MENTES COLAPSADAS ✔

By abxmraki_

5.1K 1.6K 2.7K

MENTES COLAPSADAS ━━ Charlotte Hoffman desconoce como es la vida del exterior de las cuatro paredes que la r... More

powerful ──── MENTES COLAPSADAS
────﹝ heroes and villains ﹞
────﹝ awards hall ﹞
── acto uno
01┃exterior
02┃viaje
04┃destrucción
05┃agentes
06┃rescate
07┃verdades
08┃pérdida
09┃problema
10┃viva
── acto dos
11┃encerrados
12┃recuerdos
13┃integrante
14┃inesperado
15┃despedida
── acto tres
16┃flores
17┃máscara
18┃rotos
19┃desaparición
20┃derrumbe
21┃memorias
22┃visitante
23┃encontrados
24┃oculto
epílogo┃trato
more

03┃atrapada

174 65 173
By abxmraki_



acto uno, capítulo tres, 

atrapada




La chica se bajó del auto, viendo el edificio marrón con cientos de ventanas y escaleras decorando el exterior. Josh hizo que se moviera en dirección a la puerta donde los tres subieron al ascensor en silencio. El movimiento de la caja metálica le causó dolor de cabeza, necesitando agarrarse de Kate.

── Te acostumbras con el tiempo ── ella dijo, dándole palmaditas suaves a su brazo ── Al principio prefería subir los sietes pisos antes del ascensor.

── Sí, en ese tiempo mantenía su figura ── Josh bromeó, recibiendo un golpe de su pareja.

El ascensor se detuvo en su piso, Charlotte persiguió a la pareja mientras ellos abrían la puerta. Ella entró de primero, viendo lo diferente que era de Marisse.

La sala era decorada por varios cuadros de pintura, mezclados con los sillones más extraños y de un color que no era muy sutil.

── También odio el sofá verde ── Kate comentó con una sonrisa. Dejó el bolso encima de la mesa, mirándola ── Pero la madre de Josh nos lo dio por el compromiso.

── ¿Van a casarse? ── preguntó con curiosidad, sin mirar el anillo en su dedo.

── Fue algo repentino así que no hemos conseguido los anillos ── explicó, mostrando las manos vacías ── La abuela de Josh, Mirna, falleció hace poco y queríamos que supiera que nuestra relación tomaría otra dirección.

── Debió de ser duro ── asintió.

── Al menos va al cielo, ¿no? ── respondió, encogiéndose de hombros.

── ¿Tienes algo de comida? ── Charlotte preguntó ── Solo desayune.

── Oh, creo que tengo algo ── murmuró.

Kate se dirigió a la cocina mientras Josh entró al único dormitorio.

── Solo tengo pan y mortadela. Puedo hacer sándwich si quieres ── comentó, mordisqueando su mejilla ── Lo siento, se supone que pasaríamos por la tienda.

── Sigue abierto ── Josh replicó, saliendo con un gato entre sus brazos ── Te presento a Mimi, está tranquilo porque me dejo alzarlo.

Kate rio, acariciando al animal ── Es cierto o lo mordería, Mimi odia a Josh por alguna extraña razón.

── Probablemente porque su dueña la hizo así ── expuso el chico ── Haré sándwich, tengo demasiada hambre.

Las dos mujeres lo persiguieron hasta la cocina, Charlotte tomó un asiento mientras él empezó a preparar la comida.

── ¿Por qué no se han casado? ── interrogó.

── El dinero, como siempre ── respondió Kate, rodando los ojos ── El departamento necesita reparaciones y... es demasiado.

── Pero pronto lo haremos ── intervino Josh, dando un plato con sándwich ── Estoy a punto de conseguir un buen trabajo y el primer pago irá para los anillos. Mi mujer necesita que vean que está tomada ── sonrió orgulloso.

── Ya tengo la idea de cómo los quiere ── apoyó la mujer, dando una sonrisa ── Así no nos mataremos en busca de diseños. Le hago la vida más fácil y sencilla.

── Eso veo ── Charlotte asintió, mordisqueando el sándwich dudosa ── Parece que se conocen de toda la vida.

── Tuvimos dificultades pero...──Josh se acercó a Kate, acariciando su hombro ── Se arregla cuando decidimos hablar con sinceridad y cuándo acepto que soy el culpable.

── Sí, lo que más adoro ── asintió, agitando sus cejas ── ¿Y qué tal tu vida, Charlotte? ¿Tienes empleo, casa propia?

Ella dejó de lado el sándwich, limpiando las migajas de su camisa mientras pensó en lo que diría aunque todo era más sencillo si solo manipula un poco.

── ¿Por qué no van de compras? ── cuestionó tensa ── Necesitan llenar su refrigerador con alimentos.

Ambos parpadearon y asintieron al mismo tiempo con su orden silenciosa. Kate tomó su bolso de la mesa mientras Josh limpió su boca con una simple servilleta.

── Iremos a la tienda, busca que tomar o el pan quedará pegado a tu estómago ── indicó Kate con voz neutra.

── Sí, es mejor ir antes que anochezca ── él asintió.

Charlotte asintió, llenando una taza con el café preparado.

── Prometo que no tardaremos ── ella sonrió ── Quédate aquí, Charlotte, no te vayas.

La pareja salió, cerrando la puerta detrás de ellos. La chica se acercó a la ventana, observándolos. Aparecieron en la puerta, riéndose de la broma de Josh, ella enroscó sus dedos en la taza humeante, transmitiendo el calor a su cuerpo.

── ¡Adiós! ── Kate gritó, agitando su mano.

Se alejó del vidrio, ahora sola puede averiguar más sobre Josh y Kate. Abrió la puerta de madera revelando el dormitorio, la cama blanca se encontraba perfectamente arreglada con una mesa a su lado. Los rostros sonrientes de sus nuevos cuidadores estaban enmarcados en una foto.

Abrió el ropero, necesitando otro cambio de ropa con urgencia. A pesar de las buenas intenciones de Marisse, debe confesar que las sandalias o los diminutos short de mezclilla no eran lo suyo.

Pasó de lejos los vestidos o faldas de Kate. Una sudadera gris con rayas blancas captó su atención y más al ver que era de su talla. El frío en Richster era bastante para su delgado cuerpo así que se los colocó con un jeans desteñido.

Revisó las cajas de zapatos, maldiciendo por los largos tacones y sandalias. Como último recurso, tomó un par de botas oscuras con tacón grueso.

── Endlich frei von Leiden (Al fin libre de sufrimiento) ── susurró para sí misma.

Lanzó las sandalias al fondo del ropero dando un fuerte suspiro. Después de prepararse se dirigió al joyero que llamó su atención, una melodía suave salió de la caja junto una bailarina en medio.

Kate era una amante del brillo, lo dedujo con los múltiples anillos y cadenas que contiene. Charlotte se puso varios en sus dedos, sonriendo al ver lo diferente que se miraba.

Siguió excavando, poniéndose aretes y brazaletes solo para hacerlos resplandecer en el sol hasta que una gargantilla captó su atención. Echa de oro y conteniendo múltiples flechas hizo que la tomará con cuidado, fascinándose por lo delicada.

Lo comparó con el pesado exiliador solo con detalles más finos y menos grotescos. Se lo colocó en su garganta, sintiendo como su pecho revoloteó también sintiendo la familiaridad. Eso la ayudará, aunque tenga el control de sus poderes, necesita tener ese objeto para que la ayude a detenerse.

Tomó un trago de café que, ahora se encontraba levitando por si sola. Flotó alrededor de la chica quien se dirigió nuevamente a la ventana, cerciorando de que no hubiera intrusos o helicópteros volando a su alrededor.

Parece que encontrar a la fugitiva peligrosa que anda suelta en las calles de América es su nuevo entretenimiento además de que KORB no quiere perder a su experimento.

Jugó con los anillos desinteresadamente, dejando que sus pensamientos sigan recorriendo. Con Marisse estuvo un par de días y con la nueva pareja no puede estar tanto, mucho menos sin una cama disponible.

"La encontré, jefe"

Escuchar ese pensamiento hizo que se pusiera alerta, la taza cayendo al suelo cuando rompió su concentración.

Un auto oscuro empezó a salir del estacionamiento, las llantas chillaron cuando frenó de repente y dos hombres bajaron, vestidos como aquellos que entraron a su casa por la fuerza.

El hombre rubio se quitó los lentes oscuros y la observó, directamente sin pestañear ni una vez. Con eso, sintió el miedo recorrerla, hizo lo primero que su cuerpo gritó, lo que deseaba su interior y eso era escapar. Recorrió los pasillos del edificio buscando otra salida que no amerite del ascensor.

Encontró la salida de emergencia, empujando la pesada puerta y bajó los escalones, sus pisadas escuchándose por la velocidad que llevaba. La pregunta de cómo la pudieron encontrar tan rápido sigue ahí, apenas dejó Golden y ahora están ahí.

Enroscó sus dedos en la manga de la sudadera, saliendo del gran edificio y sintiendo el frío entrar a su cuerpo delgado. Brincó el último escalón, buscando la salida en el callejón, optó por ir a la derecha, la salida más cercana.

Apenas dio unos pasos cuando el mismo hombre de cabellera rubia apareció, dio zancadas largas, recortando la distancia entre los dos. Charlotte retrocedió pero su acompañante se mostró en el otro extremo.

── Hurensohn (Hijo de puta) ── maldijo.

Punzadas de arrepentimiento empezaron a surgir, pensando en que puede ser que su decisión fue errónea pero no todo es su culpa. Esos hombres siguen sin dejar de perseguirla, ¿por qué no solo la dejan libre?

Ha pasado cada minuto sufriendo y al fin salió de esa celda, solo quiere respirar tranquila así que si desean que Charlotte vuelva a ser un animal enjaulado, hará que ellos paguen.

No dejará que le quiten esos días llenos de libertad.

Esperó que el hombre llegara a ella para lanzar el primer golpe, un perfecto puño que quedó suspendido a centímetros de su rostro.

── Behandeln Sie so eine Frau? (¿Así tratas a una mujer?) ── masculló enojada.

Ella lo aventó al suelo como si se tratara de un muñeco indefenso. Le dio una pequeña sonrisa, parece que tiene la mala suerte de encontrarse con Charlotte Hoffman, una llena de ira.

El cuerpo del hombre levitó en el aire por el mandato de la chica, el miedo reflejándose en su mirada. Lo aventó a un basurero verde, impactándolo una y otra vez hasta oír varios disparos.

Antes de llegar a Charlotte, levantó su mano deteniéndolas en el aire. El acompañante siguió disparando ante la mirada furiosa de ella.

── Bist du fertig? (¿Terminaste?)

Levantó una ceja con duda antes de regresarlas. Un agujero se creó en su pecho y al instante cayó muerto.

── Era mi compañero ── dijo el otro hombre, mirando el cadáver.

── Ya no ── replicó monótonamente ── ¿Qué es lo que quieren de mí? ¿No han hecho suficiente?

Una sonrisa engreída se deslizó en sus labios ── El jefe no te dejara en paz. Quiere su experimento, cueste lo que cueste.

Ella gruñó, dejando que el enojo salga de su cuerpo.

── Entonces tendrán una pila de cadáveres ── determinó.

Con un solo movimiento de manos, Charlotte quebró el cuello del hombre sin arrepentimiento. Observó ambos edificio por si alguien la miraba, si el jefe o algunos de sus aliados estaban vigilando, espera que sepan que no está dispuesta a entregarse con facilidad y romperá a cualquiera.

¿Por qué tendrá piedad con aquellos que la dañaron?




Una de las cualidades o un tormento que rodeaba a Derek Roth era ser un hombre que nunca se daba por vencido, ni una vez durante toda su vida. Jamás ha doblado su brazo ante alguna persona o hecho que lo perturbe.

Ahora en ese momento no sería la primera vez donde lo haga, menos cuando entiende que hay un peligro que puede llegar a ser una gran amenaza contra los habitantes, tanto adultos como niños.

Derek fue uno de los que corrió ese peligro cuando la mujer desconocida que liberó decidió lanzarlo en el aire e introducirse en su cabeza, arruinándolo.

Entonces se volvió personal y más al darse cuenta que no fue el único.

Bajó de la camioneta blindada de un solo salto. Arregló la gabardina oscura la cual siempre utilizaba en sus misiones junto a los guantes del mismo tono que esconde gran parte de su cuerpo que sigue siendo difícil de observar.

── El avión Mc14 nos hubiera traído en menos de una hora ── Louise Wilde se quejó, poniendo las llaves en su cinturón ── El sol empieza a esconderse y solo lo hace más difícil.

── Difícil no existe en mi vocabulario ── Morgan habló, creando una media sonrisa dando a conocer la confianza que siempre tiene.

Derek decidió intervenir, evitando una pelea entre las dos mujeres que lo acompañaban. Aunque eran amigas o por lo menos, compañeras, solían pelear por pequeños detalles, uno de ellos es el ego que portaba Morgan en las misiones.

── Fue órdenes directas del director, Wilde. Además de que lo mejor es pasar desapercibido.

── Sí, claro ── bufó la mujer.

El hombre arregló los últimos botones de su gabardina para mayor comodidad. Ya preparado para entrar, decidió acercarse al resto de los agentes.

── Equipo A, tomen el edificio de la derecha ── indicó ── Equipo B, el de la izquierda.

── ¿Y qué pasa contigo? ── interrogó Kay Renner, frunciendo sus tupidas cejas ── Sabes que no eres invencible, ¿verdad?

── Solo abarcó más terreno ── le dijo, encogiéndose de hombros sin importancia ── ¡Adelante!

Derek alistó la pesada arma que siempre porta bajo su brazo. A pesar del increíble peso, puede manejarla con facilidad por los años de experiencia.

Decidió enfrentar el callejón primero, ver el terreno de huida. Hace un par de horas, fueron llamados tras identificar a la mujer huyendo junto a una pareja de Richster. Ese tiempo lo tomaron para alistarse y dar espacio a los agentes de ZELLA entender cómo se enfrentarían.

Con pasos ligeros para no ser detectado, entró en el oscuro callejón. Su vista se fue adaptando dándole sentido a los objetos que rodean su exterior. Evaluó cada cosa, como la escalera metálica, si se encuentra asustada sería lo primero que tome o utilice con su telequinesis para tomar esos basureros y crear una barrera de protección.

Siguió dando varias vueltas, moviendo cajas por si está oculta hasta encontrarla.

La mujer morena está de espalda. Lentamente, Derek subió su estaba apuntándole por cualquier emergencia aunque le daría la oportunidad de ir con él. Sabe que puede hacer que confíe, entienda que no quiere dañarla o encerrarla como los anteriores, no le hará nada que los convierta en KORB.

Rápidamente, sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando observó a los dos hombres tirados en el suelo, muertos. El agujero en el pecho y la inusual posición del cuello solo hizo cuestionarse de quién era.

¿Realmente fue ella quién lo hizo? ¿Esa mujer que pide a gritos ser liberada?

El rostro del hombre rubio se movió de un lado a otro sin ser tocado. Con curiosidad, Derek dio otro paso adelante, observando como la mujer lo manipulaba con solo mover sus dedos.

── ¡Sube tus manos! ── él gritó, manteniendo su arma preparada.

Tiene que recordar que es peligrosa y no debe sentir empatía por una persona como ella. Como si fue llamada, la mujer volteó, apenas moviendo sus pies como si flotara.

Derek entiende que eso no es bueno, nadie puede hacer tal cosa. Su cabello trenzado se agitó por la corriente de aire que entró, dando un aspecto de calma en su rostro, uno que lo hizo estremecer, es más sencillo terminarlos cuando se vuelven locos.

Un reconocimiento cruzó en la mirada oscurecida de ella, sabe quién es el agente.

── Soldado ── susurró, su acento apenas pronunciándose ── No quiero hacerle algún daño. No al hombre que me libero.

── No necesitas hacerlo. Solo alza tus manos y ven conmigo ── pidió, dando otro cuidadoso paso ── Prometo que no te harán daño, ninguno si solo vienes.

Como respuesta, ella ladeó la cabeza frunciendo sus cejas pensativas. A vista de Derek, pareciera que no entendiera sus palabras o por lo menos estaba evaluando la situación.

La chica dio un paso adelante y por instinto, el hombre disparo directo a su pecho.

Dos dardos plateados salieron a toda velocidad insertándose en el objetivo. Al llegar, la electrocutan, sus ojos se pusieron blancos mientras cayó al suelo.

── Maldición.

Derek corrió a su lado, apoyándose en sus rodillas. Vio como ella apretó sus puños, tratando de resistir.

── Lamento haberte hecho eso ── él murmuró.

Se deshizo de los dolorosos dardos, tirándolos a un lado. Siguiendo con el protocolo emitido, sacó de su bolsillo una jeringa con el sedante que preparó la doctora Van. Todos llevaban la misma protección, lo insertó en su brazo.

── No ── se lamentó la chica. Intentó levantarse en vano, el efecto del sedante actuó desde su introducción.

── Quédate tranquila ── pidió, tomando su hombro, regresándola a su lugar con gentileza ── No te haré daño.

Con indecisión, ella asintió, dejándose caer en el pavimento. Derek sintió como una pequeña mano se envolvió en la suya, dando un fuerte apretón.

Él la envolvió con indecisión en espera que termine el efecto. No duró mucho cuando observó que los párpados de la chica se hicieron más difíciles de abrir.

── Mi nombre es Charlotte ── dijo en voz baja antes de cerrar los ojos por completo.

Antes que su mano cayera, Derek la tomó, colocándola encima de su abdomen plano, fijó su mirada en ella, notando esos pequeños detalles que mejoraron en pocas horas.

── ¿Roth? ¿Estás bien? ── Kay trotó hasta a su lado. Miró con curiosidad a Charlotte y rompió en carcajadas ── ¿Ella es la amenaza? ¿Todo un escándalo por una chica?

── Sí ── asintió. Tomó el cuerpo inconsciente, pegándola a su pecho ── Yo no maté a esos tipos.

Kay bufó ── ¿Quieres hacerme creer que ella lo hizo?

El hombre hizo una mueca que decía perfectamente que no los toco, no mancharía sus manos. Derek dejó atrás a su compañero, directo a la camioneta con la mujer.

Ahora que tiene un nombre, no puede verla como un enemigo y menos con su inusual apariencia menuda. Un destello llamó su atención, la gargantilla que rodeaba su garganta donde estuvo el aparato que él mismo quito.

Le agrada, le da un toque más... femenino.

Salió del callejón directo a la camioneta donde Louise los esperó. Se quitó los lentes en forma de corazón y miró a la chica en sus brazos.

── ¿Fue difícil? ── ella preguntó con una sonrisa ladeada.

── No ── fue la simple respuesta que dio.

Derek entendió su pregunta. La conoce desde años y alguien como Louise Wilde era muy fácil de deducir. En su desmantelamiento, Charlotte se introdujo en la memoria de la agente y abrió un recuerdo delicado que la dejó en trance.

El hombre recuerda despertar por los incesantes gritos que desprendía, estaba tan atontado que no podía ayudarla. Ambos querían saber cómo se introdujo en sus mentes, después de años de ser agentes en ZELLA, nunca se encontraron con una persona con esa cantidad de poderes.

── ¿Por qué Kay está como loco? ── interrogó Morgan, sus labios delgados demostrando su disgusto.

Arregló su chaqueta, bajando la capucha roja y dejó libre su cabellera castaña esperando una respuesta.

Morgan Jacobs era una agente que tiene resentimiento contra todo lo que tenga un pensamiento diferente al de ella así que al saber que Charlotte hizo que su propio poder, aquel que perfeccionó durante años dentro y fuera de ZELLA, destruyó la confianza en sí misma.

Kay Renner llegó, pasando su musculoso brazo por encima de los hombros de Morgan, dio un beso al costado de su cabeza.

── Tranquila ── le habló, sonriendo ── Ya hablamos de lo sucedido.

── Vamos, Roth.

Louise se movió a la parte trasera del auto, abriendo ambas puertas. Extrajo una camilla blanca colocándola de tal modo que quedará en medio de los asientos, las esposas chocando por el movimiento.

Derek puso con cuidado el cuerpo de Charlotte, quitando algunas trenzas que quedaron en su rostro.

── Una segunda dosis me dará bastante tranquilidad ── Louise pidió.

Morgan entrego su jeringa, extendiéndola al agente.

── No es cómo piensan ── negó. Aún así, introdujo el líquido ── Debemos de irnos.

── Claro ── asintió Louise.

Con ayuda de Derek, ella bajó. Kay dio el aviso sobre irse, cada equipo tomando su propia camioneta. El agente Roth tomó asiento al lado de la chica, poniendo sus codos en las rodillas, manteniéndose serio.

El resto de sus compañeros solían molestarse por la máscara indescifrable que posee cada día y noche pero es algo que siempre ha hecho. Es su forma de afrontar todo el peligro que aparece en el trabajo y la vida que tuvo.

La misma situación que Charlotte y por eso, en parte, puede entender toda la destrucción que deja.

El viaje a ZELLA sería largo ya que Golden queda a más de cinco horas de travesía. Si Louise sigue manejando de esa manera, estaba seguro que llegarán en menos tiempo de lo pensado.

Lo bueno es que completaron su misión sin baja de agentes. Eso calmara la preocupación de los delegados de Richster y así mantendrán en control a Charlotte, vigilancia extrema hasta descubrir que sucede con ella. Él sabe que puede cooperar, ella depositó su confianza en el callejón cuando estaban solos así que puede hacerlo de nuevo.

Derek Roth ha trabajado directamente con mejorados descontrolados, entiende sus temores de volver a ser capturados o que sus poderes se manifiesten sin su consentimiento.

La peor parte se la llevan aquellos que lo ven desde el exterior, observar cómo esas personas se van destruyendo desde el interior tratando de detener el poder que los mata.

El mundo no está preparado para saber quiénes lo rodean, sus mentes son pequeñas por el temor a lo desconocido.

── ¿Alguno de ustedes sabe su nombre? ── Louise cuestionó desde el asiento.

Ella se colocó los lentes manteniendo una mano en el volante.

── A nadie le interesa ── Morgan masculló con irritación.

La mujer se acomodó encima de Kay, retorciendo su mirada azulada.

── Charlotte ── intervino el agente ── Su nombre es Charlotte.

── Uh, ahora se quedará en mi cabeza ── gruñó la mujer con su característico mal humor.

── ¿Te dijo por cuánto tiempo estuvo dentro de KORB? ── por el espejo retrovisor, Louise lo observó, ignorando a la pareja.

── No, apenas quería hablar.

── O solo tenía miedo ── Kay aportó. Tomó entre sus dedos la placa militar que siempre colgaba en su cuello ── Siempre sucede lo mismo.

── Ya que seguirán con el tema, vayamos a lo más importante. KORB captura a sus experimentos con un propósito ── Morgan intervino ── ¿Por qué Charlotte? ¿Qué hizo o quién es para que fuera una elegida?

── Puede ser que estuvo en el camino incorrecto ── Louise expuso.

Morgan subió una ceja ── Quieres decir que puede ser una drogadicta que estaba en las calles.

── Que irritante eres, Morgan. Esa chica es fuerte, tiene unas habilidades que ningún mejorado ha demostrado, puede ser que solo sea un experimento.

── Y eso significa que siempre irán detrás de ella ── terminó de hablar.

Derek rascó su barbilla pensativa. Si KORB la tomó como un experimento logrado, sería imposible alejarlos y eso haría que comience una inevitable pelea por obtenerla.

── ¿Por qué tuvimos que venir por ella? ZELLA es para aquellos que si pueden controlarse. Es claro que ella no ── expuso la agente ── Todo se irá al demonio, pueden asegurarlo.

── ¡Eres tan pesimista! Sigo preguntándome porque sigues en este grupo ── Louise musitó rodando los ojos.

Morgan se adelantó entre los asientos, una sonrisa adornando su rostro delgado.

── Porque soy la mejor agente, cariño. Todos lo saben.

── Ya no más ── retó.

── Bien, deberíamos de mantener la tranquilidad ── interpuso Kay, tomando el brazo de su pareja con suavidad ── Dejemos todo en manos del director, sabe lo que está haciendo. Seamos como los mensajeros y entreguemos el producto.



Continue Reading

You'll Also Like

134K 4K 27
la historia va a ser divertida y habrá lemon🍋😉 ⚠️perdón por mis faltas de ortografía ⚠️
91.4M 8.5M 65
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y paut...
107K 4.8K 43
El destino los unió como imanes. La química era evidente incluso en ellos mismos; se demostró incluso en la primera vez que acababan de conocerse. Fu...