Fairy Tail no me pertenece, es completamente de su creador Hiro Mashima, yo solamente los tomo prestados.
Lucy—dialogo.
Natsu—pensamiento o recuerdos.
"Happy"—hablando por lacrima de comunicación compacta.
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ʟᴀ ʀᴇɪɴᴀ ᴅᴇʟ ᴄɪᴇʟᴏ ʏ ᴇʟ ʀᴇʏ ᴅᴇʟ ɪɴꜰɪᴇʀɴᴏ
ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 2: ᴍɪꜱɪÓɴ
oooooooooooooooooooooo
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—Gracias Loke
—No hay de que Lucy, ahora si me disculpas. Se que tienen que desempacar y todo eso así que yo me retiro. Natsu —el pelinaranja observó con pesar al pelirosa pues sabía el trasfondo de aquel gesto de molestia que portaba el antes mencionado. Loke suspiró y repasó su vista por cada uno de los niños que estaban junto a Lucy —Si necesitan cualquier otra cosa especialmente si se refiere a los mocosos no duden en llamarme —mencionó antes de desaparecer y volver a su mundo. El mundo espiritual.
—Bien —Lucy se giró hacía sus hijos y les sonrió dulcemente — Solo hay dos habitaciones así que les toca compartir, por favor niños no quemen el lugar —rogó y los gemelos resoplaron mientras la pequeña rubia reía a carcajadas pues sabia que aquello lo decían específicamente por ellos. No por nada los apodaban gemelos desastres.
—No tienes de que preocuparte mamá, no volverá a pasar —aseguró la pelirosa y Lucy solamente le acarició la mejilla.
—Lo sé cariño, confió en ustedes, solamente se los recordaba —afirmó dulcemente la rubia. Siempre tan comprensible y dulce con sus pequeños ya no tan pequeños pues Haru y Nashi tan solo hacia un par de semanas habían cumplido la edad de 12 años, sonrió nostálgica al recordar lo rápido que pasaba el tiempo y como habían crecido sus hijos ya que incluso la menor de sus hijos ya no era una bebé indefensa —Preparare la cena, ustedes vayan desempacando.
El dúo de rubios más la pelirosa fueron escaleras arriba hacía la habitación para disponerse a desempacar sus pertenencias con una expectativa diferente de lo que seria su estadía en Magnolia ¿Regresarían a su vida en Bosco? ¿Qué era lo que le ocurría a su padre? o acaso ¿Podrían conocer Fairy Tail? Este ultimó era la idea que tenía la pequeña rubiecilla de ojos jade. Su sueño siempre había sido poder conocer aquel gremio protagonista de todas las magnificas e increíbles historias que se sabia de memoria, desde el día que escuchó por primera vez sobre las aventuras de Salamander y su equipo junto a todos los miembros del gremio le fascinaron y se volvió su meta encontrar aquel gremio aunque sus hermanos mayores dijeran que solo eran cuentos de hadas que había inventado su tío Loke para entretenerlos por las noches en su interior sabia que todas aquellas historias eran ciertas.
—¡La cena esta lista! —escuchó perfectamente la voz de su madre desde la cocina, bendito sean los sentidos de dragón Slayer. Bajo corriendo hacía la mesa junto a sus hermanos.
—¡Yo primero Haru-Nii! —gritó desde el comienzo de las escaleras y se deslizó por el brandar sobrepasando así a su hermano y llegando primera a la mesa.
—¡Eso es trampa Yen! — se quejó el rubio y tomo asiento a su lado. Lucy observaba divertida mientras servía la comida , siempre eran así de competitivos. Definitivamente la competitividad la llevaban los Dragneel en la sangre.
—Podrían dejar de hacer tanto escandalo y por el amor a los dragones Haru, como es posible que te dejaras ganar por una niña de ocho años —reprochó la pelirosa mientras le daba un bocado a su cena.
—Cállate Nashi que tu llegaste de ultimo.
—Solo porque así lo quise oxigenado —respondió desinteresada cosa que molesto aún mas a su gemelo quién estaba en frente y así se dio inicio a una nueva disputa entre los hermanos Dragneel y esta vez incluso la pequeña Yen estaba involucrada.
—¿Cuál es el alboroto?
La profunda voz del cabecilla de la familia bajando por las escaleras retumbo en toda la casa e inmediatamente los tres hermanos se miraron entre sí y luego voltearon su vista hasta su padre quien acababa de tomar asiento en la mesa y los observaba con cara de pocos amigos. Ese gesto de desagrado fue suficiente para que el trio no volviera a mencionar palabra en toda la cena. Por primera vez desde que tenían memoria su padre no hizo ninguna broma o contó algún chiste, comió en absoluto silencio. Un silencio tan profundo que incluso fue incomodo para la misma Lucy.
—Gracias por la comida —agradecieron al mismo tiempo y como alma que lleva el diablo subieron deprisa hacia sus habitaciones pues no soportaban estar ni un minuto mas junto a aquella persona que desconocían pues así no era su padre.
—Nat —las palabras murieron en la boca de la rubia pues el pelirosa acababa de adueñarse de sus labios — Natsu que te pa —nuevamente intento hablar pero era imposible, había colocado su mano izquierda detrás del cuello de la rubia haciendo el beso mas profundo e incluso demandante. Con la mano derecha libre lanzo la vajilla que tenia cerca y con una velocidad casi inhumana recostó a Lucy a la mesa posicionando su mano izquierda sobre el cuello de la rubia y de un zarpazo logro desgarrar por completo la parte de arriba de la vestimenta de su querida compañera —¡Natsu Dragneel! —exclamó Lucy al ver como era destruido parte de su vestuario.
—Mía —gruñó y apretó su agarre haciendo jadear a la rubia — ¡Eres mía! ¡Solamente mía! — exclamaba a la vez que terminaba de destrozar la poca ropa que le quedaba a Lucy y justo antes de poder adentrarse en el interior de la rubia esta logró impulsarse hacia adelante haciendo que ambos cayeran al suelo y rápidamente corrió a por su látigo y sostuvo las manos de Natsu quien la miraba muy sorprendido — Lucy yo... Lo siento... No quería... Es solo que me molestó que aún tuvieras aun el olor de Loke encima, lo siento de verdad yo no quería... —un sin fin de lagrimas emanaban de los ojos color jade del pelirosada, se sentía totalmente asqueado consigo mismo por lo que estuvo a punto de hacerle a su querida rubia sin su consentimiento.
—Natsu... — soltó el látigo y lo abrazó hundiendo su cabeza en su pecho.
—¡No Lucy! Aléjate —intentó soltarse pero el agarre de la rubia alrededor de su cintura era muy fuerte — Aléjate por favor, no quiero hacerte daño Lu — rogó entre lagrimas — En verdad no quiero hacerlo —su voz se quebraba cada vez mas entre los sollozos cosa que le partió el corazón a la rubia, Lucy se colocó de puntillas y acuno la cara de Natsu entre sus manos dándole un dulce beso en los labios y besando las lagrimas que corrían por las mejillas del pelirosa las cuales estaban algo sonrojadas por el repentino llanto.
—Se que no quisiste hacerlo, lo se muy bien, no te culpes a ti mismo Natsu —volvió a besarlo esta vez mas profundo enredando sus manos alrededor del cuello del ojijade —Vamos a la habitación, no quiero que bajen los niños y me vean desnuda — dijo a la vez que se separaba y caminaba escaleras arriba seguida del pelirosado que aun se encontraba afectado por lo ocurrido.
Lucy sacó de una de sus maletas una vieja camiseta tipo imperio de Natsu de escote redondo y tirantes, se la coloco tapando así su desnudez y observo como Natsu se deshacía de sus prendas quedando únicamente en ropa interior y al igual que Lucy tomo un pantalón que hacia juego con la camiseta que portaba la rubia y se la colocó. Se lanzó a la cama y suspiró pesadamente con la vista fija en el techo. Lucy se acercó a él y reposo su cabeza en el brazo de Natsu al mismo tiempo que enredaba una de sus piernas con la de pelirosado y posaba su brazo izquierdo sobre el abdomen de Natsu.
—Todo estará bien Natsu — aspiró su olor y Natsu giro su cabeza quedando a pocos centímetros de la rubia observando sus profundos ojos, se giro quedando así completamente cara a cara y acaricio su mejilla retinado a la vez unos mechones rubios de la cara de la ojimarrón.
—Perdóname Luce, pero cada vez es mas difícil controlarme. Cualquier cosa es capaz de hacerme reventar —aspiró profundo y continuó —No quiero imaginar lo que puede pasarle a los niños si me llego a salir de control con ellos. No quiero imaginarlo... Ya no puedo mas Luce, esto es mucho mas grande que yo.
Lucy escondió su cabeza en el pecho de Natsu y lo abrazó aun mas fuerte, odiaba no poder aminorarle la carga, se sentía inútil al no poder hacer algo lo suficientemente efectivo para mejorar el estado de Natsu. Maldito fuese el día en que Zeref abrió ese maldito libro.
—Estaremos bien, tu estarás bien... Iremos a esa misión, encontraremos a esa bruja y ella te va a ayudar lo sé —dijo en un intento de reconfortar y calmar la ajetreada mente del pelirosa —Ahora duerme Natsu, yo estoy contigo, yo te cuido.
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—¿Misión? ¿Para eso vinimos a Magnolia?
—Sí — respondió Lucy mientras se acomodaba su capucha ocultando perfectamente su rostro — No se cuento tiempo estemos fuera así que Nashi ya sabes todo lo que tienes que hacer
—Mmm está bien ¿Pero porque Yen irá y nosotros no?
—Porque no confió en ustedes para cuidarla y ya mucho hago dejándolos solos —confesó la rubia cosa que indigno a la pelirosa —Toma — dijo y le entregó dos llave de color violeta —Úsenla solo si es completamente necesario.
—Nuestros espíritus guardianes —pesó el rubio al observar el par de llaves que tenia su hermana gemela —Mamá y de que se trata esa misión —inquirió el rubio y Lucy volteo a verlo.
—Medicina.
—¿Medicina? —respondieron los gemelos al mismo tiempo — ¿Para que o para quien? —preguntó Nashi.
—Para un viejo amigo —respondió esta vez Natsu ganándose la mirada de todos —Pórtense bien, no quemen nada y si llegan a salir acuérdate Nashi que tienes que cubrir tu cabello, nada de magia de ningún tipo y no hablen con extraños —dijo el pelirosa mientras se acercaba a Lucy con su pequeña hija en brazo ya listos para partir —Aun mas importante, nadie en Fiore debe saber quienes son sus padre y Haru no dejes que ningún pervertido ande mirando a tu hermana.
—¡Papá! —el agudo chillido de la pelirosa le saco una sonrisa a todos, ambos magos se despidieron del par de gemelos y se encaminaron hacia la estación de trenes de Magnolia. Su destino era la ciudad de Antoc la cual no estaba muy lejos allí.
Continuará
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Segundo capítulo actualizado.
Sin mas nada que agregar me despido.
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Nos leeremos la próxima!!!
Adiós~Sayonara~Bye