Mi pequeño amor...
Recuerdo que era una niña de cuatro años y solía ser la típica niña tierna y adorable.
Me llevaba bien en ese tiempo con todos mis compañeros del salón de clases de kinder.
Un día mi maestra llamada Shrinivas me asigno en ser compañera de juegos y tareas de la que sería mi mejor amiga Lisa Loud.
Ella era una persona que se preocupaba mucho por sus estudios y dejaba de lado la parte social pero conmigo aprendió a equilibrar esa parte.
Le pregunté si era hija única, me dijo que tenía una gran familia y que me los presentaría ese día si iba a su casa.
Ese día mi madre me llevó a la dirección que me dejó Lisa, al llegar mi mamá tocó el timbre y salió Lisa y sus padres saludándonos y diciéndole que no se preocupara que nos íbamos a divertir.
Al entrar noté alboroto en el primer piso, eran sus hermanas gemelas y su hermana gótica Lucy.
Luego fuimos a la cocina y me presentó a su hermana Lynn y Luan la cual es muy graciosa aunque ellos no lo puedan ver.
Subí al segundo piso y me presentó a sus hermanas Lori, Leni y Luna.
Me encantaron sus canciones de Luna y los vestidos de Leni, pero Lisa buscaba a alguien más. Al no encontrarlo decidió dejarlo por hoy y me dijo que me iba a mostrar un experimento suyo que tenía que ver con un juego, al seguir a Lisa me tropiezo con mis agujetas que estaban desatadas.
En ese instante que iba a llorar por el dolor del golpe, una manos me ayudaron a levantarme, esa persona me dijo que solo debo tener más cuidado y que no es nada grave, me quitó una pequeña lágrima con su dedo y me dio un beso en mi frente.
Su nombre era Lincoln Loud, era el hermano de Lisa, en la jerarquía era el sexto y único hijo.
Recuerdo que me preguntó cuál era mi nombre y no pude hablar, mi cerebro me lo impedía.
Lisa vio lo que hizo Lincoln, le dijo mi nombre y le agradeció las atenciones de hermano mayor que me dio.
Él me dijo que era un grandioso gusto conocerme ya que no sabía que Lisa tuviera amiga.
No me lo presentó porque creyó que ya no era necesario, a veces no entendía a mi mejor amiga.
Jugué con ella y después con sus hermanas gemelas y Lucy.
Al irme todas se despidieron de mí excepto su hermano que no bajó. Eso me dejó algo pensativa.
Al llegar a mi casa mi madre me preguntó cómo la pasé, le dije que Lisa tiene una agradable familia.
Me notó algo sonrojada, me tocó la frente para saber si tenía fiebre, pero no era eso sino que pensaba en el hermano de Lisa.
Yo al ser una niña inocente le hacía preguntas a Lisa las cuales las tomaba de buena manera como saber cómo están sus hermanas, qué hace Lincoln, si puedo ir a visitarla de nuevo, si Lincoln tiene novia y más cosas.
Lisa las respondía de una manera robótica, no se preguntaba el porqué le realizaba dicha pregunta, tan solo respondía.
Un día que la fui a visitar, solo estaban Lily, Lana, Lola, Lucy y Lincoln.
Linky, así le decían algunas de sus hermanas, le dijo a mi mamá que no se preocupara él iba a cuidar de mí como a sus hermanitas.
Al irse mi madre, comenzamos a jugar en ayudar a Lisa, con eso me refiero que la ayudamos en sus experimentos.
Lincoln hacía que eso fuera divertido, yo no entendía nada, pero esperaba que él me explicara, Lisa lo hacía pero parecía que hablaba en árabe, su hermano lo hacía y lo comprendía perfectamente.
Después Lincoln le dijo para jugar con las gemelas, Lucy y Lisa aceptó y jugamos con ellas a las princesas y dragones.
Lincoln era el caballero junto a Lucy que rescataban a las princesas Lola y Darcy de los dragones Lisa y Lana. Lily solo estaba de espectadora.
Al derrotar a los dragones, él nos llevó en sus brazos para sacarnos del castillo, yo estaba muy sonrojada por esa acción.
Al terminar eso nos llevó al parque para comer un helado, me llevó de la mano y con su otra mano cargaba a Lily. Sus hermanas gemelas se molestaron porque me llevaba de la mano pero él dijo que le prometió a mi madre cuidarme, yo estaba muy sonriente.
Ese día fue hermoso, Lincoln era muy atento con cada una de nosotras, me compró un helado de chocolate.
Al pasar las horas mi madre me recogió y agradeció a Lincoln por ello, yo aproveché y me despedí con un beso sonoro en su mejilla.
Así pasaba el tiempo y llegué a la primaria. Lisa repartía su tiempo entre la escuela y ese instituto científico.
Ella solía enseñarme en su casa las cosas que no sabía, siendo sincero sabía todo pero... recibir el saludo de Lincoln al llegar a su casa era lo que adoraba.
Casi toda mi primaria la pasé entre dos casas, la mía y la de Lisa. Era una hija más, al menos eso decían los señores Loud.
Hubo un momento donde me enteré que Lincoln se iba a otro Estado a estudiar en una universidad de allí.
El día de la despedida de Lincoln lo acompañamos a la estación del tren con rumbo a ese Estado.
Les dijo unas hermosas palabras a sus hermanas menores y a sus padres. Se acercó a mí y me dijo que nunca se olvidaría mí, que siempre recordaría a su pequeña amiga y me dio un beso en la frente.
El tren se perdía en el horizonte, sus padres se secaban las lágrimas entre ellos.
Los años pasaban en la ciudad de Royal Woods.
Cuando entré a la secundaria y a la preparatoria, Lisa ya no paraba tanto conmigo, ahora pasaba más tiempo en el instituto, le dieron una beca para que se dedique a la medicina de regeneración por sus altos conocimientos en física, química y biología.
Yo no era la mejor en casi todo pero no sabía a que podía dedicarme, todas las veces mis pensamientos se iban en Lincoln y lo que hacía.
Los chicos que conocía no eran como Lincoln, era único.
Recuerdo que un día Lisa casi descubre que en uno de mis cuadernos tenía recortes de fotos de su hermano en marco de corazones.
Los chicos con los que salía solían hacerlo solo por sexo o solo ser una más en su vida.
Terminada la preparatoria, busqué un empleo para poder pagarme la universidad.
Dejé la universidad al tercer año para dedicarme de lleno a mi trabajo de oficina y poder ahorrar para pagarme mis siguientes semestres.
En estos años perdí un poco el contacto con Lisa y su familia porque me mudé a una parte más alejada de la ciudad.
Recuerdo que a mitad de año iba a entrar un supervisor nuevo. Nadie sabía quién era. Solo sabían era hombre.
Yo no le puse tanta atención a eso, aunque un día al estar caminando rápido con los papeles tropecé por la culpa de mis tacones.
Estaba en el pasadizo adolorida por la caída, quería llorar porque ese último mes todo me salía mal.
Al querer levantarme recibí ayuda de alguien que pasó por allí.
El sujeto me dijo que no era algo tan grave y que no debía llorar porque sino los trabajadores me iban a fastidiar por el resto de mis días en el trabajo.
Me quedé muy sorprendida, solo dije gracias tartamudeando, me llamó por mi nombre y me preguntó si me acordaba de él.
Ahora sí mis ojos y rostro estaban muy húmedos, Lincoln Loud, el hermano de Lisa, el chico que se llevaba mis pensamientos cada vez que lo recordaba estaba allí.
Esa tarde almorzamos en un restaurante que quedaba a unas calles del edificio donde trabajamos.
Nos contamos de todo, y más al salir de trabajar, cenamos allí mismo y salimos cuando ya tenía que cerrar el lugar.
Me llevó en su coche a la calle donde vivía. Solo me dijo que estaba muy alegre por verme después de años, me dijo también lucía linda como me conoció.
Está demás decir que esa noche hasta algunas horas de la madrugada no pude dormir por verlo nuevamente después de años.
El tiempo pasaba en el trabajo de manera lenta. Con el tiempo supe que estaba en proceso de divorcio.
Su hija Lina una vez lo visitó en su trabajo porque le tocaba cuidarla y se había olvidado.
Ese día al no tener tanto que hacer la pasé charlando con ella.
Lincoln me agradeció que le ayudara con Lina, esa noche nos llevó a cenar.
Lina me preguntó si era la nueva novia de su papi, yo solo le dije que era una amiga cercana a él. Me dijo que no lo parecía.
En ese tiempo que transcurrió antes de que conociera a Lina, mi amistad con Lincoln se hizo más cercana casi íntima.
Había mucha confianza por conocerme desde pequeña, todavía seguía tratándome con ternura y delicadeza.
Hubo momentos donde nos quedábamos en silenció sin más que decir, pues habíamos hablado de tanto que quizás podríamos crear anécdotas nuevas.
Todo eso fue un día que Lina vino nuevamente, ese día nos divertimos mucho en la oficina aunque no lo parezca.
En la noche fuimos a comer comida rápida los tres, paseamos por todo el centro de la ciudad y al final fuimos a la casa de Lincoln.
La llevó en sus brazos a su habitación. Al dejarla allí fuimos a su cocina a beber un café y conversar.
Solo me dijo gracias por ser una buena amiga de él y de su hija. Le dije que no era nada, es como cuando él me trataba cuando iba a su casa.
Me dijo que en ese tiempo le parecía una niñita tierna, adorable e increíble porque me hice amiga de su hermana.
Yo le dije que ser amiga de Lisa fue lo mejor que me sucedió en la vida porque sin ella no habría podido conocerlo.
Me dio una gran sonrisa que hizo que no soportara más y tomara la iniciativa pero se me adelantó en último momento y me dio un largo y duradero beso.
Tomábamos aire poco tiempo pues una vez que pruebas sus labios no quieres dejarlos.
Solo le dije que cierre bien la puerta de su habitación y lo demás es una gran anécdota.
Esa mañana, despertamos envueltos en sábanas y riendo por cosas del trabajo. Al salir de su habitación, Lina me dijo que siempre tuvo razón, yo me asusté, le pregunté tontamente si había escuchado algo, me dijo que solo escuchó mi risa cuando se despertó.
Desde allí salimos juntos para llegar al trabajo y regresamos juntos siempre de su mano y diciéndome que no debería llorar por estar en su vida ya que no él no era la gran cosa, yo solo lloraba más por su sencillez.
Ahora estoy en acostada al lado suyo, me ha dicho que el fin de semana visitaríamos a sus padres, me siento muy feliz.
¡Rayos! Él tiene reunión a las nueve en el trabajo y faltan cinco minutos para que ya sea la hora.
Pero mejor no, fue una noche agotadora para ambos...