Terminé de secarle el cabello a ___________(1) y luego lo dejé salir.
Oí unos pequeños gritos provenientes de Rydel desde la sala.
Seguramente que lo acababa de ver.
Yo terminé de arreglarme el cabello y seguí a ___________(1).
Mi madre, mi padre, Mark, Stormie, Riker, Rocky, Rydel, Ryland y Ross me esperaban en la sala.
Nunca había tenido una navidad con tantas personas, pero hasta ahora estaba perfecto.
Fuí hasta los muebles luego de saludar a todos, y me senté junto a Rydel.
El enorme arbol de navidad con luces estaba frente a nosotros.
Era hermoso.
-¿Cómo está Ratliff?- pregunté.
Rydel sonrió.
Estoy segura de que lo extrañaba ahora mismo, pero él debía pasar la navidad con su familia.
-Bien.- respondió.- Vendrá mañana.
Asentí.
______________ vino corriendo hacia mí.
Se subió a mis brazos riendo.
Ross vino detrás de él tambien con la sonrisa en su rostro.
-Ven, pequeño, aún no terminamos de jugar.
Antes de que pueda preguntar que pasaba, Ross lo tomó en sus brazos y se lo volvió a llevar.
Stormie caminó y se sentó junto a mí.
-Bien hecho,__________.- dijo sonriendo.- Has creado a la criatura más hermosa del mundo.
Reí.
Rydel tomó mi mano y la apretó.
Últimamente no teníamos ya tantos momentos juntas, pero cada vez que los teníamos los aprovechabamos al máximo.
-Y has hecho feliz a mi hermano.-agregó Rydel.
Volteé hacia ella y le sonreí.
La mayoría siempre me decía eso.
Como si yo fuera la persona que logró hacer todo esto.
Pero no.
Ross lo había hecho tambien.
Ambos nos necesitabamos demasiado.
-¿Están planeando tener otro bebé?
Volteé hacia Stormie de nuevo.
Algo alarmada porque lo supiera.
Nisiquiera sabía porque me preocupaba que se enterara.
Yo ya no era una niña.
-Algo así.- respondí.
Rydel se cubrió la boca con las manos y reprimió un grito.
-¿En serio?- dijo Stormie con una enorme sonrisa en el rostro.
Asentí.
No sabía si ya estaba embarazada, pero me sorprendería que no. Habíamos pasado los 4 días anteriores haciendo el amor una y otra vez.
Hasta que ninguno de los dos tuvo más fuerza para continuar.
Por eso ahora me estaba costando un poco mantener los ojos abiertos.
-Oh dios mio.- dijo Rydel.- Habrá otro Lynch en pocos meses.
Le indiqué que no hiciera tanto ruido, aún quería estár 100% segura de que estaba embarazada.
Stormie sonrió y ví que se cubrió el rostro con la mano.
Abrí bien los ojos.
-No quería...- le dije.- No llores...
Me giré hacia ella y la abrazé.
Odiaba ver a las personas llorar.
-Es que...-dijo. Le alcancé algo para que secara las lágrimas.- Es hermoso ver como mi familia sigue creciendo y como todo volverá a ser igual.
Se limpió bien el rostro antes de continuar.
-Eres muy afortunada.- me dijo. Apretó los labios y sollozó.- Demasiado afortunada,___________.
Fruncí los hombros y asentí.
Me iba a hacer llorar tambien.
-Gracias.- le dije.
Me sentía mal por haberla hecho llorar, pero tambien me sentía bien porque sabía que eran lágrimas de alegría.
Ross llegó justo cuando Stormie dejó de llorar.
-¿De que tanto hablan?- preguntó y se lanzó en el mueble que había frente a mí. Vió a Stormie y frunció el ceño.- ¿Están bien?
Stormie extendió sus brazos y le indicó que se sentara junto a ella.
Ross le hizo caso algo dudoso y confundido.
-Estás muy grande.- le dijo a Ross.
Ví la sonrisa algo tímida en la cara de Ross.
Tambien sonreí.
-Ya no soy un bebé.- le respondió.
Stormie negó con la cabeza.
-Siempre lo serás para mí.-Ross le puso los ojos en blanco.- Cuando seas más grande lo entenderás.
-No lo creo.- le respondió sonriendo.
Me moví más allá para que pueda sentarce entre nosotros.
Chequeé a _____________(1) rápidamente, pero solo jugaba con Ryland.
-¿Están nerviosos por el tour?- pregunté.
-¡Sí!- respondió Rydel.- No puedo dormir por pensar en eso.
Ross pasó un brazo sobre mis hombros.
-A mí me da miedo que algo salga mal.
Observé como se humedeció los labios con la lengua.
-Nada saldrá mal.- dijo Stormie.- Han practicado bastante. Por cierto...¿dejarás que _________(1) venga con nosotros?
Miré a Ross.
Esperaba que no le halla dicho eso a Stormie.
Abrí la boca para responder algo dudosa:
-No lo creo...
-Nos turnaremos.- interrumpió Ross.- Ella estará con él por un tiempo, y luego yo lo llevaré.
¿¡QUE!?
¿Cuando habíamos decidido eso?
Yo había dicho que lo cuidaría mientras el no este.
-Genial.- dijo Stormie.- Estaré más que feliz de tenerlo conmigo.
Fingí una sonrisa y miré a Ross.
Se dió cuenta de que no estaba de acuerdo.
Yo no quería dejar a mi pequeño e inquieto hijo con ellos.
No era seguro.
Ellos apenas podían caminar por las calles, y cuando salían tenían que llevar seguridad con ellos, les tiraban de la ropa cuando los encontraban...
No.
_____________(1) no se iría.
Ross dejó de sonreir.
Talvez había leido mis pensamientos.
-Podríamos llevarlo para que tambien se tome fotos con las fans.- agregó Stormie.
Rydel, a mi lado, tampoco parecía disfrutar mucho de la idea.
-Si...- dijo Ross.
Volví a mirarlo.
-¡Podemos hacerlo subir al escenario!- gritó Stormie.
Ross abrió la boca, pero luego la cerró.
-Genial.- dijo.
"Estás muerto, Lynch"
Rydel dejó salir algo que sonó como "oh".
Miré a Ross una vez, esta vez asegurandome de que entendiera todo lo que estaba pensando.
-¿Porqué no vamos a hablar un rato con tus padres?- me dijo Ross.
Se levantó rápidamente y tiró de mi brazo.
Dejé que me llevara hasta la cocina, donde por suerte no habia nadie.
-¿Dejar que se suba al escenario?- dije.
Cruzé mis brazos.
-No supe que decir.- respondió.
-Talvez la verdad.- dije.- Nunca dijimos que te lo llevarías tú.
Se sobó la cabeza.
-Lo sé.
Puse los ojos en blanco.
-Entonces ¿Porque rayos les dijiste que sí?
Resopló.
-A mi madre le gusta la idea de llevarlo. Quiere estár con él. Ella me suplicó que te convenciera.
Puse los brazos en mi cintura.
-¿No era mejor que me lo digas antes?
Rocky entró a la cocina, al vermos se detuvo en la puerta.
-Lo siento, no sabía que estaban ocupados.
-Ya terminamos.- dijo Ross.
-Claro que no.- dije.
Lo detuve antes de que saliera.
-Iremos a hablar a otra parte.- le dije a Rocky.
Lo cogí de la mano y lo llevé hasta el patio trasero.
Mark y mi padre estaban allí jugando billar.
Les sonreí y fuí hacia nuestra habitación.
Traté de ignorar las miradas de "¿En serio, justo ahora" que nos lanzaron Rydel y Ryland cuando hize que Ross entre primero.
Cerré la puerta.
-_____________(1) no irá.
Ross volvió a pasar su lengua por sus labios.
-¿Quieres decirle a mi madre eso?
-No.- respondí.
-Yo tampoco.
Lo fulminé con la mirada.
-Tu tendrás que decircelo.- dije.- Fue tu idea.
-¿Puede almenos estár una semana conmigo?
Negué con la cabeza de inmediato.
-No.
-Cinco días.- insistió.
Puse los ojos en blanco.
-Ross, él no irá.
Me puso los brazos en los hombros y me sostuvo firme frente a él.
-Porfavor, amor.
Volví a negar con la cabeza.
-Te dejaría con él si ambos se fueran a quedar en casa. Pero estamos hablando de ir por distintos paises y con tu banda. Claro que no.
-Tres días.- dijo.
-¡Ross!- empezaba a irritarme.
-Solo 3 días. Porfavor. ¿Quieres que esté lejos de mi hijo por tanto tiempo?
Fruncí el ceño.
¿Ahora era mi culpa?
-No es lo que dije.
-Porfavor.
Llevó sus manos a mi rostro.
Y me besó en los labios.
Dejé que me besara. No iba a cambiar de opinión.
Se separó de mí.
-No.- dije.
Volvió a besarme.
Esta vez más fuerte y posesivo.
No me preocupaba ni molestaba.
No iba a cambiar mi opinion.
Se separó.
-Porfavor.- dijo.
Lo miré tratando de ocultar mi sonrisa de "si quieres continua, pero no dire que sí".
Volvió a coger mis labios con los suyos.
Esta vez su lengua me pidió entrar.
La dejé entrar...me arrepentí al instante.
Esta era la parte en la que se me nublaba la mente y perdía el control.
Me recorrió toda la boca.
Me quise mover pero tenía mi rostro sostenido.
Oh no.
Dejó mis labios para pasar a cuello.
-Nena...- susurró en mi oreja.
Rayos. Rayos.
Subí mis manos para intentar alejarlo.
Pero mientras encontraba sus brazos él atrapó los mios.
Subió mis manos, me empujó contra la puerta y colocó mis manos sobre mi cabeza.
Jadeé cuando sentí a sus humedos labios nuevamente sobre mi piel.
Empezaba a sentir calor.
-Ross, para.- le dije.
-¿Quieres que pare?- susurró en mi oido.
Pegué los labios para no gemir.
-Sí...-dije.
Mi casi gemido decía todo menos "para".
Beso alrededor de mi oreja, y mordió levemente el lóbulo.
Sentí un leve pinchazo en mi sexo.
Empezé a jadear.
-En serio.- dije.
-Deja que __________(1) venga conmigo por solo 3 días. Yo lo cuidaré.
Si...No...
-No...- dije.
-Soy un buen papi.- dijo otra vez en mi oido.
Volví a pegar mis labios.
Negué con la cabeza.
Él rió.
Sabía perfectamente del efecto que tenía en mí y aún así lo hacía.
Eso era jugar sucio.
-Preciosa, podemos quedarnos aquí toda la noche. Realmente yo no tengo prisa.
Sujetó mis brazos con una mano y llevó la otra a mis pechos.
Oh no.
Levantó con cuidado mi camiseta, haciendome sentir sus desesperados dedos.
-Yo ya dije que no.- respondí.
Movió mi sujetador y tocó uno de mis senos.
Apretó mi pezon derecho.
Gemí.
-Ross...
Pegó sus caderas a mí.
Sentí su erección.
-Solo dí que sí y pararé. Lo cuidaré, lo juro.
Mis piernas sintieron el impulso de naturalmente abrirce para él, pero las detuve.
-No te llevarás a ___________(1).
-En serio me encantaría follarte mientras todos están cantando canciones de navidad a tan solo metros de nosotros.
Gemí nuevamente.
Sus mano me apretó uno de los pechos.
-Porfavor.- dije.
-Quiero morderte los pezones.- gemí.- Y lamertelos, y jugar con ellos...
Lanzé la cabeza hacia atrás.
Le excitación empezaba a casi completamente apoderarce de mí.
-Ross...
Besó la parte de arriba de mis senos.
-Amo cuando tus pezones están tan duros...- abrí las piernas, las cerré con esfuerzo.- Casi lo olvido...- volvió a mi oido.- ¿Como está tu clítoris ahora?
Oh Dios Mio.
Mi clítoris respondió a su pregunta haciendome gemir.
Estaba hinchado...muy hinchado, ansioso por que lo toquen.
-Ross, en serio...
Mordió mis labios.
Su mano se deslizó por mis jeans y me bajó la cremallera.
Rápidamente metí su mano entre mis bragas y con un preciso movimiento me tocó el clítoris.
Lanzé la cabeza y él me cubrió la boca con su mano.
Gemí en su mano.
-Solo quiero que un simple "sí".- susurró.- No es tan dificil.
-No es justo cuando estás haciendo esto.
Me presionó el clítoris.
Gemí de nuevo.
Esperé que parara pero no lo hizo.
Movió sus dedos alrededor de él y le dió pequeños golpecitos.
Lo presionaba y lo soltaba, lo presionaba y lo soltaba.
Era arriba y abajo.
Me iba a correr...
-Solo di "sí".
Me besó el cuello.
Soltó mis brazos y yo los enredé en su cuello.
Lo acerqué más a mí.
Si me iba a correr iba a necesitar algo de que sostenerme.
-Dí que sí...
Le clavé las uñas en los hombros y besé sus labios para callar mi último grito.
Sentí como me corría allí mismo.
Su mano se paseó por mi mojada vagina, haciendome pequeñas cosquillas.
Me retorcí y suprimí mis gritos.
Me hizo cortar el beso.
-Nena dilo.- susurró.
Yo estaba en el cielo.
-¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!-murmuré sin pensarlo.
El orgasmo arrazó conmigo.
Besó mis labios.
-Bien.- dijo. Lentamente sacó mano de mis pantalones, me quejé. No podía dejarme así.- No será necesario que usemos la cama.
Llevó sus dedos mojados a su boca.
Aparté la mirada cuando empezó a lamerlos.
Respiré hondo varias veces para calmarme.
Lo logré luego de un minuto.
Recosté la cabeza en la puerta.
-Dios mio.- dije.
Oí la risa de Ross.
-Ver como te corres es una de las cosas más sexys que he visto.
Sonreí sintiendome un poquito molesta con él.
-Jugaste sucio.- dije.
Lo moví y fuí directamente al baño.
Debía limpiarme bien antes de volver a salir.
-Te daré unos minutos, les diré que estás sintiendote algo enferma.
Me quité los pantalones.
-Bien.- le dije. Me sentí más animada y feliz ahora.
-Te estaré afuera.- dijo. Fué hacia la puerta.
-¿No te lavarás las manos?- pregunté disgustada.
Ross me guiñó un ojo.
-Iré al otro baño para ver que hago con todo esto.
Señaló sus manos y erección.
Oh dios mio.
Iba a decirle algo más pero él salió por la puerta.