CHAPTER VI
( evie, you're truly dumb! )
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AÚN EN LAS GRADAS, AGNYS IGNORABA lo que Kiara le contaba emocionada, dejó de escucharla cuando escuchó la palabra "tarea". Sus ojos pasearon por el campo, viendo como Doug se sentaba cerca de ellas y como Ben salía del bosque, pero ya sin la compañía de Carlos.
Oops, creo que el pequeño perrito se lo comió, pensó sonriendo levemente.
Sin embargo, su sonrisa se esfumó al ver a Evie con su mano junto a la de Chad, mientras se dirigían debajo de las gradas en las cuales se encontraba sentada; por lo que no pudo evitar escuchar su conversación.
"¿Todas las chicas de la Isla son tan lindas como tú?".
"Quiero creer que soy la más bella del reino", reconoció la voz de la peliazul. "¿Hay muchos cuartos en tu castillo?"
"Demasiados para contarlos".
El suspiro enamorado no se hizo esperar, haciéndola rodar sus ojos.
Por un momento se quedaron en silencio, confundiéndola, pero Chad volvió a hablar.
"¡Qué bien resolviste el problema de química hoy! Todos los nerds se enamorarán de ti".
"No soy muy inteligente"
— Aquí vamos otra vez...— susurró para sí misma la diosa.
"¡Oh, vamos!"
"No, es verdad. Pero soy buena cociendo, cocinando y limpiando; como tu mamá, pero sin los harapos."
Rieron, dándole ganas de vomitar.
"¿Ves esto? Si pregunto dónde está algo, lo averigua."
"¿Bromeas?"
"No."
"¿Dónde está mi teléfono?"
No funciona así, estúpido.
"No funciona para ti."
"No importa, mi papá me comprará uno nuevo."
"El Príncipe Encantador"
"Sí."
"Y Cenicienta."
"Sí."
"Y el Hada Madrina. Oí que, si varita está en un aburrido museo, ¿la dejan siempre ahí?"
Ni corta, ni perezosa. ¿Eh, Evie?
"Me encantaría hablar más, pero estoy ocupado. A menos que..."
"A menos que..."
"Si haces mi tarea junto a la tuya, tal vez podría acompañarte y charlar."
"Está bien."
"Gracias, belleza."
Retiro lo dicho, Evie sí eres tonta.
Doug se agachó para poder hablar con la peliazul.
— Fue inevitable escuchar...
— ¿Estás acosándome? — le preguntó molesta.
— En realidad, sí.
Agnys no pudo evitar meterse en la conversación, agachándose de igual forma.
— Hablas muy alto, querida— le dijo para luego girarse a Doug—. ¿Y en serio acabas de admitir que la acosas?
— Bueno...
— Creo que tú eres el que necesita las clases de Bondad— señaló provocando que Evie le sonriera, aunque no pudo verla por mirar mal al chico.
— Volviendo a lo que iba a decir, yo también tengo una fascinación por la varita del Hada Madrina, lo cual es otra razón para esperar con ansias la coronación— dijo bajando de las gradas para quedar frente a Evie—. Podríamos juntarnos para hablar de sus atributos.
— ¡Corre, chica! — le murmuró Agnys.
— ¿Entonces la usarán en la coronación? — la ignoró.
— Sí, y quisiera que fueras mi cita.
— Oh por Hades...
Evie tan solo le sonrió para luego irse, la diosa estaba por amenazar al muchacho, cuando su nombre fue exclamado a lo lejos.
Molesta por la interrupción volvió a sentarse, viendo que Kiara ya no estaba junto a ella y encontrándose con Zahid junto a un chico desconocido.
— Estuve buscándote por todos lados, eres una pequeña escurridiza— le dijo llegando junto a ella.
— Nos distrajimos con el entrenamiento de Tourney— dijo el castaño, ganándose un golpe de la chica—. ¡Au! Pero es cierto, Zahid no podía dejar de mirar a Jay.
— Sabes que es el hijo de Jafar, ¿cierto? — le preguntó Agnys divertida con la situación.
— Sí, lo sé. Lo odio— respondió para luego cambiar de tema—. Puedo ayudarte con tu cabello ahora si quieres, además tu uniforme ya está listo, Peyton y yo nos dirigíamos a mi habitación.
— ¿Peyton?
— ¡Oh, perdona! — exclamó el muchacho—. Yo soy Peyton, hijo de Peter Pan y Wendy.
— ¿Tu tampoco quieres crecer? — le preguntó con una sonrisa burlona.
— Eso es ofensivo— contestó provocando las risas de las chicas.
— Sabes, conozco al hijo de Garfio. Él te comería vivo.
— Bueno, dile que lo espero con ansias— le guiñó el ojo.
La peliazul abrió su boca impactada por la confesión, dejando salir una gran carcajada.
— Si lo veo nuevamente, se lo diré— asintió mientras se levantaba de las gradas para hacer su camino hacia la habitación de Zahid—. Aunque no creo que pase, desde pequeños que me persigue por toda la Isla, realmente está obsesionado.
Peyton la detuvo para verla sorprendido.
— ¡Girrrlll!
Los tres rieron mientras se alejaban del campo de deporte.
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Jay entró emocionado junto a Agnys al cuarto de las chicas, ambos con sus uniformes puestos del equipo de Tourney y las Animadoras respectivamente.
El resto comenzó a reír por la emoción el muchacho y la cara molesta de Agnys, Evie estaba por decirle algo, pero ella la interrumpió.
— No te atrevas a decir algo— la amenazó señalándola con el dedo.
— Solo iba a decir que se te ve lindo, ¡y recuperaste tu cabello!
La diosa se quedó sin palabras, por lo que rodó los ojos y se acercó a Mal, cuando en realidad quería sonreír como una tonta.
— ¿Qué estás haciendo, pequeña...? — le preguntó acostándose a su lado, pero se detuvo al ver el rostro de Mal ante lo que le estaba por decir—. ¿...uva podrida?
— Estoy perfeccionando cada hechizo de este libro, luego de lo de Jane.
— ¿Entonces su plan no funcionó? — preguntó Jay.
— ¿Crees que estaría haciéndolo si no fuera así?
— Alguien está de mal humor— se burló Carlos.
— Y esta vez no soy yo— dijo Agnys levantándose para ver de cerca al perro junto al peliblanco—. Deberías agradecerme, yo provoqué que este perro te corriera.
El chico la miró serio antes de reír levemente.
— ¡Mi mamá cuenta conmigo! ¡No puedo decepcionarla! — siguió Mal.
— Podemos hacerlo si trabajamos juntos— dijo Jay haciendo que Agnys frunciera el ceño.
— No regresaremos hasta lograrlo, porque somos malos...
— De corazón— terminaron, mientras Agnys bufaba.
Realmente eran un chiste malo.
— Oh, el Hada Madrina usará la varita en la coronación de Ben a la que iremos y yo no tengo nada para ponerme— dijo Evie tristemente.
— ¿No se los dijiste? — preguntó la peliazul furiosa provocando que su cabello volviera a flamear.
— ¡Cuidado con eso! — le dijo Carlos alejando al perro de ella—. ¿No te habían hecho algo para que dejara de encenderse?
— Sí, pero ahora solo lo hace cuando esté realmente enojada.
— Es decir, todo el tiempo— se burló Jay.
Un golpe en la puerta los interrumpió.
Ben apareció en la puerta, abierta por Mal, con una gran sonrisa.
— Hoy no los vi, me preguntaba si tienen alguna duda o hay algo que necesiten— comenzó a hablar.
— No que yo sepa— le contestó la pelimorada para luego recordar—. ¿Es cierto que todos iremos a tu coronación?
— Sí, irá toda la escuela.
— Vaya, eso es emocionante. ¿Crees que los cinco podamos sentarnos en primera fila junto al Hada Madrina para que se nos pegue la bondad?
— Ojalá pudieran, adelante solo estoy yo, mis padres y mi novia.
— ¿Y tu novia?
— Sí, lo siento.
— De acuerdo, gracias— terminó Mal cerrando la puerta en su cara y dejándolo con las palabras en la boca. — Creo que haremos que Benny Bú consiga una nueva novia.
Agnys sonrió finalmente su pequeña hermanita estaba comenzando a estar a la altura de la misión.