8 meses después...
MINA POV:
"Te invitamos a la boda de Son Chaeyoung y Roseanne Park a efectuarse el día 27 de Noviembre a las 5:30 pm.
¡Te esperamos!
Pd: Lleva un regalo para las novias."
Arrugué aquella invitación y la lancé al suelo.
No podía creerlo. Chaeyoung se iba a casar con Rosé, ella iba a rehacer su vida.
Ella me olvidó por completo.
Me he pasado los últimos ocho meses llorando por una persona que ya no ama, ¿por qué? ¿por qué debo seguir enamorada de ella? ¿por qué me duele tanto?
Se supone que debo ser fuerte, pero simplemente no puedo...
Nueva día. Nueva canción. Nuevo problema. Ropa nueva.
Aún con lágrimas en los ojos salí a caminar al parque que tantos recuerdos me traían. Hace frío en otoño.
El viento gélido choca contra mi rostro mojado y veo como las hojas caen hasta el fondo de aquel lago.
Me siento que esa banca que ya se ha convertido en la testigo principal de todas las desgracias y felicidades de mi vida.
La extraño, pero no la llamaré.
En dos semanas ella iba a casarse. En dos semanas iba a terminar de matarme en vida. En dos semanas yo me iría para siempre.
Hay ojeras en mis ojos, las personas creen que estoy drogada.
Chaeyoung... dijiste que me amabas pero después me dijiste "adiós"
¿Por qué tuviste que hacerme esto? ¿Tan patética soy?
Si lo soy, está bien, el dolor hace que no me importe.
– ¿Mina? – escuché a alguien y vi sus zapatos frente a mí.
Levanté mi mirada y mis ojos se llenaron de lágrimas nuevamente.
– Sana... – susurré y ella rápidamente me abrazó fuertemente.
– Darling, ¿qué ocurre? – preguntó y yo limpié mis rostro con la manga de mi suéter.
– Te extrañé – murmuré y ella sonrió con tristeza – te necesito tanto, Sana.
– Estoy aquí y no me iré, justo iba a tu casa – me dijo sentada a mi lado – Chaeyoung me envió la invitación... lo siento tanto.
Sana sabía todo lo que pasó con Chaeyoung, decir que quiso venir desde Alemania a sólo matarla es poco.
– No pasa nada, supongo que ella merece ser feliz...
– No, Mina – tomó mi rostro – la que merece ser feliz eres tú.
– Yo estoy feliz, ¿no lo notas? – ironicé y ella chasqueó la lengua.
– Vas de bar en bar, rodeándote de gente tóxica y drogas, tienes sexo con cualquiera que se te cruza, eso no es ser feliz – me encaró – deja de mentirte, en el fondo, sabes que ese vacío que llevan dentro no te lo llenará nadie más que... ella.
– Estoy casi muerta – susurré – no seré feliz hasta que mi corazón deje de doler... eso quiere decir que...
– ¡No digas estupideces! – me recriminó – tienes a Yeojin, no puedes pensar en eso, Mina... ella te necesita, yo te necesito, Momo te necesita, y aunque Chaeyoung haya sido una hija de puta, ella también te necesita.
– ¿Chaeyoung necesitarme? – reí irónicamente – Ella me olvidó, ella ya no me quiere...
– Yo creo que debe haber una razón del por qué hizo todo lo que hizo, Minari – me miró a los ojos – deberías hablar con ella.
– ¿Y estropear su boda? Ni muerta, que las cosas sigan su curso normal... ella se casará y yo moriré sola, es el destino.
La escuché suspirar pero no dijo nada más, simplemente me abrazó y se lo agradecí en silencio.
Quiero gritar hasta que mi voz se rompa.
Mi vida será una mierda hasta que la muerte me lleve.
¿Tan mala he sido que el universo tiene que castigarme así?
Mi celular vibró y fruncí el ceño:
+82 492748392
¿Quieres ser mía como yo quiero ser tuya? Te extraño.
– ¿Quién es? – preguntó Sana y yo bloqueé mi celular.
– No lo sé y no me interesa, quizás alguien que sólo quiere molestar.
Nos quedamos hablando hasta tarde, yo lloré la mayoría del tiempo y Sana sólo se dedicó a darme palabras de aliento.
Luego ella me acompañó a mi casa y dijo que iba a quedarse conmigo, aprovechando que Yeojin está con su padre.
Esa es una larga historia, mi relación con JB ha mejorado... me di cuenta que como padre es un gran chico.
Se lo agradezco.
Lisa se fue de viaje a Tailandia, por lo que estoy sola en casa.
Ibamos caminando cuando nos frenamos.
Chaeyoung iba saliendo de su casa, ¿no debería estar trabajando? Su horario es de 3:00 a 9:00 y son las 7:00.
Caminó en dirección hacia nosotras y al momento en que nos vio, se frenó y su mirada se cruzó con la mía.
Estoy un poco emocionada, pero mi pecho duele al
verla.
Vestía unos simples pantalones negros y una camisa a cuadros roja. Miré su rostro, las ojeras eran demasiado visibles y su piel estaba más pálida de lo normal, además de que se ve un poco más delgada y su postura era encorvada. Estaba seria y parecía que no sonreía en años.
Se ve enferma.
Bajó la cabeza y caminó un par de pasos, volvió a levantar la cabeza para mirarme. Sus mejillas estaban rojas al igual que sus ojos y pude notar que su pupila estaba dilatada.
¿Ha vuelto a las drogas?
– Minatozaki – su voz.
Dios, su voz está completamente rota.
– Son. – habló mi amiga y la miró preocupada – ¿estás bien?
– Lo estoy – murmuró.
No mientas...
– Hola... – me saludó sin mirarme, mi corazón dejó de latir por un segundo.
– Hola, Chae – susurré, un silencio incómodo nos envolvió.
– Dios... – murmuró Chaeyoung y se tambaleó un poco, Sana rápidamente tomó su brazo.
– Chaeyoung, ¿realmente estás bien? – preguntó mi amiga.
– Sí, sí, só-solo... me mareé – volvió a mentir.
Tomé una suave respiración y di un paso hacia ella, ella retrocedió.
– Chaeyoung – hablé y ella evitó mirarme.
– Mi-Mina... – su voz ahora era débil.
– Mírame – intenté tomar su rostro pero un grito hizo que me arrepintiera.
– ¡CHAEYOUNG! – vi como Rosé corría hacia nosotros, me alejé incómoda.
– Mi amor – sonrió a su novia – justo iba a ir a buscarte.
– ¿En ese estado? ¿Quieres hacer que muera de vergüenza? – qué demonios le pasa a esta tipa – mírate, estás hecha un asco, deja de meterte esas porquerías.
– Oye, no creo que debas tratarla de esa...
– Cállate, Sana – la interrumpió – nadie pidió que hablaras, esto es entre mi futura novia – me dolió – y yo, así que te pido que por favor cierres la boca.
Mientras Rosé y Sana tenían una batalla de miradas, vi como Chaeyoung se volvía a tambalear y su nariz estaba sangrando.
Mierda.
– ¡Chaeyoung! – exclamé corriendo hacia ella cuando cayó al piso haciendo que Rosé y Sana nos miraran.
– Mina... – susurró y cerró los ojos.
– ¡No te quedes ahí! ¡Llama a una maldiga ambulancia! – le hablé a Rosé quien se había quedado en shook, me saqué el suéter rápidamente – presiona su nariz para detener su sangrado, Sana – ordené y ella lo hizo inmediatamente.
Me puse de pie y me acerqué a Rosé quien seguía viendo a Chaeyoung sin moverse.
– ¡LLAMA A UNA PUTA AMBULANCIA! – le grité tomándola por los brazos – ¡TU NOVIA TIENE UNA MALDITA INTOXICACIÓN POR COCAÍNA, HAZ ALGO ANTES DE QUE MUERA! – ella pareció reaccionar y sacó su celular para llamar a una ambulancia.
Suspiré nerviosamente.
– Mina, quiere hablar contigo – dijo mi amiga.
Volví a agacharme y Chaeyoung trataba de abrir los ojos.
– Tranquila, estoy aquí – susurré tomando su mano.
– No me dejes sola... – dijo con dificultad – perdóname, Mina, perdóname... Y-yo...
– Shh... – la callé – no te esfuerces, intenta calmarte, por favor.
– Fue Lisa...
¿Qué?
– Señorita, necesito subirla a la camilla – me dijo un enfermero, ¿en qué momento llegaron?
– Claro... – solté su mano y dejé que hicieran su trabajo.
– Fue Lisa... perdóname – murmuraba y yo no podía estar más confundida.
¿Qué mierda hizo Lisa?