Apuesta Mal Hecha

By karol_bby

27.8K 2.4K 854

¿Puede una apuesta cambiarlo todo? More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38

Capítulo 3

1K 78 11
By karol_bby

Bulma

Llegué a mi casa, me vine a pie, como era normalmente de costumbre. Deje mi mochila encima de una de las sillas cerca de la puerta. Y me encamine hacia la cocina a ver que había de comer, llegué, y empecé a ver entre las ollas si ni padre habría preparado algo. Nada. Absolutamente nada. Fije mi vista al refrigerador, lo único que había era una zanahoria completa, una caja de leche caducada, y un plato de pan mordido.

— Ese pan es mío.

Deje de ver lo que había en el refrigerador, para voltearme y encontrarme con mi padre.

— Buenas tardes, padre.

— Tendrás que esperar que vuelva de comprar.

— ¿Adonde vas?

— ¿No es obvio? A comprar.

— Claro.

El agarró el pan que vi minutos antes, se fue mientras lo comía. Salí de la cocina y me dirigí al comedor, saqué mis cuadernos de mi mochila, y empecé a hacer mis deberes escolares. Matando el tiempo en el que el llegaba con comida.

(•••)

— Diez y media.. muero de hambre.— se quejó mientras su barría rugía por milésima vez, se recostó en la mesa cerrando por un momento sus ojos. - ¿A donde se fue ese hombre?

Guarde mis cosas de donde las saqué. Me iba dirigiendo a las escaleras para subir a mi habitación, pero en el momento que iba pisar el primer escalón, el sonido de unas llaves llamó mi atención. Me voltee a ver atrás, la puerta se abrió de golpe. Era mi padre. Subí rápidamente todos los escalones restantes, para quedar en la segunda planta de la casa.

— ¡Bulma! ¡¿Dónde esta mi comida?!

"Está ebrio" pensé, asome mi cabeza a la primera planta disimuladamente.

— ¡Bulma! ¡¿Donde estás?!

Un miedo me invadió, oculte mi rostro cuando mi padre miró con dirección a las escaleras. Rápidamente, me encamine a mi habitación, a encerrarme y esconderme entre las sábanas con un temor, que estaba por los cielos.

— ¡Bulma!

Los escandalosos gritos de mi padre eran como ecos en toda la casa. Y sus pasos retumbaban en el piso, dando a indicar que se estaba acercando.

Fuertes golpes se oyeron al otro lado de la puerta.

— ¡Bulma! ¡Abre la maldita puerta!

Fingí estar dormida, cubrí todo mi cuerpo hasta la cabeza, dando la espalda a la puerta.

— ¡Se que estás ahí!

De pronto, un fuerte golpe impactó contra mis oídos. Él había tumbado la puerta. Me levanté rápidamente a ver lo ocurrido. Lo miré.

— ¿Que.. que sucede? — hablé en un hilo de voz debido a los nervios que comencé a tener.

— No te hagas la tonta. Tu no estabas durmiendo.

— Si lo estaba, hasta que el sonido de la..

Me vi interrumpida debido a que mi padre había golpeado la pared.

— ¡No mientas! ¡Eres una mentirosa!

— Yo.. yo..

— ¡Cállate! ¡No digas nada! Maldita mocosa.

Me aferré a las sábanas que tenía. ¿Ahora que iba hacer?

— ¿Dónde está la comida?

— Tú.. tú dijiste que irías a comprar comida cuando yo vi que no..

— ¡Ahg! ¡Eres una inservible! ¿De que rayos me sirve tenerte si ni siquiera sabes hacer la bendita comida?

— Pero no hay nada, puedes ir a ver si..

— ¡Basta! ¡Me tienes harto! ¡Siempre es lo mismo de siempre contigo!

— Tú no me dejas salir a ningún lado. ¿Como esperas que haga algo cuando no hay nada?

— ¡Cierra la boca! ¡No me respondas! ¿Acaso te enseñe esos modales de responder a tus mayores?

Negué con la cabeza.

— Y para la próxima, que intentes verme la cara de estúpido, hazlo bien. — dijo mientras se iba cerrando la puerta con fuerza.

Las lágrimas salieron inesperadamente de mis ojos, y los sollozos no tardaron en acompañarlos. Cerré los ojos con fuerza, esperando tranquilizarme, mi respiración estaba agitada, trataba de asimilarlo, pero me era imposible, simplemente mi respiración era incontrolable.

"¡Eres una inservible!"

Aquellas palabras retumbaban en toda mi mente, se oían como ecos.

Mis brazos empezaron inesperadamente a temblar.

Oh no.

— No lo voy a volver hacer.. — susurre para mi misma mientras recuperaba la cordura.

Sentí como en mi antebrazo empezó a sentirse frío, sentí los temblores más rápidos. Necesitaba hacerlo, necesitaba cortar mis brazos.

— Prometí no volver hacerlo.. no lo haré, no me haré más daño. Me estoy recuperando. — me motivaba a mi misma, para no llevar acabo ese macabro acto dañino.

De pronto, empecé a sudar, mis brazos especialmente. Alcé mis brazos hacia mi altura, ya que minutos antes estaban debajo de las sábanas. Bajé la tela de mi polo negro.

Las marcas que me hice la última vez, se veían aún más visibles de como lo recordaba.

— No.. no... no. — luchaba conmigo misma en no cometer una barbaridad.

Pero lo necesitaba, necesitaba sentir ese líquido rojizo resbalar por mis brazos, necesitaba aliviar estas ansias que me carcomen a cada segundo. Necesitaba sentirme libre, fuera de penas.

Tenia que hacerlo para quitarme estas tremendas ganas.

Me levanté cuidadosa de mi cama. Y me encamine a mi baño personal, me adentré a el, y me vi en el espejo.

— Lo siento.

Del primer cajón, saqué el fierro que tenia el afeitador de mi papá hace mucho tiempo. Aún mantenía el olor metálico.

Y con miedo, pero a la vez emoción. Empecé a pasarlo por las zonas cortadas de la ultima vez, reviviendo aquel dolor.

La sangre comenzó a brotar en mis brazos, corte tras corte, más sangre salía.

Quería parar, pero, no me sentía satisfecha con lo que ya hacia. Necesitaba más.
Y tendré más.

(•••)

— ¡Bulma!

Pegué un brinco.

— ¡Dios mío, Launch! Me diste un susto tremendo.

Ella rió.

— Lo siento.

Mi padre acababa de dejarme en la escuela.

— ¿Como estas? ¿Feliz por el Viernes?

— Como no, por fin podré descansar de tantos libros. ¿Y tú?

— Am.. mejor.

— Ese mejor, me suena a peor.

Intenté cambiar de tema.

— ¡Oye y por cierto! Ayer te estuve buscando por toda la escuela después de que me dejaste sola con ese mequetrefe.

— Perdón, es que.. tu sabes.

— ¿Saber qué?

— Cuando dos personas se desean.. ayer nos viste saliendo corriendo cuando nos encontramos saliendo.

— No entiendo.

— A ver.. déjame explicarte..

Tenia toda mi atención en ella, pero todo eso, se fue a la borda, debido a que una voz irreconocible, habló.

— Hey, azulada, necesito hablar contigo.

¿Qué?

¿A quien rayos llama azulada?

— Para que lo sepas, mi nombre es Bulma, por si no se te queda claro.

— Claro, Bulmus. Pero ahora necesito urgentemente tu ayuda.

Launch fingió toser.

— Disculpa, Vegeta. ¿Primero se saluda no lo crees?

— ¿Saludar a la que le fue con el chisme a su amiga? Ni loco.

Este me tomó del brazo de forma desprevenida. Su agarre no fue duro, pero si lo suficiente para causarme dolor.

— ¡Au! ¡Mi brazo joder! — me queje, mientras apartaba su mano bruscamente, y con mi mano libre sobe esa zona.

— ¡Bulma! ¿Estás bien? — me preguntó Launch, empujó a Vegeta lejos de mi. — ¡¿Que le hiciste animal?!

— ¡Yo no le hice nada! ¡Solo le agarré el brazo!

— ¡Mentiroso! ¡Sino por que estaría agonizando..!

— Launch, el no hizo nada.. es solo..

Launch sabía de mis cortes, es la única que sabe. Y sabe cada cuánto o cuándo lo hago.

— No me digas que..

Asentí.

— Vamos al baño. — dijo colocando una de sus manos en mi espalda.

— ¿Qué? Oye Bulma, ¿Que te pasa?

— Nada que te incumba, inepto. Ya vete.

Sin más, Launch me llevo casi a rastras hacia al baño, dejando a Vegeta desconcertado viéndonos irnos.

(•••)

— Diablos Bulma. Si que la pasaste mal. Pero no tenias por que haberlo echo. — me refuta Launch. Mientras envolvía la zona dañada con una venda que traía en su mochila.

Raramente.

— ¿Aún te duele?

— Si.. — tiré un jadeo al sentir presión contra los cortes.

— Lo siento. Pero tengo que hacerlo para que no escurra más sangre.

— Esta bien. Gracias.

— Bulma, tienes que parar con esto, no te hace nada bien. Solo te hace daño.

— ¡Lo sé! Pero no puedo parar cuando me encuentro en una situación así, la desesperación me gana, y me termina por llevar acabo hacer esta locura.

— Tienes que controlar eso.

— No puedo.

— Cuando dices eso, suenas como una loca.

— Estoy loca.

— No, no lo estás. Solo tienes este pequeño problema que tienes que saber manejar. Es todo.

— Como sea. Ya tenemos que irnos.

— No pongas esa cara, me haces sentir mal.

— Tranquila. Ya estoy bien. — sonreí a fuerzas. Ella sonrió.

— Esta bien. Vamos.

Salimos de los baños, cada una tomó un rumbo diferente, debido a que el timbre estaba por sonar y nos encontrábamos lejos de nuestros salones.

Comencé mi caminata hacia mi clase.

"¡Eres una inservible!"

Oh dios. Otra vez esas horribles palabras aparecían en mi mente.

"¡Basta! ¡Me tienes harto!"

¿Porqué ese hombre tenía que ser tan duro conmigo cuando ésta ebrio? ¿Porqué tenía que mentirme cuando dice que va a ir a comprar el pan, o se va a trabajar, o otra cosa? ¿Porqué?

¿Porque tenia que pasarme esto a mi?

— Bulma.

Una voz interrumpió mis pensamientos.

— ¿Qué?

Este me examinó el rostro.

— ¿Porqué lloras?

¿En que momento había comenzado a llorar?

Toqué mi rostro, y efectivamente, pequeñas gotas estaban resbalando por mis mejillas, sentí mi rostro empapado. Y mi nariz tapada.

— ¿Cómo..? — fui interrumpida debido a que unos grandes y fuertes brazos rodearon mi cuerpo. Fu Vegeta quien cometió tal acto inesperado. — ¡Oye! ¡¿Se puede saber que rayos estás haciendo?!

Sus brazos parecían de oso, eran muy grandes y cómodos. Y para fortuna, este hombre era más alto que yo.

— Eres muy confianzudo.

— Lo sé.

— Ya déjame.

— Nop.

— Oye, en serio.. aprecio esto, pero.. no te conozco. — solté intentado no sonar muy grosera u ofensiva.

No respondió.

Recordé lo que me había dicho cuando llegué a la escuela.

— ¿Qué era éso que tenías que decirme?

— ¡Por fin! ¡Pensé que nunca lo ibas preguntar! — me soltó de sorpresa, provocando, que casi me caiga.

— ¡Brusco!

— Bien. Era esto.. — dijo ignorando mi comentario con referencia a él. — El maestro me dio oportunidad de hacer puntos extras. Y volver a realizar el examen de entrada.

— ¿Y que quiere decir eso?

— Necesito tu ayuda.

— No.

— ¡Vamos! ¡No te cuesta nada!

— Eres muy confianzudo, con los tantos amigos que tienes, entre todos ellos uno puede ayudarte, yo soy la menos indicada para ése trabajo.

— De echo, todos mis amigos son unos idiotas, con las justas se saben la tabla del 12.

— Conmigo no cuentes.

— Eres la única persona inteligente que conozco.

La verdad que ayudar a alguien más, no era desagradable, pero el echo de que este hombre planea algo y no es nada bueno y que me propuse averiguar. No me convence.

— ¿Porqué tendría que creerte?

— Mm.. por que.. no lo sé, pero lo del maestro si es verdadero. Te lo aseguro, si quieres, en el periodo que tenemos, se lo preguntas.

Bueno, no me quedaba de otra.

— Esta bien, te ayudaré.

Este parecía que sus ojos estaban a punto de salirse de la impresión.

— ¿En serio? 

— Una pregunta antes, ¿Donde te enseñaré?

— Sencillo, puede ser después de escuela.

— Lo siento, no puedo.

— ¿Porqué?

— No me permiten salir después de escuela.

Él me miró confundido.

— Entonces.. ¿Antes de escuela? Me refiero a la hora de entrada, y también puede ser en los recreos.

Nada mal..

— Bien. Pero, con una condición. — él asintió rápidamente. — Después, de que realices todos esos puntos, y ese examen, nunca más nos vamos a dirigir la palabra.

— ¿Nunca más? 

— Nunca más. — repetí.

— Trato echo. — me mostró su mano, y una sonrisa arrogante estaba pintada en sus labios. Acepté su mano, cerrando así el trato.

Tardaré un poco en actualizar ;)

Continue Reading

You'll Also Like

380K 41.7K 81
✮ « 🏁✺ °🏆 « . *🏎 ⊹ ⋆🚥 * ⭑ ° 🏎 𝙛1 𝙭 𝙘𝙖𝙥𝙧𝙞𝙥𝙚𝙧𝙨𝙨𝙤𝙣 ✨ 𝙚𝙣𝙚𝙢𝙞𝙚𝙨 𝙩𝙤 𝙡𝙤𝙫𝙚𝙧𝙨 ¿Y si el mejor piloto de l...
157K 9.1K 24
Chiara se muda a Madrid en busca de nuevas oportunidades para lanzar su carrera como artista. Violeta se dedica al periodismo musical, trabajando en...
2.4M 249K 134
Dónde Jisung tiene personalidad y alma de niño, y Minho solo es un estudiante malhumorado. ❝ ━𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, ¿𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘳𝘦𝘫...
525K 71.4K 44
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!