habia tiempo.
–¡Yuri!.– Grito fuertemente al llegar al calabozo improvisado, el rubio lloraba en brazos de su esposo mientras cargaba a Lenya totalmente demacrado y Michelle a su lado tratando de calmarlos. Otabek fijo su mirada en el canadiense y su corazon di un vuelco, algo iba mal.– Michelle metanse al pasaje, ¡Ahora!.– Grito mientras tomaba una mesa y se acercaba a ellos.– Deben irse de aqui, ¡Corran, no hay tiempo!.
Cerro como pudo la entrada y los empujo para que gatearan lo mas rapido posible, la tierra retumbaba y las preguntas no eran apropiadas, ya quedaba poco para llegar al hogar donde podrian salir y las explosiones eran cada vez mas cerca, Jean sabia que debian salir y protegerse pero no sabia como hacerlo, llegaron y solo se oian a cada lado las explosiones, la pareja alterada aferraban a su hijo, Michelle fue el primero en salir con ayuda de su pareja Emil que custodiaba el lugar, luego Yura y su hijo, pronto solo quedaban Otabek y Jean en el agujero de tierra pero era tarde, se estaba desmoronando.
–¡Emil llevatelos!.– Grito Jean mientras Otabek trataba de salir.– ¡Salgan de aqui!
–¡No!.– Grito Yuri mientras sollozaba.– ¡Salgan, vamonos!
–Jean, no podemos morir aqui, no se que mierda alla pasado alla pero tienes a tu hija esperando, debemos huir.– Le grito seriamente Otabek, tomando su brazo y ayudandole a subir, accion que lo llevo arriba y ayudo a salir al Kazajo. Solo que ya era tarde.
Lo unico que vieron fue negro, un ruido adormecedor y calor.
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Pues, no se que decir, espero que les haya gustado. Se que quizas esta medio rapido de leer pero me esforce mucho, tengo un bloqueo horrible hace un tiempo y me demore mucho en este capitulo, espero esten bien y se me cuiden mucho 😔❤ tratare de subir mas seguido para que tengan algo que leer en esta cuarentena.
Nos vemos pronto. 💕