FIGHTOVE © 《DISPONIBLE EN AMA...

بواسطة MelanieDorado9

36.8K 4.7K 1.1K

Emerson Lowell es una chica que lo tiene todo y pierde aún más en una fatídica noche. Zac Reed es un luchado... المزيد

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Aviso
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Personajes 🖤
Capítulo 48
Capítulo 49
Pequeño aviso
Epílogo
Agradecimientos y noticias...
Booktrailer
FIGHTOVE disponible en formato kindle

Capítulo 50 - El final

560 68 50
بواسطة MelanieDorado9


Soy apartada bruscamente del cuerpo de Patrick, pero no lucho por mi vida porque quiero que todo acabe de una vez. Mi cabello es jalado con tanta fuerza que me sorprende que no se haya desprendido de mi cuero cabelludo y cuando siento el césped de nuevo bajo mi espalda, cierro los ojos porque sé bien lo que va a pasar.

Los segundos son eternos y soy consciente de que nada pasa, sigo en la misma posición y cuando me atrevo a abrir los ojos, veo a Dawson en el suelo y sobre él está Zac.

Lo golpea sin parar, sin pestañear y sé bien cuál es su objetivo. Intento levantarme, pero mis músculos me traicionan y caigo de nuevo. Dawson le propina un derechazo a Zac y se lo quita de encima para tomar ventaja él y comenzar a golpearlo.

—Eres un maldito cobarde… Renunciaste a nuestra pelea por tu zorra y ahora mírate —brama con molestia.

Las manos de Dawson se aprietan alrededor del cuello de mi chico y veo que poco a poco va perdiendo el color. No me va a quitar a Zac también.

Me incorporo con determinación y me lanzo sobre él. Sorprendido pierde el equilibrio y cae a un lado conmigo aún enganchada sobre su cuello. Dawson se deshace de mi agarre con facilidad y me tira al suelo. Grito de dolor cuando dobla mi muñeca y veo que ríe ante mi sufrimiento.

—No la toques… —gruñe Zac aun buscando aire para sus pulmones.

—Me hundiré en ella como hice aquella vez…

Soy capaz de ver a mi novio y no lo reconozco. Su mirada se vuelve oscura y entonces me doy cuenta de que se acaba de enterar que fue Dawson quien me violó… Ya no hay vuelta atrás.

Se transforma por completo, como si la fuerza de cien hombres poseyera su cuerpo y le diera la capacidad de sacar al monstruo de encima de mí.

Zac contra Dawson.

Dawson contra Zac.

La pelea que nunca tuvieron es ahora y sé bien quien será el perdedor. Mi novio no le permite pasar ni un golpe esta vez y dejo que lo machaque a su gusto porque no quiero que el monstruo viva… Quiero que se vaya al infierno.

Dawson lo intenta, va corriendo hacia Zac, pero es sorprendido cuando mi chico le propina una patada en el estómago haciéndolo caer de rodillas sobre la tierra. Respira de manera agitada porque el golpe le debió quitar el poco aire de sus pulmones, pero a Zac no le interesa. Mano cerrada y un punto fijo: su cara.

La sangre sale a borbotones de la nariz rota de Dawson y sé que no va a durar mucho más despierto. Lo observo desde el suelo mientras que nuevos cortes aparecen en su piel, producto de los arrebatos violentos de Zac.

Otra vez Dawson está en desventaja mientras mi ganador le sujeta el cuello con la misma fuerza que le sujetaron a él hace tan sólo unos minutos.

—¡Te arrepentirás de todo! —sisea—. ¡Hijo de puta!

La rabia se estaba consumiendo al chico dulce que conozco y no quiero que termine tras las rejas por matar a esa rata asquerosa. Así que me arrastro hacia el cuadro de acción que se está desarrollando frente a mí y cuando su puño vuelve a levantarse para pegarle al ya inconsciente Dawson, mi mano sana toca su hombro y su rostro gira a una velocidad sobrehumana. Parece poseído por un demonio, sus facciones están tan endurecidas que parece que se va a partir en dos en cualquier segundo.

—Lo vas a matar —susurro sin fuerzas.

—Eso quiero —dice con la voz enronquecida por la amargura.

Miro de nuevo al monstruo inconsciente y no reconozco su rostro. Es tanta la sangre y las heridas que le causó Zac, que parece un pedazo de carne irreconocible. Justo así me dejó él hace unos meses y la famosa frase de “todo vuelve en esta vida” comienza a repetirse en mi mente.

—Por favor… —susurro.

El llanto se vuelve a hacer presente y Zac reacciona. Rápidamente sale de encima de Dawson y me toma entre sus brazos. Me aprieta contra su cuerpo y lloro como nunca lo había hecho. Derramo lágrimas por Patrick y por el chico que me abraza como si su vida dependiera de ello. Todo comienza a caer en su lugar dentro de mí y el dolor persiste más fuerte que nunca. No quiero mirar a mí alrededor, aunque las imágenes van a quedar por siempre en mi memoria.

Algo suena a través de mis lamentos, es un ruido constante y me quedo paralizada cuando escucho lo que es. ¿Por qué llegaron tan tarde? Patrick estaría vivo de ser así.

—Es la policía —murmura Zac, pero su agarre no se afloja—. Todo está bien ahora.

Pero quiero gritar que nada lo está, que me han lastimado en niveles que nadie debería experimentar y que todo es demasiado injusto.

Me cargan en una camilla y a Dawson en otra, pero no me atrevo a mirar hacia donde llevan a Patrick y Zac tampoco me deja.
Las lágrimas ya no corren y mi mirada se concentra en la nada porque en este instante no quiero pensar… No quiero sentir. Escucho a los médicos en la ambulancia y la voz de Zac intenta hacerme volver con él, pero ahora mismo, no deseo hacerlo. Si por mí fuera, viviría en este trance por siempre antes de vivir en la cruda y dolorosa realidad. Tal parece que estoy en “estado de shock” o eso es lo que oí de rebote, es extraño como entran algunas palabras y otras no.

Mi mano es apretada y el calor del afecto recorre mi palma hasta tal punto que me hace ver de dónde proviene. Los ojos castaños de Zac están puestos en los míos y las lágrimas vuelven a hacer acto de presencia.

—Lo mató…

Mi voz me traiciona y comienzo a hipar. Zac me pide que me tranquilice, pero no puedo hacerlo, esto es demasiado y mi pecho comienza a arder. Conozco esa sensación, en la que no soy dueña de mi cuerpo y mis emociones negativas toman todo el control. No puedo concentrarme lo suficiente para revertir lo que está pasando y el dolor es descomunal. Las heridas se quedan pequeñas en comparación con esto y la vista comienza a traicionarme. Zac me sostiene, me pide con desesperación que luche, pero el pánico es más fuerte que yo y me dejo ir.

—Aquí estoy, amor… Estoy contigo.

Es lo último que soy capaz de escuchar.

***

Abro los ojos y lo primero que encuentro es a Zac dormido sobre mis piernas. Comienzo a maquinar para saber dónde diablos me encuentro cuando los recuerdos de las últimas horas me azotan con fuerza. Patrick no está y estoy a salvo, pero que alto fue el precio. Jamás me lo perdonaré.
Con mis manos temblorosas y mis emociones a flor de piel, acerco mis dedos al cabello oscuro de mi chico.

Todo duele en este punto y siento que quiero internarme en un hospital psiquiátrico por tiempo indeterminado. Zac no se merece esto, él no tiene la obligación de cargar con mis mierdas y no deseo que lo haga. Lo que daría por haberlo conocido en otra etapa de mi vida, una buena y sana para los dos; porque esto, es una porquería y me costó demasiado llegar a esta maldita conclusión. Zac merece más y como me duele admitirlo.

Su cabeza se mueve y aparto mis dedos cuando salta de su estado soñoliento a su estado alerta. Me mira y se relaja considerablemente. No dice nada, pero se acerca y besa mi frente, para luego besar mis mejillas y se detiene frente a mis labios. No hará nada que yo no quiera, pero quiero. Acaricio sus mejillas con mis manos y no reparo en la escayola que traigo porque sé que mi muñeca está rota. Aun así, mis dedos sobresalen lo suficiente para deleitarme con su rostro por lo que lo atraigo hacia mí para rozar levemente en un principio; pero nuestra necesidad es mayor y terminamos uniendo nuestros labios en un beso dulce y desesperado.

—Zac —susurro apartándome lo suficiente.

—No hables, amor. Iré por tus padres.

Y así, sin dejarme replicar ni nada, se da media vuelta y sale por la puerta. No me da tiempo de suspirar siquiera cuando en unos segundos, entran corriendo mis padres junto con Aiden y Tara. Las emociones me vuelven a jugar en contra cuando tengo frente a mí a todas las personas que jamás creí volver a ver en mi vida.

—Em…

Mi madre me mira por varios segundos, al igual que todos los demás. Creo que les está costando reconocerme o quizá piensan que todo es producto de su imaginación. Inmediatamente estiro mi brazo y una lágrima cae por la mejilla de mi padre.

—Ma…

Y el desastre emocional explota. Mi padre corre hacia mi camilla y con el mayor cuidado me abraza y me besa como para asegurarse de que soy real. Aiden es el segundo en lanzarse sobre mí y veo a Tara llorar de forma desconsolada mientras abraza a mi madre. Esta reacción es peor que la anterior, pero me siento tan completa con mi familia a mi lado.

—Lo siento tanto —murmura Aiden sin dejar de abrazarme.

—No, Aiden. —Él me mira con sus ojos enrojecidos y agotados—. Jamás te disculpes por lo que pasó.

—Pero si yo,…

—Pero nada, lo que pasó ya está en el pasado y no puedes volver para arreglarlo.

Siento como el peso de mis propias palabras escuecen en mi corazón porque sé bien que no puedo volver atrás para evitar que ese disparo impacte en Patrick.

—Mi niña. —Mi padre llama mi atención—. No sabes cuánto te amo.

—Lo sé, papá. Su amor fue lo único que me motivó a querer seguir —admito—. Mamá, Tara, ¿creen que podrán dejar de llorar y venir a abrazarme?

Ambas asienten con efusividad y cuando mi padre y Aiden se apartan de su camino, soy amada por ellas también.

—No sabes lo mucho que recé, Em —confiesa Tara entre lágrimas.

Mi madre toma mi destrozado rostro entre sus manos y lo analiza con demasiada precisión.

—¿Está peor que la última vez?
La verdad es que no me interesa en lo más mínimo como me veo, estoy intentando aligerar el ambiente para no caer de nuevo en el dolor de la muerte de Patrick.

—No, cielo. Es sólo qué… —Las lágrimas retoman su camino y mi padre se para detrás de ella para infundirle apoyo—-: Cuando recibimos la llamada de Zac, pensamos que era una mala broma del destino, que en verdad estaban juntos y a salvo. Jamás sentí tanta desesperación porque estaba segura de que esta vez no te dejarían vivir —admite con algo de vergüenza en su tono de voz.

—Yo también lo creí. Dawson iba a matarme y Zac me salvó. Y antes de eso, cuando creí que iba a revivir de nuevo el peor trauma que me pudo haber dejado, Patrick apareció e intentó ayudarme pero…

Cierro los ojos con fuerza y mis lágrimas salen con libertad.
No sé cuánto tiempo pasa antes de que me tranquilice, pero sé que en un momento entra el doctor Russell junto con Sandy y un bonito calor me abraza con su presencia.

Russell habla durante varios minutos sobre los cuidados que debo tener con mi costilla, porque es la segunda fractura que recibo en cuatro meses y las citas al psicólogo. Le pregunto si puedo cambiar de especialista y con algo de sorpresa por mi petición, accede y me promete que buscará a otros colegas en sus contactos. Me duele un poco tener que renunciar a mis sesiones con Logan, pero por ahora siento que es lo mejor para ir dejando mi dolor atrás poco a poco.

Luego de que mis padres se fueran por la puerta con el doctor para poder hablar más a gusto, Sandy me dio todo su cariño y finalmente también se fue. Aiden toma mi mano y me mira.

—Em, hablé con papá y creo que lo mejor sería…

—Ni hablar, Aiden, no viviré contigo.

—No es eso, déjame terminar. Sé que Joseph está en prisión y el camino de Dawson es el mismo, pero pensé en abrir un programa en África para poder ayudar a los niños que carecen de educación y creí que quizá te gustaría venir conmigo durante los primeros seis meses.

Me quedo muda y Aiden expectante de mi respuesta.

—Nosotros nos iremos el próximo mes —continúa Tara—. Después de la boda. Sé que es mucho para digerir y más ahora que empezaste una relación con Zac, pero creo que sería un gran soplo de aire fresco y también te ayudará a ejercer tu profesión como educadora.

—Lo haré.

Ambos me miran sorprendidos, no los culpo porque yo también me vería así, pero creo que de verdad quiero hacerlo y sé que eso le pondría un fin a mi relación con Zac.

—Eso es genial. —Aiden sonríe—. Zac puede venir también…

—No —lo corto—. Necesito hacer esto sola.

—Em —Tara interviene.

—Debo ver a Zac.

—No te sientas presionada por esto, Em. Sé que no fui el mejor con él, pero sé que ambos se quieren y no me gustaría que terminasen por mi culpa.

—Aiden, sé lo que debo hacer. Sólo dile que venga.

Mi hermano asiente y luego de besar mi frente, sale de la habitación junto a Tara. Esto es una locura y sé que me voy a arrepentir muchísimo, pero tengo que hacerlo para poder sanar. Para que ambos podamos hacerlo.

La puerta se abre y Zac entra de manera cautelosa. Se ve perfecto aún con su rostro contorsionado por el cansancio, pero sabe que algo me pasa porque veo el debate detrás de sus ojos castaños.

—Bonita, sólo dilo.

Mis muros se derrumban en ese instante y comienzo a llorar con desesperación. No quiero dejarlo, no puedo, pero mi corazón no tiene voz de mando ahora y mi cerebro ya tomó esta estúpida decisión.

  —Zac, no puedo hacerlo. No puedo hacerte feliz.

Los sollozos siguen su curso con más intensidad que antes y en menos de lo que puedo reaccionar, lo tengo frente a mí, secando mis lágrimas.

—No sé porque dices eso, pero es una maldita estupidez. Tú eres todo para mí, Em y no tienes idea de lo feliz que soy contigo.

—Pero también te hace feliz tu profesión y yo no quiero arruinarlo.

Zac suspira mientras niega rotundamente.

—¿Qué intentas decirme? Ya rechacé todo eso, quiero mi vida contigo, amor.

Un nuevo llanto me azota, es que lo quiero tanto, pero sé que el amor no es suficiente y necesito detener esta amargura que crece cada día un poco más.

—Debo estar sola, Zac. —Me observa con sorpresa y dolor en sus ojos—. Al menos debo intentarlo y tú tienes que llamar a ese patrocinador y seguir tu sueño… —Él sigue negando a medida que voy hablando—. Te amo más que a nada, pero necesito que estemos separados por un tiempo, debo ver por mí y tú por ti para poder sanar…

—¿Cuánto? —pregunta con la voz entrecortada.

—Zac. —Intento tocarlo, pero me aparta con sutileza.

—Dime cuánto tiempo necesitas —suplica. Me odio con todo en este momento.

—No se trata de cantidad de meses, sino de mi salud mental y la tuya. Quiero que seas libre de hacer lo que te gusta sin tener que preocuparte por mí.

—Te amo con locura, Em. No puedes pedirme que me aleje y te olvide sin más. Sí quieres que vaya a Norteamérica y pelee, lo haré, pero quiero saber que al regresar a casa tendré a mi chica esperándome.

Como puedo, estiro mis brazos hacia él y esta vez no me aparta. Lo necesito, anhelo su contacto y me duele el sólo pensar que no lo volveré a tener.

—Me iré con Aiden y Tara por seis meses —anuncio esperando su reacción.

Zac se separa de mí lo suficiente para mirarme a los ojos y lo que veo no me gusta.

—¿A dónde? —Acaricia mis pómulos y mis ojos se cierran ante la bonita sensación.

—África, mi hermano abrirá un programa para brindarle educación a los niños menos privilegiados y me propuso esto. Necesito hacerlo, Zac.

El asiente con el corazón destrozado y me detesto por ver el sufrimiento que le estoy causando. Tal parece que soy como la perra de Camile después de todo.

—Estoy seguro de que lo harás genial.

Sonríe a pesar del dolor y vuelvo a hundirme en sus fuertes brazos.

—Quizá en seis meses vuelva y si estás disponible podríamos salir…

—Lo estaré —afirma arrancándome una sonrisa—. ¿Puedo besarte una vez más?

Asiento sin pensarlo dos veces y él no tarda en besarme con dulzura. Su boca acaricia la mía y se memoriza cada sensación. Acaricio su oscuro cabello y él suspira entre besos. Cuando nos apartamos, nos miramos por varios segundos y esperamos a que se regularice nuestra respiración.

—Lo siento —susurro rompiendo nuestro hechizo de amor.

—Te esperaré, Em —promete—. Siempre lucharé por tu amor.



Pues es todo... No puedo explicar lo que me costó escribir el final de esta historia. Es terminar una etapa también y siento que crecí mucho como escritora también. Estoy escribiendo el epílogo que espero poder publicar mañana.
Muchas gracias por todo el apoyo a lo largo de FIGHTOVE y en todo lo que hago. Muchísimas gracias por leer esta hermosa historia y espero que el capítulo final haya cumplido sus expectativas, veremos que sucede con el epílogo ❤ Los leo...x

واصل القراءة

ستعجبك أيضاً

67.5K 2K 50
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"
71.6K 6.1K 27
Becky llega a la Universidad con su novia friend Y le toca sentarse con freen Qué es una chica interosexual Y tiene fama De usar a las chicas pero po...
1.6K 259 33
Louis Gerald Train es un chico que está en su último año de Colegio, en uno de los colegios más prestigiosos del país, el Colegio Apple White. En est...