Eren
Fuimos al comedor 3 minutos tarde, no les tomó importancia a los capitanes, llegamos juntos, fuimos por nuestra charola de siempre y nos sentamos en la mesa de siempre, con Armin y Annie.
Comimos en silencio, por un momento pensé en lo que sentí hace un momento, lo que me hizo relacionarse con Reiner y lo que una vez intentó decirme, me quedé pensando pero no le encontré sentido ni una razón clara, así que solo lo ignoré
- ¿En qué piensas? - preguntó Mika, mirándome algo preocupada
- En nada - mentí
- ¿Es Reiner? - preguntó, lo que hizo sorprenderme - Yo también pensé en él ahorita - dijo preocupada
- ¿Quién? ¿Reiner? - preguntó Armin
- Seguramente - dijo Annie sin despegar la mirada de su comida
Me exalté bastante...ellos pensaban lo mismo que...yo?
- Ha?! ¿De qué hablas Marco? ¡Yo nunca pensaría en Reiner! - escuchamos a Jean en la otra mesa
- Es que se me vino a la mente y como te miré con esa cara tan preocupada pues por eso te pregunté -
- ¿Ustedes también pensaron en Reiner chicos? - dijo Mina, ambos asintieron
- Que raro, Thomas y yo estamos igual - dijo mientras él asentía
En un segundo todos en el comedor estaban hablando de Reiner
- ¿Será algo que ver con él? - escuché decir a Hanji hablar de eso con los demás Capitanes y el Comandante
- No lo sé, pero realmente es extraño que todos pensáramos en ese bastardo en el mismo instante - habló el Capitán Levi
Me sentí algo extraño y decidí en salir, me acerqué al oído de Mikasa para decirle que saldré, ella estuvo de acuerdo así que me levanté y salí de la mesa.
Al tocar accidentalmente la mano de Mikasa algo de me vino a la cabeza de repente.
«El fundador puede transmitir una memoria así como también puede quitarla»
Me sentí mareado y también como me desvanecía
- ¡Eren! - dijo Mikasa sosteniéndome y ayudándome a sentar
- ¡¿Qué ocurre?! - dijo Armin alertado
- ¿Estás bien? - escuché a Annie
- ¡¿Qué tienes?! - preguntó Mikasa preocupada.
Yo presioné un poco su mano con la que me mantenía sostenido y reaccioné de nuevo
- Una...memoria de...mi padre, creo -
- Eh? - preguntó aún con su tono desconcertado
- Yo...necesito salir - dije aún mareado y con un dolor de cabeza
- ¿Quieres que te ayude ó...? -
- Sí, ayúdame - interrumpí
Mikasa me tomó con fuerza y me ayudó a levantarme, nos dirigimos con cuidado a la salida del comedor mientras yo trataba de tranquilizarme
- Tranquilo mi amor, tranquilízate - decía Mika para después salir por completo. Sonreí, volvía a llamarme así.
Caminamos pocos minutos y después decidí sentarme en una piedra cercana
- ¿Cómo te sientes? - se sentó al lado mío
- Un poco mejor - dije con trabajo
- ¿A qué te referías con una memoria de tu padre? -
- Quiero decir que de alguna forma extraña, vi a mi padre hablar con otra persona sobre el poder del Titán Original, sobre que ese poder puede transmitir un pensamiento y también puede quitarla -
- O sea que...¿tú..hiciste que los demás pensaran en Reiner? -
- Creo que sí - contesté aún confuso
- No te preocupes, tal vez....no sea algo tan importante - dijo Mikasa con intención de calmarme
- Tal vez - respondí - Acompáñame a mi habitación, por favor, no creo poder dormir sólo - dije entrelazado mi mano con la de Mika otra vez. Sentimos un choque eléctrico demasiado suave. Eso llamó mi atención pero no le tomé tanta importancia.
- Bien...-
Mika me ayudó a levantarme y ambos nos dirigimos a mi habitación, me recosté y Mikasa se recostó después de mi para abrazarme.
Me acerqué a su pecho y traté de dormirme, me costó trabajo pero ella comenzó a acariciar mi cabeza con delicadeza, lo que me hizo cerrar mis ojos y atraerla más a mi.
No sé cuándo me quedé dormido pero en mi sueño vi una tragedia, sólo se que había muchas bajas, estaba Reiner y el Titán Bestia....lo que me preocupaba era que no veía a Mikasa, pero la bufanda sí, estaba en el piso, pero no la encontraba a ella, lo que me hizo despertar asustado y con lágrimas en mis ojos.
Miré a mi lado y ahí estaba Mika, durmiendo tranquila, me levanté al baño, me lave la cara con agua fría y volví a la cama, me senté en la orilla y me quedé pensando.
Me preocupé, mis ojos no dejaban de llorar
- ¿Qué ocurre? ¿Pasa algo? - escuché a Mikasa decir algo dormida mientras volteaba a verme
- No sé - contesté
Mika se levantó y me abrazó por el cuello, sintiendo como su cuerpo se pegaba a mi espalda, lo que me hizo calmarme y entrar en la realidad
- Tranquilo....estoy bien, todos estamos bien - dijo tan de repente, comenzó a sobar mi pecho para calmarme
- Lo sé, ahora lo sé, pero...me preocupa ver....esas cosas - dije, aún desconcertado por su comentario
- Mi amor, tal vez estás estresado, pero si necesitas algo puedes pedírmelo sin problema, y lo sabes... - hizo una pausa y puso su rostro al lado del mío - Sabes que Te amo y haría cualquier cosa para..ayudarte - pegó su cara a la mía, dándome un beso en la mejilla.
Yo tomé su mano y la acerqué a mi cara, la besé con fuerza y después la entrelacé, manteniendola así por varios minutos
- Ven, vuelve a dormir...aún es temprano - dijo tomándome por los hombros
- No...no creo que pueda dormir -
- Eren...- sin pensarlo levemente comencé a temblar
Mikasa se sentó al lado mío y volvió a abrazarme, en pocas horas hubo un cambio tan drástico...
- Inténtalo, no puedes quedarte despierto todo lo que dura de la madrugada -
~ Tengo miedo ~ bajé la voz
- ¿A qué? -
~ A perderte ~ dije y cerré los ojos abrazándola más a mi
- Eren...eso nunca pasará - dijo tomando mi cara entre sus manos
- Mírame, por favor Eren, mírame -
Abrí los ojos y me encontré con los suyos, los cuales me mostraban una gran comprensión
- Eso nunca pasará, sabes que Te amo y que jamás te dejaré solo -
- Es que..-
- Ya no lo pienses - me interrumpió
- Solo piensa lo mucho que Te amo y lo que haría por tu bien ¿De acuerdo?, piensa que a pesar de todo, eres capaz de vencer ese miedo y esa impotencia porque eres más fuerte de lo que crees - eso último hizo que mi cuerpo dejara de temblar y que mis ojos se concentráran en lo que tenían en frente.
Una chica, de 16 años, que me ama, me conoce, que daría todo por mi, que es sumamente hermosa y lo más importante....que la amo.
Le dediqué una sonrisa a esa bella chica y la atraje a mi dándole un gran beso que mostraba todo mi agradecimiento y mi amor hacia ella, el cual fue correspondido de una manera parecida
- Gracias....me sirve de mucho estar contigo, Te amo -
Mika sonrió y volvió a abrazarme
~ Vamos a dormir ~ dijo
Le hice caso y nos recostamos, ahora Mikasa era la que me abrazaba y me atrapába entre sus brazos, cuidandome de mis miedos...que ahora se presentan de otra forma y amenazan lo que más amo...