Tocaron a la puerta, justo en el momento en que José Miguel sentía que sus partes más vulnerables aumentaban su volumen, era lógico, la mujer que tanto deseaba estaba sentada justo allí, casi dándole la espalda.
Se vino un segundo golpe ...
Valentina se separó y abrió los ojos.
José Miguel: no abras, no después de estar aquí conmigo.
Valentina: pero y si es importante?
José Miguel: no lo creo, que podría ser? Los niños aun duermen.
Valentina: y si son ellos?
José Miguel: Ya habrían derribado la puerta o estarían gritando "Mamá, papá" ...
Esa imitación hizo reír a Valentina a carcajadas.
José Miguel: ya dejaron de tocar.
Valentina se dio la vuelva y se sentó frente a su amado de manera que sus piernas estaban entrelazadas bajo la espuma, él la besó de nuevo.
Vino un tercer golpe...
Señora Valentina, ya está lo que me pidió para cenar.
Valentina abrió los ojos nuevamente.
Valentina: Gracias!! Puedes por favor despertar a los niños mientras nos preparamos para sentarnos a la mesa?
Maria Helena: si señora, enseguida.
Valentina: Gracias!!
José Miguel: no pensaras dejarme así?
Valentina: no quieres cenar?
José Miguel: si, pero podemos adelantar el postre?
Valentina: estás loco, vístete vamos.
José Miguel: es que no quiero, cenemos aquí.
Valentina: claro que no, vamos a hacerlo como una familia normal en la mesa con nuestros niños, quita esa cara, sabes perfectamente que mientras esos dos traviesos estén despiertos tendremos interrupciones así que en cuanto se duerman retomamos, que te parece?
Valentina salió de la bañera, José Miguel se quedó congelado observando cada detalle de su desnudez.
Valentina: se puede saber por qué, me ves así?
José Miguel: es que no puedo creer que todo eso sea de mi propiedad.
Valentina: tu propiedad?
José Miguel: si, es más fíjate, hasta me sentí un poco celoso cuando tuve que compartilas con los niños.
Valentina intento disimular la risa pero no pudo.
Los dos rieron a carcajadas.
Valentina tomó una toalla la enrollo alrededor de su cuerpo y se fue a la habitación; José Miguel un tanto resignado hizo exactamente lo mismo.
Los niños despertaron muy hambrientos.
José Federico: que vamos a cenar?
Maria Helena: bueno, tenemos unos tacos de pollo con agua fresca de limón.
Cecilia Benita: y el postre?
Maria Helena: lo siento cariño, su mamá me ordenó algo ligero.
Los niños cruzaron sus brazos algo inconformes.
José Federico: pero puedo poner otra tortilla para mi?
Maria Helena: después de que comas la primera, no quiero que después dejes el plato llenó de sobras.
José Federico: le prometí a mi mamita que comería bien.
Cecilia Benita: si yo también, aunque me duele un poquito la pancita.
José Federico: seguro es por los dulces que nos comimos.
Maria Helena: muy cierto, seguro se pasaron.
El celular de Valentina sonó, Cecilia Benita lo tomó pues estaba sobre la mesa del comedor donde ella y su hermano aguardaban a sus papás.
"Cecilia Benita: bueno? Bueno, gritaba la pequeña sin obtener respuesta.
Del otro lado se podía escuchar la respiración de una persona."
José Federico: déjamelo a mí.
"José Federico: Holaaaaa!! Holaaaa!!"
Que pasa?
Dijo Valentina que acababa de llegar de la mano de José Miguel, al ver a sus hijos insistentes.
Cecilia Benita: sonó el teléfono de papito, pero nadie habla.
José Miguel: tomó el teléfono y cuando iba a hablar se cortó la llamada.
Valentina: quién era?
José Miguel: No lo sé, no conozco ese número, pero bueno a lo mejor es numero equivocado, vamos a cenar?
Los 4 se sentaron a la mesa a cenar como la hermosa familia que eran.
Mientras tanto en San Pedro de las Peñas...
Están juntos, pero en dónde? Se preguntaba a si misma Martina cuando fue a pagar por su llamada en una tienda de abarrotes; sabía que si llamaba directamente de su celular a José Miguel este no dudaría en colgarle de inmediato.
Horacio y Gabi cenaban con Sandra Y Felipe respecto a si debían poner al tanto a Valentina y José Miguel del regreso de Martina al pueblo.
Sandra: yo creo que es mejor prevenirlos, no se vayan a encontrar con una desagradable sorpresa a su regreso.
Felipe: pero por otro lado, si les dicen ahora no van a estar tranquilos y arruinaran sus vacaciones.
Gabriela: por eso mismo hemos dudado tanto en hablar.
Horacio: pues investiguemos que pretende; Mi amor tu sabes a donde la trasladaron la última vez, igual y podrías llamar a lo mejor consigues algo de información.
Gabriela: si, pero tendré que esperar hasta mañana.
Sandra: bueno pues esperamos, esta vez esa estúpida no va a fastidiar a nuestros amigos.
Don Ernesto e Isabel cenaban muy a gusto en la capital, tocaron a la puerta, era Leonor, los 3 eran muy buenos amigos, así que compartieron la cena mientras hablaban de Valentina y José Miguel y la sorpresa del perrito para sus pequeños.
Isabel: los niños van a amar ese perrito.
Leonor: si! Lo han pedido mucho, son muy buenos y se lo ganaron.
Ernesto: que suerte que vivan en una hacienda y estén rodeados de animales.
Leonor: es el mejor ambiente para su salud, sé que cometí muchos errores con mi hijo, uno de ellos alejarlo de la hacienda de su padre.
Isabel: pero nada puedes hacer para cambiar el pasado Leonor, lo que vale es el presente y el futuro y nuestros nietos están creciendo en el mejor lugar.
Los gemelos se cepillaban los dientes, estaban casi listos para la hora de dormir, pero el viento azotaba las ventanas de sus habitaciones y eso no los dejaba cerrar los ojos con tranquilidad; Sus padres acordaban con Francisco la salida del velero programada para el día siguiente, cuando los pequeños corrieron a su habitación y vieron que todo estaba en total calma se acomodaron y se durmieron.
Para cuando Valentina y José Miguel regresaron pudieron encontrar a sus pequeños ocupando su enorme cama.
Se vieron el uno al otro y sonrieron; Valentina tomó una de las colchas y los arropó.
-supongo que no podremos retomar lo que dejamos hace rato, verdad? , dijo José Miguel en voz baja.
Valentina: no pongas esa cara, te prometo compensarte, además míralos, no son hermosos?
José Miguel: no cabe duda que fueron hechos con mucho amor.
Valentina: y empeño.
José Miguel: y como vamos a dormir tu y yo? no cabemos ni en sus camas.
Valentina: bueno, hay espacio en los extremos, así que tú ve de ese lado y yo del otro.
José Miguel: quería abrazarte.
Valentina: tendremos muchas oportunidades.
Alonso cenaba en compañía de su novia e hijo.
Alonso: estás muy callada.
Analia: es que por un momento me quedé pensando.
Santiago: en mi papá verdad?
Analia: no santi! Me preocupa la presencia de Martina.
Alonso: crees que haga algo en contra de José Miguel?
Analia: más bien contra Valentina, está furiosa, sé que jamás le haría algo a José Miguel porque lo quiere pero con ella no se va a tocar el corazón, si ya intento atacar a sus hijos nada bueno puede esperarse,yo no pude hacer nada esa vez, tengo que impedir a toda costa que intente separarlos de nuevo...