Finalmente mi estadía en el hospital había llegado a su fin. Con un cambio de ropa y a un chico de cabellera dorada esperándome terminamos por salir de aquel edificio. Había prometido ir al circo una vez saliera de aquel sitio, sin embargo el chico que me acompañaba tomo otro rumbo.
- oye Popee, el circo queda por allá -señale hacía la dirección
Popee: no íbamos al circo
- ¿no?, ¿entonces a donde vamos?
No obtuve respuesta, simplemente el rubio me tomo de la mano, me llevo a una plaza y finalmente a un cine
- ¿un cine? -mencione sorprendida, pero feliz- ¿y esto a que se debe?
Popee: bueno, hace años que no tenemos una cita -me miro con una sonrisa, provocando un pequeño sonrojo mio- ¿vas a querer palomitas?
- claro
Compramos nuestras palomitas y finalmente entramos a la sala en donde nos sentamos casi en las ultimas filas, pues estas tenían una mejor vista hacía la pantalla. La película comenzó, mas no pude disfrutarla, ¿por qué?, sencillo.
Mañana sería el cumpleaños de Popee, y quería obsequiarle un buen regalo, sin embargo no tenía idea el que podría ser. Después de todo lo que ha pasado, quiero obsequiarle algo que de verdad aprecie.
Popee: ___
- ¿eh?, ¿si? -salí de mis pensamientos- perdona, me distraje un momento, pondré atención ahora
Popee: la película termino hace rato
- ¿eh?
Esos pensamientos me distrajeron tanto que no me dí cuenta del momento en que había terminado la película y comenzado los créditos.
- ya..., ¿termino?, ¿en que momento?, hace tan solo un segundo estaba por comenzar
Popee: quiere decir que no viste la película -comenzó a reír
Le di un pequeño golpe en el brazo por burlarse de mi, aunque después comencé a reír junto con el.
Al salir de las salas de cine nos dirigimos hacia un restaurante, pues según el rubio aun era demasiado temprano para ir al circo. Pedimos nuestra orden y esperamos un rato mientras conversábamos.
- ya son las 4 de la tarde, ¿no deberíamos haber estado en el circo desde la 1?
Popee: no, les dije que iríamos como a las 5
- de verdad querías una cita conmigo, cierto -mencione alegre
Popee: por supuesto engendro
Nuestra orden llego, y mientras comíamos volví a pensar en que regalo pudiese darle, tampoco era como si no se me ocurriese nada, de echo, tenia mil ideas de los obsequios que serian buenos para el, sin embargo ninguno me convencía del todo.
Popee: ¿no te gusto la comida?
- ¿que? -le mire consternada
Popee: llevas un rato mirando el tazón, solo has comido un bocado
- ah, no, si, me encanto, esta delicioso -mencione con un poco de nervios
Popee: ¿que sucede engendro?, estas muy distraída, ¿en que piensas?
- nada importante, lo siento, ya no me distraeré tanto
Después de aquello, nos dirigimos finalmente al circo, como había sido planeado desde un inicio. Al llegar nos recibieron con confeti, serpentinas y globos que adornaban el lugar.
- ¿y esto? -pregunte sorprendida
Marifa: es una fiesta para los dos
- ¿una fiesta?, ¿por qué?
Keda: porque finalmente saliste del hospital
Papi: ademas también celebramos el cumpleaños de Popee
- su cumple.. ¡¿que?!, ¡¿es hoy?!
¿Había confundido las fechas acaso?, podría jurar que era mañana. Eso podría explicar lo de la cita. Me sentía apenada por haberlo olvidado por completo, y haber confundido las fechas, por lo que me iba a disculpar y a felicitar a Popee, sin embargo, Marifa me sujeto de la mano y me saco de aquel lugar.
Marifa: ven conmigo
- ¿a donde vamos?
Marifa: no le has dado un regalo aun a mi hermano, ¿verdad?
- ah, no, aun no
Marifa: excelente
Me llevo hasta su habitación, en donde cerro la puerta y me miro con emoción, a la vez que parecía tramar algo, cosa que llego a asustarme.
Marifa: tu y yo le daremos un mismo regalo -se acerco a mi intimidante, y comencé a retroceder por impulso- quítate la ropa -ordeno con emoción
- ¡¿que?! -me sonroje por aquello tan repentino dicho por la albina
No obstante se dirigió a su guarda ropa y saco de este un kimono muy lindo y me lo entrego, pidiendo que me lo pusiera. Se veía muy hermoso y no pude negarme a su petición
Después de ponerme aquel kimono, Marifa procedió a peinarme y seguido de eso me coloco un enorme moño en la cabeza
Marifa: perfecto, nuestro regalo esta listo
- pero
Marifa: bien, debemos irnos, que nos están esperando
No pude objetar nada, y simplemente volví a acatar las ordenes de la albina, regresando sigilosas donde se encontraban los demás. Marifa me pidió que esperase un momento fuera del sitio y que en cuanto me hablara entrara al lugar.
Marifa: perdón a todos por habernos ido así de repente, pero -llamo la atención de los presentes- hermano, ___ y yo tenemos un regalo para ti que se que te va a encantar, pero no te emociones demasiado -le guiño el ojo
Aquel mencionado simplemente miro serio a su hermana menor, mientras estaba sentado en la mesa junto a su padre y hermano con quienes momentos atrás conversaba.
Marifa: ___ ya puedes entrar
Acate las ordenes de la chica y con un poco de nervios y vergüenza me adentre al lugar con la mirada baja y un sonrojo muy notorio. Aquellos hombres que se encontraban ahí me miraron sorprendidos.
Papi: ese kimono
Keda: el kimono de..
Marifa: ¿que les parece?, se le ve muy bien, verdad
- sabia que era una mala idea -mencione por lo bajo
Popee se levanto y camino hasta mi, entonces me rodeo con uno de sus brazos y menciono:
Popee: perfecto
Pasamos la tarde juntos, hasta que llego la hora de irme, Popee se ofreció a llevarme, Papi nos presto su coche y mientras conducía pensé en disculparme por haber confundido la fecha de su cumpleaños.
- Popee -llame su atención- perdóname por haber olvidado tu cumpleaños, de verdad pensé que era mañana -mencione apenada, pues no había preparado nada, ni siquiera tenia un regalo
Popee: no lo olvidaste, en realidad si es mañana
- ¿enserio? -me sentí aliviada pero confusa
Popee: si, pero suelen celebrarlo un día antes -respondió con desdén
- ¿por qué?
Popee: porque piensan que así será sorpresa
- ¿es por eso que tardamos en ir al circo?, por lo que veo no te gustan mucho las fiestas
Popee: en paste es por eso, pero también quería pasar tiempo contigo, después de todo lo que ocurrió..
- fue como una pesadilla -solté un gran suspiro pesado- pero ya todo termino -sonreí
Popee: bueno, aun hay algo mas
- ¿algo mas? -pregunte consternada
El auto estaciono frente al edificio, habíamos llegado a nuestro destino, Popee tomo aire y finalmente me miro
Popee: te prometí que no dejaría que algo te pasara de nuevo, así que -aunque no lo expresara se le notaba nervioso- quisiera, quiero, me gustaría que
- ¿que? -sonreí al verlo así de nervioso, pues no era común en el
Popee: que viviéramos juntos -soltó finalmente
- ¿quieres que regrese a vivir al circo?
Popee: si, no, no, en el circo no
- Popee creo que no comprendo -reí consternada
Popee: me refiero a.., ¡agh!, vivir juntos, solo tu y yo pero no en el circo -un notorio sonrojo se formo en su rostro- escucha, conseguí un departamento cerca del circo y de la universidad donde podríamos vivir
- ¿te refieres a dar finalmente ese paso? -me sonroje por aquello tan repentino
Popee: si -me miro fijamente- no dejare que nada te pase de nuevo, te protegeré con mi vida si es necesario, por eso quiero vivir contigo, ¿que dices?
- si quiero -sonreí- me encantaría
Popee: estupendo -sonrío a la par
- entonces, ¿cuándo hacemos la mudanza?
Popee: mañana mismo