memories bring back to you

بواسطة bokievoices

57.7K 5.9K 2.8K

¿Qué pasaría si un día de repente te levantas 10 años atrás? Donde Harry mete la pata en su relación con Loui... المزيد

primera flor
segunda flor
tercera flor
cuarta flor
quinta flor
sexta flor
séptima flor
novena flor
décima flor
undécima flor
duodécima flor
décimo tercera flor
décimo cuarta flor
décimo quinta flor
décimo sexta flor
décimo séptima flor
décimo octava flor
décimo novena flor
vigésima flor
vigésima primera flor
última flor

octava flor

2.5K 284 157
بواسطة bokievoices

Harry no se había sentido tan nervioso en mucho tiempo, pero no podía evitar ponerse de aquella manera al pensar todo lo que se le venía encima en aquellas dos semanas. En el fondo, también se sentía algo histérico, aún sin saber qué era lo que debía hacer. Una parte de él le decía que no debía cambiar nada de aquellos días, mientras que otra parte le decía que no tenía sentido haberse despertado tan atrás en el pasado si aquel cambio que debía hacer no se encontraba en los próximos días.

Supuso que hasta que no llegara el momento, no lo sabría.

Todo empezó un miércoles por la tarde, Louis en casa de Harry como ya se había hecho costumbre. Llevaban una hora en silencio, apenas compartiendo un par de palabras cada quince minutos para poder irse informando entre los dos sobre el progreso del trabajo. Harry se encontraba leyendo algunas páginas web que hablaban sobre el tema de manera más detallada mientras que Louis se había dispuesto a hacer el boceto para la parte práctica, no dejando que Harry lo viera hasta que finalmente estuviera acabado.

—¡Listo! —exclamó Louis de un momento a otro, sacando a Harry de su nube de concentración.

Alzó su mirada antes de hablar, mirando a Louis directamente.

—¿Me lo dejarás ver ya? —preguntó.

Louis sonrió y asintió con la cabeza, acto seguido entregándole aquel folio a su compañero.

Harry tuvo que fingir no estar maravillado, mordiéndose los labios lo más fuerte que pudo para evitar sonreír de la manera en la que lo quería hacer. Aquel dibujo era precioso, y no podía parar de pensar todo lo que significó, en el recuerdo de sus manos llenas de pintura plasmando aquel dibujo en el cuerpo de Louis; los besos, las caricias y todas las palabras compartidas, lo mágico que fue aquel día.

—¿Te gusta?

Harry tuvo que volver a la realidad.

—Es precioso —admitió. Tosió un poco antes de seguir hablando, sabiendo lo que se venía. De alguna manera supo que tenía que provocar aquel pequeño desastre—. Me voy a divertir mucho pintando esto en Jesica...

—¿Qué?

Silencio.

Harry tragó saliva. Se sintió tenso, pero por supuesto tuvo que fingir estar totalmente desentendido de la situación.

—Ya sabes, lo que quedamos, ¿no? Tú hacías el boceto y yo me ocupaba de la parte física —dijo entre suaves risas, sabiendo que en su momento se hizo mucho el chulo, pero en aquel entonces sintiéndose nervioso por la reacción del otro.

Louis frunció el ceño.

—No estarás pensando en pintar MI boceto en una chica cualquiera.

—Es exactamente lo que estoy pensando. ¿Qué pasa con ello? ¿No era lo que habíamos quedado?

—No —dijo totalmente seco.

Sus expresiones mostraban seriedad. Probablemente se estaba aguantando muchísimas cosas que decir.

—Pero... ¿por qué no? ¿Qué tiene de malo?

Louis no dijo nada. No se atrevió a decir qué era lo que veía mal en todo aquello.

—Nada —dijo entonces, quitándole el folio de las manos de Harry y levantándose de su sitio para empezar a guardar sus cosas.

Harry frunció su ceño.

—¿Qué haces?

—Me voy.

—¿Pero no habíamos quedado hasta las siete?

—Cambio de planes —decía, sin mirarlo a los ojos.

—Pero...

—Adiós.

Acabó de recoger sus cosas lo más rápido que pudo, caminó hasta la entrada y salió de allí dando un portazo que retumbó por toda la casa.

Era tal y lo que parecía. Louis se había puesto celoso. Pero ni él lo iba a admitir, ni el Harry del pasado se iba a dar cuenta. Al menos no por entonces.

—¿Qué cojones ha sido eso? —oyó la voz de su hermana, que bajaba poco a poco las escaleras mientras miraba a Harry con total confusión.

—Louis...se ha ido.

—No, no, eso no. Digo el que tú no te hayas dado cuenta de nada.

—¿Darme cuenta de qué? —se hizo el tonto, pero sabía perfectamente de qué hablaba.

—Querer pintar su boceto en otra persona. ¿Pero no has visto su cara? Él definitivamente no quería eso.

—Ya, pero...

—Harry, le gustas.

—¿Qué?

—Que le gustas a Louis. Supongo que sabías que era gay, ¿no?

Harry fingió quedarse totalmente descolocado, aunque realmente recordara aquella conversación a perfección.

—Pero...

—El pobre está resignado porque sabe que no tiene oportunidades contigo. Pero vamos, es normal que no le haya hecho gracia lo del dibujo.

—Pero ¿qué hago yo con eso? Yo no soy gay.

Gemma se alzó de hombros.

—¿Acaso has estado con algún chico para poder confirmar eso?

—Gemma, me acuesto con chicas, yo...

—Bueno, te pueden gustar los dos —alzó una ceja.

—Ya, pero... —tosió un poco—. Louis no me gusta. Nunca me va a gustar un chico.

Realmente quiso reírse.

—Puede ser que sea así. Pero si no lo intentas no lo sabrás al cien por cien.

Recordó perfectamente como su yo de diecisiete años estaba más que seguro de que no sería así, reafirmándose a sí mismo que su heterosexualidad iba a quedar intacta toda su vida.

Pobre inocente. Sus días estaban contados.

Desde aquel día, fue realmente una tortura. Para el Harry de diecisiete años fueron demasiado extraños, sentía que le faltaba algo, que de un día para el otro su vida se había vuelto demasiado aburrida y monótona. Todo aquello porque Louis no le hablaba. No le contestaba los mensajes ni las llamadas y lo evitaba cada vez que se cruzaban por el instituto. No entendió por qué y no pudo evitar sentirse mal por ello. Y aunque le costó admitirlo, se sentía de aquella manera porque lo echaba demasiado de menos.

Él día que más afectado se sintió, fue cuando, estando con una chica, no pudo siquiera llegar a segunda base. Se le hizo imposible. No pudo parar de pensar en Louis.

Se sintió desesperado, ya que no entendía por qué no podía sacárselo de la cabeza si solo era un compañero más. Fue entonces cuando las palabras de su hermana lo atormentaron durante días.

Aquel fin de semana salió de fiesta con sus amigos. Harry supo que acabaría por los suelos, pero decidió que no bebería demasiado, que fingiría estar más ebrio de lo normal para poder mantener la esencia de la noche. Pero...no lo consiguió. Hacía tanto tiempo que no bebía, que de alguna manera sintió que lo necesitaba. Por ello, a las tres de la mañana, mientras sus amigos jugaban entretenidos a algún juego tonto de beber, él salió al patio delantero de la entrada para tomar un poco el aire, sabiendo a perfección lo que se encontraría.

—¡Harry! —exclamó uno de los amigos de Louis, quienes estaban justo al lado izquierdo donde también había mucha gente más bebiendo y haciendo tonterías.

—¡Finn! —exclamó él con demasiado entusiasmo—. ¡Cuánto tiempo!

—Madre mía la que llevas encima... —soltó Sophie entre risas, fijándose en el estado en el que estaba Harry.

—Mentira —dijo como defensa, pero apenas se le entendió.

—¿Mendiga?

—No, ha dicho mentira.

Louis estaba a un lado, observando sin decir absolutamente nada mientras sus amigos seguían entretenidos con Harry.

—¿Y tus amigos, los has perdido? —preguntó uno de ellos.

Harry alzó sus manos de forma exagerada.

—No lo sé —hipó—. Están por ahí jugando a...un juego. Algo así. Aburrido.

—Ya veo, ya...

—Creo que deberíamos llevarte a casa, estás muy mal, eh. —Sugirió Finn, totalmente serio al ver realmente lo borracho que estaba Harry—. Louis, ¿tú sabes dónde vive, no?

El nombrado asintió con la cabeza.

—Pues venga, Harry, te llevamos a casa.

—¡No! —exclamó, alargando la última letra—. A casa no.

—¿Llevas las llaves encima?

Harry pestañeó. Volvió a alzar su mano, esta vez para indicarle que se esperara, levantando uno de sus dedos. Acto seguido, se puso a buscar en sus bolsillos, pero no encontró nada.

—Uy.

—Oh dios, ¿no llevas las llaves? ¿Pero hay alguien en casa?

—No —dijo Louis—. Su hermana y su madre están fuera casi todos los findes.

—Vaya por dios —soltó Sophie.

—Vale, a ver... —dijo Lucas—. Intentamos buscar a sus amigos a ver si alguno de ellos se digna a hacerse cargo de él—dijo en un suspiro.

—Vale, te acompaño —dijo Finn, para que después los dos entraran aquella casa, cuya puerta seguía abierta de par en par.

En cuanto se fueron y los perdieron de vista, Harry empezó a caminar hasta la carretera sin decir absolutamente nada, pillando a Sophie y a Louis totalmente por sorpresa y alterándolos en apenas segundos al ver como Harry iba tan tranquilo, aunque hubiera coches pasando cada minuto.

—¡Harry! —exclamó Sophie, agarrándolo del brazo para que no se moviera. Louis también se escandalizó—. ¿Dónde vas?

—Voy a hacer...autostop —se empezó a reír.

—Dios —soltó un suspiro—. Voy a buscar a Finn y a Lucas para que se den prisa. Mira que no haga ninguna tontería —le dijo a Louis, yéndose al instante sin darle tiempo a responder.

—¡Sophie! ¡Espe...! —pero no le dio tiempo a acabar que su amiga ya se había ido, dejándolo totalmente con Harry a su cargo.

—Yo...lo siento —dijo Harry de repente, empezando a tambalearse, estando a punto de tropezarse con la acera de la calle.

—Harry, dios, cuidado —dijo, agarrándolo del brazo—. ¿Por qué has bebido tanto?

—Perdón —hipó—. Te echaba de menos.

Louis se puso rojo. No se esperó aquello para nada.

—¿Qué?

—¿Por qué...por qué no me has hablado en toda la semana? —dijo con la voz temblorosa, aunque Louis pudo entenderlo a perfección.

—Harry...

—Ha sido...raro. Sin ti. Yo... —se volvió a tambalear, pero Louis hizo lo posible para que siguiera manteniendo el equilibrio—. Uy. ¿Ves? Siempre estás a mi lado cuando te necesito. Tú...

No pudo decir nada más, ya que Finn, Lucas y Sophie volvieron a aparecer de la nada.

—Vale, plan fallido —dijo Finn.

—Los amigos de Harry están todos borrachos y es imposible hablar con ellos —se quejó Lucas.

—Un puto desastre... —soltó Sophie.

Siguieron quejándose un rato más, comentando lo mal amigos que eran entre ellos por no preocuparse en situaciones así, dejando todo en descontrol sin ser conscientes de que alguno de ellos podría acabar mucho peor. Hablaron sobre qué haces, sobre dónde podrían dejar a Harry para que no empeorara su estado, hasta que de golpe fue Louis quien los interrumpió por completo.

—Chicos, es igual, lo llevaré a mi casa —soltó como si nada, cortando su conversación.

Los cuatro se le quedaron mirando.

—Louis, no... —quiso decir Harry—. E-estoy bien, solo necesito...

Volvió a tambalearse, esta vez realmente se hubiera caído si todos no lo hubieran agarrado a la vez.

—No estás bien, y no tienes donde ir. Deja que te lleve a mi casa.

—¿Seguro Louis? —preguntó Finn.

—Solo si me ayudáis...

Entre dos de ellos agarraron a Harry, pasando sus brazos por encima de sus hombros, de manera que pudiera caminar sin tambalearse demasiado hasta llegar a la casa de Louis. Caminaron por minutos, milagrosamente consiguiendo que Harry no se cayera en ningún momento, aunque su equilibrio peligrara más de una vez. Cuando finalmente llegaron, lo subieron hasta la habitación de Louis intentando no hacer ruido, y se aseguraron de dejarlo en la cama antes de que todos se fueran y lo dejaran al cuidado de Louis, no sin antes insistir en que si necesitaba alguna cosa los llamara sin pensárselo.

Luego de despedirse de sus amigos, Louis volvió a subir a su habitación para ver a Harry echado en la cama boca abajo, sin hacer ni un solo ruido, aunque totalmente despierto, esperando a que Louis dijera alguna cosa.

—Dormiré en el sofá. Podrás quedarte aquí.

Harry negó con la cabeza.

—No —apenas se escuchó su voz al estar en aquella posición.

—¿Qué?

Harry alzó su cabeza.

—Quédate.

—Harry...

—Es...es tu cama. Quédate.

—Pero...

—Por favor.

Lo oyó suspirar.

—V-vale, solo deja...deja que me ponga el pijama antes, ¿vale? Y si necesitas algo ...dímelo.

En cuanto Louis salió de la habitación, Harry aprovechó para levantarse, apenas consiguiendo mantener el equilibrio. Decidió sacarse los pantalones, pero dejarse la camisa puesta. Realmente fue un milagro poder deshacerse de ellos sin caerse al suelo, pero lo consiguió.

Minutos después, Louis volvió a la habitación, ya con su pijama puesto.

—Ya he... —empezó a decir, pero se puso totalmente rojo cuando vio a Harry sin pantalones.

—P-perdón, es que yo...

—No, no. No pasa...nada —rio de forma nerviosa—. Te daría un chándal o algo, pero...creo que no tenemos la misma talla.

Los dos finalmente se echaron, uno en cada lado de aquella cama de tamaño matrimonial. Dejaron por lo menos medio metro de distancia entre los dos, evitando totalmente el mínimo contacto para no incomodar al otro.

A pesar de ello, Louis se atrevió a girar su cuerpo para mirar a Harry.

—Espero que no vuelvas a beber así, te descontrolas demasiado.

Harry soltó una risa.

—He estado peor.

—Pues no deberías. No es nada sano.

—Vale, mamá.

Louis intentó no reírse.

—¿Aún sigues borracho?

—Un poquito —dijo Harry, haciendo un gesto con sus dedos que acompañaba sus palabras.

Louis se quedó un rato en silencio.

—Yo...perdona por no haberte respondido estos días. He estado un poco ausente.

—Ya...

—En serio, no quería que te sintieras mal. No pensé que...

—Pensaste mal. Me importas más de lo que crees.

A Louis le empezaron a brillar los ojos.

—Oh, yo...

—¿Estabas celoso? ¿Era...era eso? —su voz seguía algo temblorosa.

Estaban a oscuras, pero Harry supo que Louis se había vuelto a poner rojo.

—¿Qué?

—Por lo del boceto.

—N-no, yo...

—Me lo ha dicho mi hermana. Que tú...estabas celoso. Que...que yo te gusto.

Pudo notar como Louis empezaba a entrar en pánico.

—¿Q-qué? ¡N-no! Eso...eso es...

—¿Te gusto, Louis?

Louis rio de manera nerviosa.

—Harry, no digas...

—¿Sí o no?

Silencio. Se oyó un fuerte suspiro.

—Bueno, yo... —tragó saliva—. Algo así. Pero no te preocupes, sé que tú no...

—¿En serio? —fingió sorpresa a la vez que intentó ocultar una sonrisa.

Se fue acercando más, intentando que Louis no lo notara.

—S-sí, pero, en serio, sé que solo somos...amigos.

—Pero... ¿Alguna vez...alguna vez has estado con un...un chico?

Louis no pudo dejar de estar rojo.

—B-bueno, sí, nada demasiado serio, pero...

—Oh, no sabía que...

—Sí... —tosió un poco—. Espero que no te incomode, yo...

—¡No, no! —levantó sus manos y negó con la cabeza—. A mí esas cosas me dan igual, es decir... —se aclaró la garganta—. Es tu vida, no me voy a meter en ella.

—Ya...pero tus amigos sí.

Harry suspiró fuertemente e hizo morros.

—No saben nada.

—No, realmente no —miró hacia un lado.

—P-perdón por... —hipó—. Perdón por todo lo que ellos...

—Sé que tú no eres así. Eso me sirve.

Harry asintió con la cabeza. Louis le sonrió.

—Y... ¿Qué se siente estar...con un chico?

Louis casi se atraganta con su propia saliva, ya que empezó a toser en cuanto escuchó las palabras de Harry.

—¿Qué?

—Me da...curiosidad.

—Oh...

—¿Qué se siente?

—Yo... —se aclaró la garganta—. Bueno, es lo mismo que estar con una chica...supongo.

—¿Supones? ¿Nunca...?

—No. Yo...siempre he...

—¿Y cómo sabes que no te gustaría?

Louis suspiró y soltó una leve risa. Se alzó de hombros.

—Porque lo sé. No es tan complicado.

—Pero... —entrecerró sus ojos—. Yo...yo no sé si no me gustaría estar con un chico. Porque nunca he...

Louis lo miró fijamente a los ojos.

—Ya, pero...tú solo sales con chicas.

—Ya...por eso. No sé si yo...

—Oh...

Silencio de nuevo. Empezó a sentirse tensión entre ellos. Louis no paraba de moverse en el colchón mientras que Harry miraba a la nada totalmente pensativo. Aún sentía que el alcohol consumido seguía haciendo efecto en él, y aun así sabía qué era lo que tenía que hacer. Aquel momento...él estando borracho, Louis dejándose llevar. Lo peor venía después, pero él sentía que no debía cambiar nada de aquel día.

Antes de hablar, tragó saliva.

—¿Puedo...puedo besarte?

Louis dejó de moverse de repente. Su cara se tornó aún más roja. Su corazón empezó a latir más rápido.

—¿Q-qué? H-harry, tú...

—Tengo...curiosidad. Quiero saber qué...qué se siente.

—P-pero, yo... —de nuevo, aquella risa nerviosa—. Harry, tú no puedes...

—Quiero saber si...me gusta.

Louis se mordió el labio inferior.

—Las cosas no funcionan así.

—Pero...

—No puedes, tú...

—Quiero besarte. ¿Por qué no puedo?

Louis se puso aún más nervioso.

—No puedes besar a alguien solo por curiosidad, Harry. Y menos a mí. Las cosas no funcionan así —repitió.

—Pero... —quiso insistir.

Louis se levantó de golpe, quedándose sentado en la cama. Harry imitó su gesto, pero de manera más pausada.

—Harry, si quieres besar a un chico...o cualquier persona, da igual, no puedes hacerlo por curiosidad. Tienes que hacerlo porque realmente quieres, porque...porque sientes algo por esa persona, así sea solo atracción física. Pero no...no por simple curiosidad.

Harry se quedó callado por unos segundos. No dejó de mirar a Louis en ningún momento.

—Es que...yo... —hizo morros—. No lo sé. Solo sé que eres el único chico al que he querido besar nunca. Me...me caes muy bien. Y...me gusta pasar tiempo contigo. Siento...siento que puedo ser yo mismo. Y...bueno...quiero besarte. Realmente quiero hacerlo. Pero...si tú no quieres...

Louis suspiró.

—Sí que quiero —admitió, sin mirarlo a los ojos—. Pero no lo haré si tú no quieres de verdad. Estás borracho. Probablemente te arrepientas mañana.

Harry finalmente se atrevió a colocar su mano en la barbilla de Louis, para que este finalmente lo mirara a la cara.

—Quiero hacerlo. No me voy a arrepentir.

La respiración de Louis se volvió irregular.

—Harry...

—Shhh —lo mandó a callar.

Esta vez no dejaron de mirarse a los ojos en ningún momento.

Harry movió sus manos hasta la mejilla de Louis, poco a poco acercando su rostro más al de él, con total decisión. Notaba perfectamente los nervios del otro, su cuerpo temblando y su boca semiabierta como si quisiera decir algo, soltar alguna queja o negarse en rotundo.

—H-harry, e-en serio t-tú...

Pero fue demasiado tarde, porque sus labios ya estaban pagados y no tardaron ni tres segundos en empezar a mover sus bocas al unísono, nunca habiéndose sentido tan cerca del otro. Sus lenguas chocaban, sus cabezas se movían, cada vez profundizando más el beso. Las manos de Harry viajaron hasta la cadera de Louis, de manera que hizo que este se acercara aún más, colocando sus brazos por encima de sus hombros. Pararon de vez en cuando para coger un poco de aire y mirarse a los ojos, pero en cuanto se recuperaban seguían besándose como si no hubiera mañana. Sus corazones latían al mismo ritmo, Louis ni siquiera podía creerse que aquello realmente estuviera pasando. Harry se sentía en un sueño, como si estuviera viajando por el cielo encima de una nube.

Pasaron varios minutos, hasta que el ambiente empezó a calentarse. Fue Louis quien los detuvo.

—Harry, espera.

—Perdón.

Sus rostros seguían cerca mientras que los dos intentaban regular su respiración, totalmente agitados por lo ocurrido.

—Yo no...

—Ha sido...

Hablaron a la vez, tuvieron que reírse al no poder acabar sus frases.

—Sigues borracho —dijo Louis—. El aliento te huele a alcohol.

—Oye —fingió sentirse ofendido—. Tampoco tanto.

—Creo que es mejor que nos durmamos ya —se alejó un poco más, pero Harry cogió una de sus manos para que no se alejara del todo.

—¿No podemos seguir...?

—Harry...

—¿Qué? —hizo morros.

—No entiendo lo que pretendes, sinceramente —suspiró—. Pero sigues borracho. Deberíamos dormir.

—Pero...

Louis se zafó del agarre de Harry, lo cual no le costó, ya que este no quiso detenerlo, ya que, aunque no quería que se fuera, tampoco deseaba que Louis se sintiera forzado a nada.

—Dormiré en el sofá. ¿Vale? Mañana...ya hablaremos.

—¿Sobre esto?

Louis se levantó de la cama sin decir nada y caminó hasta la puerta. Antes de abrirla, se detuvo unos segundos para mirar fijamente a Harry.

—Buenas noches —le dijo, sonriendo a medias y abriendo la puerta acto seguido, saliendo de aquella habitación y dejándola cerrada, huyendo de aquella situación de la manera más espontanea, como si en realidad no hubiera pasado nada.

Todo había pasado tan rápido que no parecía real y Harry no podía parar de sentirse mareado mientras pensaba en todo lo que se venía. Porque le tocaba cagarla, y aún no sabía si era aquel el momento que debía cambiar. ¿Hubieran acabado juntos si no hubiera pasado todo lo que debía pasar en los siguientes días? Quizás Louis se hubiera enamorado más...o quizás fue eso lo que realmente hizo que se diera cuenta de sus sentimientos.

Divagó en todos sus recuerdos, en cada una de las palabras que había compartido con Louis, buscando una solución, aquello que realmente podría ser la raíz del problema. Pero antes de conseguirlo, se quedó dormido, solo pudiendo pensar en lo mucho que había echado de menos sus besos, y en las ganas que tenía de repetirlo.

Y vaya días más largos le esperaban. 





.


.


.


PERDÓN ME MEO esta vez sí que me he pasado vale :( mi escusa? Estaba acampando para Louis, real. ¿Valió la pena? Demasiado, porque conseguí primera fila y interactué muchísimo con él así que bueno puedo llorar tranquila

Maria, aquí lo tienes, tkm por esperar con paciencia y no pegarme

GRACIAS AS ALWAYS de verdad he estado recibiendo mucho apoyo con esta fic y yo lo único que hago es tardar mil años en actualizar :(( pero bueno hago lo que puedo, real, ahora empezaré con exámenes (si es que no me los suspenden por el virus jsjsjs) y tampoco tendré tiempo but hago lo que puedo!!!

ostk, y nos leemos :)

واصل القراءة

ستعجبك أيضاً

2.4M 244K 133
Dónde Jisung tiene personalidad y alma de niño, y Minho solo es un estudiante malhumorado. ❝ ━𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, ¿𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘳𝘦𝘫...
36.2K 2.6K 3
"Creo que fue una terrible idea que accedieras a venir, en primer lugar, Harry." Ok. Eso claramente parecía ser una conversación privada, Louis debí...
488K 78.7K 34
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
384K 35.1K 67
Freen, una CEO de renombre, se ve atrapada en una red de decisiones impuestas por su familia. Obligada a casarse con Rebecca, una joven que llegó a s...