Keda: hoy se cumplen once años -menciono con nostalgia
- ¿once años? -pregunte curiosa
Keda: hoy hace exactamente once años fallecieron... -bajo la mirada- mis padres y... la madre de Marifa y Popee
- ah, oh.... -ahora comprendía el porque del comportamiento de Kedamono en estos últimos días, no se debía al dulce diablo, si no a algo mas profundo- ¿es por eso que has estado tan decaído?
Keda: s-si... -mencionaba con melancolía en su mirada mientras que sus ojos purpuras comenzaban a ponerse cristalinos
- porque... ¿porque nadie me dijo nada?
Keda: los demas solo quieren olvidar aquel suceso -bajo la mirada- pero por mas que lo intente no logro olvidarlo, aun... duele -se abrazo asi mismo mientras que lagrimas caían por sus mejillas
- Keda... -me acerque al pelimorado para secarle aquellas lagrimas- lo siento, de haber sabido yo -fui interrumpida
Keda: no, no te preocupes -alzo la mirada sonriendo sincero- supongo que ya era tiempo de contártelo
- ¿es por eso que vives aquí en el circo? -pregunte curiosa
Keda: asi es, mis padres y yo nos llevábamos muy bien con los Masuda
[Nota: el apellido de Popee, Papi y Marifa será Masuda pues es el mismo de su creador Ryuji Masuda XD]
- ya veo
Keda: solíamos pasar mucho tiempo juntos, reíamos, paseábamos o simplemente nos juntábamos todos para cenar, éramos como una gran familia -sonrió al recordar aquello, sonrisa que se desvaneció al recordar lo siguiente- pero un día mientras organizaban un campamento los tres fueron a comprar los víveres, mientas que Papi se quedaba a cuidarnos -suspiro profundo y mas lagrimas se hicieron presentes- cuando venían de regreso los impacto un trailer en un cruce, el impacto fue tal que mis padres, incluyendo aquel conductor que estaba ebrio murieron instantáneamente
- Keda... -lo mire con tristeza
Keda: la única que sobrevivió al impacto fue la señora Masuda, y al ir a verla al hospital como ultima voluntad le pidió a Papi que cuidaran de mi... luego de eso falleció, es por eso que vivo con ellos -trato de sonreír
Sin dudarlo mas tiempo me abalance hacia el pelimorado para abrazarlo lo cual provoco un pequeño llanto por parte contraria quien me abrazo con gran fuerza mientras sollozaba tratando de desahogar aquel sufrimiento.
- lo siento mucho Keda -di pequeñas palmadas en su espalda
Keda: a decir verdad le temía un poco a mi madre pero... a pesar de eso la extraño sabes -trato de detener su llanto
- no te reprimas, por hoy puedes llorar y desahogarte todo lo que quieras -le aconseje
Aquel chico aun solía ser muy sentimental, a pesar de tener ya diecinueve años. El recordar todo eso le había afectado, recordar un suceso asi de fuerte es algo doloroso tanto como para llorar. Sin embargo poco despues podía sentir como su llanto cambiaba, parecía ser que ahora sollozaba por algo completamente distinto pues el agarre de su abrazo igual cambio a uno mas fuerte, no comprendí aquello, pero preferí no preguntar y simplemente abrazarlo con cariño y en silencio, hasta que el pelimorado decidió romper ese silencio.
Keda: lo siento, perdóname -se disculpaba entre lagrimas
- ¿que?, ¿de que estas hablando? -me separe de el para mirarlo fijamente y con gran confusión
Keda: fue mi culpa -cubrió ambos ojos con las palmas de sus manos- yo ayude a Marifa, yo fui quien los encerró a ti y a Popee en el club de literatura, yo fui sus ojos, todo lo que pasaba en la universidad ella lo sabia atreves de mi, es por eso que ella lo sabia todo, y tambien fui quien la ayudo a buscar una persona para ver si podia separarte de Popee -confeso todo de un solo golpe
- ¿una persona? -cuestione
Keda: e-ese chico que conociste hace tiempo -su voz era temblorosa
- ¿te refieres a Kazuhiko? -pregunte sorprendida, pues ahora comprendía mejor el actuar de aquel castaño
Keda: a-asi es -bajo la mirada aun cubriéndose el rostro con ambas manos
- hay Keda..., asi que ella te utilizaba para eso -lo mire con tristeza
Keda: ella siempre sabe lo que dices y haces..., en tu departamento hay... micrófonos los cuales me obligo a poner, junto con... Eepop -limpiaba sus lagrimas
- ¿mi-crófonos? -mencione sorprendida
Ahora lo comprendía todo, esa era la razón por la que supo que iría al circo despues de aquella confesión por parte de la ojiazul, pues seguro el dulce diablo le habia ordenado decir la verdad. Tambien era la razón del porque en ocasiones la rubia no me dejaba decir ciertas cosas o me hacia señas de que guardara silencio, es por eso que siempre sabe que hacer para detenerme y cuando hacerlo.
Keda: perdóname __ -me miro con arrepentimiento
- Keda no fue tu culpa -lo tome de ambos hombros y lo mire fijamente, pues con aquellas confesiones ahora tenía el rompecabezas armado, solo debía convencerlo junto con la ojiazul para que confesaran todo al rubio- pero ahora necesito de tu ayudes para...
No termine de hablar pues una pequeña albina hizo aparición azotando la puerta provocando asi que ambos nos sobresaltáramos ante aquel acto, pues estábamos seguros que había escuchado nuestra conversación y las confesiones que había echo el pelimorado
Marifa: valla, valla, valla pero que emotiva charla tienen ustedes dos -nos dirigió una de sus sonrisas siniestras y mirada tétrica
Keda: M-Marifa -menciono con cierto miedo
- ¿que te sucede?, no puedes entrar asi como asi en la habitación de los demas -mencione molesta
Marifa: tu cállate quieres -cambio su mirada hacia Kedamono- y tu, con que revelando información eh -se acerco desafiante
Keda: l-lo siento, lo siento -se disculpo casi de rodillas
Marifa: de ti me encargare despues, ahora largo de aquí -señalo hacia fuera de la habitación
Keda: s-si -se puso de pie estrepitosamente
- no puedes correrlo, es su habitación -mencione mientras detenía al pelimorado
Marifa: dije largo
Y entonces aquel pelimorado se soltó de mi agarre y con gran velocidad salio de aquella habitación, dejándome asi a solas con el dulce diablo quien no dejaba de mirarme desafiante.
Marifa: no puedo creer que quieras tratar de detenerme después de todo lo que he echo por ti -se cruzo de brazos
- ¿lo que has echo por mi?, ¿y que es exactamente?, usarme como una marioneta para tu entretenimiento -respondí sarcástica
Marifa: te he ayudado para ver si eres digna de mi hermano o no, deberías agradecerme
- bueno gracias por hacer algo que nadie te pidió -le respondí de mala maera
Marifa: no seas insolente, no puedo permitir que mi hermano salga con cualquiera, lo entiendes verdad
Aquella albina caminaba hacía mi, acercándose de manera amenazante mientras que yo retrocedía y al hacerlo se me callo aquel prendedor que solía llevar conmigo, aquel prendedor que hace años atrás me había regalado Makoto, el cual llamando la atención de ambas. Me agache velozmente a recogerlo antes de que aquella albina quien parecía interesada por mi prendedor se adelantara y lo tomase primero
Marifa: ¿que es eso? -pregunto curiosa
- nada que te importe
Trate de esconderlo, o al menos mantenerlo lejos de su alcance, pero unos cuantos movimiento despues termino por arrebatarme aquel objeto el cual observo con detenimiento y segundos despues de haberlo analizado abrió ambos ojos como platos y frunció el seño.
Marifa: ¿cómo conseguiste esto?, ¿acaso lo robaste? -me pregunto con gran furia
- ¿que?, ¡no!, fue un regalo -respondí consternada al no entender aquella reacción por parte de la albina
Marifa: imposible -menciono sorprendida- ¿como?, ¿porque?, ¿cuando? -preguntaba con deseos de obtener una respuesta lógica que le hiciera comprender el como y el porque tenia aquel prendedor
- fue un regalo de cumpleaños que me dieron hace tiempo, cuando vivía aqui -respondí
Marifa: no puedo creer que el te haya dado esto -decia para si misa
- fue un regalo de... -fui interrumpida
Marifa: no, lo digas, esto es algo muy valioso ¿y mi hermano te lo dio a ti?, ¿asi nada mas?
- tu... hermano...? -respondí sorprendida pues pensaba que aquello había sido un regalo de Makoto
Marifa: no puedo creer que a alguien tan insignificante como tu le haya dado algo tan importante -mencionaba mientras volvía a mirar aquel objeto con detenimiento y tal vez un poco de nostalgia
- no estoy entendiendo nada, quisieras explicarme, ¿por qué te sorprende tanto que yo tenga ese prendedor? -pregunte finalmente, todo lo que decía mas aquellas reacciones por parte de la albina hacía un objeto común al cual ella lo cataloga como importante me consternaban completamente
Marifa: no lo entiendes verdad, ¿acaso el no te lo explico? -me escaneo con la mirada, intentando encontrar la respuesta a aquella pregunta, pero al ver mi rostro lleno de confusión dio un gran suspiro y finalmente dio una respuesta ante aquella interrogante- este -me mostro aquel objeto de entre sus manos- era el prendedor favorito de mamá
Mis ojos se abrieron como platos, por todo este tiempo en el que conserve aquel artilugio nunca imagine que llegase a ser tan valioso para aquellos hermanos. En todo este tiempo, nunca me detuve a pensar como es que ese prendedor brillante con colores verdosos y azules cristalinos había llegado a mi, mucho menos quien me lo había obsequiado, simplemente asumía que se trataba de Makoto ya que en aquel entonces era mi pareja.
Marifa: este prendedor ella lo llevo el día del accidente y fue de las únicas pertenencias que mi hermano y yo rescatáramos antes de que Papi desechara todo lo que tenia que ver con ella