Segunda Vida Para Amelie [EDI...

By AntoinetteFerrata

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Segunda vida para Amelie, fue creada para un trabajo del colegio, pero con el pasar del tiempo se convirtió e... More

BOOK TRAILER
Dedicatoria
El testament d' Amelia
Prólogo: Yo soy Amelie de Róman
[1] Él solo pidió algo de tiempo
[3] Ella será un monstruo con sed de sangre
[4] Él ha sido temido
[5] Ambos crearon un problema
[6] La gran invitación
[7] Ella la busco por cada rincón
[8] Ella solo debía de seguir las reglas
[9] Él es y será el honorable Rey de Róman
[10] Ella intentó lastimarla
[11] Y él ahora siente culpa
[12] Y ella dijo: No
[13] El día del festival
[14] Despedida con aroma a rosas
[15] No hay tiempo para ser cercanos
ADELANTO: [16] S_n __lo _ro__s
"Visitando un mundo destruido"
Nota de Autora : Ave atque vale

[2] Él ha cometido un grave error

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By AntoinetteFerrata

"Me alegra saber que siempre serás el mismo, sin importar los años que pasen"

El rey no volvió a dirigirle la palabra a mi madre, su silencio duro los suficientes días como para llamarlos semanas; ello fue justo lo que necesitaban las sirvientas del castillo, se entretenían creando rumores falsos de lo que había sucedido realmente, debo admitir que estaba sorprendida de la forma en la que hablaban cuándo nadie estaba cerca, pero al cabo de unos días ya lo había tomado como costumbre. De esa forma, pasaron una o dos semanas, los rumores iban de un lado a otro, pero ello no quitaba el hecho de que estuvieran mucho más ansiosas o preocupadas, incluso me atrevía a decir que sentían miedo, eso sí, el motivo fue muy difícil de adivinar, pero todo se hizo más claro cuando las sirvientas comenzaron a desaparecer una tras otra, hasta llegar al punto de que solo estaban trabajando menos de la mitad de los empleados que trabajaban antes.

Según lo que había podido entender, la discusión que habían tenido mis padres era mucho más grave de lo que cualquier persona que los conociera pudiera imaginar, es decir, ellos muy pocas veces tenían discusiones –por lo decir que casi nunca discutían– y como la discusión se produjo luego de mi nacimiento... no encontraron nada mejor que ubicarme en el centro de todo, pase de ser la pequeña princesa a un monstruo que era capaz de arruinar familias.

Por otro lado, ser un bebé no era muy agradable y por algún motivo encontraba divertido babear mis propias manos en busca de distraerme un poco, aunque lo peor de todo era tener que pedir todo mediante el llanto... no quiero que piensen que soy una bebé llorona o que exijo demasiado, es decir, al menos podían dejarme algún juguete que no fuese aquella fea muñeca de trapo que me acompañaba día tras día. En fin, realmente me gustaría saber en que afectaba que mi cabello fuera pelirrojo, es decir, solo era un tono de cabello y mi madre ya había explicado su motivo.

En sí, solo soy un bebé que llora para que le hagan compañía, babea sus manos y pies por aburrimiento e incluso supera su miedo por aquella espantosa muñeca, solo para dejar de sentirse completamente sola. Nada de lo que he hecho hasta ahora me convierte en un monstruo devora niños o lanza embrujos a las familias de quienes le sirven de comer... no voy a iniciar una tiranía antes de aprender a caminar, ¿o sí?

En fin, mi punto es que ni siquiera he cumplido dos meses y ya han creado toda clase de rumores en mi contra, insisto, no deberían de exagerar las cosas, mis padres tuvieron una discusión y ya está, todas las parejas tienen problemas, no deberían centrar la culpa en mí, además, el cabello no es algo permanente ¿no? Siempre se puede cortar o teñir, estoy segura de que en este lugar deben hacer tintes para cabello... de cualquier forma, es injusto que se forme un gran alboroto, sobre todo si mi madre ya ha dado una explicación y, al fin de cuentas, tengo la sangre de ambos corriendo por mis venas ¿no debería de ser eso más importante?

El sonido de unos rápidos pasos resonando por el pasillo me saco de mis pensamientos, era capaz de escuchar todo gracias al profundo silencio de mi habitación. Sabía de quien eran aquellas pisadas ansiosas, no era necesario que ella abriese la puerta para saber que se trataba de mi madre, debo admitir que calcular la hora me es algo extremadamente difícil, pero de alguna forma, sabía que ella vendría pronto.

Pude escuchar como abría la puerta rápidamente y corría hacia mi cuna, al verme me mostro una gran sonrisa antes de tomarme entre sus brazos. Era increíble como demostraba su amor hacia mí... en mi vida anterior no tuve la oportunidad de experimentar este tipo de sentimiento, quizás no es tan malo el hecho de haber reencarnado, podré conocer todo tipo de cosas por primera vez.

Ma petite Amelie... —Me dio un suave beso en mi frente. —El día de hoy tu madre ha tenido mucho trabajo que hacer, es increíble la cantidad de papeleo que se puede acumular... aunque, debo de confesar que me tome muy enserio los descansos antes de que nacieras. —Una pequeña risa escapo de sus labios, una cosa que ella amaba hacer era contarme su día, ya se tratase de su trabajo como reina o pequeñas anécdotas, por ejemplo, vivía hablando de un lago y que lo único que deseaba era que mi padre entrara en razón para poder visitarlo juntos. Hablando de su trabajo, nunca pensé que la reina tuviera demasiado, por poco y es ella quien gobierna este reino, incluso mí padre le había dejado parte de sus informes a mí madre, era completamente injusto, la reina no debería de estar haciendo el trabajo que le correspondía a él. —Oh... —Dio un leve suspiro. —Mis días serían mucho más alegres si pudieses acompañarme a la oficina... pero tu padre ha dejado muy en claro que no puedo llevarte conmigo, ¿no piensas que es completamente injusto? —Tomo una de mis manos y la agito con cuidado de no lastimarme. —Claro que piensas igual que tu madre...

Ella camino hacia el baño y comenzó a llenar una pequeña bañera con agua; una de las pocas cosas que había aprendido de este lugar era que mayormente eran las sirvientas quienes se encargaban de vestir y bañar a los bebés del castillo, pero mi madre se había negado rotundamente a ello, ella quería ser quien se encargara de mí, al menos, todo lo que su trabajo le permitiera o debería decir: todo lo que mi padre le permitiera. Intente no concentrarme en ello, es verdad que la actitud que estaba tomando el rey no era de mi agrado, pero no podía estar completamente molesta con él, es decir, era mucho que asimilar.

—Mi pequeña Amelie... —Me acostó con cuidado en una pequeña almohada que estaba adentro de la bañera, quizás era para no lastimarme... debía de admitir que era mucho más cómodo de esta forma. —A pesar de que tu padre puede ser terco, sé que todo este berrinche acabara pronto y cuando lo haga, seremos nosotras quienes le ignoren de la misma forma que hace él con nosotras. —Me mostro una sonrisa a la par que lavaba con cuidado mi cabello.

No pude evitar reírme, es decir, mi madre dice que es mi padre es infantil, pero ella va a actuar igual que él llegado el momento... aunque no me malinterpreten, es algo que me gusta, es tan distinto a mi vida anterior, quizás es por lo que me emociona esta vida, solo espero que el rey pueda aceptarme, con cabello rojo o no.

Por otro lado, si pensaba seriamente en ello o, mejor dicho, si pensaba fríamente en ello... podía entender al rey, es decir, su cabello era tan brillante como el oro y su esposa era castaña, tener una hija pelirroja no es "normal", al menos no según mi clase de biología. Es verdad que mi madre nos contó su versión de la historia, pero ¿Qué hay de mi padre? ¿acaso él no tiene su propia perspectiva?

Admito que no todos pueden mantener la calma ante sucesos extraños, me cuesta entender por qué estoy tan calmada, quizás es porque en mi interior sé que esto no es real... pero para el rey es totalmente cierto, su hija tiene el cabello rojo como el fuego y no necesariamente será capaz de creer la historia del granjero.De cualquier forma, nada podría justificar el hecho de que me haya dejado completamente de lado, es como si no le interesara lo que me sucediera, además,¿darle más trabajo a mi madre? ¿acaso perdió la cabeza? Una madre no debería estar alejada de su hija, sobre todo cuando se trata de un bebé recién nacido,sin lugar a duda obtendría el premio al mejor padre del año.

¡Ita! [¡Sí!]—Dijo tan emocionada que llegué a asustarme. —Oh, no te asustes pequeña... a tu madre se le ha ocurrido una gran idea. —Termino de bañarme y me envolvió en una suave toalla. —Tu padre siempre ha sido alguien terco que necesita pruebas para creer que algo existe realmente... así que, he pensado en mostrarle que mi historia es real. —Salió del baño conmigo aun envuelta en la toalla, me dejo en medio de la cama antes de ir a buscar ropa para mí. —¿Qué te parece si hacemos una pequeña investigación? —Me seco con cuidado de no lastimarme, siempre era extremadamente cuidadosa, como si pudiera llegar a lastimarme en cualquier momento. —Es una buena oportunidad para...

Fue interrumpida por el sonido de la puerta, alguien había dado seis pequeños golpes, sabía que no era una sirvienta, pues ellas solo tocaban tres veces. Mi madre se detuvo rápidamente, como si conociera a la persona que estaba detrás de aquella puerta.

—Adelante. —Dijo mientras se apresuraba a terminar de vestirme.

Intente voltearme para ver de quien se trataba, pero ella me volvió a tomar en brazos, cubriendo mi cabello mientras se acomodaba en la cama; debía de admitir que mi madre estaba actuando de manera extraña, es decir, hace tan solo unos segundos, su expresión me dio a entender que conocía a aquella persona, pero cuando le vio entrar, su rostro volvió a cambiar... me daba la sensación de que estaba molesta, aunque podía ser mi imaginación.

Hice un nuevo intento para ver de quien se trataba, por un segundo creí que se trataba de mi padre, pues vestía un traje igual de brillante, aunque su cabello era casi tan castaño como el de mi madre, no parecía más viejo que el mismo rey, se acercó a paso lento hacia nosotras, pero mi madre se apresuró hacia él.

¡Oh, Mon Dieu! [¡Oh, por Dios!]... ¿Oliver? —Él se encogió de hombros mientras mi madre le examinaba con la mirada. —¿Dónde? ¿Dónde habías estado? —Su tono de voz demostraba el enojo que había percibido antes. —¿Le sucedió algo a Malcolm? —Su voz había cambiado rápidamente, incluso podría decir que tembló al hacerle aquella pregunta, él negó con la cabeza lentamente y por extraño que parezca, mi madre le lanzó lo primero que encontró, lo cual resultó ser una almohada. ¿¡Ubi fueris omni tempore isto!? [¿¡Dónde estuviste todo este tiempo!?]

Escucharla alzar la voz de aquella manera me sorprendió mucho más que el hecho de haberla visto lanzarle una almohada al tal Oliver. Durante todos estos meses, me acostumbre a la actitud calmada de mi madre, jamás pensé que sería capaz de levantar la voz o lanzar un objeto por inofensivo que fuera, ello me hacía preguntarme quien era aquel chico y cómo era posible que preocupara, enojara y sorprendiera a mi madre con pocas palabras.

Por otro lado, me sentía extraña escuchando frases con un fuerte acento francés, pero a la vez combinadas con frases en latín o al menos eso parecía, nunca fui buena aprendiendo una segunda lengua, aunque si iniciaba desde pequeña quizás no iba a costar tanto.

—¡Mon Dieu, Oliver! ¿Acaso no tienes nada que decirme? ¿Siquiera vas a responder alguna de mis preguntas? —Su tono de voz había bajado, pero aún se podía notar la molestia que sentía.

—Su alteza, le pido que me disculpe, es solo que... —Sus ojos se cristalizaron por un segundo mientras me miraba, aunque pareció ser solo un reflejo. —El rey Malcolm me pidió que las escoltara hasta su oficina. —Dio un paso hacia atrás antes de hacer una reverencia, su voz había sido tan fría que me hizo sentir extraña.

—¿Oliver Cass haciendo una reverencia? —Una risa sarcástica escapo de los labios de mi madre mientras se volvía a acercar hacia él. —Oliver... desde que te conozco nunca te he visto hacer una reverencia, ni siquiera al rey. —Enfatizó en el"al" como si se estuviera refiriendo a una persona en específico.—¿Qué ha sucedido con "un caballero como yo jamás se inclinará ante nadie"? —Intento imitarlo, pero se detuvo en el instante en que se percató de la mirada vacía de aquel hombre. —Hey... ¿Quid agis? [¿Qué sucede?]—Dio un leve suspiro algo preocupada antes de dejarme con cuidado en mi cuna. Aquello había sido injusto, no sabría que estaba sucediendo desde mi cuna porque aún no era capaz de pararme por cuenta propia ya que mis piernas eran demasiado débiles. —Vamos... no me dejes hablando sola... soy yo quien debería estar ignorándote, no...no al contrario —Sentía que su voz se iba a quebrar en cualquier momento. —¡Damnant eam, Oliver! Et quid suus 'iustus dico mihi quid agatur... [¡Maldición, Oliver! Solo deberías decirme que está sucediendo...] deja de actuar como un completo idiota... —Le pidió casi en un susurro.


¿¡Quid exspectas mihi facere!? Vetiti sum loqui ad te et forte Diana [¿¡Qué esperas que haga!? Me prohibieron hablar tan casualmente contigo, Diana] —No sabría decir si estaba molesto o frustrado, pero no me gusto que le alzara la voz a mi madre, aunque ella lo haya hecho primero.

—¿Desde cuándo obedeces al pie de la letra lo que él te ordena? ¡Mon Dieu! Soy solo yo, no hay nadie observándote mientras hablas conmigo... deberías de ser honesto, sobre todo si... si se trata de mí... —Solo pude escuchar pasos antes de que mi madre volviese a hablar. —Desapareciste por tantos días y.... y te atreves a comportarte de esta forma. —Su voz estaba temblando, sentía que en cualquier momento comenzaría a llorar.

—Oh no... Diana... —Nuevamente volví a escuchar pasos. —Lo siento... no era mi intención. —Dio un suspiro. —No debería desquitarme contigo... actué como un tonto, ¿me perdonas?

—No soy quién para contradecirte. —La suave risa de mi madre me hizo sentir aliviada, por un segundo creí que sucedería algo malo, sin embargo, entendía que estuvieran molestos o lo que sea, pero ¿era necesario discutir en francés? —Fuiste un terrible amigo... incluso te fuiste sin siquiera despedirte así que ya es tiempo de que me digas que sucede. —Ordeno.

Oliver dio un gran suspiro, como si estuviese dudando entre decir o no la verdad, de alguna forma esta situación me recordó a cuando mi madre le relató la historia del granjero a mi padre y si soy sincera, no era capaz de recordarla por completo.

—Oliver. —Su voz era seria.

—Está bien... luego de la discusión que tuviste con Malcolm sucedieron muchas cosas que no fui capaz de contarte, la mayoría tienen relación con el entrenamiento de los jóvenes caballeros como la cantidad de comandantes por grupo, el tipo de enseñanza, entre otros... —Hizo una pequeña pausa. —¡Se atrevió a expulsar a los caballeros que llevaban más de cincuenta años de servicio! Todos saben lo influyentes que pueden llegar a ser... en fin, no quiero entrar en demasiados detalles porque sé que nunca te han gustado los temas de la milicia. —Una pequeña risa escapó de los labios de mi madre. —Él más que nadie sabe lo importante que es para mí ser parte del ejército y, aun así, me dejó fuera de todos aquellos cambios, aunque no te asustes... puede que haya hecho algo que no debía de hacer y exclusión haya sido parte del castigo, incluso me enviaron a revisar el viejo castillo de invierno.

—¿El castillo de invierno? —Mi madre le interrumpió. —¿Aquel feo y lúgubre lugar que está a las afueras de la capital? ¿Por qué te enviaría a ese lugar? Desde hace muchísimos años que nadie lo visita... por poco y olvidaba que contábamos con aquel castillo. —Aunque sus palabras dieran a entender que no le interesaba, algo en su tono de voz me decía que le incomodaba hablar de ello.

—Lo mismo pensé yo... nadie lo ha utilizado en años, pero aun así Malcolm estaba interesado en que fuera a aquel lugar, en fin, escuché el rumor de que era posible que les enviara a vivir en ese lugar, como una especie de castigo y... —Pensé que diría algo más, pero se mantuvo en silencio.

—Te pido que no me digas que has discutido con él por un simple rumor...


Hubo un pequeño silencio.

—Oliver, has cometido un gran error...

—Has sido tu quien me pidió que no lo dijera, de cualquier forma, solo me enviaron a revisarlo y limpiarlo un poco... no es la gran cosa. —Podría jurar que se encogió de hombros en ese momento.

Mon Dieu... Oliver eres incorregible. —Se quedó callada unos segundos. —De cualquier forma, no necesitas decirme nada más, he escuchado lo suficiente como para saber cuál es el final. —Unos pasos se acercaron hacia mí, era mi madre, ella me tomó entre sus brazos con algo de tristeza. —Creo que ya hemos tardado demasiado tiempo... —Camino hacia la ventana y se quedó ahí por un par de minutos.

—Diana...

—No te preocupes... pienso que ya es tiempo de visitar a mi esposo, nos hemos tomado el tiempo suficiente como para molestarlo. —Ella le mostro una sonrisa antes de caminar hacia él y darle un abrazo, dejándome a mi entremedio de ellos. —Gracias, Oliver... y quiero disculparme por lo terco que puede llegar a ser Malcolm, aunque debes aceptar parte de la responsabilidad... al menos sigues siendo un caballero. —Bromeo.

—Oh, realmente no es así... hoy tuvo un problema con algunos novatos y tuve que interferir. —Se encogió de hombros.

Mon Dieu... sin lugar a duda, ha debido molestarle realmente lo que hiciste, hablare con el sobre eso, me niego a no tener a nuestro mejor caballero cuidando del castillo y de mi hija, además, si no le hago entrar en razón podré tomarme el atrevimiento de nombrarte mi caballero. —Ambos rieron.


—¿Qué puedo decir? Sería un honor servir a la reina. —Hizo una reverencia algo boba y exagerada.

—Eso sí, aún estoy molesta contigo... no creas que por ayudarte mi enojo haya disminuido.

—No necesito la ayuda de una danseuse blonde [bailarina rubia]. —Le saco la lengua mientras se cruzaba de brazos.

Era la primera vez que veía que alguien le sacaba la lengua a mi madre, ella era la reina y él acababa de sacarle la lengua. Eso sin duda era algo que no me esperaba ver.

—Me alegra saber que siempre serás el mismo, sin importar los años que pasen. —Me acomodo en sus brazos antes de caminar hacia la puerta. —Ya es tiempo de ir a ver a su alteza real... —Bajo la mirada hacia mí. —Mi pequeña Amelie, tu padre puede ser fácil de molestar, pero no te asustes por ello... podemos hacer que entre en razón.

El camino hacia la oficina de mi padre fue lento y silencioso, a simple vista sentía como ambos estaban tranquilos, pero realmente no era así... Oliver estuvo jugando con sus dedos de forma nerviosa y los latidos de mi madre se hacían cada vez más rápidos. Era increíble el poder que tenía el rey sobre ellos, aunque no necesariamente nos ha citado para algo malo, puede que haya entrado en razón y realmente quiera aceptarme como su hija, ¿no?

El pasillo estaba decorado por una larga alfombra de color rojo con bordes dorados, por sus paredes estaban colgados los más maravillosos cuadros que haya podido ver en algún momento de mi vida, eran tan brillantes que sentía que en cualquier momento aquellos paisajes pintados comenzarían a moverse... sin lugar a duda, era un trabajo impecable, magnifico y especial. Antes de llegar a nuestro destino, cruzamos un pasillo que poseía el más grande de los ventanales, en sus bordes caían unas pesadas cortinas bordadas a mano, a través de él se podía ver un hermoso jardín el cual brillaba gracias a la gran cantidad de rosas que poseía... instintivamente estiré mis manos, realmente me gustaría poder visitarlo.

—Mi pequeña Amelie, te aseguro que visitaremos aquel jardín juntas. —Ella me alzó en sus brazos y me dio un suave beso en mi mejilla antes de seguir caminando.


¡Holaa! ¿Cómo están? Aquí Anto 

Si has llegado a este capítulo luego del 25-01-2022, pues te comento. Originalmente los capítulos eran mucho más largos, pero he decidido dividir en dos dichos capítulos, así que si no entienden algunos comentarios... es por ello. 

Dime... 

¿QUÉ PIENSAS QUE VA A SUCEDER EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO?

¡Escribe tu respuesta en los comentarios! y... No olvides darle CLICK a la estrellita si te ha gustado, pues de o contrario... Peter Pan no podrá encontrar la segunda estrella a la derecha para regresar a nunca-jamás.

¡Espero leerte en los comentarios!

.

[Editado por última vez: 10-03-2021].

[Editado por última vez: 25-01-2022].

Pd. En esta nueva edición se divide el capítulo original. 

[Editado por última vez: 27-12-2023]

Pd. En esta nueva edición se actualiza el capítulo original. 

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