CHAPTER XIII

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CHAPTER XII

( it's destiny, my queen! )

( it's destiny, my queen! )

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LOS HABITANTES DE LA ISLA DE LOS PERDIDOS se corrían de su camino al verlos ir hacia su dirección en la oscura noche, los tres villanos no les daban ni una segunda mirada al pasar por su lado, haciéndose notar y respetar. El muchacho de mechas rojas jugaba con la carta del As de Corazones entre sus hábiles dedos, gracias a su gran destreza y sigilo, propias del mejor ladrón de la Isla. La muchacha de mechones fucsia se limaba sus largas uñas negras, mientras miraba atenta a cualquier movimiento en su contra. Y, por último, pero la más importante en esta historia, la líder peliazul los guiaba por las oscuras calles sin detenerse, provocando pavor y miedo en su andar.

Toda la Isla, o al menos los que tenían una pantalla, vieron la Coronación y sabían perfectamente lo que había ocurrido. Sabían que Agnys había luchado con uñas, dientes y fuego por ellos; para luego terminar traicionada por los suyos. La admiraban.

Estaba de más decir que el grupo de la diosa dominaban la Isla, aún más cuando la banda de perros falderos de Mal ya no estaban para hacerles la guerra. Oh, la perfecta Mal.

¿Cómo describir a la traidora pelimorada que arruinó la oportunidad de liberarlos a todos?

Ahora la antigua villana era la novia oficial del "perfecto" Rey Benjamin, asistiendo a reuniones con los otros Reinos, dando largos discursos civilizados y comiendo fresas con su enamorado.

Pura mierda.

Siempre diciendo que se preocupaba por la Isla, por su gente. Pero vaya sorpresa verla transformada en una puta princesita de cuarta, con su ahora rubio cabello, que ocultaba su "oscuro" pasado. Aquella falsa villana que arruinó el plan perfecto por un par de ojos bonitos. De tan solo pensarlo, a la diosa le daban ganas de vomitar.

Pero esa era la realidad, Agnys se encontraba nuevamente en la Isla con sus fieles amigos y con un pueblo que liderar hacia la libertad.

¿Qué?

¿Acaso creyeron que la Diosa del Inframundo se quedaría de brazos cruzados?

Pues piénselo dos veces.

Su plan estaba en proceso y ésta vez, nadie podría detenerla en su cometido. Pero primero debía encontrar la forma de salir de aquella asquerosa masa de tierra flotante, a la cual llamaba hogar.

El trío entró al edificio abandonado al cual se dirigían desde un principio, aunque siendo sinceros, todos los edificios de la Isla parecían abandonados. Rodearon la entrada principal, la cual se encontraba cerrada con tablones de madera, para dirigirse al callejón del costado izquierdo. Un oscuro y delgado pasillo que apenas cabían los tres. La peliazul dio la señal, silbando la melodía inventada por ellos, para que segundos después una escalera hecha con sogas y diversos materiales para sus escalones, fuera tirada por la ventana del tercer piso.

AGNYS | descendantsWhere stories live. Discover now