،، ·₊̣̇. 𝐋𝐈𝐄𝐒 | act one !
◝ ៹࣪ 𓍢 𝅄 yule ball ָ ֙⋆ ་
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El Torneo de los Tres Magos se celebró en Hogwarts ese año. Al principio fue emocionante; a Venus y a Cygnus les gustaba apostar sobre los posibles candidatos del colegio, después conocieron a más estudiantes de otras escuelas y todo marchaba bien, aparentemente. Al menos así fue hasta que Harry fue elegido como cuarto participante.
¿Se lo esperaba? No, pero tampoco le sorprendió en absoluto.
Desde el desastre que hubo en el campeonato de Quidditch algo le dijo que las cosas iban mal, pero prefirió ser optimista. Sin embargo, fue peor cuando sus padres se enteraron. Se armó un escándalo en Hogwarts, y durante un buen rato no se dejó de hablar de la tragedia de los Potter.
Y es que al principio Venus trató de ignorar que se hablara mal de su hermano por todos lados, pero cuando comenzaron a señalarla también, como si ella tuviera culpa, supo que definitivamente sería de todo menos un año tranquilo.
Luego de la primera prueba, su preocupación se calmó sólo un poco. Había notado que Harry realmente tenía oportunidades de salir vivo del asunto. Así que se convenció de que su mayor problema era no saber qué ponerse en el baile de navidad que celebrarían en Hogwarts.
La noticia del baile le había alegrado algo, pero deseaba que al menos una persona de su agrado la invitará. Sabía que no debía ser tan exigente con los chicos, pues con quien ella desearía ir no se lo había pedido y probablemente no lo haría.
Draco quería invitarla, pero en el proceso divagaba muchísimo. Sus excusas siempre eran algo parecido a que "no quería que Venus malinterpretara sus intencione". Quentin siempre le decía que debía ser rápido, pues alguien más seguro la invitaría y ella se cansaría de decir que no.
¿Se podía persuadir a Draco Malfoy? No, claro que no. Era tan terco, que casi fue placentero para Lupin verlo hacer un berrinche en el Gran Comedor cuando Edward, el ex novio de Venus, la había invitado y ella dudó demasiado su respuesta.
Luego de declinar la oferta del Gryffindor, Venus salió tras Malfoy. Estaba confundida, pero mantenía la esperanza de que él finalmente la invitará al baile. Aún si sólo iban como amigos.
Primero se encontró con el chico enojado, y él aseguró que se había molestado mucho cuando Edward había dicho un comentario echándole la culpa de su ruptura —culpa que sí tenía—, cuando según él, la razón habían sido los celos sin sentido del otro. Después le contó que él había tratado de invitarla tantas veces que había perdido la cuenta, pero que tampoco deseaba que hubiera malentendidos.
—¿Qué tipo de malentendidos, Draco? —preguntó la chica, con algo de curiosidad.
—Es que somos amigos y no me gustaría que tuvieras una idea equivocada de lo que pretendo invitandote. Sólo me gustaría que estemos juntos, porque me caes muy bien. —Cuando analizó sus palabras, fue demasiado tarde, y quiso darse la cabeza contra la pared—. Bueno, pero tampoco somos tan amigos.
Ella no tuvo tiempo para decepcionarse ni un poco, pues su última oración la dejó más confundida que antes.
—¿No somos tan amigos? —frunció el entrecejo—. ¿De qué carajos hablas?
—No, sí lo somos. —Suspiró fuerte, sintiéndose bastante tonto—. Mira, a lo que me refiero es a que me gustaría invitarte al baile. Y necesito que me perdones por ser tan cobarde como para no pedírtelo antes.
—Debiste ahorrarte el drama, Draco. Por supuesto que quiero ir al baile contigo, y no te preocupes... —se acercó a él, tomando su mano y alzando la cabeza para poder mirarlo a los ojos—. Entiendo que tú y yo sólo somos amigos.
La noche tan esperaba para ambos llegó rápido, y luego de que sus amigos abandonaran a sus parejas, y de que terminarán en una aula solitaria bebiendo dos botellas de whisky de fuego robadas —que por alguna extraña razón, Crabbe había conseguido—; la magia terminó cuando, debajo del muérdago en la sala común, arruinaron la oportunidad de besarse por primera vez.
—Me he divertido mucho hoy, Draco —murmuró ella, al pie de las escaleras que la llevarían a su habitación—. Has hecho de esta noche mi favorita.
Draco estaba nervioso, como nunca lo había estado.
—Fuiste tú quien volvió esta cita la mejor que he tenido —se acercó más—. Eres la chica más hermosa que conozco, ¿lo sabías?
—No creo que lo sea —Venus también acortó el espacio, mirando hacia arriba, pues él era muy alto.
Los ojos azules de Venus se desviaron hasta sus labios, casi sin querer. Pero miró arriba de sus cabezas luego de que el rubio lo hiciera.
—No sé si estoy demasiado ebria como para ver con claridad, pero me parece que eso es muérdago.
Sintió a Draco más cerca y volvió a depositar su total atención a él. Lo vio inclinarse un poco más hacia su persona, y juró que sintió que su corazón se saldría en cualquier momento si seguía golpeando así de fuerte su pecho. Draco cerró sus ojos con fuerza al sentir sus labios rozarse y desvío su camino hasta la mejilla de la chica, dándole un lento y arrepentido beso.
Se había detenido justo en el momento en el que comenzó a pensar en lo mal que estaba eso. No quería arruinar su amistad.
—Feliz Navidad, Draco. —Venus dijo en voz baja, separándose lentamente de él.
—Feliz Navidad, Sol.
Quizá ella había estado ebria, pero los recuerdos de ese día no la abandonaron por completo. A veces se decía que pudo haber sido sólo producto de su imaginación el casi beso, pero se negaba a preguntar algo al respecto.
Diciembre se fue, y aunque Venus volvía a él constantemente, pasó a ser poco relevante luego de lo que vino después.
Para la segunda prueba del torneo, nadie se esperó que Harry Potter tuviera que rescatar a su hermana desde el fondo del lago negro. Ni siquiera ella, ya que había tratado de negarse cuando le explicaron que a cada campeón le quitarían un tesoro. No era un secreto para nadie que los hermanos fueran de todo menos cercanos. Parecía más lógico que Ron Weasley ocupará su lugar.
No se dirigieron la palabra por un buen rato luego de eso, hasta unas semanas después, cuando ella le entregó unos deberes revisados por Snape.
—¿Por qué yo, Harry?
—No hay mucho de qué hablar, Venus. Eres mi hermana, y ya está.
Decir que eso no la había hecho sentir un poquito feliz e importante, era una mentira. Porque lo había hecho. Fue como un pequeño recordatorio de que no se despreciaban, tanto.
Claro que la poca calma se había ido al llegar la tercer prueba, ya que aunque parecía ser la más "tranquila", trajo como consecuencia la muerte de Cedric Diggory. Además de que, cierto Mago Tenebroso había vuelto, tratando de asesinar a Harry una vez más.
Siendo parte de la familia Potter, Venus supo que eso significaba que una guerra vendría. No sabía cuándo, ni cómo se darían las cosas, pero si de algo sí estaba segura, era de que el bando que tomaría la gente que amaba, no sería precisamente el mismo.
AUTHOR'S NOTE:
HOLA! Bueno, quiero decir que cambié todo el capítulo, agregando algunas cosas que conté en capítulos más adelante, pero aún así no hice todo tan detallado, así que habrá flashbacks por ahí. Por lo mismo de que el capítulo fue totalmente escrito desde cero, quiero informarles que así como he terminado con él, lo publique.
Me muero de sueño y me dormiré un ratito, así que más al rato vengo a editarlo, por si hay alguna falta de ortografía.
Ya saben que pueden seguirme en instagram o en tiktok, pues subo edits de mis fanfics de vez en cuando (sobre todo en instagram). Mi user es el mismo para ambas cuentas: dylpvrtridge.
btw si quieren pueden leer mis otras historias, byeee. <3
Itzel.