Capitulo 97

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Cada vez más cerca del final....



José Miguel se acercó y olió la comida.

José Miguel: los camarones se ven y huelen  muy bien.

Gabriela: aléjalos de mí.

Gabriela se levantó y corrió para vomitar, Valentina la siguió.

Horacio al ver eso, tomó el plato y probó.

Horacio: oye, esta delicioso, estas dos están bien locas.

Valentina: estás bien?

Gabriela: si! Creo que los camarones están muy condimentados.

Valentina: es posible, su olor no era muy agraciado.

Gabriela: bueno nunca te van oler bien, no te gusta la comida de mar.

Valentina:  tienes razón, nunca la he soportado, ni siquiera cuando Benita intentaba hacermela comer cuando era niña, siempre la descubría, pero tu rechazo es diferente.

Gabriela: por que? me extraña, se trata de mi comida favorita.

Valentina: pero estas embarazada, es lógico que percibas los olores con mayor fuerza, a veces hasta tu comida favorita se convierte en algo que no puedes oler ni a metros.

Gabriela: pero cuando esperaba a Isabela jamás rechacé ese plato.

Valentina: a lo mejor porque no todos los embarazos se comportan de la misma manera.

Gabriela: tienes razón, la verdad no quiero que Horacio piense que no disfruto de la cena.

Valentina: no puedes hacer un pequeño esfuerzo? podrías comer un poco.

Gabriela: si me ayudas.

Valentina: ahh no, conmigo no cuentes jajajaja

Gabriela: haré mi mejor esfuerzo,  pero si no estás muy hambrienta me guardas un poco de tu cena?

Valentina río frente al comentario de su amiga.

José Miguel probó también los camarones y no encontró nada raro tan así que siguió comiendo olvidando que no era su plato.

Mientras Gabriela se reponía con ayuda de Valentina  Horacio y José Miguelse acabaron los camarones.

Gabriela y Valentina regresaron con ellos.

Gabriela: perdón es que de repente, el olor no me agradó mucho, ando más sensible, es por el embarazo,  pero deben estar deliciosos, dámelos, quiero comer un poco.

Horacio: ay mi amor, pues después de ver tu cara quise comprobar como estaban tus camarones y...  no te vayas a enojar pero teníamos tanta hambre y estaban tan ricos que nos los comimos.

Gabriela y Valentina empezaron a reír.

Valentina: y mis Chilaquiles?

José Miguel: de esos si hay, toma Gabi, come los míos después de todo me acabé tu cena.

Todos se vieron entre si empezaron a reír.

Los niños dormían, Leonor le pidió a Francisco que llevar a su nieto a su habitación, dejando en la cama enorme a Cecilia Benita e Isabella.

Coquito también cenó y se quedó dormido a los pies de la cama de José Federico.

Después de la graciosa cena, se dispusieron a brindar:

José Miguel: brindo porque nuestros matrimonios sean para siempre y nuestros hijos sean muy felices.

Horacio: pos yo brindo porque mi nuevo hijo sea un varón.

Los demás vieron extrañados a Horacio.

Gabriela: yo quiero brindar porque mi hijo venga sano sin importar si es niño o niña.

dijo Gabriela observando un tanto indignada a su esposo.

Empezó a percibirse un ambiente pesado.

Valentina: porque no bailamos? la música que suena es hermosa.

Gabriela: yo prefiero ir a caminar un poco.

José Miguel le hizo señas a Horacio para que la acompañara.

Horacio: yo voy contigo, ya regresamos.

Valentina: ojala no se peleen por algo que ninguno puede controlar.

José Miguel: si! mientras arreglan sus diferencias yo quiero bailar contigo.

José Miguel tomó a su esposa por la cintura y juntos empezaron a bailar muy lentamente abrazados, ella lo tomaba del cuello y él se apoyaba en su cintura,sus pasos eran iluminados sólo por la luz que la luna irradiaba en aquella noche especial.

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora