La chica de ojos tristes (AU...

Da DANVERS_SISTERS

338K 25.3K 12.4K

Kara fue adoptada por los Danvers cuando sólo tenía tres años, después de que sus padres muriesen en un fatal... Altro

AVISO IMPORTANTE
1- FAMILIA DANVERS
2-SECRETO AL DESCUBIERTO
3-CAMBIOS
4-SINCERIDAD
5-ENGAÑO
6-EMOCIONES
7-SITUACIONES INCÓMODAS
8-DECISIONES
9-EL MOMENTO DE LA VERDAD
10- REVELACIONES
11- UN PEQUEÑO SUSTO
12-INVITADOS DE ULTIMA HORA
13-SRA. Y SRA. LUTHOR
14-CUMPLEAÑOS INOLVIDABLE
15-DESENTERRANDO EL PASADO
16- DOS PALABRAS
17- REENCUENTROS INCÓMODOS
18- VERDADES QUE DUELEN
19- PREPARATIVOS
20-HALLOWEEN
21-REVELACIONES
23-MOMENTOS INCÓMODOS
24-LA DURA REALIDAD
25-MADRES E HIJAS
26-TIEMPO EN CONTRA PARTE 1
27- TIEMPO EN CONTRA PARTE 2
28- HASTA SIEMPRE
29- SIEMPRE TE AMAREMOS
30-DONDE CABEN DOS, CABEN TRES
31- MEZCLA DE SENTIMIENTOS
32 -LIBERTAD
33- EL RESURGIR DE UNA ZOR-EL
34-LA CAÍDA DE UN LUTHOR
35-OJO POR OJO
36-SACRIFICIOS
37-UNA BODA ALOCADA
38-AÚN HAY ESPERANZA
39-COSAS DE NIÑOS
40- EL REGRESO DE LA TIRANOSAURIA
41- ¡¿QUÉ?!
42- UNA PAREJA DISPAREJA
43-REGALOS
44-UNA PEQUEÑA INTERRUPCIÓN
45-¿ESTÁN LOCAS?
46- EPÍLOGO

22- LO BUENO DE LAS PELEAS...

7.2K 497 251
Da DANVERS_SISTERS

LENA

No Podía creer lo que acababa de pasar. Kara se había ido. Y se había quitado su anillo, dejándolo en mi mano. No entendía cómo se habían complicado tanto las cosas en unos segundos.

Sí, debí entregarle la carta cuando la encontré. Pero no quería cargarla con más sufrimiento. Aún le estaba costando superar lo de Maxwell. Saber que, posiblemente, él podría haberle hecho algo a Jeremiah... La habría alterado demasiado y eso no le convenía.

Durante cerca de una hora, estuve llamando al teléfono de Kara. Al principio, no cogía las llamadas. La cuarta vez que intenté llamarla, lo había apagado. Esperaba que estuviera bien. Mandé un mensaje a Nia y otro a Alex, por si Kara contactaba con ellas.

No podía dejar de dar vueltas por la habitación, mirando el teléfono cada dos segundos, llorando, con el anillo de Kara aún en mi mano. Iba a volverme loca. Guardé el anillo de Kara en mi bolsillo.

Poco después, mi móvil sonó. Un mensaje. De Alex.

"Kara está conmigo. Tranquila, está bien. Intentaré hablar con ella"

Suspiré, algo más aliviada, pero no tranquila. Miré a Krypto que daba vueltas por la casa buscando algo, posiblemente a Kara. Miré el reloj. Era su hora de salir, así que le puse la correa y empecé a caminar, intentando tranquilizarme. No entendía la reacción de Kara. Sabía que podría enfadarse, pero no tanto. Llevaba cerca de una hora más caminando con Krypto, cuando me detuve delante de un edificio.

-Lena: Vamos, Krypto. Pórtate bien, ¿vale? – dije, suspirando y entrando en el interior. Subí hasta el cuarto piso y llamé a la puerta, esperando.

La puerta se abrió poco después.

-Helena: Lena... - dijo mirándome. Al parecer, la había despertado. Estaba en pijama y tenía el pelo algo revuelto.

-Lena: ¿Puedo pasar? – pregunté, en voz baja.

-Helena: Claro... - dijo, mientras entraba y ella cerraba la puerta - ¿Qué ha pasado, estás bien?

-Lena: No... -dije, empezando a llorar – Kara se ha ido...

-Helena: Cariño... - dijo abrazándome – Ven, cuéntame qué ha pasado – dijo, llevándome hasta el sofá – Supongo que no se tomó demasiado bien lo de la carta.

-Lena: No... - dije, quitándole la correa a Krypto - ¿Te importa que esté aquí? No podía dejarle solo.

-Helena: No, claro que no... - dijo sentándose y cogiendo mis manos para que me sentase junto a ella – Estás temblando...

-Lena: La he perdido...

-Helena: No lo creo.

-Lena: No la has visto. Estaba... Furiosa. Nunca la había visto así. Incluso me dio su anillo. Mamá... No puedo perderla... La quiero demasiado.

-Helena: Lo sé, cielo... - dijo abrazándome, mientras yo lloraba cada vez más. - ¿Has cenado?

-Lena: No. No tengo hambre...

-Helena: Te prepararé algo de comer y una tila.

-Lena: No necesito una tila. Necesito a Kara.

-Helena: ¿Dónde ha ido?

-Lena: Con su hermana...

-Helena: Entonces no debes preocuparte. Ella no dejará que le pase nada a Kara. Mañana, si quieres, vas allí e intentas hablar con ella. Pero esta noche lo mejor será que dejes que se le pase un poco el enfado. Las dos necesitáis tranquilizaros. Te quedarás a dormir.

-Lena: No. No quiero ser una molestia.

-Helena: Tú no eres una molestia. Puedes quedarte las veces que quieras. – dijo levantándose.

Volvió poco después con un sándwich y una tila. Me tomé la tila, pero apenas pude comerme la mitad del sándwich. Después de eso, mi madre me dijo que fuera con ella a la cama. Me tumbé y ella se tumbó a mi lado, abrazándome, mientras yo volvía a llorar de nuevo, hasta quedarme dormida.

Me desperté de madrugada y fui al salón. Miré a Krypto, que se había tumbado en una manta que mi madre había colocado para él. Me acerqué a la ventana, abrazándome a mí misma y llorando de nuevo, tras mandarle un mensaje a Lillian para cancelar lo de la mañana siguiente. Echaba de menos a Kara. Me había acostumbrado a tenerla conmigo cada noche. A que no dejara de moverse en la cama, buscando una postura cómoda. A que me despertase porque le había dado un calambre...

Pero esa noche ella no estaba. Mi madre apenas se había movido, todo estaba demasiado silencioso... Miré a mi izquierda y vi un mueble con varias bebidas y algunos vasos. Cogí uno, revisé las botellas y me serví una buena cantidad de Whisky. Me lo bebí de un trago y me volví a servir otro vaso, casi hasta arriba. Fui al sofá y me senté, con cuidado de no tirar el vaso y rodeando mis piernas con mis brazos, llorando de nuevo.

De pronto, noté que alguien se detenía delante de mí. Vi que era Krypto, que me miraba y empezaba a lloriquear. Se subió en el sofá, a mi lado, apoyando su patita sobre mi mano y mirándome de nuevo.

-Lena: Tú también la echas de menos, ¿verdad?

Krypto lamió mi mano, lloriqueando otra vez. Le acaricié despacio y se tumbó, apoyando su cabeza sobre mi mano. Pasé el resto de la noche llorando y bebiendo, con Krypto a mi lado.

KARA

Tras subirme al taxi, le di la dirección de mi hermana y llamé al timbre, esperando.

-Alex: Kara... ¿qué haces aquí, va todo bien? – preguntó cuando abrió.

-Kara: Alex... - dije abrazándola.

-Alex: ¿Y esa maleta?

-Kara: He dejado a Lena – dije entrando en la casa.

-Alex: ¿Cómo que has...? ¿Qué ha pasado?

-Kara: Me mintió, Alex.

-Alex: ¿Cómo que te mintió?

-Kara: Encontró una carta de Jeremiah cuando fuimos a Midvale – dije sentándome en el sofá - ¿Y Sam?

-Alex: En la ducha. – dijo sentándose a mi lado - ¿Una carta?

Se la tendí, mirando su reacción al leerla.

-Kara: No me dijo nada hasta hoy.

-Alex: Pero.... Ese hijo de perra de Maxwell... - dijo, furiosa.

-Kara: Olvida a Maxwell ahora. Lena sabía todo. Lo de Maxwell, lo de la herencia... Y no me dijo nada.

-Alex: No creo que lo hiciera con mala intención.

-Kara: ¿No? ¿Y porqué no me ha dicho nada hasta ahora? ¿Acaso pensaba que cuando tuviera ese dinero ya no me interesaría seguir con ella?

-Alex: Dudo mucho que Lena pensara algo así. Kara, has pasado por mucho – dijo, cogiendo mis manos. - ¿Y tu anillo?

-Kara: Se lo devolví a Lena. Se acabó Alex, no quiero seguir así. Lena no me cuenta nada porque me tiene lástima, porque piensa que me voy a hundir con cualquier cosa que me diga. Y tú también lo piensas, puedo verlo en tus ojos.

-Alex: Kara, por favor, ¿te estás escuchando? ¿Acaso piensas que lo que sentimos por ti es lástima? Lena sólo intenta protegerte. Oye, estás muy nerviosa, ¿vale? Lo de Maxwell, el embarazo... Estás que explotas por todo. Lena seguramente no te dijo nada porque no quería meterte más presión de la que ya tienes encima.

-Kara: Podría haber evitado que Maxwell saliera de la cárcel.

-Alex: Kara, papá murió de un infarto. No podrían culpar a Maxwell de nada.

-Kara: ¿Estás segura? Eres médico, Alex, seguro que sabes de algo que pueda hacer que crean que alguien ha sufrido un infarto. Algún veneno, alguna medicina, algo...

-Alex: Kara... Oye. Lena haría cualquier cosa por ti y vuestros bebés. Lo sabes, ¿verdad? Por manteneros a salvo, porque tú no sufras.

-Kara: Ya veo de parte de quien estás... - dije levantándome - ¿Puedo quedarme en la habitación de invitados o me voy a un hotel?

-Sam: ¿Kara...? – preguntó - ¿Va todo bien?

-Alex: Ha discutido con Lena – dijo suspirando – Puedes quedarte. Pero mañana deberías hablar con Lena.

-Kara: No me digas lo que tengo que hacer, Alex... - dije, cogiendo la maleta y caminando hacia el cuarto.

Una semana después, seguía en casa de Alex. No quería ver a Lena. A pesar de que ella había estado llamando varias veces cada día y que incluso fue allí para hablar conmigo. Pero no quería verla. Me sentía dolida.

Según Alex, estaba exagerando, posiblemente por las hormonas del embarazo. Pero no tenía ni idea de lo traicionada que me sentía. Lena no sólo no me había dicho nada de la carta de Jeremiah. Si no que, además, se lo había contado a su madre antes que a mí.

La mañana siguiente de irme a casa de Alex, le pedí a Sam que preparase unos papeles de divorcio. Alex se enfureció cuando se lo comenté, diciendo que me había vuelto loca, que no estaba pensando, que estaba reaccionando de manera exagerada... Pero no podía soportar más engaños. Ya no sabía en quien confiar. Eliza seguía creyendo a Maxwell, así que no podía contar con ella. Y al parecer, ahora tampoco podía contar con mi hermana.

Unos días después, Sam me entregó los papeles y los firmé, pidiéndole que se los diese a Lena.

Al día siguiente, Lena se presentó en casa de Alex, y mi hermana me obligó a hablar con ella.

-Lena: Kara, ¿podemos hablar de esto?

-Kara: No hay nada de lo que hablar. Fírmalos y ya, Lena.

-Lena: ¿Qué los firme y ya? ¿Acaso piensas que es tan fácil?

-Kara: Lo es. Yo lo hice.

-Lena: ¡Por que no estás pensando lo que haces! ¿Acaso te has olvidado de que esos bebés que llevas en tu vientre son míos? ¿Acaso crees que voy a renunciar a ellos y a ti tan fácilmente?

-Kara: Firma los papeles Lena. Pon las condiciones que quieras, las aceptaré. No quiero nada de tu parte. No quiero dinero, no quiero...

-Lena: Mírame a los ojos y dime que ya no me quieres, Kara. Acaba conmigo de una vez por todas. – dijo, empezando a llorar.

-Kara: No puedo querer a alguien a quien apenas conozco – dije mirándola. Juraría que en ese momento pude escuchar el corazón de Lena haciéndose pedazos. – Pon tus condiciones y firma, por favor.

-Lena: ¿Quieres mis condiciones? – preguntó, casi sin voz.

-Kara: Sí.

-Lena: Quiero estar contigo cuando nazcan nuestros hijos.

-Kara: Me parece justo – dije.

-Lena: Quiero poder verlos y pasar tiempo con ellos cada día.

-Kara: Podrás hacerlo tres veces por semana.

-Lena: ¡No me basta con veros tres veces a la semana, maldita sea, ¿quieres entenderlo, Kara?! ¡Cometí un error, un maldito error, y me estás haciendo pagarlo muy caro! ¡¿No es suficiente?! ¡No he dormido en toda la semana, Kara, apenas he comido. Se supone que debería haber vuelto a las clases, pero ni siquiera eso me importa! ¡¿Qué debo hacer para arreglar esto, qué puedo hacer para que entiendas, que lo único que quería era protegerte, que nunca he querido hacerte daño?! Que sin ti nada tiene sentido... - dijo, con los ojos enrojecidos. La miré fijamente. No tenía buena cara, era cierto. Tenía unas enormes ojeras, muy marcadas. No se había maquillado. Iba vestida como si no le importase nada.

-Kara: Lena... - dije posando mi mano sobre su mejilla – Amor, no... no llores... No me gusta verte así.

-Lena: ¿Y qué quieres que haga si vas a quitármelo todo, Kara? Si vas a dejarme y vas a partirme el alma en millones de pedacitos que nunca podré volver a juntar. Sí...

En ese momento, cogí su rostro entre mis manos y la besé con fuerza, pegándome a ella. ¿A quién intentaba engañar? La quería, claro que la quería, más que a nada, más que a nadie. Lena era todo para mí. Siempre se ha preocupado por mí, me ha cuidado, ha sido paciente, ha aguantado mis malos momentos... Y por una vez que se equivoca, me dejé llevar por la rabia y el dolor y estuve a punto de cometer el error más grande de mi vida.

-Kara: Lo siento amor... - dije, apoyando mi frente sobre la suya – Te quiero, Lena. –miré sus ojos verdes fijamente – He sido una idiota, no sé qué me ha pasado. O tal vez sí. Siempre te he visto tan perfecta que, cuando cometiste un error, es como si todo mi mundo se hubiese venido abajo. Siempre pensé que todo lo hacías bien, que no podías equivocarte nunca. Pero todos podemos equivocarnos alguna vez. Y tú también. Después de todo, eres tan humana como yo. – Le quité los papeles de la mano y los rompí en pedazos, dejando caer los trozos al suelo - ¿Podrás perdonarme por todo lo que te he hecho sufrir estos días?

-Lena: No tengo nada que perdonarte, Kara... - dijo, mirando los trozos de papel del suelo- Entonces... ¿No vas a dejarme?

-Kara: No, Lena. Nunca. Estaría loca si lo hiciera. ¿Cómo voy a dejar a la única persona que me da motivos para levantarme cada mañana?

-Lena: Entonces... Deja que te devuelva esto... - dijo, quitándose la cadena que llevaba al cuello. La abrió, sacando mi anillo y poniéndolo de nuevo en mi dedo – Prometo contarte todo, por estúpido que parezca, a partir de hoy. Pero no vuelvas a hacerme esto, por favor.

-Kara: No lo haré. – dije besándola de nuevo y abrazándola.

Me desperté de golpe, empapada en sudor y notando molestias. Supongo que debí gritar, porque Alex y Sam entraron corriendo en el cuarto.

-Alex: Kara, ¿qué pasa, estás bien?

-Kara: Alex... - dije, confusa, mirando a mi alrededor.

-Sam: Has gritado, Kara, ¿una pesadilla?

-Kara: Sí... - dije, notando varias lágrimas que resbalaban por mis mejillas. ¿Estaba llorando?

-Alex: ¿Necesitas algo? – preguntó, abrazándome y pegándome a ella.

-Kara: Necesito a Lena.

-Alex: Te llevaré a casa a primera hora – dijo, acariciando mi pelo.

12 de Noviembre de 2019

Apenas pude dormir lo que quedaba de noche. A las seis de la mañana, estaba dando vueltas por la casa de Alex, totalmente desesperada. Ya estaba vestida y preparada para salir. Pero no quería molestar más a mi hermana.

A las siete, estaba que me subía por las paredes.

-Alex: Vámonos antes de que me hagas un agujero en el salón.

-Kara: Alex... Lo siento, no quería despertarte.

-Alex: No lo hiciste. No pude volver a dormirme, estaba preocupada por ti. – dijo, mirándome. Ya estaba vestida – Desayunamos algo y vamos a casa.

-Kara: No tengo hambre.

-Alex: Kara. Siéntate y desayuna – ordenó, mientras sacaba un par de tazas.

-Sam: Haz caso a tu hermana o te lo hará tragar a la fuerza – bromeó, sentándose a mi lado.

-Kara: ¿Tampoco te he dejado dormir a ti?

-Sam: No has sido tú. Ha sido tu hermana, necesitaba distraerse con algo para no ir a tu cuarto y quedarse pegada a ti el resto de la noche.

-Alex: Pensé que querrías estar sola para pensar bien las cosas – dijo mirándome – Pero me moría de ganas de estar contigo.

-Kara: No necesito saber cómo te mantuviste entretenida, gracias... - dije, mientras Alex me servía algo de leche y unas galletas. - ¿Vendrás con nosotras, Sam?

-Sam: No, tengo que ir a trabajar. Pero si me necesitas, sólo tienes que llamar.

Desayunamos rápidamente y fuimos a la casa. Llamé y J'onn abrió. Ni siquiera me había llevado las llaves.

-Kara: ¡¿Lena?! – grité.

-J'onn: La señorita Lena no está, Kara – dijo.

-Kara: ¿Cómo que no está, dónde está?

-J'onn: Salió a pasear anoche con Krypto y no ha vuelto aún. ¿Va todo bien?

-Kara: ¿Cómo que no ha vuelto...? – dije, sintiéndome mareada – Alex... ¿Y si le ha pasado algo?

-Alex: Kara, tranquila... - dijo sujetándome – A lo mejor no quería estar sola y fue a casa de sus padres o a su antiguo apartamento.

-Kara: Vamos a buscarla.... – dije, asustada.

-Alex: Kara, tranquila... Siéntate.

-Kara: No quiero sentarme, Alex, quiero encontrarla. Tengo que hablar con ella, tengo que decirle que lo siento, que la quiero y que....

-Alex: ¿Qué?

-Kara: Que tengo mucho miedo...

-Alex: ¿Miedo?

-Kara: Sus padres... - dije sacando el teléfono y llamando a Lillian. Tardó un poco en cogerlo – Lillian. Siento molestar tan pronto. ¿Está Lena con vosotros?

-Lillian: No. ¿Ha pasado algo? Habíamos quedado para ir esta mañana a comprar cosas para los bebés, pero anoche mandó un mensaje cancelándolo.

-Kara: Anoche discutimos y... Me fui a casa de mi hermana. Pero cuando he vuelto Lena no estaba. J'onn me ha dicho que salió a pasear con Krypto y no ha vuelto.

-Lillian: ¿La has llamado?

-Kara: ¿Llamarla? No, pero lo haré ahora mismo.

-Alex: Estoy en ello... - dijo sacando su teléfono – Está apagado.

-Kara: Está apagado. Lillian, por favor, si sabéis algo, decídmelo.

-Lillian: Claro, tranquila. Lena sabe cuidarse, estará bien.

-Kara: Eso espero... - dije colgando. Alex se agachó a mi lado.

-Alex: Kara...

-Kara: J'onn, prepara el coche.

-J'onn: Por supuesto- dijo saliendo.

-Alex: ¿Dónde vas?

-Kara: A buscarla a su antiguo apartamento. Puede que esté allí.

-Alex: No vas a ir sola.

-Kara: ¿Ahora estás de mi parte?

-Alex: Siempre lo estoy. Pero anoche no estabas razonando, Kara, no pensabas con claridad.

Dos minutos después, estábamos en el coche, de camino al antiguo apartamento de Lena. Aún tenía llaves, así que abrí y entré, buscándola.

-Kara: ¡¿Lena?! ¡Lena, amor, lo siento! ¡Lena!

-Alex: Creo que no está aquí, Kara.

-Kara: ¿Y dónde está...? – dije, mareada de nuevo. Me apoyé en mi hermana que me sujetó y me miró, preocupada.

-Alex: Kara...

-Kara: Si le ha pasado algo... - dije, empezando a sentir que me faltaba el aire.

-Alex: Kara, tranquila.

-Kara: Jamás podría perdonármelo, Alex.

-Alex: Si le hubiese pasado algo, ya lo sabríamos. Si estuviera en algún hospital, ya habrían intentado contactar con algún familiar. Intenta tranquilizarte. Respira, vamos.

-Kara: No puedo... - dije, cada vez más nerviosa.

-Alex: Kara, mírame – dijo, sujetando mi rostro entre sus manos- No es bueno para los bebés. Necesitas calmarte, o serás tú quien acabe en un hospital. Y eso enfadaría a Lena. ¿Es lo que quieres?

-Kara: No...

-Alex: Entonces mírame y respira, vamos... Despacio... - dijo, sin dejar de mirarme a los ojos mientras hacía lo que me decía – Eso es... Así... Bien... Intenta pensar, ¿Hay algún otro sitio al que podría haber ido?

-Kara: No lo creo... No está con sus padres. Tiene una amiga, Lois, pero no está en la ciudad, creo. Y ni siquiera la conozco.

-Alex: ¿Alguien más?

-Kara: No.... Espera... Helena.

-Alex: ¿Su madre biológica?

-Kara: No se me ocurre nadie más, pero no sé dónde vive... - dije, intentando pensar con claridad – Cat Grant... Ella debe saberlo.- Saqué mi móvil y marqué su número, esperando hasta que descolgó - ¿Señora Grant? Soy Kara, siento molestarla, pero necesito saber la dirección de Helena. Sí, la misma. Por favor, es importante. Gracias... - dije, colgando. – Vamos...

Salimos del apartamento y le di la dirección a J'onn. Cuando llegamos, miré el reloj. Eran casi las diez de la mañana. Llamé al timbre varias veces, sin poder dejar de moverme, nerviosa. Tenía que estar ahí.

-Helena: Kara... - dio cuando abrió.

-Kara: ¿Lena está aquí?

-Helena: Sí, pero...

Entré rápidamente y corrí hacia el salón. Allí vi a Lena, dormida en el sofá. No tenía buen aspecto.

-Kara: ¿Está bien?

-Helena: ¿Tú qué crees? Está así por tu culpa.

-Kara: Lo siento, yo... - dije acercándome al sofá y agachándome enfrente de Lena. Le aparté un mechón de pelo de la cara – Lena, amor....

-Helena: Kara...

-Alex: Déjela. Necesitan hablar. Kara se ha dado cuenta de su error. Por favor.

-Helena: Está bien. Vamos a la cocina

Las vi alejarse y acaricié el rostro de Lena, besando su mejilla.

-Kara: Amor, despierta... - susurré.

-Lena: ¿Kara...? – preguntó, abriendo los ojos.

-Kara: Lo siento... - dije llorando –He sido una verdadera estúpida, lo siento mucho...

Lena se sentó, mirándome en silencio. Vi un vaso y una botella de whisky vacía sobre la mesa.

-Lena: Kara... Yo...

-Kara: Sshhh. No... - dije, poniendo mi dedo sobre sus labios – No se te ocurra disculparte. Soy yo quien debe hacerlo. He entendido que sólo intentabas que yo estuviera bien, que serías capaz de cualquier cosa por mí, por los bebés... Y no puedo culparte por mentirme cuando yo tampoco he sido del todo sincera contigo.

-Lena: ¿A qué te refieres?

-Kara: Aún tengo miedo, Lena. Mucho miedo. Maxwell está libre y, enfadado y... Temo que pueda querer hacerte daño a ti para hacerme daño a mí. Cuando leí la carta... Pensé que tal vez eso habría podido ayudar a que siguiera encerrado. Y... al pensar que había perdido esa oportunidad, al saber que aún podría querer hacerte daño, me asusté, me enfurecí y... reaccioné fatal.

-Lena: Kara, cariño...

-Kara: Te quiero tanto, Lena, que no creo que pudiera seguir adelante sin ti a mi lado. Creo que me moriría si te pasara algo, si te perdiera si...

-Lena: ¿Aún me quieres?

-Kara: Más que a nada...

Lena metió la mano en el bolsillo de su pantalón y la sacó poco después, mirándome.

-Lena: Entonces ponte esto – dijo, poniéndome de nuevo mi anillo – Y no vuelvas a quitártelo nunca.

-Kara: No volverá a moverse de ahí. – dije besándola y haciendo una mueca – Lena, amor, sabes mucho a Whisky.

-Lena: Creo que anoche bebí un poco – dijo, mirando la botella.

-Kara: ¿Sólo un poco? – dije, riéndome – Debes tener una buena resaca. Duerme otro poco. Y cuando estés mejor, vuelve a casa. Te estaré esperando.

-Lena: Quiero ir ahora, contigo.

-Kara: ¿Estás segura, estás en condiciones?

-Lena: Sí.

-Kara: Vale...

En ese momento, vi que Krypto corría hacia mí y empezaba a lamerme la cara y a mover su cola, contento.

-Lena: él también te echaba de menos...

-Kara: Le trajiste contigo.

-Lena: Me habrías matado si le hubiese dejado solo...

-Kara: No estaba solo.

-Lena: Aun así. Lo habrías hecho.

-Kara: Probablemente, sí... - dije – Krypto, para...

-Lena: Krypto, pórtate bien.

En ese momento, Krypto se sentó y miró a Lena.

-Kara: Mira eso, te obedece...

-Lena: Sí. Anoche no se separó de mí. No es tan malo después de todo.

-Kara: Claro que no. – Acaricié su rostro de nuevo, necesitaba tocarla, sentirla. Saqué mi teléfono y empecé a mandar un mensaje.

-Lena: ¿Qué haces?

-Kara: Habíamos quedado a comer con Winn y Nia, ¿recuerdas? Pero no estamos para comidas. Ninguna de las dos. Lo dejaremos para otro día.

-Lena: Gracias... - dijo mirándome.

-Kara: ¿Por qué me miras así?

-Lena: Porque tengo que recuperar muchas horas perdidas sin verte.

-Kara: Amor... - dije abrazándola.

-Alex: ¿Todo arreglado? – preguntó, entrando en el salón seguida de Helena.

-Kara: Sí. Volvamos a casa.

-Helena: Esta vez te lo dejaré pasar, Kara. Pero si vuelvo a ver a Lena así....

-Kara: No volverá a verla así. Lo prometo. Y, si acaso no cumplo mi promesa, aceptaré cualquier castigo que quiera imponerme.

-Helena: ¿Cualquiera?

-Kara: Lo que sea.

-Helena: Lo tendré en cuenta – dijo, medio sonriendo.

Volvimos a casa y Krypto entró corriendo. El viaje en coche no le había sentado bien a Lena, que iba medio mareada.

-Kara: ¿Estás bien?

-Lena: No... Creo que voy a... - dijo, vomitando en medio de la entrada. – Mierda...

-Kara: No pasa nada – dije, apartándola el pelo con cuidado – Alex, ¿puedes ayudarla a ir al cuarto? Pediré que recojan esto.

-Alex: Claro...

Cuando volví al cuarto, Lena estaba sobre la cama, dormida.

-Kara: Gracias Alex, ya me ocupo yo... - dije acercándome y quitándole los zapatos a Lena.

-Alex: ¿Quieres que me quede?

-Kara: No... Cuando Lena despierte quiero terminar de aclarar algunas cosas con ella.

-Alex: Vale... Cuídate – dijo, acariciando mi vientre. – Te llamaré.

-Kara: Vale... - dije mirándola salir. Luego miré a Lena. Vi que se había manchado la camisa que llevaba y me acerqué, levantándola un poco con cuidado. No quería despertarla. Aunque la noté protestar– Lena, amor... Siento despertarte, pero necesito que te muevas un poco, te has manchado...

-Lena: Kara...

-Kara: Ya está... – dije terminando de quitarle la camisa y besándola en la frente – Sigue durmiendo.

Dejé la camisa con el resto de la ropa sucia y luego me tumbé a su lado, cogiendo su mano y quedándome dormida enseguida.

LENA

Me desperté con un dolor de cabeza terrible y miré el despertador. Eran las seis de la tarde.

Me giré para ver a Kara y vi que no estaba en la cama.

-Lena: ¿Kara...? – pregunté, sentándome en la cama, asustada - ¡¿Kara?!

-Kara: Estoy aquí, amor... - dijo, entrando en el cuarto con una bandeja de comida, totalmente desnuda.

-Lena: Kara, ¿qué...? – pregunté, confusa.

-Kara: Pensé que tendrías hambre cuando despertaras.

-Lena: ¿Has ido a la cocina... así?

-Kara: Sí.

-Lena: Pero... ¡Kara, la casa está llena de gente!

-Kara: Si te refieres a los criados, no. Les di el resto del día libre. Estamos solas hasta medianoche. – dijo, dejando la bandeja sobre la cama con cuidado.

-Lena: ¿Y porqué estás desnuda?

-Kara: Porque... fui a ducharme y... Me entró hambre y Krypto me quitó la toalla. Y...

-Lena: No mientas.

-Kara: Vale, sólo pensé que te gustaría. Te pasas horas enteras mirándome. Me encanta tu cara cuando me miras. Y eso que llevo ropa. Quería ver cómo me mirabas sin nada puesto.

La miré, y empecé a reírme. Kara y sus ocurrencias.

-Lena: Ven aquí... - dije cogiendo la bandeja para que pudiese meterse en la cama.

-Kara: Creo que te gusta demasiado lo que ves... - dijo, señalando mi erección.

-Lena: ¿Tú qué crees? Si tengo delante de mí lo más hermoso del mundo.

-Kara: No... Tienes delante de ti un globo con piernas. Mírame, estoy enorme. Y esto todavía tiene que crecer más.

-Lena: ¿Quieres dejar de decir tonterías y meterte en la cama? Pero antes deja la bandeja en la mesa.

-Kara: ¿No tienes hambre? – preguntó, cogiéndola y dejándola en la mesa, acercándose de nuevo y metiéndose en la cama.

-Lena: Sí. Pero ahora tengo hambre de otra cosa... - dije abrazándola y besándola.

-Kara: No tienes pantalones, ¿cuándo te los has quitado?

-Lena: Mientras dormías, me molestaban.

-Kara: ¿Seguro que no quieres comer nada antes de....? ¡Oh, joder...! – dijo, cuando acaricié sus pechos despacio.

-Lena: Hace días que no nos divertimos, cariño....

-Kara: Demasiados, sí... - jadeó –Pero ten... cuidado...

-Lena: Dijiste que aún tenías miedo... - dije deteniéndome y mirándola a los ojos.

-Kara: Pero no de ti, amor... - puso su mano sobre mi mejilla – Cada vez que... me tocas... Es como si borrases una parte de lo que Maxwell hizo. Cada vez que... entras en mí... Sacas parte del dolor que él me provocó. Te necesito, Lena. Eres lo único que me hace seguir adelante. Tu paciencia, tu cariño... No debí enfadarme como lo hice, no debí...

-Lena: Kara... - dije.

-Kara: Tuve un sueño horrible que me hizo entender que te necesito, que nunca harías nada que me hiciera daño, que lo que haces, es porque quieres que yo y los bebés estemos bien. Eso, y que Alex me dijo que harías cualquier cosa por nosotros. Pero necesito que me prometas algo.

-Lena: ¿El qué?

-Kara: Que me lo contarás todo a partir de ahora. Sobre todo si tiene que ver con Maxwell y Mike. No importa lo que sea, podré aguantarlo si te tengo a mi lado. No voy a romperme, Lena. Tú me das fuerza, tú me das una razón para seguir luchando. No podré venirme abajo si te tengo ahí, a mi lado, apoyándome. Prométemelo...

-Lena: Lo prometo... - dije, besándola y acariciando de nuevo su pecho y haciendo que se tumbase – Pero ahora deja de hablar...

-Kara: Vale...

La fui acariciando, despacio, perdiéndome en su mirada, apartándole el pelo de la cara. Quería ir despacio, quería acariciar y besar cada milímetro de su cuerpo. Sabía que Kara necesitaba estar sobre mí para que le resultase cómodo a ella. Su vientre no nos dejaba demasiadas opciones. Pero no quería ir rápido. No esta vez.

-Lena: No te muevas... - dije, besándola lentamente por el cuello y bajando hacia sus pechos. Los acaricié y besé, jugando un rato con sus pezones. La noté tensarse un par de veces. No sabía si por dolor, o placer. Posiblemente lo segundo, pues no se quejó. Seguí bajando con más besos hasta su vientre. Luego me arrodillé delante de ella, abriendo sus piernas.

-Kara: Lena... - jadeó - ¿Acaso quieres volverme loca, amor? Hazlo ya...

-Lena: Tenemos tiempo de sobra, mi vida, no seas impaciente- dije divertida. Besé el interior de los muslos de Kara, notando su excitación y la mía. Kara estaba completamente mojada y preparada.

-Kara: ¿Qué vas a ha....? ¡Oh, mierda, Lena! – gritó, cuando introduje mi lengua en su interior y empecé a moverla. Lentamente al principio, más rápido después. Sentí que Kara se sujetaba con fuerza al cabecero de la cama y se arqueaba, temblando- Como pares ahora te mato, ¿me oyes?

-Lena: Si me matas, no volverás a tener esto, cariño.

-Kara: No hables, y sigue... - casi gritó.

-Lena: ¿Qué se dice? – pregunté mirándola divertida.

-Kara: ¿Cómo?

-Lena: Sigue, Lena....

-Kara: ¿En serio?

-Lena: Sí.

-Kara: Sigue, Lena... ¿Por favor?

-Lena: Como usted quiera, señora Luthor... - dije, volviendo a jugar con mi lengua en el interior de Kara.

Noté que Kara llegaba al orgasmo poco después, tensándose.

-Kara: ¡Oh, joder, Lenaaaa! – gritó. Me tumbé a su lado, acariciando su vientre.

-Lena: ¿Sí, mi vida?

-Kara: Tenemos que repetir eso más veces...

-Lena: Me parece bien... - dije riéndome.

-Kara: Ahora me toca a mí... - dijo, moviéndose y sentándose sobre mí.

-Lena: Me parece bien... - dije mirándola a los ojos y poniendo mis manos sobre sus caderas.

Kara se agachó un poco y me besó.

-Kara: Como pude ser tan estúpida de dejarte así... - dijo.

-Lena: No pienses en eso, ya pasó, Kara. Céntrate en esto.

-Kara: Sí... - dijo, moviéndose e introduciendo mi miembro lentamente en su interior. Kara empezó a moverse despacio, mirándome a los ojos.

-Lena: ¿Estás bien? – pregunté. Parecía cansada.

-Kara: Sí... - dijo moviéndose más rápido.

-Lena: Vale, esto está mejor... Sigue así.

Kara siguió moviéndose durante varios minutos hasta que gritó, indicándome que había llegado al orgasmo de nuevo.

-Kara: Mierda...

-Lena: ¿Qué pasa?

-Kara: ¿No he hecho que tú...?

-Lena: No pasa nada, pareces cansada, vamos a dormir.

-Kara: No. – dijo levantándose y dirigiéndose a la puerta.

-Lena: ¿Dónde vas? – dije, mirando cómo se acercaba ala bandeja de comida y se quedaba mirándola unos minutos. ¿En serio, le había dado hambre justo ahora?

-Kara: Esto no sirve....

-Lena: ¿No sirve para qué? – pregunté, mientras salía del cuarto - ¿Kara?

-Kara: Espera aquí, no te muevas.

Como Kara tardaba en volver, decidí ir a buscarla. Escuché ruido en la cocina, Kara estaba calentando algo en el microondas. Olía a... chocolate. Cuando la sentí salir, subí corriendo las escaleras. Si me veía ahí, se enfadaría. Al llegar a la cama, tropecé y di con mi dedo pequeño en la pata de la misma. Empecé a maldecir en veinte idiomas diferentes y me metí corriendo a la cama, poniéndome en la misma posición en la que estaba y aguantando las lágrimas. En ese momento, Kara entraba por la puerta.

-Lena: Has tardado... - dije.

-Kara: Lo siento... ¿Te pasa algo?

-Lena: No, ¿por qué?

-Kara: Estás llorando.

-Lena: ¿Quién, yo...? No...

-Kara: Sí, ¿qué ha pasado?

-Lena: Yo... fui al... baño... y ... al volver... me golpeé el pie con la cama – dije.

-Kara: ¿Te duele? – preguntó preocupada. En ese momento me fijé que llevaba algo en la mano y lo dejaba sobre la mesilla – déjame ver.

-Lena: No hace falta, estoy bien. Sólo...

Noté que Kara apartaba la sábana y cogía mi pie izquierdo. Era fácil saber cuál había sido, ya que el dedo estaba muy rojo.

-Kara: ¿Puedes moverlo?

-Lena: Sí... - dije moviendo los dedos. En ese momento, Kara levantó un poco mi pie e introdujo el dedo en su boca, lamiéndolo – Oh, joder...

-Kara: Espera... - dijo, cogiendo el recipiente que había dejado sobre la mesilla. Cogió la cucharita que había dentro y empezó a verter un poco de chocolate sobre mi dedo, lamiéndolo de nuevo, pero esta vez más despacio.

-Lena: Kara, mi vida... - dije sorprendida.

-Kara: Sssshhh: No quema, ¿verdad?

-Lena: No.

-Kara: Bien... - dijo cogiendo de nuevo la cucharita y empezando a echar un poco de chocolate por encima de mi miembro, lamiéndolo despacio.

Después siguió echando chocolate y lamiéndolo por todo mi cuerpo. Mis piernas, mi vientre, mis pechos, mis labios.... Kara lamía lentamente mis labios, mientras con su mano movía mi miembro arriba y abajo con fuerza, haciéndome temblar.

-Lena: Kara, cariño, no creo que pueda aguan... ¡ooohhh, Kara, por dios! – grité, teniendo el mejor orgasmo de mi vida mientras Kara mordisqueaba con cuidado mi labio inferior.

-Kara: ¿Qué te ha parecido, amor?

-Lena: Increíble – dije casi sin aliento.

-Kara: Bien... - dijo tumbándose a mi lado – Estás toda pringosa...

-Lena: ¿Has gastado todo el chocolate?

-Kara: No, aún queda, ¿por qué?

-Lena: Porque a mí también me han entrado ganas de probar la Kara cubierta de chocolate. – dije, riéndome.

Lentamente hice lo mismo que ella me había hecho a mí, hasta que no quedó ni una sola gota de chocolate en el recipiente ni en el cuerpo de Kara.

-Kara: Ahora estamos pringosas las dos. Deberíamos ducharnos y cambiar las sábanas...

-Lena: Sí... - dije, mirándola embobada. Me gustaba mirarla, podría pasarme horas así, días...

Nos dimos una ducha rápida y cambiamos las sábanas entre las dos. Fui a dejar las sábanas sucias en la lavadora, mientras Kara se metía en la cama, cansada. Luego me acosté a su lado, poniendo mi mano sobre su vientre, como me gustaba hacer.

Así, felices, agotadas y satisfechas, nos quedamos dormidas hasta la mañana siguiente.

Continua a leggere

Ti piacerà anche

661K 37.6K 40
Lena Luthor CEO de L-corps, mejor amiga de Supergirl y parte de los súper amigos, es una mujer hermosa, poderosa y cariñosa por supuesto solo con sus...
154K 13.1K 34
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
233K 16.3K 36
Lena Luthor está enamorada de un hombre cuyos gustos sexuales son algo excéntricos. Dispuesta a demostrar que es la mujer ideal para él, recurre a Ka...
228K 15.9K 43
Alex y Lena mantienen una relación amorosa, Kara y Sam también son pareja, pero a Luthor no le agrada la idea que "La chica de acero" tenga un roma...