|El Mundo al Revés|
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Alec se acercó a Isabelle y a Thalia en cuanto las vio entrar. Ninguna de las dos tenía ganas de enfrentarlo, por lo menos no a primera hora de la mañana.
— ¿Dónde estabais?
— Donde necesitaba, lejos de ti y de tu prometida.
— Jace y Clary se han fugado. No puedo protegerte si me mientes.
— ¡No me hace falta! Meliorn está a salvo, eso es lo que importa.
Alec intentó frenar a Isabelle sin éxito. Thalia, por su parte, esperó a ver que tenía que decir. Él señaló con la mirada a Lydia y a otro shadowhunter que hablaban sobre la ofensiva de ayer.
— ¿Crees que Raj pudo ver algo que la incriminara?
Lydia notó la actitud de los dos shadowhunters y se acercó a ellos. Murmuró un pequeño "lo siento" al mismo tiempo que el shadowhunter con el que hablaba antes, Rash, se colocaba tras Isabelle.
— Isabelle Lightwood, en nombre de la Clave, quedas detenida por alta traición.
— ¿Qué? — Thalia enfrentó a la rubia — ¿Por qué motivo?
— Muy pocos conocían la operación Meliorn, y todos sabían que se acostaba con él.
— Sabes Lydia, no eres mejor que Valentine, al menos él tuvo los huevos de decirle a los subterráneos que los quería muertos. Tú te escondes tras la ley.
— No me escondo tras ella, Thalia, yo sólo la cumplo. Porque con ello evitamos que ocurra lo más importante, que los shadowhunters se peleen entre ellos.
— Si la condenan le quitarán las runas y la desterrarán. — Alec defendió a su hermana — No puedo...
— No es tu lucha.
Isabelle no dejó que su hermano terminara y le entregó su estela a Rash.
***
— Clary, ¿dónde estabas? No te llegaban mis mensajes.
— ¡Simon, qué no te de el sol!
El chico de gafas la miró extrañado, pero poco después cambió su expresión por una sonrisa y se ofreció a pedirle un café. En la mesa a la que la arrastró, un Alec y una Isabelle muy cambiados la saludaron.
— ¿Es nuevo? — preguntó la chica refiriéndose al collar de la pelirroja.
— Sí... Me lo compré hace dos días...
— ¿Te pega con la ropa? Porque vas a arreglarte en mi casa, ¿no?
— ¿Arreglarme para qué?
— Eso no tiene ninguna gracia. — intervino Alec — Me he dedicado a fondo a preparar esta fiesta para el Instituto y el tema es increíble.
La pelirroja asintió no muy convencida, esta dimensión era de locos para ella.
Necesitaba encontrar su objetivo, pero al mismo tiempo sentía curiosidad por Thalia y el chico que los acompañaba en la otra misión, Isaac. Hasta ahora Luke vendía libros, su madre seguía casada con Valentine, Magnus era psicoanalista e Isabelle había cambiado papeles con Simon.
Jace salió del camión de las bebidas y la apartó del grupo. Antes de que pudiera reaccionar, la estaba besando.
— Tengo que irme.
Clary se apartó del rubio y salió corriendo. Decidió ir en busca de Magnus puesto que seguro tenía alguna de las respuestas que necesitaba.
Después de que le leyera las cartas del tarot, le confesó que era una shadowhunter. Al no creerla, optó por dibujarle su realidad.
***
— Lydia, ¿hablamos?
— ¿Vas a romper nuestro compromiso?
— ¿Qué?¡No!
— Qué raro.
Alec fulminó con la mirada a Isaac, que había estado presente en todo momento. El mayor de los Lightwood hizo caso omiso de los comentarios del otro hermano Branwell y siguió hablando, esta vez de forma extraoficial:
— Necesito confesarte lo que pasó en Ciudad de Huesos.
— Isabelle estaba allí, ¿no?
— Sí... y Jace y Clary, y unos vampiros y hombres lobo. Querían detener la guerra contra el mundo subterráneo.
— Bueno, no se equivocaban, pero estaba siguiendo órdenes.
— Mejor que nadie, pero no puedo dejar que exilien a Izzy por esto.
— A ojos de la Clave es culpable, ¿ahora sugieres que lo ignoremos?
— Creo que tengo algo que la Clave desea, puedo entregarles la Copa. — Isaac fijó la mirada en Alec, esto no podía estar pasando.
— ¿Alec, la tienes?¿Por qué no me lo has dicho antes?
— Se lo prometí a Jace, y está este rollo con Clary. Además Thalia y yo acordamos...
— ¿Thalia, qué pinta ella en todo esto? — Lydia se volvió a su hermano — ¿Tú sabías algo de esto? ¡Claro que lo sabías; pero como siempre, le vas a cubrir las espaldas hasta que te quedes sin excusas!¿Estaba ella también en la emboscada?
— ¿Si te digo que sí vas a hacer todo lo posible por exiliarla? — Isaac la enfrento — Ella no tiene nada que ver en esto, estuvimos revisando la grabación de Meliorn toda la noche. Puedes revisar las cámaras todo lo que quieras.
Alec interrumpió la discusión entre los hermanos. No terminaba de creerse lo que Isaac decía, pero tenerlos gritándose el uno al otro no ayudaría a Isabelle.
— Lydia, si te doy la Copa a cambio de la libertad de Izzy, ¿la Clave aceptará?
— Lo que sea por tal de mantenerla lejos de Valentine.
El mayor de los Lightwood avanzó hasta la losa donde la había escondido. Al pasar su estela la estantería emergió del suelo, pero ni la Copa ni el collar de Clary estaban.
Isaac y Lydia intercambiaron miradas desafiantes.
— Jace. — fue lo último que murmuró Alec antes de salir de la habitación. Fue a buscar a su hermana y una vez que quedaron a solas le contó su descubrimiento — Jace robó la Copa. — Isabelle apartó la mirada — ¿Es que lo sabías?¡Por el Ángel, lo ayudaste!
— Jace hace lo que cree correcto.
— ¿Lo correcto? ¡Ha puesto al Mundo de las Sombras en peligro y a ti también! Necesitamos que vuelva con la Copa.
— Está con Meliorn en el Mundo de las Hadas. No puedes ir hasta allí.
— Por los medios normales no.
— ¡No uses el vínculo parabatai para seguirle, os debilitará a los dos! — Isabelle frenó a su hermano — O romperá vuestra unión.
— Jace ya la ha debilitado. ¿Cómo voy a confiar en él?
— No digas eso, por favor, piensa en lo que haces.
***
— ¡Dios mío que ha pasado!
— En kick-boxing. Pensé "iré antes del trabajo" y ¡pum!
— No, si lo de pum ya lo veo.
— ¡Me ha dado en toda la cara! ¿Tenía que salir bien hoy la patada voladora?
La puerta de la habitación se abrió y Thalia entró corriendo. Llevaba un vestido burdeos que dejaba sus hombros al aire y tenía una abertura en laparte frontal, combinado con unas sandalia de tacón nude.
A ojos de Clary, desprendía un aura de elegancia que la hacía parecer una de aquellas ejecutivas que trabajaban para revistas de moda importantes, o incluso la propia modelo. Al ver el moratón, trajo un poco de hielo y la ayudó a calmar a Izzy.
— Tranquila, lo arreglaremos.
— Y hay que arreglar lo tuyo con Jace, ¡que no os habléis me hace desequlibrar el chi! — Thalia cogió un corrector y se sentó junto a la menor de los Lightwood — ¿Vas a usar esos colores? Si no voy a la fiesta Valentine y Simon me matarán.
— Oye, mmm, ¿podrías colar a un amigo en la lista de invitados?
— Si me dejas bien, haré lo que sea por ti. Y Thalia, gracias por venir, a Alec hará mucha ilusión verte.
La castaña sonrió y abrió el armario en busca de algo con lo que su amiga pudiera cumplir la temática: Alicia en el País de las Maravillas. Sacó un precioso vestido en azul metálico y le recogieron la melena azabache en un intrincado moño con piedrería plateada. Cuando terminó de arreglarla, se retiró.
Clary, por su parte, eligió un vestido morado cruzado simple. Al llegar a la fiesta buscaba a alguna de las chicas, pero sólo logró ver a sus padres bailando.
— Sólo un baile.
Jace tomó su mano y la llevó a la pista.
En el otro extremo de la sala, Magnus Bane discutía para poder entrar.
— ¿Hay algún problema? — Alec se acercó a él — Ya me encargo yo.
Al lado de Clary acababa de llegar Thalia Blackwood. El brujo sonrió ante la presencia de la chica, que parecía una auténtica princesa.
— Chicas. — Simon apareció con una pequeña cajita en las manos — Voy a pedirle a Izzy que se mude conmigo.
— Le va a encantar.
— ¿Interrumpo algo? — el mayor de los Lightwood pasó sus manos por la cintura de la castaña y la besó — Me alegro de que hayas podido venir. A este ritmo, casi que la próxima vez que nos viéramos hubiera sido en nuestra boda.
Clary quedó boquiabierta. En su dimensión Thalia y Alec no es que estuvieran precisamente en los mejores términos y aquí, bueno, todo había quedado dicho.
— No me lo hubiera perdido por nada. Además, tengo algo que decirte... — la chica Blackwood jugaba con los dedos de su prometido, que la miraba desconcertado — Estoy embarazada. Sólo es un mes y medio, pero...
La expresión del chico cambió a una enorme y volvió a besarla con delicadeza sin dejarla terminar, para después bajar sus manos a su barriga.
Clary felicitó a los dos cuando Magnus se la llevó, debían encontrar el portal antes de que esa dimensión la absorbiera.
***
— ¡Listo, Hodge!
— Alec, aunque estés enfadado, Jace sigue siendo tu parabatai.
— Es verdad.
Hodge le dio la razón al chico Branwell. El rastreo parabatai era muy peligroso, y el riesgo aumentaba cuando la relación estaba dañada.
— No dejaré que Jace sacrifique a mi hermana por la lucha sin sentido de su novia. Vamos a hacerlo, si no te gusta, vete.
— Lo haré con una condición, no vaya demasiado lejos. Tu vínculo con Jace aún puede soportar cierta presión, pero prométeme que no dejarás que se rompa.
— Jace está muerto para mí.
— Alec, necesitas mucho ese vínculo y os necesitáis mutuamente.
El azabache hizo caso omiso y se quitó la camisa. Hodge bufó en desapruebo y le indicó que se tumbara en la cama, Isaac intentó salir en busca de Thalia pero el instructor lo detuvo. Los gritos de dolor iban aumentando por instantes hasta que finalmente encontró a su parabatai.
A la mañana siguiente fue a ver a su hermana.
— ¿Qué ha pasado? ¿Estáis bien Jace y tú?
— No, nuestro vínculo es muy débil. Como un fantasma.
— Alec, qué has hecho.
— Pensábamos que tendríamos el juicio si encontrábamos la Copa.
— ¿Te ha ayudado Lydia?
La voz de la chica Blackwood interrumpió la conversación entre los hermanos. Alec la miró antes de contestar y pudo notar la tristeza que lo envolvía. Por mucho que dijera que Jace no era nada para él, le afectaba.
— Eso no importa. Ahora no hay más remedio que seguir con el juicio. — las dos chicas se acercaron a abrazarlo — Lo siento.
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