camaleón ¹ • taekook

Por WTFangirl

185K 28K 10.1K

❝ A él le llamaban "camaleón". ❞ Kim Taehyung descubrió al verdadero chico camaleón; una persona totalmente d... Más

" 0 "
" 1 "
" 2 "
" 3 "
" 4 "
" 5 "
" 6 "
" 7 "
" 8 "
" 9 "
" 10 "
" 11 "
" 12 "
" 13 "
" 14 "
" 15 "
" 16 "
" 17 "
" 18 "
" 19 "
" 20 "
" 21 "
" 22 "
" 23 "
" 24 "
" 25 "
" 26 "
" 27 "
" 28 "
" 29 "
" 30 "
" 31 "
" 32 "
" 33 "
" 34 "
" 35 "
" 36 "
" 37 "
" 38 "
" 39 "
" 40 "
" 41 "
" 42 "
" 43 "
" 44 "
" 45 "
" 46 "
" 47 "
" 48 "
" 49 "
" 50 "
" 51 "
" 53 "
" 54 "
" 55 "
" 56 "
" 57 "
" 58 "
" 59 - FINAL "
" 60 - AGRADECIMIENTOS "
" rhampholeon "
" 1 "

" 52 "

1.6K 284 71
Por WTFangirl

"Perla"

—¿Qué están haciendo aquí?

Dahyun miró a Jimin con estupor en medio de ese pasillo.

—Viajamos desde Seúl a Busan para verlos. Estábamos muy preocupados, Taehyung.

—¿Y qué hay de Dorian, Jimin?

—Está con Momo, no te alteres... —trató de apaciguar al pelirrojo.

El enfrentamiento parecía haberse sosegado: Taehyung se encontraba confuso por la llegada de sus amigos y, por otro lado, Yoongi aprovechó para mensajear a la colorina que le había pedido las llaves de la furgoneta.

—No tengo tiempo para reuniones de curso, y aclaro que esto no terminará aquí. Taehyung —clarificó el rubio, tirando dardos filosos como navajas hacia Kim. Se dio media vuelta y se marchó.

Taehyung no impidió que se fuera, ya no le interesaba. Jungkook estaba a salvo, y no volvería por el día de hoy. O eso figuró. Se frotó sus cabellos y empezó a caminar en círculos, sin saber qué era lo que se suponía hacer ahora.

—Taehyung... —le llamó suave la pelinegra, alcanzando su hombro. Y en unos segundos, la enfermera de Jungkook apareció para informar que ya era la hora de visitas. Podían entrar a ver al chico. Giró su cabeza y a la lejanía vio a Min Yoongi, aún huyendo de su presencia. Luego observó a sus amigos— Entren ustedes, chicos.

—¿Dahyun? —llamó dubitativo Jimin.

—Debo ir a una parte. Entren ustedes y los veré al rato, ¿sí?

Nadie pudo objetar algo, pues la chiquilla salió corriendo como alma que lleva al diablo a quién sabe dónde.

Hace mucho que la pelinegra no se disponía a correr tan rápido como lo estaba haciendo en ese instante —nunca fue buena en los deportes—, pero no le quedaba de otra para poder alcanzar al rubio. Sí, quería llegar a él. Tenía que saber todo lo necesario para que su alma estuviese en calma. Por eso, cuando lo vio abrir la puerta de una furgoneta color almagre, algo magullada, aceleró con las fuerzas que sus delgadas piernas le concedían.

—¡Min Yoongi! ¡Detente ahí! —gritó hasta llegar finalmente a su lado. El chico ya estaba apunto de abrochar su cinturón y la chica de cabellos anaranjados al mando del auto le miró brava. Ambos desprendían un aire intrépido, intimidante— Me recuerdas. Necesito saber de ti —aquello no era una pregunta.

—Espera un segundo, entrometida —frenó la pecosa chica al volante, dejando de masticar su chicle—. ¿Quién te crees que eres para encarar a Yoongi-ah así como así? Déjalo en paz y no lo vuelvas a buscar. ¿Entendido?

—Yuqi —posó su mano en su antebrazo en señal de retención, recibiendo un cruce de brazos apretujado y un puchero de su parte. La chica continuó mascando su chicle y jugueteando con sus trenzas, intentando controlar su irritación. Yoongi volvió sus ojos a Dahyun y acercó su rostro a la ventana, con sus cejas fruncidas—. Sí te recuerdo. ¿Qué necesitas?

—Bueno... —no sabía con exactitud cómo iniciar— ¿A qué has regresado? Creo que este no es el mejor momento.

—Lo es. Es el momento preciso.

—¿Por qué?

Yoongi quitó su cabellera del rostro y arrugó la frente.

—Le hice una promesa a Jungkook. No puedo dejarlo así como así. Teníamos algo especial... Una conexión.

—¿Por qué no puedes dejarlo ir...? —enarcó sus cejas, sintiendo su corazón palpitar con mucha frecuencia- Jungkook está con Taehyung. Jungkook se va a recuperar. Saldrá de toda esta pesadilla como siempre lo hizo, sin tu ayuda. No comprendo. ¿Qué haces aquí? ¿Piensas que algo cambiará con tu llegada? ¿O...?

—¡JODER! —Yoongi explotó. Ambas muchachas se sobresaltaron con la subida de tono del rubio, y este refregó sus manos por toda la cara— ¡Yo lo amaba!

Un muy mortal silencio se presentó en el lugar, nadie quería volver a pronunciar una palabra. Un viento muy gélido pegó en sus rostros y Yuqi estornudó inevitablemente.

—Okay... —Dahyun inspiró— Okay... —y exhaló. Parpadeó las veces necesarias para subir la mirada de sus botas enterradas en nieve y la llevó al impávido Yoongi— Una última pregunta —exigió, pidiendo clemencia con sus ojos. El rubio por fin le miró más apacible. Volvió a llenar sus pulmones con aire—. ¿Quieres a Jungkook de vuelta?

Yuqi apretó súbitamente la congelada mano de Min, algo brusca. No obstante, ni siquiera recibió una ojeada por parte del rubio. Le sacudió la mano, y hasta le llamó por su nombre, pero nada sucedió. El chico estaba vulnerable e indefenso a las emociones que como flechas se le clavaban, le ahogaban.

—Sí.

Dahyun se prometió a sí misma a no perder el juicio de su agitación, pero no cumplió. Ella también estalló.

—No puedes... —apretó el borde de la puerta con sus helados dedos— ¡No puedes! ¡NO, NO, NO! —golpeó con sus puños el mismo borde y sacudió su cabeza. Yuqi empezó a quejarse, gritar— ¡Ahora no! ¡Ya no hay reparo, maldita sea! ¿¡No lo ves!?

—¡Detente! ¡No tendré compasión! —advirtió la peli-anaranjada.

—¿Quién te crees que eres? ¡Eres solo su pasado! ¡Si Kook te ve...!

—¡Contaré desde diez! ¡Diez...!

—Yuqi —le intentó parar.

—¡No, Yoongi! ¡Se me fue la paciencia! —se excusó, escupiendo su goma de mascar a través de la ventana del conductor— ¡Nueve!

—¿Es que no tienes cabeza? Por favor, ¡recapacita!

—¡Ocho! ¡Siete!

—He venido aquí por una razón y, quizá, la única que tenga para estar vivo —intervino Yoongi mientras escuchaba el conteo de la chica a su izquierda—. Puede que no resista mi regreso, pero todo ocurre por algo. ¡Había un lazo!

—¡No te atrevas a predecir su corazón!

—¡Cuatro!

—¡No controlo a nadie! ¡Jungkook es parte de mi piel! ¿Qué no lo entiendes, mocosa? Ve a atosigar a otros.

—¡Dos...!

—¡JÓDETE!

El conteo se detuvo y la muchacha salió hecha furia incontrolable fuera de la furgoneta, con sus fuertes pisadas provocadas por sus grandes botas. Su puño estaba apunto de chocar contra la cara de la pelinegra pero alguien paralizó el impacto. Yoongi atrapó el puñetazo de la chica y el cuerpo de Dahyun fue resguardado por uno más fornido.

—Jimin...

Park la arrastró consigo lejos de ese osado dúo. No entendía cómo es que no sospechó que eso acontecería, no quería ni imaginárselo. Tras ellos, un motor echó a andar rabioso lejos de ellos. Las mejillas de Dahyun estaban prendidas de ira y sintió el rudo apretón en su mano.

—No vinimos a causar alboroto, Dahyun.

La chica se soltó de su agarre.

—Yoongi quiere a Jungkook de vuelta.

—Eso... no interesa ahora. ¿Entiendes no?

—¿Evitaste lo que acabo de mencionarte...?

Jimin exhaló y rodeó el rostro de la pelinegra entre sus manos.

—Dahyunie —le ronroneó con una sonrisa embalsamada en miel, adorable—, eres mejor que esto. No tienes porqué buscarle solución a todo de una vez. Todo tiene su tiempo. El amor también.

—El nuestro fue una excepción —bromeó mofándose.

Jimin rodeó los ojos y le regaló un beso en la punta de su congelada nariz. —Como digas —desordenó sus largos cabellos y rieron, juntando sus labios. Se abrazaron para entrar en calor y se perdonaron todo en silencio. Hablando con el cuerpo.

Dentro del hospital se encontraba un abatido Kim Taehyung, sosteniendo y acariciando el dorso de la dañada mano de Jeon Jungkook. Se mantenía observando sus caídos párpados, sus maltratadas pestañas, su malherida piel y sus estropeados labios. Aquellos labios que anhelaba volver a besar con infinito amor. Taehyung estaba muy roto.

Miró el sol más allá de la gran ventana de la pálida habitación y las nubes coloreaban esperanza en su alma, con un precioso tono perla. Le transmitía la ilusión de un Jungkook alegre, risueño y sano. Oh, cuánto le quería de vuelta a sus brazos... Y le dolía como una condena. Ansiaba romper las cadenas que atrapaban a Jungkook entre la fina línea entre el fin y la continuación de su vida. Quería luchar, quería desgañitarse hasta no sentir su voz.

Por Jungkook, daría hasta su voz por su bien.

—Jungkook... -sollozó escondiendo su rostro entre sus dedos entrelazados— Quédate, por favor —mordió con brusquedad su labio, sintiendo sangre brotar—. No te vayas... Por favor, vuelve...

—Va a volver —la madre de Jungkook emergió, con una achacosa sonrisa forzada. Ella también parecía estar llorando—, tal vez en unos días. Pero demorará lo que deba demorar. La vida es muy delicada, Taehyung.

—S-Sí, señora Jeon.

Youngae vio al pelirrojo muchacho limpiar veloz sus lágrimas y entristeció.

—Él puede regresar —afirmó aproximándose a sobar con cariño su hombro—. En unos días puede abandonar ese coma inducido. En cuanto la lesión de su cuerpo y cráneo mejoren —le arrulló las mejillas para encargarse de las lágrimas restantes-. Así que anímate, ¿vale?

El consuelo de la señora Jeon le esbozó una sonrisa en la boca de Kim. Sus brazos la buscaron desesperados para encontrar más de ese confortante sentimiento que le sumergió. Su pelo era delicadamente acariciado en cuanto se apegaron. Quiso derramar más dolor por sus ojos.

Iba a animarse cuando los atesorados ojos de Jungkook conectaran con los de él. Como un click.

Click, click, click.

Seguir leyendo

También te gustarán

94.4K 6.9K 20
Bien, no creerás en el amor, pero jamás digas que no te enamorarás. Solo escoje bien a esa persona.
105K 14.9K 6
El ángel Jungkook era el Nirvana del demonio Taehyung. Ambos tenían un amor imposible que desafiaba las reglas. Uno sería corrompido por el otro, mos...
69.4K 12.2K 28
UNIVERSO ALTERNO DE THE BOY WITH NO NAME [PUEDE LEERSE SIN HABER LEIDO TBWNN, PERO RECOMIENDO QUE LA LEAS PARA ENTENDER MEJOR ALGUNAS COSAS, DE LO CO...
15K 1.7K 14
Año 1980, debates sobre si la homosexualidad es una enfermedad o solo amor natural y dos jóvenes fríos buscando encontrar algo de calor en aquel invi...